11/05/2022

Postura para parir, una decisión exclusiva de mujeres: reto para el sector salud


Fotografía: Flickr.- 

Ciudad de México.- Al parir, las mujeres deben ser el centro de la toma de decisiones, pero esto casi nunca ocurre así. Muchas de ellas son obligadas a llevar a cabo la labor de parto de manera horizontal, es decir, acostadas, aún cuando esta técnica representa dificultad y un dolor mayor del que supondría parir en cuclillas o sentada.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) destaca que cada año, 140 millones de mujeres tienen un parto. Y aunque la mayoría de estos se llevan a cabo sin complicaciones, en los últimos 20 años este proceso se ha tratado más como un “problema médico, que como un proceso natural”, destaca el organismo.
Las madres deben decidir cómo parir

Se dice que el rey Luis XIV de Francia fue el responsable de que las mujeres comenzaran a parir acostadas, ya que él tenía una “fascinación” -importante que la reconozcamos como violencia– por observar a mujeres mientras se encontraban en labor de parto.


“Él se frustró por la visión oscura del nacimiento cuando se realizaba en un taburete de parto, por lo que promovió una nueva posición. También insistió en que médicos hombres asistieran los nacimientos. Aunque se desconoce la influencia de la política del rey, el comportamiento de la realeza debe haber afectado a la población hasta cierto punto”, destaca la investigación The Evolution of Maternal Birthing Position, publicado en American Public Health Association (APHA).

Esta posición se ha convertido en la favorita de los médicos, para quienes resulta más cómodo atender partos mientras las mujeres se encuentran acostadas, señala la colectiva Medicina sin violencia.
Fotografía: Flickr

Pero ¿y las madres? En 2018 la OMS publicó una serie de recomendaciones para atención de embarazos y partos, entre las que destaca la siguiente:


“Que la mujer decida las posiciones para dar a luz y cuándo empujar durante el parto”.

Aquí se hace especial énfasis en que cada parto es único, pero la constante debe ser el poder de decisión de las madres, ya que en los últimos años se ha podido observar que son los médicos quienes toman el control del parto sin consultar a las mujeres.

En ese sentido entra en juego las dudas respecto a qué posición es la adecuada tanto para la madre como para el bebé. Pero organismos como la OMS destacan que posiciones diferentes a la de permanecer acostada no representan ningún riesgo para la salud y bienestar.


“Durante años las mujeres han tenido que tumbarse de espaldas, pero la OMS dice que hacerlo en otra postura no tiene ningún impacto negativo y por eso recomienda que se deje elegir a las mujeres si quieren parir en cuclillas, sentadas o en otra postura que les resulte confortable”, señala la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres.
La partería como resistencia

En México, de las mujeres de 15 a 49 años que tuvieron un parto o cesárea entre 2016 y 2021, 33.4 por ciento experimentaron maltrato en la atención obstétrica durante la cesárea y 29.6 por ciento en el parto, reveló la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2021.

La violencia obstétrica se manifiesta por medio de gritos o regaños, cesárea sin autorización, negación de anestesia, amenazas, jaloneos o falta de información. Ante este tipo de agresiones, las mujeres llamaron a defender sus cuerpos y los de las otras desde la partería, de la mano de un acompañamiento humanizado.

Aquí la figura de las parteras ha cobrado mayor relevancia, mujeres que contribuyen a evitar aproximadamente dos tercios de las muertes maternas y neonatales, señala ONU Mujeres.

“Hay evidencia que demuestra que en los lugares donde tenemos la presencia de una partera competente desciende la mortalidad materna, ya que la partera hace un acompañamiento, provee atención de calidad de todo el proceso reproductivo normal y detecta complicaciones”, asegura Alma Virginia Camacho, asesora regional del Fondo de Población de las Naciones Unidas (UNFPA) para América Latina y el Caribe.
Fotografía: Flickr

En México hay más de 20 mil parteras tradicionales, 100 parteras profesionales egresadas y 16 mil 684 licenciadas en enfermería y obstetricia, de acuerdo con información de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México (CDHCM).

Una de ellas es María del Carmen Quevedo Acevedo, una mujer originaria de Morelos que -a sus 75 años- ha traído al mundo a más de mil 300 bebés. Durante 53 años como partera, destaca que en sus manos nunca ha vivido un deceso de madre o sus hijas e hijos.


“Apenas se iba formando la colonia, había cuando mucho 50 personas, no había médicos, no había transporte, no había nada. Con mis escasos conocimientos en primeros auxilios que tenía, empecé a atender niños por picadura de alacrán, diarreas, temperaturas, anginas, empachos, con cosas sencillas, así inicié en la casita de salud, ahí atendí a los primeros partos, estuve así durante tres años hasta que Salubridad me ofreció un curso intensivo para especializarme”, expresó.

Ahora, María del Carmen recibirá el reconocimiento de Tesoro Humano Vivo 2022 por parte de la Secretaría de Turismo y Cultura de la entidad. Luego de que durante poco más de medio siglo ha brindado sus conocimientos y apoyo emocional a las mujeres durante el embarazo, parto y periodo de lactancia. Su labor y la de miles de parteras más en México permite que las madres vivan este proceso con naturalidad y acompañamiento. Así, desde el amor, las mujeres que maternan nunca más estarán solas.

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