8/10/2016

Descrédito de los think tanks de EU: cabilderos de trasnacionales, según NYT


Bajo la lupa
Alfredo Jalife-Rahme
La Jornada

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El presidente estadunidense, Barack Obama, durante una conferencia de prensa en el Pentágono, el jueves pasado

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Quienes ignoran la profundidad de los íntimos lazos pecuniarios en Estados Unidos (EU) entre sus trasnacionales y sus no lucrativos (¡supersic!) think tanks sacralizados –pretenciosos centros oraculares de pensamiento con máscara académica– se suelen postrar al estilo reptil ante sus hallazgos que, en realidad, están cocinados de antemano debido a la obligada orientación ideológica de los espurios donativos de sus interesados benefactores.
Inside Job, documental laureado con un Oscar, ya había demolido a los seudoacadémicos economistas de altas polendas, lubricados por los banksters de Wall Street, quienes habían ocultado la gravedad de la crisis financiera que estalló en 2008 (https://goo.gl/Uy63gm).
NYT y The New England Center for Investigative Reporting publicaron una reciente serie de dos artículos sobre el flagrante conflicto de intereses entre los think tanks y las trasnacionales de EU (http://goo.gl/Q9KQ4n).
Del primer artículo, Hannah Gold hace una espléndida síntesis: los “ think tanks promueven agendas de las trasnacionales a cambio de donativos (http://goo.gl/0d5ulC)”.
Los donativos están exentos de impuestos y, al final de cuentas, los think tanks constituyen unos vulgares cabilderos (lobistas), para no decir proxenetas ideológicos, que padecen la hipoteca mental de las contribuciones envenenadas de vulgar compraventa.
La investigación se centró en los “lazos financieros entre la Brookings Institution, próspero think tank con sede en Washington, y la empresa Lennar, una de las mayores constructoras de casas de EU”.
A cambio de su validación (sic) pública del proyecto de bienes raíces en San Francisco, Brookings recibió 400 mil dólares de Lennar como donativos.
No se salvan los otros think tanks como AEI, CSIS y Atlantic Concil (lubricada por Fedex), en temas tan variados como ventas de armas a países foráneos, comercio internacional, manejo de sistemas de autopistas (sic) y desarrollos inmobiliarios cuando a menudo se han vuelto vehículos para la influencia de las trasnacionales y sus campañas mercadotécnicas, rezuma Hannah Gold.
La senadora Elizabeth Warren inculpa que las trasnacionales gigantes invierten pocas decenas de millones de dólares a cambio de influir en los resultados en Washington con los que descuelgan miles de millones de dólares, lo que pone en la picota la narrativa de los ejecutivos de los think tanks, los cuales alegan que su investigación es objetiva y académica (sic).
Otros donadores de Brookings son el mayor banco estadunidense, JP Morgan Chase (con la mayor contribución histórica), KKR (http://goo.gl/C1Orvn) –firma israelí-estadunidense global de inversiones manejada por el ex director de la CIA general David Petraeus y el ex
Llama la atención que la investigación se haya concentrado solamente en las lubricaciones deshonestas de Brookings donde aparecen 90 empresas: desde Alcoa, pasando por General Electric, hasta el banco Wells Fargo.
Nada casualmente NYT exime de su escrutinio a los pletóricos think tanks israelí-estadunidenses vinculados a Aipac y que traslapan sus intereses con los otros mil 835 (¡supersic!) centros de EU.
En su segunda entrega (http://goo.gl/1KMQvo), NYT desnuda a los seudoinvestigadores de 75 think tanks y su papel dual, quienes han trabajado simultáneamente (sic) como cabilderos registrados, miembros de los consejos de administración de las trasnacionales y consultores foráneos en litigios y en disputas de regulación, que tienen por objetivo ayudar a reconfigurar la política del gobierno.
Resalta el israelí-estadunidense Roger Zakheim, del think tank AEI y cabildero del Pentágono para Northrop Grumman, vinculado a BlackRock (http://goo.gl/QAElJH) y, sobre todo, hijo del siniestro rabino (literal) y anterior contralor del Pentágono Dov Shlomo Zakheim –del grupo de los Vulcanos de Condy Rice, ex asesora de Seguridad Nacional de Baby Bush (http://goo.gl/P5dJNC)–, quien fue imputado de haber birlado la estratosférica suma de 2.3 billones de dólares (http://goo.gl/uHOlc0). ¡Ya robarle al Pentágono!
Dejo en el tintero la perturbadora entrega del NYT de hace dos años “Las potencias extranjeras compran influencia en los think tanks (http://goo.gl/j2eiX5)”.
El portal The Best Schools selecciona a los “50 más importantes think tanks de EU (http://goo.gl/33Zm3e)”, donde aparecen en forma forzada los polémicos Human Rights Watch (http://goo.gl/0yt02f) y Open Society Foundation (http://goo.gl/vQ1ZjW), teledirigidos por el cruel megaespeculador con máscara de filántropo George Soros, presunto hombre de paja de los banqueros esclavistas Rothschild.
Expongo el mapa de Muckety de algunos de los más influyentes think tanks de EU: Consejo de Relaciones Exteriores (CFR, por sus siglas en inglés), vinculado al antimexicano ITAM (http://goo.gl/4b225j) y a bancos, petroleras, aseguradoras, vendedoras de armas, farmaceúticas, Reserva Federal, etcétera; Center for Strategic and International Studies (CSIS) (http://goo.gl/gZKV9c), donde brillan Kissinger y Brzezinski, ex asesores de Seguridad Nacional, además de Bill Gates, General Electric, Ford, Banco Mundial etcétera; American Enterprise Institute (AEI), ligado al ex vicepresidente Dick Cheney, los neoconservadores straussianos y Obama (http://goo.gl/38DZDF); CATO Institute (http://goo.gl/Y1wwXz); RAND Corporation, ligada a la Fundación Rockefeller, y al que los rusos colocan en el primer sitial (http://goo.gl/zCO8aN); Aspen Institute, muy activo en el “México neoliberal itamita”, donde destacan Google y Bloomberg (http://goo.gl/oJXEkz); Brookings Institution, donde destellan AT&T y Microsoft (http://goo.gl/bYnBRb); Belfer Center for Science and International Affairs, vinculado a Harvard y al secretario del Pentágono Ashton Carter (http://goo.gl/YjWGGY); Heritage Foun­dation, ligado a Searle y al feroz comentarista Sean Hannity, de Fox News (http://goo.gl/a2dDyG); Center for American Progress, donde brillan Soros, Bank of America, Deloitte, Northrop, Walmart, Facebook, Time, Coca Cola, Apple, Visa y Blackstone (http://goo.gl/o1t7kv); Woodrow Wilson Center (http://goo.gl/bq3A19); Hoover Institution (http://goo.gl/ArxYPL); Carnegie Endowment for International Peace, vinculado a ExxonMobil, Chevron, BP, Pentágono, Departamento de Estado, Departamento de Energía, General Motors (http://goo.gl/7b2TIS), y Atlantic Council (http://goo.gl/ZbJBV6).
Los think tanks del “México neoliberal itamita” que alaba EU por convenir a los intereses unilaterales de sus trasnacionales –Comexi, Ceesp, IMCO, Cidac, Transparencia (sic) Mexicana (un seudópodo de la CIA, según Red Voltaire: (http://goo.gl/uum8BR): ¡todos los que promovieron la entrega del petróleo a las empresas anglosajonas!– son de carcajada y no resisten el análisis: guetos de propaganda barata de la plutocracia local/israelí/estadunidense. ¿Cuáles son los criterios de (s)elección? ¡Sepa Dios!
Obvio: no aparecen los centros de la UNAM ni la UAM ni el Poli, donde están concentrados los máximos pensadores del México profundo.
Facebook: AlfredoJalife


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