La operación es desesperada ante el crecimiento paulatino de la candidata de Morena, Delfina Gómez, y la caída estrepitosa de la panista Josefina Vázquez Mota, así como el congelamiento de los candidatos del PT, PRD y la independiente Teresa Castell.
En un principio el PRI le apostaba a la pulverización del voto a través del registro de una buena cantidad de candidatos independientes para ganar con su voto duro estimado en 1 millón y medio de simpatizantes.
Pero este plan fracaso, no hubo tantos aspirantes independientes y sí un problema interno con el expriiista Isidro Pastor quien se saltó las trancas y quiso vender muy cara su presencia en las boletas electorales. El castigo fue negarle su registro, denunciar la falsificación de documentos oficiales en la lista de simpatizantes que presentó y una posible demanda judicial que lo llevaría a la cárcel.
Ante esta falla y el nulo crecimiento de Alfredo del Mazo a quien los mexiquenses identifican con su primo Enrique Peña Nieto y con toda la clase política mexiquense corrompida y corruptora, el PRI ha tomado la decisión de ir por la vía del Instituto Estatal Electoral que tiene controlado.
De los siete consejeros el PRI tiene cuatro de su lado, además de la estructura ejecutiva y la propia dirección del instituto. A partir de ahí toda irregularidad será anulada o minimizada por un árbitro a modo.
Además de este instrumento electoral el PRI tiene otro aliado más violento que ya alzó su voz para rescatar a Alfredo del Mazo. Se trata de Antorcha Campesina que se ha destacado por ser una organización violenta capaz de provocar miedo en la ciudadanía mediante provocaciones y amenazas.
Aunado al control del instituto electoral y la presencia del brazo violento, el PRI sigue con la compra de voto en las zonas más populares de la entidad, en los 17 municipios urbanos donde se concentra el 70% del electorado.
Ya hay denuncias de que están comprando credenciales de elector a un precio de 500 a dos mil pesos para asegurar que el 4 de junio votarán por el candidato del PRI. Lo que quieren asegurar es una diferencia mínima del voto indeciso que representa poco más del 5%.
Por último el PRI empezó desde enero una campaña de proselitismo monetario con los maestros mexiquenses que son más de 100 mil. Un 10% de ellos registrados en el SUMAEM han recibido sobresueldos para que trabajen a favor del candidato del PRI.
Al PRI le urge rescatar a Alfredo del Mazo en este mes que resta de campaña. El Estado de México es su refugio ante una posible derrota en el 2018, es una trinchera sobre todo para la clase política que hoy gobierna y que esta signada por la corrupción, la impunidad y la ilegalidad.