Por Bego Capapé, para Resumen Latinoamericano, 7 de julio de 2024
Fotos: Alex Pérez Ventura
Lolita Chávez ha retornado días atrás a su territorio ancestral de Ixim Ullew (nombre originario de la expresión colonial “Guatemala”). O sea, que volvió, después de 7 largos años de exilio producto de las amenazas de muerte recibidas, a su casa con las y los suyos, y sobre todo a la lucha en defensa de la Madre Tierra. Este retorno actual, lo ha hecho en Comunidad (con feministas internacionalistas) y acompañada por sus ancestras. Ha vuelto porque ” no es una criminal” nos dice, quién finalmente ha conseguido la desjudicialización de sus casos pendientes.
“Soy defensora de la vida, nos dice Lolita, y por ello también defiendo los territorios k’iche’, a la vez me reivindico feminista comunitaria de Abya Yala. También integrante del Consejo de Pueblos K’iche por la defensa de la vida, de la Madre Naturaleza, tierra y territorio”.
Nos explica que cuando se marchó de su Comunidad, “se daba una situación muy difícil. De mucha presión y represión, de militarización y paramilitarización. Se vivía una persecución a las defensoras y defensores que teníamos un planteamiento también cósmico-político de la defensa de territorios, que estábamos en pie de lucha junto a los movimientos y organizaciones que tenían un compromiso. No ejercíamos sólo una defensa de nuestro cuerpo-territorio sino también una defensa antiimperialista, anticolonial, anti neoliberal”. Y continúa su alegato: “Ahora retorno como una expresión de vida. Mi Pueblo se quedó con dolor, he de decirlo, yo me fui con dolor, me fui con llanto, me fui con indignación porque fui expulsada por esas empresas transnacionales, esas empresas madereras que no nos quieren ver unidas con la Madre Tierra. Ahora retorno con alegría y con una gran fuerza. Me siento profundamente guerrera. Creo que con palabras no podemos expresar la gran energía que siento por estar en Q’umarkaj, que ha sido también un territorio cuidado y defendido con la sangre, con la vida. Porque recordemos, que aquí quemaron a mis ancestras en la época de la colonización. En estos territorios fueron quemadas por los invasores, pero miren, todo el Pueblo rebelde combativo está aquí.
Cuando le pregunto qué le ha impactado más en la vuelta a su territorio, enseguida responde: “La revolución de los niños y las niñas me está sorprendiendo ahora mismo. Las niñas comunicadoras que tienen ahí sus medios en las comunidades y han buscado cómo seguir moviéndose. Entonces, veo a una Comunidad que también me impresiona mucho porque nuestra identidad está viva. Impacta la vestimenta maya k’iche’ que la juventud está retomando, lo mismo que su espiritualidad. Veo a la juventud que es internacionalista, con el autocuidado que tanto hemos hablado las feministas comunitarias. Si ustedes ven todos los pueblos que nos están acompañando, como el Copinh, de Honduras, también las hermanas kurdas, las hermanas vascas, las bolivianas, ,y otros pueblos revolucionarios que se unen, como un pueblo que tiene esa autodefensa, como lo hacen las Comunidades Zapatistas”.
Lolita con el kufiye, denunció el genocidio a las mujeres e infancias palestinas y reivindicó la lucha del Pueblo palestino.
-Lolita, también recogiste dolores en este camino. México, Honduras, Guatemala…acumulaste penas y también resistencia. Háblanos de este retorno colectivo.
-En este retorno colectivo, en este retorno en Comunidad, definimos procesos asamblearios. Ustedes no oyeron mi voz, fueron voces colectivas. El llamado, primero se hizo para que fuéramos a los territorios y diéramos a conocer la pedagogía trazada con amor, como es la pedagogía popular, y así es como nos han enseñado nuestras guías feministas del Abya Yala, pero también el feminismo del mundo, y cuando pasamos por cada territorio queríamos retomar también sus dolores, sus agendas, sus expresiones, analizar sus contextos.
Hicimos un camino de análisis histórico, porque no podíamos llegar a los territorios sin pedir permiso. Nuestros fuegos nos acompañaron en todos nuestros territorios, estuvimos con nuestros fuegos sagrados. Allí escuchamos cuáles eran las situaciones contextuales. Por ejemplo, en Chiapas nos dieron a conocer cómo toda esa criminalización contra nuestras defensoras y defensores, continúa en ese mal gobierno. Allí están los presos y presas políticas que han defendido la autonomía, y nos dieron a conocer también que la autodefensa sigue siendo el camino. Las comunidades, con un camino de autogobierno, recordando y obedeciendo la memoria de nuestra comandanta Ramona, quien llama nuestra voz colectiva a seguir generando organizaciones y feminismos.
También estamos muy impresionadas por esa práctica y toda esa estructura de criminalización que se viene dando contra nuestros pueblos. Y así también la ciudad capital de México, una ciudad con diversidad de organizaciones y una forma de lucha espectacular.
Lolita en su retorno en comunidad visitó La Esperanza-Intibucá en Honduras, territorio donde está viva la memoria de Berta Cáceres y su Origanización el COPINH.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario