6/06/2015

Laura Elena Padrón: una voz para otras voces


TRANSGRESORAS
Por: Lucía Lagunes Huerta*

Nos recibe en su segunda casa, en uno de sus jardines, desde donde puede seguir a distancia lo que se está elaborando. Con “un ojo al gato y otro al garabato”, combina recuerdos e instrucciones para la producción de un nuevo programa, comparte generosamente la experiencia acumulada a lo largo de 37 años de trayectoria.

 
Es parte de las pioneras, cuando contar a las mujeres que participaban en la producción radiofónica de Radio Educación era con las manos, y sobraban dedos, es también la creación de una pasión, de su pasión por la radio, es Laura Elena Padrón.
 
Creció con la radio primero como radioescucha y después como parte de ella, con el contacto de diversas organizaciones fue adentrando en los derechos de las mujeres que hasta el día de hoy continúa proyectando en su segunda casa, Radio Educación, y en sus proyectos como productora de teatro .
 
Laura Elena Padrón es una mujer de convicciones, defensora de los derechos de las audiencias y de la libertad de expresión.
 
Es una convencida de que la radio debe ser de calidad, de respeto a las audiencias y por supuesto donde las mujeres cuenten con espacios no sólo en el decir, sino en el hacer, que sean protagonistas todo el tiempo en todos lados.
 
“DEFIENDO LO QUE CREO”  
–Lucía Lagunes Huerta (LLH): ¿Qué te lleva en la vida a la radio?
–Laura Elena Padrón (LEP): Mira, a mi madre y mi padre les encantaba oír radio, entonces esa fue una costumbre que adquirí desde chiquita y les encantaba oír música, programas a mi madre sobre todo. Oí “La Tremenda Corte” como 10 o 15 veces de camino a la escuela y eso me fue motivando, a acercarme mucho a la radio.
 
“Mi papá sábados y los domingos ponía la radio, teníamos una consola de onda corta y era muy padre oír la radio en distintos idiomas y escuchar otra música que no era del país. Luego llegue a la Facultad y ahí descubrí Radio Educación en 1977.
 
“En el 79 estudiaba y trabajaba en Canal 11, luego de un rompimiento en el equipo de noticias con Pablo Marentes, salgo del Canal. Es mi primera experiencia como trangresora, digamos, de los medios, donde digo ‘yo no estoy de acuerdo con lo que está sucediendo’.
 
“Un amigo de la familia me conecta con Álvarez Lima y llego aquí a Radio Educación. Pensaba: ‘Yo quiero hacer eso que están haciendo ellos’. Era muy distinto de lo que están haciendo en las otras radios. Éramos cinco mujeres, entre ellas, Paty Kelly, Felícitas Vázquez y Pita Cortés.
 
“Empecé de cero, de ser asistente y de ‘ve por los cafés’. Una de las ventajas que tenía es que me gustaba mucho oír música y que leía mucho. Terminé rápido la carrera y empecé a proponer cosas, y de lo primero que hice fueron las radionovelas como asistente, y luego ya hice un programa con Mario Díaz Mercado sobre música brasileña.”
 
–LLH: ¿Nunca dejaste la radio?
–LEP: Nunca. Bueno, sólo una vez que la hice de jefa de prensa en la ENEP Iztacala. Entonces nace mi hijo y llegan las gentes de Sipam (Salud Integral Para la Mujer); ya teníamos un comité.
 
“Y empiezo a hacer el programa “Dejemos de ser pacientes” con las de Sipam. En realidad yo había estudiado género, venía de una familia tan grande y tantos hermanos, que siempre había el ‘yo no quiero hacer esto y yo no quiero hacer aquello’, defendiendo lo que yo creía.
 
“Fue muy interesante cómo fuimos creciendo como grupo; nosotras les dábamos talleres de radio y ellas nos daban talleres de género. El programa se volvió muy importante, digamos con una presencia fuerte y Sipam ganó mucho con eso, y creo que todo el equipo de Radio Educación también.
 
“Para mí fue una escuelota. De ahí hicimos varios programas, por ejemplo “Mujer civilizada e instruida busca futuro”, en el que se jugaba con los estereotipos; con él en 1994 ganamos un premio en la Primera Bienal de Radio, en la categoría de Radio Drama, que era de las más peleadas.”
 
RADIO EDUCACIÓN, UN PARTEAGUAS
 
–LLH: ¿Como es hoy Radio Educación? ¿Dónde lo ves con respecto a las mujeres y las otras radios?
–LEP: Radio Educación sigue produciendo lo que ninguna otra radio; llega a nivel nacional que es muy importante, no por la señal de AM, sino porque ha dotado de contenidos durante muchos años a radios de todo el país.
 
“Radio Educación empezó a hacer programas de sexualidad que no se hacían en ningún lado, sigue haciéndolos; creo que tenemos la limitante de AM y seguimos peleando FM, pero los formatos siguen siendo novedosos en algunos casos.
 
“Hay algunos compañeros que se han especializado en alguna cosa y siguen haciendo lo mismo; a otros nos gusta experimentar y seguimos inventando cosas, seguimos intentándolo y ganando premios afuera y capacitándonos.
 
“A través del micrositio en internet, donde hay podcast, llegamos a muchísima gente; sólo el año pasado hubo 300 mil descargas de nuestros contenidos, eso te habla de que están bien hechos, bien trabajados, son novedosos.
 
“El año pasado hice una serie sobre diversidad sexual, “En el jardín de las orquídeas”; lo hice en streamer; nos oían en Europa, Asia y Australia.”
 
–LLH: ¿Nunca quisiste entrar a la radio comercial?
–LEP: Fíjate que sí he hecho cosas en la radio comercial, no’mas que no me gusta. Sí se pueden hacer cosas, creo que mucha gente que ha estado aquí trabajando se ha ido a la radio comercial y hace las cosas distintas.
 
–LLH: ¿Cuáles fueron las limitantes por las cuales no te quedaste ahí?
–LEP: Porque no es mi nicho. Digamos que estoy muy a gusto aquí; el Comité Técnico de Evaluación (de Radio Educación) te permite presentar proyectos y proponer cosas nuevas; cada año puedes hacer cosas nuevas si de veras lo quieres hacer.
 
“Si tu proyecto es bueno, novedoso, tiene calidad y es propositivo, va a pasar; tengo casi siete años metiendo un proyecto o dos al año, nuevos, distintos, novedosos y que causan impacto, son series pequeñas.
 
“Hay programas que tienen 25 años y hay series cortas que realmente causan un impacto que vale la pena escuchar, por ejemplo ‘Dejemos de ser pacientes’; hice una serie que se llamó ‘10 de los 20’, que eran 10 mujeres de los años 20; tuvo mucho éxito; quería hacer todo el siglo pero el INAH dijo: ‘Ya no hay dinero para eso’.
 
“Luego hice ‘Murmullo de sirenas’, que fue un programa delicioso en la madrugada, que eran mujeres haciendo música. Cada vez propones y haces cosas distintas y tengo años haciendo cosas así; tengo programas que llevo 10, nueve, 15 años, pero siempre estoy haciendo cosas distintas.”
 
–LLH: Cuando llegas a Radio Educación, ¿qué tuviste que superar? ¿Fue fácil para ti llegar al mundo masculino?
–LEP: Masculino en el área técnica,  porque en el área creativa lo hacemos más mujeres, y en esa época estaba más equilibrado, pero sí había el celo de “nosotros iniciamos el cambio en la radio, y ustedes, a ver chamaquitas qué traen”.
 
“Desde el momento que me dieron la plaza yo dije: ‘Me voy con el sindicato; eso me ayudó mucho a abrirme puertas porque dijeron esta chava si sabe lo que quiere, no va andar bandeando y así es, siempre he estado de este lado, y no es que sea el enemigo, es que hay que defender nuestros derechos. Entonces siempre hay un jefe o director o directora gandaya, a quien hay que ponerle sus altos. ¿No?
 
“Pero eso me permitió de alguna manera  empezar a abrir puertas para aprender de otras y de otros, pero no fue fácil. Los operadores eran tremendos: ‘Tú qué me vas a venir a decir a mí’. Eso era una red muy machista y ahora nos encontramos y somos carnalitos porque tenemos treinta y tantos años de convivir todos los días.”
 
RETO PERSONAL   –LLH: ¿Hubo momentos que te llevaron a decidir me voy o me quedo? –LEP: Creo que hubo dos momentos importantes en los que dije “me voy”, pero no porque me quisiera ir. La primera cuando nació mi hijo; llegaba –a trabajar– con la carriola y mi niño. Me decían: “Bueno y ésta qué hace aquí, que se vaya a su casa”. Pero no llegué a un punto de quiebre.   “Sí me fui cuando el terremoto, porque además se estaban abriendo las radios en otros lados. Me fui un año a ser la directora de Radio Chetumal, una experiencia padrísima; difícil porque en el 85 Chetumal era una calle. Luego regresé.”   –LLH: ¿Cómo entras al teatro? –LEP: Porque Marta Aura, que es mi amiga del alma, cuando estábamos haciendo “10 de los 20” me dijo: “Oye, ¿no te interesaría entrarle al teatro? Estaba montando “La mujer rota”, de Simone de Beauvoir, y entonces le dije: “Ah, pues te voy ir a ver”.   “Y la fui a ver al ensayo y me impactó tanto; el monólogo marcó un momento muy importante para mí porque fue entrar a hacer algo que no habíamos hecho (difundir); tenía que llevar los boletines porque no existía el internet, apenas empezaba el fax, sacaba fotos, hacía a máquina mis boletines y a repartir.   “Duramos 13 años, pero en ese ‘inter’ me empezaron a invitar otras actrices y actores a trabajar con ellos, haciendo prensa, primero. Ya llevo más de 20 obras y no nada más haciendo la producción y siendo asistente de producción: he hecho el diseño sonoro de algunas obras, y he ido a muchísimos festivales, como 60 en México y el extranjero.”   –LLH: ¿Qué has visto que ha cambiado para las mujeres en este ámbito de la radio? ¿Hay más respeto hacia ellas? –LEP: Hay más respeto hacia ellas, no deja de haber el machismo, pero en general sí ha cambiado la actitud; estamos insistiendo constantemente; en Radio (Educación) nosotras llegamos y decimos: “A ver, a ver, ella es tu compañera, trátala bien”.  
“Todo el tiempo estamos pidiendo trato igualitario; no siempre se da. Por ejemplo, aquí en Radio Educación se da el Premio José Vasconcelos cada año. Llaman a cuatro personas para otorgar el premio y no hay ninguna mujer, y en el presídium sólo está Bety Solís.
 
“Creen que nada más los hombres construyeron esta emisora y, perdón, pero la mayoría somos mujeres. Somos más mujeres que hombres. Nada más te digo, Felícitas hizo la asociación de trabajadores de Radio Educación antes del sindicato, pero a ella no le dan el premio.”
 
EL FEMINISMO   –LLH: ¿Alguna vez te nombraste feminista? ¿Te reconoces como feminista? –LEP: No. Sí, sí, sí, sí, pero no pertenecí a ninguna organización  feminista, conozco a muchas feministas, pero nunca he militado. He hecho un trabajo permanente de visibilidad de las mujeres, desde hace muchísimos años, desde que empecé a hacer programas para mujeres en el 91 y en el teatro también.   “He dado talleres y cursos en todo el país y hay una distancia para las feministas; cuando eso ocurre les digo: ‘Si no fuera por las feministas tú no estarías aquí’. Muchos que se dicen machistas creen que las  mujeres quieren el control de todo, las que manden.   “Como ya tenemos presencia, creen que dominamos y controlamos todo, cosa que no es cierto. Los puestos directivos, jerárquicos importantes, los siguen teniendo los hombres.   “Hay un trabajo de investigación, de sensibilización, de conocernos a nosotras mismas para poder defendernos y entonces creo que eso los impacta y los impacta.   “Ah entonces –dicen– yo soy machista y voy a defender a los míos, porque estas viejas nos están ganando y no es cierto. Esta idea de que las feministas son horrendas y que ellos, ‘pobrecitos’, se suicidan porque como son hombres no se pueden echar para atrás y tampoco nos echen la culpa a nosotras.   “Hay muchas personas que dicen saber de perspectiva de género y de feminismo, cuando no es cierto, porque no se han puesto a estudiar, a leer, ni se han puesto a asumirlo como algo personal, como un valor de vida.   “Los hombres tienen que reflexionar y ver por qué son como son, por qué los ha llevado la vida así, por qué son violentos y por qué les vale madres la familia y por qué la abandonan.”   –LLH: ¿Qué legado dejas para las jóvenes que llegan a la radio? –LEP: Pues siempre les he dicho que no se dejen, que el trabajo que hagan sea de calidad, que se comprometan con lo que hacen.   –LLH: ¿La frase que te identifica? –LEP: Mujer de convicciones.                 Twitter: @lagunes28   *Periodista y feminista, Directora General de CIMAC.


CIMACFoto: César Martínez López
Cimacnoticias | México, DF.- 


  

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