Pedro Echeverría V.
1. “En un comunicado de tres líneas –publica La Jornada- la
dependencia federal señaló que la Coordinación Nacional del Servicio
Profesional Docente –organismo que por ley debe ser parte de la
evaluación de miles de aspirantes a ingresar al magisterio, y desde
este año en la valoración del desempeño de los profesores en servicio–
detalló que con motivo de nuevos elementos a considerar en el proceso,
las fechas en que se realizarían los exámenes quedan suspendidas
indefinidamente para su realización”. Peña Nieto y Chauyffet no están
preocupados por la educación, por los niños y los maestros, sino porque
los maestros de la CNTE no boicoteen las elecciones del domingo 7. Pero
los profesores no caerán en el engaño porque su lucha por una buena
educación sí es real.
2. Los paros, las huelgas, los bloqueos de calles, sólo tienen un
culpable: el gobierno y los empresarios que los provocan al mantener en
malas condiciones de vida a los productores de riqueza; no hubiera nada
de eso si el pueblo estuviera contento. Los maestros, así como los
campesinos, los obreros, los empleados, son trabajadores al servicio
del patrón capitalista; éste tiene la obligación de pagar bien a los
trabajadores por el servicio que proporcionan, además de darles todas
las prestaciones que les corresponde para que se conserven en las
mejores condiciones de trabajo. Los medios de información, al estar al
servicio de gobiernos y explotadores, siempre buscan desprestigiar con
sus campañas a los trabajadores.
3. El lunes primero de junio millones de niños de varios estados no
irán a sus escuelas porque más de 400 mil maestros estarán en paro. Los
niños y sus padres están informados de las luchas de sus maestros por
dignificar la educación en México que ha vivido apachurrada, sometida,
por camarillas de altos funcionarios que quieren imponer su voluntad
privatizadora en la educación nacional. No se trata de un simple
“examen manipulador de conocimientos” sino de una estrategia del
gobierno de Peña Nieto para introducir objetivos, programas, materias y
todo aquello que garantice una mayor dependencia y sumisión de los
educandos hacia el capitalismo cada vez más depredador; no olvidar que
la feroz privatización se aceleró en 1982 en todos los campos.
4. Aunque los gobiernos de Oaxaca, Guerrero, Michoacán y Chiapas han
estado aplicando políticas más suaves, tranquilas y mediatizadoras,
para no confrontar con la valiente batalla de los profesores de la
CNTE, los profesores cuentan con mucha mayor experiencias, están ya muy
curtidos, después de más de 34 años de estar en las calles y las plazas
luchando por sus derechos. El presidente Peña Nieto, aunque se le va
cayendo el escenario por todas partes, sigue muy montado en su macho
pensando en no dar pasos atrás; pero los 400 mil profesores de la CNTE,
que han demostrado durante décadas tener la conciencia más alta del
país, tampoco están dispuestos a retirarse de esta lucha, a pesar de
los mil golpes que han recibido.
5. El líder espurio del Sindicato (SNTE), el charro mayor Juan Díaz
–sólo representa una camarilla de líderes al servicio del gobierno de
Peña y del secretario Chuayffet; también a una mayoría silenciosa de
cerca de un millón de sindicalizados que cumplen con pagar una cuota
sindical de alrededor de 200 millones de pesos al mes que saquean sus
líderes. Por cierto su antigua lideresa Esther Gordillo, que se ufanaba
de “no dar ningún paso sin “huarache” para que no la agarren fuera de
lugar”, se indisciplinó con el gobierno de Peña y la mandaron con todos
sus huesos a la cárcel. Juan Díaz y toda su camarilla –que son del
mismo equipo- deberían estar acompañándola, pero entonces Peña Nieto se
iba a quedar sólo. Parece que pronto va a salir la Gordillo.
6. ¿Qué pasaría que además de los cuatro estados se fueran a paro
ocho estados más regiones de otras entidades? De todas maneras, aunque
hay que echar muchas fuerzas de la CNTE no es la lucha definitiva que
ponga en jaque al poder; es un ensayo importante que nos debe llenar de
experiencias para otros paros o huelgas más grandes. Parece que todavía
estamos muy lejos del desplome de la burguesía y el ascenso al poder de
los trabajadores. Y aunque algunas veces me dan desánimos y enojos de
nihilismo, batallas como las que hoy se plantean me regresan el
entusiasmo que he vivido durante décadas. Quisiera que regresara el
132, los politécnicos, los estudiantes normalistas del país, los
ayotzinapos, para unir fuerzas con la CNTE.
7. Las elecciones del próximo domingo 7 ya son un fracaso, a pesar
de los miles de millones pesos que se han dilapidado en propaganda
televisiva INE, gobiernos y partidos políticos. Si no se desploma el
porcentaje de votos es porque la gente aún se deja engañar o tiene
miedo a sufrir un castigo como pérdida de trabajo, alguna sanción o que
los hijos no sean inscritos en las escuelas. Pero la gente aprende en
estas jornadas de rechazo a las políticas de corrupción e imposición
que encabezan los profesores, estudiantes, trabajadores. Estaré firme
en varios estados del sur-sureste con el objetivo de observar lo que
sucede con el poderoso paro magisterial y el boicot electoral; espero
que la batalla de 400 mil maestros de la CNTE –por la democracia y la
libertad- sea respetada por los poderosos. (30/V/15)
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