5/31/2017

Los periodistas pal café. . . .



La peor fue la de Alfredo del Mazo Maza. El lema, Fuerte y con todo, desentonó con el perfil y las posturas del presunto postulante, falto de la personalidad política, la enjundia oratoria y el manejo de circunstancias que la crisis priísta mexiquense requiere. Del Mazo no pudo superar el triple estigma: nieto e hijo de gobernadores (tufo dinástico), primo de Enrique Peña Nieto (con toda la carga negativa de éste) y priísta en el peor momento para ser priísta en el estado de México.
A falta de habilidades y estrategias políticas propias, el PRIMazo no pudo crecer ni siquiera por la descarada y delictiva inyección de recursos públicos federales, con secretarios de Estado y altos funcionarios federales y estatales como operadores por demarcaciones. Sus expectativas de triunfo, en todo caso, dependen de la combinación de factores fraudulentos movidos más por el espíritu de supervivencia de una facción mexiquense (y sus aliados de varias partes del país) que por los méritos propios del candidato identificado con las tarjetas rosas (de cartón, sin habilitación tecnológica, condicionadas al triunfo del promovente, muestra rectangular de la fraudulencia de la campaña toda).
Delfina Gómez no tuvo una campaña propia. Fue sustituida en factores clave, declarativos y de convocatoria, por el presidente de su partido, Andrés Manuel López Obrador, en expansiva campaña personal por la Presidencia de la República. Si una campaña debería servir para mostrar a los electores lo que una candidatura contiene y significa, la de la maestra Delfina la exhibió en falta. Antes, en Texcoco, fue movida por el Grupo de Acción Política, dirigido por Higinio Martínez, quien actualmente preside ese municipio; ahora, en busca de gobernar uno de los estados más importantes del país, su dependencia política fue más evidente.
El fuerte rechazo de un segmento de los mexiquenses al PRI y sus pretensiones de continuidad, el imán electoral de López Obrador y una personalidad política ligera permitieron a la maestra Delfina remontar sus carencias y mantenerse como una opción electoral viable, el máximo reto que el priísmo mexiquense ha enfrentado en su historia. Su suerte va más allá de las campañas propias o ajenas y de su valía individual, con la elección presidencial de 2018 como referente y condicionante.
A Juan (Manuel) Zepeda lo hizo crecer Andrés Manuel López Obrador. La suya era una campaña de relleno, pensada para favorecer al patrocinador divisorio, Eruviel Ávila, y al candidato predestinado, Del Mazo. Zepeda tenía la vista puesta en recompensas menores en la franja territorial de negro y amarillo, y sus estridencias actorales no habrían pasado de la anécdota barrial, tan herido a escala nacional el PRD que en suelo mexiquense sólo aspiraba a no ser arrollado por su hermano dividido, Morena.
Pero llegó el momento de los ultimátums (nunca pegó la adaptación ultimatos) y Juan Zepeda los aprovechó. Se convirtió en interlocutor directo de un político de talla superior a la suya, López Obrador, y se permitió momentos impensados, que junto a una notable disponibilidad de recursos para movilizaciones y una amable cobertura mediática nacional, lo convirtió en un contendiente que rebasó, al menos en protagonismo, a la panista Josefina Vázquez Mota.
Nada le funcionó a la ex candidata presidencial de 2012, quien mucho se hizo del rogar para aceptar la postulación en el estado de México. Artificial, afectada, hizo campaña bajo el estigma de los más de mil millones de pesos recibidos para apoyar a paisanos en Estados Unidos, como si su especialidad fuera ser derrotada electoralmente para luego ser recompensada en términos económicos por vías alternas. Otro dardo fue el señalamiento, desde áreas del gobierno peñista, de presuntas irregularidades financieras de su padre y hermanos, expediente que apenas este domingo fue desmontado mediante una igualmente extraña exoneración familiar desde la PGR.
Vázquez Mota podría tener, a pesar de todo, una tarea relevante en el futuro inmediato, pues se ha esforzado en denunciar irregularidades en el proceso mexiquense, en específico contra Del Mazo y el PRI. Esa enjundia en busca de tirar el resultado electoral del próximo domingo sería muy útil no contra el priísmo, pero sí en caso de que la victoria sea para Morena. Pasar la decisión a la mesa judicial, más que a las urnas, es una de las posibilidades que analizan los aliados que concurren en operaciones antipeje.
Ayer, en la Ciudad de México, se realizaron dos actos públicos de periodistas. En el monumento a Francisco Zarco, la Casa de los Periodistas recordó, como se hace cada año, el asesinato del columnista Manuel Buendía, sucedido 33 años atrás. Horas más tarde, en el Ángel de la Independencia, hubo otra reunión. En ambos casos se denunció la cadena de agresiones que ha vivido el periodismo mexicano, sobre todo en años recientes, con Miroslava Breach y Javier Valdez como dolorosos puntos de referencia. En las reuniones se habló de la necesidad de impulsar formas de organización nacional de periodistas, con capacidad de reacción política y social inmediata en cuanto a agresiones al gremio. También se busca llegar a propuestas por consenso que puedan ser impulsadas por los poderes Ejecutivo y Legislativo que se constituyan en 2018.
El secretario de Hacienda, José Antonio Meade Kuribreña (a quien, como aquí se ha dicho con mucha anticipación, se le pretende construir un perfil independiente, apartidista, para ser candidato presidencial del PRI), dijo ayer a consejeros de BBVA Bancomer que el rendimiento de la economía mexicana es parecido al del equipo de futbol profesional Xoloitzcuintles de Caliente. Con una plantilla de jugadores menos cara que otros competidores, los tijuanenses han tenido mejores resultados, explicó. Los Xolos pertenecen al Grupo Caliente, de Jorge Hank Rhon, así que Meade podría proponer como plan de campaña convertir a México en un casino. ¡Hasta mañana! Twitter: @julioastillero Facebook: Julio Astillero



El gobierno de la Ciudad de México hace preparativos para colocar un bono verde que le permitirá levantar mil millones de pesos en la Bolsa Mexicana de Valores. Se supone que los recursos serán para mejorar el transporte y el medio ambiente. ¿No es un contrasentido que al mismo tiempo permita que el Paseo de la Reforma sea congestionado por un Metrobús? México ocupa el primer lugar en materia de congestionamiento de tráfico. Comités vecinales de la delegación Miguel Hidalgo se han unido para detener la construcción de la línea 7 del Metrobús, porque consideran que destruirá la avenida más emblemática de la Ciudad de México y del país. Cualquiera pensaría que si hay más transporte público los usuarios tendrán mejor servicio. Sin embargo, en opinión de los comités vecinales sólo congestionará más una avenida ya congestionada. Sostienen lo siguiente: 1) Es ilegal. No hicieron público el proyecto ejecutivo. Carece de visto bueno de INBA, INAH y del Consejo de Salvaguarda. No se realizó consulta pública a las comunidades impactadas. 2) Es innecesario. Reforma cuenta con el mejor servicio de transporte público a cinco pesos: la ruta La Villa-Santa Fe. Sólo se requiere hacer la ruta más frecuente. 3) Es un negocio que se presta a sospechosismo. Se entrega concesión sin licitación a la empresa francesa JC Decaux. 4) Es ecocida. Conlleva una tala indiscriminada de árboles por parte de la Secretaría de Obras con la anuencia de la Secretaría del Medio Ambiente de la Ciudad de México.
Compra México ¡su propio petróleo!
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Si alguien presta atención a los cabos sueltos encontrará una situación irónica. La Comisión Nacional de Hidrocarburos, sin hacer mucho ruido, hizo su primera compra de petróleo producido por el pozo mexicano Hokchi-4. El vendedor fue el consorcio extranjero formado por Hokchi Energy y Pan American Energy. Pagó 183 mil 84 dólares. Es la primera compra que el gobierno hace a empresas privadas favorecidas por la reforma energética. El petróleo será comercializado por Pemex. ¿Y por qué no lo produjo la empresa mexicana? Según esto, ya murió la gallina de los huevos de oro. O la están dejando morir, porque la extracción propia de Pemex cayó en abril de este año a 2.1 millones de barriles diarios, como promedio. La justificación del desastre es que no había dinero para invertir, pero el Banco de México tiene reservas por 176 mil millones de dólares. Curiosamente, la producción de Pemex sigue cayendo, pero es un éxito la de las compañías privadas. ¿No es irónico? Añádanle otra nota al absurdo: cuando la petrolera mexicana ponga a la venta el petróleo convertido en gasolina es muy probable que se lo roben, todo o en parte, los huachicoleros. Hay una información que por insólita debería ser aclarada por las autoridades. Según esto, será trasladado a los consumidores una parte del costo de las pérdidas que cause el robo de combustibles. Qué chulada de reforma.

Los votos que cuentan
La historia del país demuestra que las elecciones las deciden sólo en parte los ciudadanos, porque la palabra final la tienen las instituciones que llevan a cabo el conteo de los votos. O el tribunal electoral, si el recuento es impugnado. Será el Instituto Electoral del Estado de México el que lleve a cabo el conteo. Los candidatos Delfina Gomez, Josefina Vázquez Mota y Juan Zepeda hubieran preferido que el conteo lo hiciera el Instituto Nacional Electoral; sin embargo, al parecer no formalizaron su solicitud con tiempo. El presidente del instituto electoral local, Pedro Zamudio, dice que le interesa realizar bien el conteo, de manera que dé certeza sobre los resultados. Tendrá un ejército de 100 mil personas –asegura– que cuidarán las 18 mil casillas. Viendo las cosas con objetividad, tampoco hubiera sido garantía en cuanto a imparcialidad que el conteo lo hiciera el INE, dadas las simpatías que se atribuyen a su presidente Lorenzo Córdova y a algunos de sus miembros. La única forma de que las elecciones se decidan la noche del 4 de junio será que una o uno de los candidatos reúna tantos votos que no dé lugar a trampas.
Ombudsman social



Un lucrativo negocio como el futbol no podía quedar exento de perturbadoras filtraciones al estilo de Wikileaks (https://goo.gl/OxdExn), Panama papers (https://goo.gl/8xvaRR), Bahama papers (https://goo.gl/A2zKgA), Swissleaks (https://goo.gl/3i0dwb), cuya crapulosa evasión fiscal es posible gracias a la existencia de paraísos fiscales y a la desregulación de la globalización financierista de la bancocracia.
Más allá de la putrefacción cupular de la FIFA (https://goo.gl/rGCfId) y su colusión mafiosa con Televisa (https://goo.gl/sKPXE9), Futbol leaks ostenta una pléyade de explosivos contratos, comisiones y salarios de sus estrellas –desde Lionel Messi hasta Cristiano Ronaldo (https://goo.gl/7zU4BU)– y sus delincuenciales agentes que ganan fortunas y evaden al fisco.
En colaboración con la red de investigación europea (EIC) de 10 multimedia y 60 periodistas, el portal alemán Der Spiegel se adentra al otrora inexpugnable futbol y su trata financiera de jugadores.
El futbol, el deporte más popular del planeta, genera miles de millones en ingresos, donde se despachan con la cuchara grande los agentes y los bancos, que se aprovechan de la consustancial ignorancia financiera de las celebridades, quienes no entienden los recovecos de las negociaciones contractuales y los documentos técnicos que les provocan cefaleas.
Los poco escudriñados agentes se dedican a comprar las residencias ostentosas de los jugadores, cuya mayoría proviene de la cultura del esfuerzo, y hasta controlan sus inversiones bancarias y bursátiles.



Terrorífico: México ha roto la marca latinoamericana de desigualdad, porque dos terceras partes de la riqueza total están en manos del 10 por ciento de las familias del país, y el uno por ciento de ellas acapara más de un tercio. Además, el 10 por ciento de las empresas concentra el 93 por ciento de los activos físicos, en tanto que el 90 por ciento restante dispone de muy pocos bienes de capital. Por ello, el coeficiente de Gini de la concentración de los activos físicos asciende a la cifra récord de 0.93 (uno es el máximo).
Brutal. Si bien se conoce de la enorme cuan creciente distancia mexicana entre los niveles de bienestar, las cifras y los comentarios que aporta la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal, organismo especializado de la ONU que ayer divulgó su Panorama Social 2016 regional), dejan en claro –por si alguien todavía dudara al respecto– que nuestro país es el campeón de la desigualdad en la zona más desigual del planeta.
En castellano simple, y con base en la estadística del Inegi (cada hogar en el país cuenta con 3.9 personas, en promedio) las cifras de la Cepal indican que alrededor de 320 mil familias (menos de un millón 250 mil personas) concentran el 33 por ciento de la riqueza nacional y cerca de 3 millones 200 mil (12 millones y medio de personas) el 66 por ciento. La microscópica diferencia restante se distribuye –inequitativamente, también– entre el resto de la población. Y esto último lleva a otro campeonato para México, pues la participación de los salarios en el producto interno bruto (PIB) ocupa el último lugar en América Latina.
Y la Cepal aporta un tercer elemento que cierra el círculo de la abismal diferencia entre la minoría y la mayoría, y explica el profundo desbarajuste social que registra México: en el periodo 2003-2014, para los mexicanos de a pie la economía creció (también de forma inequitativa) a un promedio anual de 2.6 por ciento, con enormes diferencias en cuanto a estratos y beneficios. Por el contrario, la riqueza registró un crecimiento real promedio anual de 7.9 por ciento en el mismo periodo, lo que significa que en México tal indicador se duplicó entre 2004 y 2014, pero sólo para los más acaudalados.
Sin embargo, esto último permite una síntesis aún más fina: con base en los reportes anuales sobre los multimillonarios mexicanos marca Forbes (15 empresarios), en el periodo citado sus fortunas conjuntas se incrementaron 400 por ciento hasta sumar 143 mil millones de dólares y representar alrededor del 15 por ciento del producto interno bruto para ellos solitos. De ese monto, la mitad pertenecía a una sola persona: Carlos Slim.
Y a lo largo de tres décadas (de Solidaridad –1988– a la fecha, con Prospera) oficialmente el gobierno ha destinado una verdadera catarata de recursos públicos para combatir la pobreza (léase: comprar votos), la cual, en los hechos, sólo la ha incrementado, al igual que las fortunas de los ricos, aunque con especial entusiasmo la de los barones Forbes (todos ellos beneficiarios de la privatización de la riqueza del Estado). En la otra esquina, 63 millones de mexicanos en pobreza, y contando.
La Cepal va más allá: en 2015 el gobierno mexicano administraba el 23 por ciento de los activos; las empresas privadas, 19 por ciento; empresas públicas autónomas, 9 por ciento; instituciones financieras, 5 por ciento. Al mismo tiempo, 7 por ciento de los activos financieros estaban en posesión de extranjeros. No obstante, las familias concentraban la mayor proporción: 37 por ciento, equivalente a 28 billones de pesos mexicanos. Lamentablemente, la repartición de estos 28 billones de pesos es muy desigual.
Dos terceras partes de estos activos físicos y financieros están en manos del 10 por ciento de las familias del país, en tanto que el uno por ciento de ellas más de un tercio. Por ello, el coeficiente de Gini de la distribución de los activos totales (físicos y financieros) de las familias es de 0.79. La repartición de los activos financieros es aún más desigual: el 80 por ciento es propiedad del 10 por ciento más rico.
La estructura de la propiedad es una de las variables fundamentales en el mantenimiento, si no en el crecimiento, de la desigualdad social. Por ello, los estudios empíricos sobre la medición de la riqueza o la desigualdad de activos tienden a coincidir en que esta es una desigualdad mayor, más profunda y más estable que la que arroja la medición sólo del ingreso, subraya la Cepal.
Esa es la crudísima realidad documentada por el organismo especializado de la ONU, pero en otras latitudes, las del gobierno mexicano, florecen las industrias de la mantequilla y del maquillaje institucional: todo le resbala, porque –asegura el ahora cronista deportivo José Antonio Meade (secretario de Hacienda en sus ratos libres)– la economía mexicana va razonablemente bien (la Cepal lo confirma, sin duda), y la inflación (Agustín Carstens dixit) no está fuera de control (aunque se duplicó en un año, producto del brutal gasolinazo de arranque de año, es decir, el mismo que no será inflacionario, y alcanza una de las cotas más elevadas de la última presente).
Y ya entrados en gastos, La Jornada informa (Israel Rodríguez) que entre enero y abril de 2017 el endeudamiento del sector público se incrementó 7.4 por ciento en términos reales, con respecto al mismo lapso del año anterior, en tanto que el monto de los intereses, comisiones y gastos de la deuda se elevaron 42.6 por ciento, de acuerdo con el más reciente reporte de la Secretaría de Hacienda, es decir, de la misma dependencia que se comprometió a no endeudar más al país… en 2017.
Por pago de intereses, más unos cuantos dolaritos de comisiones y gastos de la deuda, del erario salieron más de 49 mil millones de pesos en tan sólo cuatro meses (17 mil millones más que en igual periodo de 2016). Y sólo para dar una idea de qué se trata, ese monto equivale a 1.36 veces el presupuesto 2017 aprobado para la UNAM, o si se prefiere a casi 22 tantos el autorizado al Centro de Investigación y de Estudios Avanzados del Instituto Politécnico Nacional, por citar un par de casos.






Un frente menor de conflicto entre la Casa Blanca y la Unión Europea es el afán de Washington de prohibir el ingreso de computadoras portátiles a la cabina de los vuelos comerciales, restricción que Estados Unidos mantiene para los viajes que llegan a su territorio desde varios países de Medio Oriente y que, por lo pronto, ha decidido no aplicar al viejo continente, a reserva de activarla si la inteligencia y el nivel de amenazas lo justifican. Según dijo la semana pasada el secretario de Seguridad Interior del gobierno de Donald Trump, John Kelly, los terroristas están obsesionados con derribar un vuelo comercial y, a decir de los servicios secretos estadunidenses, los dispositivos referidos podrían ser utilizados para camuflar explosivos con tal propósito.

Ruega atender el problema del agua en la capital
Atento recordatorio al presidente Enrique Peña Nieto: Hace 11 años en la Universidad Autónoma Metropolitana, unidad Azcapotzalco, Jorge Legorreta editó un libro básico para atender uno de los problemas críticos de la capital, El agua y la Ciudad de México: de Tenochtitlán a la megalópolis del siglo XXI. Este problema fundamental del país no ha angustiado a nuestras autoridades, por lo que continúa sin la atención debida, complicándose gravemente con el paso del tiempo, el incremento de la población y el descuido de nuestros mantos acuíferos. Le rogamos de la manera más atenta y respetuosa su intervención para resolver este gravísimo problema que afecta la vida de todos los mexicanos.

En el curso de estas intensas jornadas de Centroamérica Cuenta, que a lo largo de una semana hemos celebrado en Managua, alguien me pregunta cómo me llevo con las nuevas tecnologías. Es decir, con el mundo digital. Mi primera reacción, antes de responder, ha sido sonreír con algo de benévola condescendencia frente a mi curioso interrogador.

Las luchas de Pedro Sánchez, hoy repuesto secretario del PSOE español, discurren por dos senderos diferentes. Uno apunta al desarreglo interior, pues se navega entre distintas visiones del ser de izquierda. Su armonización es imperativo básico para conquistar el poder y evitar el deterioro anterior. El otro reto le viene de fuera en forma de intensas presiones que tratan de desvirtuar o nulificar las necesarias intensiones de cambio estructural. Inmersa en una estructura abarcante, férrea y consolidada de riqueza y poder, la izquierda tiene que cimentarse en la sociedad y unir fuerzas dispersas para resistir y superar el modelo vigente de producción y gobierno. Cuando quiso formar gobierno, hace unos cuantos meses, la fuerza coaligada que lo venció fue abrumadora. El entorno de poder español completo, es decir, empresarios de gran tamaño dispuestos a defender sus intereses, medios de comunicación amafiados con financieros, instituciones confesionales con la Iglesia católica por delante, los Borbones coronados con sus nada discretos allegados, actuales o históricos dirigentes de su mismo partido bien cebados y hasta convencidos de apoyar la continuidad del modelo, el oficialismo político restante al parejo de los aparatos de justicia y represión. Como se ve, en efecto, fue una vasta galaxia de intereses clasistas bien coordinados.

Cursé mis primeros dos semestres de la carrera de antropología en la ENAH, en 1973 y 1974. Eran tiempos del materialismo histórico y de autogobierno, de la llegada del exilio chileno y de la nueva canción latinoamericana. Por razones que no alcanzaba yo a entender, pero que tenían que ver con la efervescencia estudiantil que siguió al 68, la ENAH de esa época no tenía director. Su plan de estudios había sido elaborado por los estudiantes, e incluía un seminario del capital, que tenía duración obligatoria de seis o siete semestres (ya no recuerdo). El primer semestre, introductorio, las materias eran materialismo histórico, subdesarrollo, y por ahí se coló también una de introducción a la antropología, que se apoyaba en un libro de texto de un antropólogo estadunidense publicado originalmente en los años 30, utilizado como ejemplo de la ciencia burguesa que por ningún motivo había que emular.

De manera indebida y a unos días de la jornada electoral, el gobierno de Eruviel Ávila despliega espectaculares para la donación de sangre con los colores y tipo de logos del partido en el poder. En el Consejo General del Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) se debatió el hecho, resaltando los mensajes subliminales de dicha campaña que pueden incidir en el votante. Sin embargo, Pedro Zamudio presidente del consejo del instituto, se manifestó con holganza: Les digo, de suyo que a mí me cuesta un poco de trabajo entender o fundamentar la idea de que algo que es claramente subliminal, porque si es subliminal no es claro, y si es claro no es subliminal. Menuda formulación para un sicólogo, como si la publicidad subliminal no influyera con sus sutilezas en el consumo. Este tipo de propaganda tramposa del gobierno, ha sido bajada ya en dos ocasiones en 2009 y 2015 por orden tajante de las autoridades electorales. Pero en el actual consejo reina la parsimonia, lentitud y laxitud ante circunstancias políticas de abuso, que demandan firmeza y determinación. Así se han comportado los consejeros mexiquenses ante casos como el carrusel de funcionarios federales que invadieron el Edomex para promocionar programas de gobierno; entrega de dádivas condicionadas, como despensas, computadoras, monederos, becas convenidas y materiales para construcción, así como usos electoreros de los programas sociales. El consejo del IEEM, también apático ante los brotes de violencia en actos de campaña, se cura en salud con exhortos, pero no envía señales contundentes al gobierno del estado ni a los actores involucrados. El consejo mexiquense flota con parsimonia y pone en duda su imparcialidad.
El proyecto de presupuesto dado a conocer por la Casa Blanca busca reducir la deuda federal. Y uno de los componentes importantes para alcanzar ese objetivo es mediante la venta de la mitad de la reserva estratégica de petróleo. Esta medida se vincula estrechamente con la política energética de la administración Trump y merece un análisis cuidadoso.

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