En la comunidad de San Francisco Chalchihuapan, tierra de cerros chaparros y minerales pardos, se esconden siete casas entre las milpas, nopaleras y sembradíos de jitomate. Son de ladrillo color paja y destacan del resto del caserío por compartir la leyenda “Programa de vivienda indígena digna”.El pasado 24 de marzo, la avenida Alfredo del Mazo se vistió de fiesta. Nuvia Mayorga, presidenta de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI), y Rosario Robles Berlanga, titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu), entregaron cinco de esas viviendas, ubicadas en este poblado perteneciente al municipio de Atlacomulco, en pleno territorio mazahua.Las funcionarias recorrieron las calles –la mitad de las cuales son de terracería– y, además de supervisar las casas, visitaron los talleres certificados como “proyectos productivos” en la elaboración de ayates y pan. Repartieron 200 mil pesos para un proyecto cultural de alfarería, e incluso participaron en una sesión ordinaria del gabinete regional del municipio.“En las casas que se entregaron y las más de cuatro mil viviendas que se han otorgado en el Estado de México, vemos a jóvenes, niños, para quienes queremos mejores condiciones de vida y un mejor futuro”, dijo la presidenta de la CDI.Robles la elogió: “Mi amiga, compañera y colega Nuvia, trabaja fuerte, duro, va con todo. Y aquí están los resultados”.