8/19/2021

Murió izquierda mexicana junto al Che, el muro alemán, Mao, Proceso; vive centro y derecha

 Pedro Echeverría V.

1. No sólo en México se cayó estrepitosamente la izquierda, la lucha de los trabajadores contra sus explotadores impulsadas por poderosas batallas en las calles; el derrumbe fue también, al parecer, un fenómeno mundial. Son pocos los países que en los últimos 20 años se han manifestado contra la extrema pobreza y miseria que vive la inmensa mayoría de las poblaciones, como producto del saqueo y opresión de los empresarios y los malditos gobiernos burgueses que presiden las naciones. Más aún, debería decirse que todas las manifestaciones de los pueblos han sido muy limitadas a problemas concretos que sólo buscan que los gobiernos hagan reformas para que la población siga auto engañándose.

2. Hago memoria para explicar el derrumbe de la izquierda en el mundo: La estrategia yanqui de 1962 para bloquear a Cuba; la asesina invasión yanqui a Vietnam (1963-75); el asesinato del Che en Bolivia (1967); la muerte de Mao (1976); oportunismo de partidos que entraron a la reforma en México (1977); combinación gobierno de Reagan (1981) y el papa Juan Pablo (1972-2005); Primavera de Praga (1968); derrumbe del Muro y de la URSS (1989); Rusia y China en la competencia intercapitalista mundial desde el 2 mil; EZLN salidas antimiseria desde 1995; derechización de la revista Proceso; AMLO y La Jornada centristas. Nosotros revolcándonos en nuestro propio lodo. ¿Y el pueblo? Ni sabe que existe como tal.

3. Dado que no hay izquierdas, movimientos anarquistas ni agitación política, las protestas son mínimas en número, limitadas en demandas y muy ubicadas en el reformismo buscando no “asustar u ofender” con acciones radicales. Sumado a ello, la “pandemia” llegó para jodernos más al evitar las pocas reuniones y concentraciones; todo ello mientras se publica que los pobres y miserables viven con más desesperación sufriendo hambres, por un lado, y que los multimillonarios estos “años de pandemia” han multiplicado sus ingresos, con el entusiasta aplauso de los gobiernos de derecha y de los reformistas que son beneficiados con limosnas. Es la oportunidad para que gobiernos “progresistas” aumenten al doble el salario mínimo obligando a los empresarios a entregar parte de su capital.

4. Espero que no suceda con López Obrador lo que denuncia el investigador Petras contra el entonces presidente Evo Morales, dice: “El régimen de “centro/izquierda de Morales y García Linera ha producido un efecto gravemente negativo sobre la organización y la actividad de los movimientos sociales; ha fortalecido el poder de los partidos de derecha y arraigó con fuerza el capital extranjero en los sectores estratégicos de la economía”. Todas aquellas medidas neoliberales y desacreditadas, siguen intactas y las medidas contra la pobreza, han producido un reducido impacto en indígenas, obreros y empleados públicos. La nacionalización de las minas por Morales pacificó a los trabajadores; pero su política fiscal favoreció la expansión de la explotación.

5. Durante los 14 años de gobierno de Evo Morales (enero 2006 a noviembre de 2019) tuvo logros: aumento de PIB, reducción de pobreza extrema, bajó el desempleo, subió el salario mínimo, nacionalizó el gas; pero proclamó –según Petras- que no confiscaría ni expropiaría tierras ni empresas (Repsol, Petrobras, Total, British Petroleum, Enron, Shell, etcétera), cuyas inversiones en hidrocarburos superan los 100 mil millones de dólares y agregó: respetaremos los derechos de propiedad, pero los empresas respetarán la ley. Explicó García Linera, el Vice: “gobernaremos para todos los bolivianos, no para un sector o un clase… garantizaremos la seguridad en operaciones comerciales, la rentabilidad de las inversiones y una tasa razonable de ganancias”.

6. En México el gobierno de centro (nunca de izquierda) de López Obrador, al parecer ha estado atado de pies y manos para actuar. Comenzamos a escuchar sus “Mañaneras” (cinco a la semana) con la presencia y participación de unos 40 periodistas, con mucho gusto y alegría por las veintenas de denuncias que se presentaban; pero después de seis meses comenzaron a parecerse a un centro de quejas, lamentaciones –extremadamente repetitivas- que se han dejado sin castigo a por lo menos 300 exfuncionarios –encabezados por cinco expresidentes- mismos que deberían estar en prisión con el aplauso de la población mayoritaria. ¿Qué quedará de Evo Morales –el antimperialista que no anticapitalista- en los próximos 10 años? (17/VIII/21)

https://pedroecheverriav.wordpress.com

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