8/10/2016

Los periodistas pal café. . . .



El punto débil de la nota del periódico inglés The Guardian sobre el otro departamento de Angélica Rivera Hurtado en Miami es la falta de probanza (al menos, en lo publicado ayer) respecto de un conflicto de intereses. Lo confiesa el propio encabezado de ese texto, que generó ayer un nuevo escándalo político-inmobiliario en México: Ricardo Pierdant, el empresario en entredicho, quien estaría beneficiando a la esposa de Enrique Peña Nieto, sólo pudo ser definido como un potencial contratista de gobierno (https://goo.gl/7P1m4n).
El potencial infractor, Pierdant, pagó impuestos del departamento 304 de Ocean Tower One, en la isla Key Biscayne (propiedad de Rivera ese departamento, según ella misma lo informó en el contexto de las revelaciones que provocó el caso de la Casa Blanca de Las Lomas de Chapultepec), y del 404, propiedad de una empresa de Pierdant que ahora se asegura que también habita la esposa de Peña Nieto cuando va a aquella ciudad de Florida. Conforme a lo conocido en circunstancias similares, resulta muy sugerente de conflictos de intereses, tráfico de influencias y triangulaciones monetarias el saber documentada esa generosidad en el pago de impuestos a la esposa de un político muy versado en manejos del erario para beneficio de los receptores de contratos y de los otorgantes.
Pero, a diferencia del trabajo periodístico de Carmen Aristegui y su equipo respecto de la mansión de Sierra Gorda, en esta ocasión solamente se está ante algo potencial, que tal vez llegue a destapar una cloaca, pero que hoy sólo tiene un restringido botón de muestra. Incluso, en defensa de la potencial peligrosidad contratista, se recordó lo escrito tres años atrás por Darío Celis, columnista de temas económicos en Excélsior, quien relató que en un viaje oficial a China, para explorar posibles negocios de puertos marítimos y trenes rápidos, se había invitado a directivos de tres empresas, entre ellas al Grupo Pierdant (http://goo.gl/95HkAX). Pero no hubo ni hay más.
Aun así, a los Peña-Rivera les va ganando la fama. Conforme pasaban las horas del martes se asentaba la convicción de que el caso de los departamentos de Miami se inscribe en el contexto de la amplia e impune corrupción sexenal. En las redes sociales se multiplicaban los argumentos que a partir de la hoja de pagos de impuestos en Florida consideran evidente que esos favores empresariales a Rivera Hurtado están en consonancia con favores gubernamentales habidos o potenciales.
Esos criterios fueron reforzados con la publicación, en el portal electrónico Sin embargo, de un adelanto del próximo libro de la periodista Sanjuana Martínez, Yo soy la dueña (editorial Planeta), sobre la vida de Rivera Hurtado (http://goo.gl/jAkDXU). Sanjuana estuvo en la isla y en el edificio adonde suele ir la ex actriz de Televisa con hijos y con muchos escoltas, por eso tienen dos departamentos. Un hilo a seguir, en este caso, se relaciona con firmas especializadas en lavado de dinero, capaces de encubrir operaciones en el extranjero relacionadas con ganancias provenientes de actividades en México.
La defensa gubernamental del caso constituyó el segundo punto débil del día. El coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República, Eduardo Sánchez Hernández, fijó una posición respecto de lo publicado por The Guardian que, para fines sociales, y en las condiciones de incredulidad generalizada respecto a justificaciones desde el gobierno, resulta contraproducente (http://goo.gl/7KGUFa).
Sánchez Hernández eludió olímpicamente (para estar a tono con los días deportivos que corren) el responder a lo sustancial de la publicación firmada en México por José Luis Montenegro. Descalificó a The Guardian, aseguró que no hay contrato alguno con Pierdant (ni realizado antes ni que esté en curso), consideró la nota como una especulación a todas luces dolosa y recordó que ya antes esa publicación tuvo que pedir disculpas a los lectores por no poder sostener la veracidad de lo difundido (fue en 2013, cuando el periódico inglés se desdijo de un reportaje sobre la presunta venta de un plan de apoyo de Televisa a Peña Nieto para posicionarlo como candidato presidencial, http://goo.gl/GCI0Tk).
Pero nada dijo el comunicador oficial respecto de dos hechos centrales: ¿usa o no Rivera Hurtado un departamento extra, el 404, propiedad de una empresa del Grupo Pierdant? ¿Por qué este Grupo Pierdant pagó los impuestos de la propiedad que se dice presta a Rivera Hurtado, el departamento 404, pero también del 304, que pertenece a Angélica y no al grupo empresarial?
Evadir esos temas, planteados por The Guardian y por Sanjuana Martínez, resulta muy significativo ante una opinión pública profundamente agraviada por la vocación inmobiliaria corrupta de la clase política mexicana, sobre todo en sus más altos niveles. Ese silencio oficial dice demasiado ante ciudadanos cansados de tretas, coartadas, convenios privados, excusas femeninas por televisión, solicitudes masculinas de perdón, exoneraciones a cargo de subordinados carnavalescos y otras fórmulas de impunidad ostentosa.
Los dos puntos débiles del día, la imposibilidad de The Guardian de demostrar conflicto de intereses, y la fuga declarativa oficial respecto del uso del segundo departamento y el pago de impuestos en dos inmuebles, terminan dando paso a una convicción generalizada, así no haya más que datos insuficientes, de que en el caso Miami se está frente a maniobras del poder en busca de beneficios personales.
Y, mientras The New York Times ha publicado un texto bajo el título El hombre más rico de México enfrenta a un nuevo enemigo: el Estado que le ayudó a enriquecerse (http://goo.gl/thWpzm), ¡hasta mañana, con la interventora de Estados Unidos en México, Roberta Jacobson, diciendo ante diputados y senadores mexicanos: pero hay un tema en el que todos están de acuerdo, ¡ya basta de corrupción! Y podemos ver que los mexicanos están uniendo esfuerzos para hacer algo al respecto y para hacer que sus voces se escuchen en las urnas!
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




Foto
De acuerdo con el diario británico The Guardian, Angélica Rivera utiliza un departamento en Miami que pertenece a Grupo Pierdant, empresa que busca hacer negocios (contratos para desarrollar puertos) con el gobierno mexicano. Como informó la propia esposa de Peña Nieto, en 2014, cuando el escándalo de la Casa Blanca, ella adquirió un departamento en el sur de Miami desde 2005. El diario británico arroja el dato de que la empresa Pierdant se hizo del 404 en 2009 (se supone que Angélica es dueña del 304), justo arriba del otro, aparentemente con la intención de anexarlo. Los inmuebles, informa el reportaje, comparten número telefónico y en 2014, Grupo Pierdant pagó el predial de ambas propiedades. A horas de circular la información en los medios y redes sociales, el vocero de la presidencia, Eduardo Sánchez, respondió que el texto faltó a la verdad y “es una especulación a todas luces dolosa“. Según la publicación inglesa, la propiedad cuenta con alberca, cancha de tenis y mayordomo. Está valuada en 2.5 millones de dólares. La pregunta es si pasando el tiempo el Presidente nos volverá a pedir perdón.
Oceanografía en quiebra
El juzgado tercero de distrito en materia civil de la Ciudad de México declaró en quiebra a la empresa de servicios petroleros Oceanografía, que saltó a la celebridad por su conexión con los hijos de Marta Sahagún. ¿Qué sigue? El Servicio de Administración y Enajenación de Bienes se encargará de vender las posesiones. Puede escribirse un libro sobre esta empresa, de la que todavía no conocemos las claves de su encumbramiento y caída. En otro escenario, lo peor puede estar por venir para algunas compañías petroleras de Estados Unidos, pues 110 mil millones de dólares en deuda que no tienen valor están cada vez más cerca de su vencimiento. Gran parte de los documentos fueron emitidos entre 2011 y 2015, cuando la perforación en Estados Unidos estaba en un máximo histórico impulsado por los altos precios de la energía y las nuevas tecnologías.
¿Tiene Parkinson la señora Clinton?
Los problemas de salud de la gente de poder siempre han sido objeto de escrutinio, aunque no siempre bien tolerado. Recuérdese que la primera vez que Carmen Aristegui fue obligada a salir de MVS fue cuando cuestionó la supuesta afición del entonces presidente Calderón a las bebidas embriagantes. En Estados Unidos, Martin Shkreli, ejecutivo de finanzas y farmacéutico, ha publicado en su cuenta de Twitter este domingo, que la candidata demócrata Hillary Clinton padece, en su opinión, la enfermedad de Parkinson. Shkreli se dedicó a revisar cientos de videos de Clinton para concluir que al parecer, toma levodopa (fármaco para el tratamiento de Parkinson). Después de diagnosticarla con síntomas como disquinesia, el empresario ha defendido su opinión admitiendo que no es neurólogo ni médico, pero “no me llaman Pharma bro por nada”. La salud de Hillary dio pie a varios comentarios en redes sociales, hasta se creó el hashtag #HillarysHealth, donde los usuarios piden poner atención a la salud de la posible presidenta de Estados Unidos.
Ómbudsman social



Quienes ignoran la profundidad de los íntimos lazos pecuniarios en Estados Unidos (EU) entre sus trasnacionales y sus no lucrativos (¡supersic!) think tanks sacralizados –pretenciosos centros oraculares de pensamiento con máscara académica– se suelen postrar al estilo reptil ante sus hallazgos que, en realidad, están cocinados de antemano debido a la obligada orientación ideológica de los espurios donativos de sus interesados benefactores.
Inside Job, documental laureado con un Oscar, ya había demolido a los seudoacadémicos economistas de altas polendas, lubricados por los banksters de Wall Street, quienes habían ocultado la gravedad de la crisis financiera que estalló en 2008 (https://goo.gl/Uy63gm).
NYT y The New England Center for Investigative Reporting publicaron una reciente serie de dos artículos sobre el flagrante conflicto de intereses entre los think tanks y las trasnacionales de EU (http://goo.gl/Q9KQ4n).




Si en el gobierno federal algún día se ponen de acuerdo sobre lo que un día quieren y al siguiente no, tal vez, sólo tal vez, el país se alejaría un poco del borde del precipicio al que lo han llevado, porque la práctica de afirmar hoy una cosa para desmentirse poco después y pronunciarse en estricto sentido contrario sólo provoca desbarajuste, falta de credibilidad y atonía política y económica. O, como dicen, orden y contraorden sólo generan desorden.
Sobran ejemplos de lo anterior, pero uno especialmente importante y que se repite sexenio tras sexenio es el relativo a las refinerías, de las cuales un día se anuncia su construcción y al siguiente su cancelación, para que semanas después se retome la idea de ampliar el número de las existentes y poco más delante de nueva cuenta se cancele la intentona sin mayor explicación.
Lo anterior viene a cuento porque en octubre de 2014 el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, anunció formalmente que la estrategia del plan de negocios de la dependencia a su cargo es que lo que más le conviene al país y a Petróleos Mexicanos es modernizar las refinerías existentes y no construir más, como la sempiternamente pospuesta Bicentenario, en Tula, Hidalgo. Y ello, dijo el funcionario, no es una ocurrencia.
Bien, pero casi dos años después el mismo personaje –ayer, en comparecencia oficial ante el Legislativo– anunció que en materia de refinación el país tiene pendiente reconfigurar tres instalaciones industriales y construir más refinerías, y precisó que existen entre tres y cuatro grupos interesados para asociarse con Pemex para construir nuevas refinerías en zonas de Campeche, Tabasco, Veracruz y Tamaulipas.
Entonces, la citada estrategia del plan de negocios de la Sener sí era una ocurrencia, o en su caso recién se le ocurrió que era necesario construir refinerías en el país dada la creciente cuan costosa e incontenible importación de combustibles y demás productos elaborados en… (¡sorpresa!) una refinería.
De cualquier suerte el problema es de origen, y el secretario de Energía forma parte de él. Como se ha comentado en este espacio, el 20 de mayo de 2012, en la plaza de toros de Pachuca, el abanderado priísta Enrique Peña Nieto ofreció a los hidalguenses dos cosas concretas: construir la refinería Bicentenario (pendiente desde el sexenio calderonista) y un aeropuerto en Tizayuca, obras que sólo han sido promesas que nosotros haremos realidad, según dijo el hoy inquilino de Los Pinos.
En los hechos, en octubre de 2014 Pedro Joaquín Coldwell anunció formalmente que el compromiso peñanietista de campaña (firmado ante notario público) no valía un cacahuate, pues la Bicentenario no se construirá (tampoco el nuevo aeropuerto en Tizayuca, porque se hará en Texcoco).
Un año antes, el entonces subsecretario de Hidrocarburos Enrique Ochoa Reza (hoy con disfraz de dinosaurio tricolor) anunció que cualquier empresario, mexicano o extranjero, podrá construir y operar refinerías en México si es aprobada la reforma energética propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, lo cual, decía, abre una gran oportunidad para el capital privado. Lo mejor del caso es que el susodicho reconoció que la oferta de operar y/o construir refinerías en el país no está incluida como tal en la propuesta del Ejecutivo federal (léase la reforma energética).
Antes de ello, todo funcionario priísta o panista en el gobierno (los de antes y el de ahora, que al final de cuentas son los mismos) juraban que construir refinerías en México no es negocio, no es rentable. De hecho, el último director general de Pemex del calderonato, Juan José Suárez Coppel, gritaba a los cuatro vientos que sería un grave error construir refinerías en territorio nacional y generaría injustificada pérdida de recursos. Y el primero de Enrique Peña Nieto, el inenarrable Emilio Lozoya, advirtió que la inversión en refinerías es cuestionable hoy en día.



Desdén, odio, acusaciones mutuas de pandillerismo, corrupción, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y uso de los medios para ajustes de cuentas son hasta ahora el paupérrimo saldo de una alternancia que se ha distinguido, más que por la oportunidad histórica de reconstruir Veracruz, por las urgencias de las agendas personales de Javier Duarte y Miguel Ángel Yunes.
Los esfuerzos más recientes del primero se han encaminado a devolver, golpe a golpe, las acusaciones del panista de haber llevado al estado a la ruina moral y a la quiebra financiera debido a la enorme corrupción de funcionarios de todos los tamaños, y de hipotecar el futuro de la entidad a largo plazo.
Así, Duarte ha denunciado a Yunes por propiedades inexplicables y más recientemente, por medio de la sección 32 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, de construir una red de empresas familiares con las que habría realizado negocios a su paso por la dirección del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado.



Este jueves 11 de agosto, el iconoclasta y blasfemo performancero Guillermo Gómez Peña intervendrá las instalaciones del Museo de Arte Moderno con un trabajo que promete ser incendiario, acompañado con su banda de artistas La Pocha Nostra. A continuación algunas opiniones compartidas por el chica/lango Gómez Peña.
chilango en proceso de chicanoización
Para explicar el mote de chica/lango, el performancero dijo: “Empecé a visitar gringolandia desde niño. Tenía mucha familia por allá. A los 22 años me fui a seguirle las huellas a mi familia perdida y a estudiar arte a Los Ángeles. Desde entonces, California ha sido mi base de operaciones y transgresiones. A veces pienso que en realidad vivo en un triángulo de las Bermudas personal, cuyos vertices son San Francisco, el DF y donde me encuentre. La mitad de mi vida me la paso de gira. Soy nómada, coyote, cruzador de fronteras peligrosas. Así me gusta vivir. Soy más bien un chica/lango, o sea un chilango en proceso avanzado de chicanoización.
Los 45 millones de mexicanos que vivimos fuera de México, muchos exiliados laborales, otros prófugos de la violenia, ya somos una nación flotante. Somos parte del mentado tercer mundo dentro del primer mundo, los cabrones que tanto odia Trump.




La realización del Foro hacia la construcción del proyecto de educación democrática, convocado por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) e inaugurado ayer en el auditorio principal del Centro Médico Siglo XXI, es un hecho relevante por la destacada trayectoria de algunos participantes, por la pluralidad de las voces que ahí se expresaron y porque abre la posibilidad de conformar un consenso, mediante el diálogo y el debate, sobre la política educativa que debe fijarse el Estado mexicano para las décadas por venir.

El legado de Gutiérrez-Vázquez al modelo educativo
La víspera del aniversario del fallecimiento del maestro Juan Manuel Gutiérrez-Vázquez (17/8/08) del grupo de los gigantes, como lo designa Víctor M. Toledo al referirse a los seres humanos que son los dotados de un inexplicable conjunto de habilidades y talentos que destacan por su humana inmensidad, del currículo del maestro sólo se menciona que fue educador y dirigió la revista Decisio, del Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos, apoyo la reforma educativa sandinista, y fue fundador en Michoacán de las universidades Intercultural Indígena y de la Ciénega.

Melania Trump podría llegar a ser una carta útil en la batalla de relaciones públicas que tiene que dar México. Según Trump, México no manda a su mejor gente a Estados Unidos, sino violadores y criminales. Los migrantes mexicanos serían, para esto, unos tramposos que nomás no quieren entender la diferencia entre lo legal y lo ilegal. ¡Qué diferencia con Eslovenia, la patria de Melania Trump!

Todo apunta a que en el círculo íntimo de Los Pinos priva una inflada comprensión del poder presidencial. Suponen que el Ejecutivo federal cuenta con las poleas, motores y andamios suficientes para un consecuente e inmediato accionar. Bastará la decidida voluntad de llevar a cabo cualquier proyecto para hacerlo realidad. Los ocupantes de esa residencia han dado pruebas contundentes de tan voluntarista como desfasada visión. Aun antes de ser nombrado secretario de Educación, el señor Aurelio Nuño Mayer hacía trascender inequívocas posturas en tal dirección. En especial cuando se refería al necesario sometimiento del sindicato de maestros (rescate de la rectoría educativa, le llamaron), en especial de la beligerante Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE). Y contra ella lanzarían todas sus ansias de control. Contaban para tan ambiciosa aventura con un conjunto de leyes recién aprobadas por el Congreso, que se dieron en llamar reforma educativa. Uno de los componentes clave del coordinado Pacto por México y sus alardeadas reformas estructurales; un legado de largo plazo, presumieron.

Millares de combatientes internacionalistas lucharon y murieron en la Guerra Civil española. Una contienda aleccionadora (y deliberada o convenientemente subestimada) que, a más de probeta y anticipo de la Segunda Guerra Mundial, devino en primer ensayo general de la barbarie contra el anhelo democrático de los pueblos.

Las creencias religiosas y mágicas se hacen presentes en cada momento en los Juegos Olímpicos: muchos atletas antes de entrar en acción se persignan con discreción, otros al marcar un tanto o conquistar una meta señalan al cielo, dando crédito a Dios, sea cristiano, ser supremo o Alá. Algunos tienen cábalas en la manera de entrar al escenario de la competición; otros guardan fetiches. Sin embargo, las escenas que millones de televidentes compartimos contrastan con las medidas e impedimentos en materia religiosa que el Comité Olímpico Internacional (COI) asumió en Londres 2012, al prohibir que durante los juegos se introdujera en los estadios, sitios de entrenamiento y lugares de reunión entre los atletas cualquier impreso, libro u objeto de carácter religioso. El motivo de dichas restricciones fue que se decidió aislar el deporte de cualquier conflicto religioso o político. Se pidió a los participantes olímpicos guardar todo tipo de gestos de fe que pudieran provocar alguna reacción o represalia, dada la atmósfera de beligerancia internacional.

Apartir de la crisis de 2008 han surgido nuevas interpretaciones y visiones sobre el papel del dinero y los bancos en la economía. Estas novedosas perspectivas monetarias son muy diferentes a los enfoques de la teoría económica convencional. Pero hoy existe una polémica entre los opositores a la teoría tradicional ubicados al interior de las universidades y los que trabajan desde la sociedad civil.

Distinguir lo verdadero de lo falso es una cuestión primordial a la base de todas las otras cuestiones. No hablo de las ciencias matemáticas, donde se puede admitir, por ejemplo, que dos líneas paralelas nunca se reúnen: verdad en la geometría de Euclides, falsedad en la de Einstein. Como fue verdadero durante siglos que el Sol giraba en torno a la Tierra…

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