9/19/2024

Columnas y opinión del periódico La Jornada jueves 19 de septiembre 2024


 11 días de ser el primer presidente no devaluador // ¿De veras se está yendo la inversión? // Alessandra se queda con la Cuauhtémoc
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Faltan 11 días para que concluya el sexenio de Andrés Manuel López Obrador. La cuestión es si lo coronará sin una devaluación de la moneda. La recibió de Enrique Peña Nieto en 20.2 pesos por dólar, hoy se cotiza en 19.2 pesos. Es una diferencia pequeña, un peso, pero bastaría para convertirlo en el primer presidente de la historia que no depreció la moneda. Los mandatarios del prianismo, de Echeverria a Peña Nieto, han devaluado el peso en 100 mil por ciento. (gráfica). El desastre ha sido tan grande que Salinas de Gortari optó por maquillarlo y le quitó tres ceros, una de las ideas geniales de su secretario de Hacienda, Pedro Aspe.

El gran devaluador es el priísta Miguel de la Madrid. José López Portillo prometió que defendería al peso como un perro, pero resulto muy mansito. Acuñó esta frase: Presidente que devalúa, se devalúa. Parece que Andrés Manuel López Obrador romperá esa desastrosa herencia. A lo largo de su periodo llegó a ganar hasta cuaro pesos al dólar, el famoso superpeso. Sin embargo, de diciembre a la fecha, se ha venido desinflando. Hoy se encuentra en 19.29 pesos por dólar, un poco mejor que el precio que tenía cuando terminó el sexenio de Peña. La cuestión es si en los 11 días que le faltan al sexenio, podrá mantenerse al menos en ese nivel. Vale decir que es falso que se ha desinflado por la reforma judicial. Lo que ha afectado a la moneda son otros factores, uno es la elección presidencial de Estados Unidos. También la fluctuación de las tasas de interés en otros países. Veremos el 30 de septiembre si López Obrador se retira con el título de primer presidente de la historia que no devaluó la moneda en su sexenio.

¿Se está yendo la inversión?
Hace falta a José Medina Mora, presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) hacer una visita a Tijuana o Ciudad Juárez. Se llevará una sorpresa: las empresas batallan para encontrar personal, a pesar de que les ofrecen mayor salario y no hay bodegas disponibles. Es el efecto de todas las que están llegando en tropel para aprovechar el nearshoring. Eso de que la inversión se está yendo por la reforma judicial es un cuento chino. Por cierto, muchas compañías vienen de Oriente.

Quebró Tupperware
Noticia ingrata para quienes cocinan en casa, también para los restauranteros: Tupperware se fue a la bancarrota, en el esquema de Estados Unidos. ¿Razón? Ha perdido el favor de los consumidores y tiene problemas financieros; la empresa buscará vender el negocio a fin de que la marca sobreviva y avanzará hacia su transformación digital. ¿Y si inventa una jarra para hacer agua de jamaica operada desde el celular?
Ombudsman social

Asunto: La Jornada en la lucha
Hace 40 años se abrió una puerta por la que entramos en tropel los que en ese entonces éramos estudiantes en paro de la ENEP Aragón de la UNAM; paro que duró del 19 de junio al 5 de noviembre de 1984, uno de los más largos y que puso en evidencia los planes de abandono de las entonces ENEP por la burocracia dorada de la UNAM. La Jornada abrió la puerta para mostrar nuestras demandas de mejoras académicas y de instalaciones para las 11 carreras que se imparten en la ahora FES Aragón, que tenía también como contexto movimientos similares en la ENEP Iztacala, ENEP Acatlán y ENP Zaragoza. Vino luego el gran movimiento del CEU de 86-87 y mira los resultados: una presidenta y muchos funcionarios de avanzada como muestra de lo que pueden hacer los movimientos sociales cuando son honestos y fuertes a pesar de las adversidades. Saludos a toda La Jornada, recuerdos a los que ya no están y mucha luz para los que continúan.
Guillermo Cortés Rojas

Twitterati
Hoy ganaron ustedes, quienes han confiado en este proyecto, quienes creen en este cambio, quienes han resistido una y otra vez. La victoria es irreversible. El poder regresará a tus manos.
Alessandra Rojo de la Vega
@AlessandraRdlv

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Yunes quería conocer a Sheinbaum // ¿Se integrará a Morena? // Adán, el concertador // Versión de senador de MC

Con un alto sentido de la cortesía, la presidenta electa recibió en su oficina a uno de los senadores más impugnados, recién expulsado del PAN junto con su siniestro padre, miembros ambos de una familia política hasta hace poco sumamente impugnada por el morenismo.

La peculiar apertura de las puertas de la inminente presidenta del país se produjo a instancias del sinuoso jefe político del Senado, Adán Augusto López Hernández, quien se encargó de conseguir, al costo que fuera necesario (haiga sido como haiga sido, en nueva versión), el voto indispensable para aprobar la reforma judicial (el ex secretario de Gobernación también participó en el artificio que implicó la ausencia de la sesión clave de un senador de Movimiento Ciudadano que ayer aseguró haber sido retenido en Campeche, y amenazado, de tal manera que no pudo estar en la Ciudad de México).

Con soltura, como si el visitante no fuera portador de un historial político denso y como si no hubiera amplia especulación respecto a la negociación que habría propiciado el voto de Yunes, por eso apodado Judas, la presidenta electa estacionó el asunto en una zona ligera, casi de manual de urbanidad: explicó que Miguel Ángel Yunes Márquez quería conocerla y que Adán Augusto me llamó y me dijo que si podían venir a visitarme (con Yunes Márquez), y le dije que sí (nota de Alma Muñoz: https://goo.su/GgEGvg).

¿De qué hablaron? Nada más de la reforma judicial, de por qué decidió él votar a favor de la reforma judicial. Me dijo que está de acuerdo y ya. Yunes Márquez (y ha de suponerse que también su padre, Yunes Linares, quien tuvo un rol estelar en los fingimientos del día de la votación mencionada), ¿podría incorporarse a la bancada senatorial morenista?. Mmm. De eso no sabe mayor cosa la presidenta electa (aunque tampoco lo rechaza), según el diálogo con reporteros.

No lo sé. Eso tendrá que decidirlo en su momento. Ya no me corresponde a mí, pero no fue tema de conversación, sino sencillamente que me quería conocer y lo saludé y hasta ahí fue.

Desde su perspectiva, le preguntaron a Sheinbaum, ¿habría lugar para él? Lo tiene que decidir el partido, no me corresponde a mí. En el gabinete, ¿habría lugar para él? No estamos pensando incorporarlo en el gobierno federal. Fue una visita de cortesía.

Una semana atrás, la propia presidenta electa había expresado respecto al voto súbitamente morenizado de Yunes hijo: yo creo que él tomó una buena decisión y la historia se lo va a reconocer. Por lo pronto, y a reserva de que la tal historia lo haga o no, Sheinbaum, con intermediación del encargado del fichaje, Adán Augusto, comenzó a reconocer los buenos servicios del ex panista, quien colocó una fotografía en X con el comentario de que había ido a visitar a la presidenta electa para desearle éxito, a la vez que mencionó su mucho aprecio por la participación de López Hernández. Esta historia continuará, con más platos probables de sapos (no sólo veracruzanos) a ingerir…

Por su parte, Daniel Barreda, senador de Movimiento Ciudadano cuya ausencia el día de la votación sobre la reforma judicial hubiera sido suficiente para que fuera aprobada, aseguró ayer ante reporteros, sin opción de preguntas y respuestas, ni mayores elementos de convicción, que el citado día fue retenido en Campeche durante 12 horas, en las que estuvo incomunicado y bajo amenaza de que si se retiraba del sitio donde se realizaba cierta diligencia judicial contra su padre, éste sería sujeto a proceso.

¿Maniobra justificatoria?, ¿verdad a medias?, ¿coartada convenida?, ¿confirmación de prácticas mafiosas?, ¿próxima acusación judicial? Lo cierto es que MC, su dirigente Dante Delgado y el propio senador Barreda no logran disolver las versiones de que hubo un juego negociado para que la ausencia de un legislador naranja propiciara el triunfo morenista, que remachó el reconocible voto traicionero de Yunes Márquez. ¡Hasta mañana!

X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillerojuliohdz@jornada.com.mx

Zedillo, neodemócrata // Sus beneficiarios lo reivindican // Hundió al país y a los mexicanos

Un hecho registrado casi 30 años pinta de cuerpo entero al neodemócrata Ernesto Zedillo, sus decisiones y beneficiarios. Ahora es reivindicado por la derecha autóctona, es decir, la misma que por estos días promueve la versión de que el ex inquilino de Los Pinos salvó a la patria, y trabajó por el bien del país y el bienestar de los mexicanos, algo que, dicho sea de paso, sólo creen sus acomodaticios promotores, enriquecidos a costillas de la nación.

En plena crisis económica de finales de 1994 y principios de 1995, el país hundido y los mexicanos al borde del hambre, el rescate bancario en puerta y sin un centavo para hacer frente a los compromisos financieros internacionales, Zedillo decidió apoyar a los especuladores bursátiles que por aquellos ayeres acaparaban los Tesobonos (Bonos de la Tesorería de la Federación) emitidos originalmente en 1989 en el arranque del gobierno salinista. Estos valores gubernamentales estaban denominados en dólares, pero se compraban en pesos mexicanos y se pagaban en moneda nacional al momento de su vencimiento, con el premio de aplicar el tipo de cambio al momento de su amortización.

A punto de estallar la crisis (errores de diciembre de por medio), los siempre voraces especuladores bursátiles (los mismo que se quedaron con la banca reprivatizada y posteriormente fueron ilegalmente rescatados por Zedillo mediante el Fobaproa), conocedores de que se avecinaba la devaluación y la sacudida financiera, en cuestión de dos semanas (las previas al estallido) incrementaron en más de 350 por ciento su tenencia de Tesobonos, con lo que, de entrada y por razones devaluatorias, obtuvieron ganancias superiores a 15 mil 300 millones de pesos.

Información de la Secretaría de Hacienda revela que en 1993 los Tesobonos representaron entre 5 y 6 por ciento de la deuda interna total del gobierno federal, pero al finalizar 1994, ya con la crisis encima, llegaron a significar más de 50 por ciento. Como se menciona, dichos valores gubernamentales debían pagarse en pesos, pero Zedillo ordenó cubrirlos en dólares, en detrimento de las de por sí debilitadas arcas nacionales.

Sobre esta ilegal decisión de Zedillo–una de tantas–, la Secretaría de Hacienda sólo se animó a decir que lo único que hizo fue cambiar deuda interna por deuda externa (Tesobonos en pesos por Tesobonos en dólares), aunque lo hizo sin autorización del Congreso. Por ello, sólo en enero de 1995 pagó alrededor de 7 mil millones de dólares a los poseedores de dichos valores gubernamentales.

Pero el saqueo no quedó ahí: por instrucciones de Zedillo, a lo largo de 1995, con el país en la lona y los mexicanos en condición de extrema precariedad, a los especuladores bursátiles el gobierno pagó alrededor de 30 mil millones de dólares, en dólares, por unos valores que originalmente se denominaron en pesos, con una tasa de interés pagadera en pesos, y otorgando un premio, en pesos, por el diferencial del tipo de cambio con el dólar entre la fecha de compra y la de vencimiento.

Fue tal el atraco de los especuladores con el visto bueno de Zedillo, que al iniciar 1996 el saldo de la deuda por Tesobonos se había reducido 99.15 por ciento, para ubicarse en apenas poco más de 255 millones de billetes verdes. En aquel entonces, el propio neodemócrata que hoy aplaude la derecha, estimó que el costo de los errores de diciembre (sólo en 1995) se aproximó a 70 mil millones de dólares, que fueron a parar a las manos de los especuladores bursátiles, la banca extranjera y los rescatados de la banca vía Fobaproa.

¿Quiénes fueron los beneficiados? Los de siempre: Roberto Hernández Ramírez y Alfredo Harp, Accival; Carlos Gómez, Inverméxico (fue presidente de la Asociación de Banqueros de México de 1998 a 2000); Eugenio Garza Lagüera, Operadora de Bolsa; José Madariaga (presidente de los banqueros de 1994 a 1997), Probursa; Ángel Isidoro Rodríguez, El Divino, Mexival y algunos más.

Ello sin olvidar que esos especuladores bursátiles también fueron propietarios de la banca reprivatizada y obtuvieron pingües beneficios por el ilegal rescate del Fobaproa, mientras se hundía el país y con él los mexicanos.

Las rebanadas del pastel

Cuarenta años atrás, en una fecha como la de hoy, circuló el primer ejemplar de La Jornada. A lo largo de ese periodo, contra viento y marea nuestro diario se ha mantenido firme en sus principios fundacionales y de ello dan puntual cuenta nuestras primeras 14 mil 432 ediciones. Vendrán muchísimas más, pero en vía de mientras va un fuerte abrazo para la comunidad jornalera. ¡Salud! y larga vida.

X: @cafevegacfvmexico_sa@hotmail.com

EDITORIAL
Este diario cumple hoy 40 años de informar cotidianamente a sus lectores del acontecer nacional e internacional. Esas cuatro décadas de cobertura diaria e ininterrumpida otorgan a La Jornada la condición de un registro histórico que abarca un periodo en el que México y el mundo han experimentado transformaciones profundas en lo político, lo económico, lo social, lo cultural y lo tecnológico, y ello representa un patrimonio periodístico de primera importancia en el presente y de cara al futuro.

Desde luego, el trabajo informativo no es un terreno aséptico –neutral, frío, sin pasión, indica la segunda acepción del adjetivo– ni puede ser ejercido desde una pretendida objetividad imparcial. Todo proyecto periodístico posee, de manera explícita o encubierta, una visión determinada del mundo y de la sociedad, y es deber de honestidad transparentar los principios y los valores que lo orientan. Es el caso de este diario, que desde el momento de su convocatoria inicial expuso el sentido que se buscaba dar al proyecto informativo: un periódico que hablara de quienes no tenían sitio en el conjunto de los medios, que acompañara la democratización del país y las luchas por los derechos humanos, individuales y colectivos, sindicales, agrarios y de género; por la justicia social, la soberanía nacional, una sociedad más libre y un poder público leal a su mandato. Posiblemente, las generaciones jóvenes no sepan hasta qué punto tales propósitos se encontraban ausentes en el panorama mediático de 1984, año en el que La Jornada empezó a circular, pero esa memoria resulta indispensable para dimensionar la evolución del país en estos 40 años.

A lo largo de ese tiempo, este periódico se ha mantenido fiel a esos principios y ha buscado hacer un trabajo ajeno a las estridencias, al protagonismo y al sensacionalismo, con la conciencia clara de que la información es una relación social que no debe estar modulada por el mercantilismo ni guiada por la lógica de la máxima ganancia, sino por el sentido del deber hacia las y los lectores. Y ese deber es la búsqueda de la veracidad como valor supremo del trabajo informativo.

Ciertamente, preservar la línea editorial por encima de la obtención de utilidades se ha traducido en enormes obstáculos y dificultades a lo largo de la historia del periódico, pero ha prevalecido la determinación de entregar a lectoras y lectores, día tras día, nuestro esfuerzo informativo.

La Jornada nació y se ha mantenido en las lógicas del periodismo impreso, pero está consciente del tremendo impacto que la evolución tecnológica ha conllevado en el quehacer informativo. En la era de los contenidos multimedia, de la hipercomunicación y de las redes sociales, resulta obligado reconfigurarse y adaptarse a las nuevas realidades, sin perder por ello la esencia y la identidad del proyecto informativo.

De la conservación de esa esencia depende que se preserve la confianza y la credibilidad que el público ha depositado en este medio. A ese público –el que acompaña a nuestro diario desde hace cuatro décadas y el que se ha ido sumando en el curso de ellas– nos debemos, tanto como a la memoria de quienes contribuyeron al arranque de este diario, el 19 de septiembre de 1984, y que ya no están entre nosotros. Por todas y por todos, esta travesía ha valido la pena. Y por todas y por todos, vale la pena continuarla.

El Correo Ilustrado
Se congratula por reforma para comunidades

Resulta trascendente la aprobación en la Cámara de Diputados, con 492 votos, de la reforma al artículo segundo de la Constitución, lo que da personalidad jurídica y patrimonio propio de los pueblos y comunidades indígenas y afromexicanas. Ya no serán entidades de interés público y se convertirán en titulares de derecho y obligaciones jurídicas.

Lo anterior quiere decir que si los gobiernos federal, estatales o municipales pretenden implementar alguna reforma o medida administrativa, ahora tendrán que consultar a las comunidades para que no sean alteradas su vida y entornos social y cultural. La implementación de dicha ley abrirá posibilidades para dejar a un lado los mecanismos que durante tantos siglos los llevaron al despojo de sus tierras, la exclusión social, el racismo y la discriminación.

Otro aspecto relevante es que las comunidades podrán operar y administrar sus medios de comunicación, telecomunicaciones, e incluso el uso de nuevas tecnologías para el beneficio comunitario. Todavía falta la aprobación de la mencionada ley en el Senado; sin embargo, es posible que logre el consenso de las fuerzas políticas, como sucedió con la Cámara de Diputados.
Mario Trujillo Bolio, historiador

Curso de ortografía para panistas
Después de leer diversos mensajes de Vicente Fox en los últimos meses y años, así como la reciente carta de Genaro García Luna, he llegado a la conclusión de recomendar a los dirigentes panistas, que antes de postular a sus militantes o simpatizantes a ocupar o desempeñar cargos públicos, los sometan a un estricto curso de ortografía. De esa manera dejarán de causar pena ajena.
Enrique Ávila Carrillo

Demandan agilizar regularización de colonias
Presidente Andrés Manuel López Obrador: los habitantes de las colonias Pedregal de la Zorra y La Media Luna, le solicitamos la regularización de nuestras colonias, proceso que no culmina y está detenido en la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano. Le reiteramos la solicitud de regularizar nuestras colonias, pues vivimos en la inseguridad jurídica.

También le manifestamos de nuevo nuestro reconocimiento por los avances en el proceso de regularización durante su mandato presidencial.
Por la Asociación de Colonos y Vecinos de las Colonias La Zorra y La Media Luna: Marcos Fuentes, Fernando Hernández, Carlos González, Rogelio Ronquillo y Gabriel Arnaldo Arias

Pide atención a telebachillerato mexiquense
El telebachillerato comunitario del estado de México ha sido una de las propuestas educativas más nobles con los jóvenes de escasos recursos, además de vanguardia en el planteamiento de enseñanza desde su surgimiento. Sin embargo, la burocracia y los vicios de otros subsistemas de la entidad se han incrustado con personas que no entienden ni les importa la labor de educar. La zona 24 de telebachillerato comunitario es claro ejemplo de ello. La coordinadora se conduce con prácticas deshonestas ante docentes sin base y sin oportunidad de defenderse.
Gobernadora Delfina Gómez y autoridades de enseñanza, ojalá volteen a ver qué pasa. Gracias.
David Monroy

Apoyan a alumnas de la Normal Rural de Teteles
La nota relativa a la lucha de las alumnas de la Escuela Normal Rural Carmen Serdán, en Teteles de Avila Castillo, Puebla, publicada el martes 17 de septiembre en este diario denuncia que dirigentes del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y funcionarios del gobierno de Puebla las espían e intimidan con uso de explosivos y les quitan el servicio del agua para que dicho plantel se vuelva público, con el fin de que esos dirigentes y funcionarios administren el presupuesto y las plazas laborales que reciben.

Manifestamos nuestro apoyo y exigimos alto a la represión y justicia del gobierno de Puebla, y a nivel federal la intervención de la Secretaría de Educación Pública.
Francisco Antonio Mercado Calderón

Invitaciones
Proyección de Matícora en el Albergue del Arte

El Albergue del Arte invita este jueves de cineclub al programa itinerante de Cineterapia de #emergentemx, que proyecta la película Matícora, de Carlos Vermut. Modera la charla #Ana Bárcenas.

El veinteañero Julián es un exitoso diseñador de videojuegos que vive atormentado por un oscuro secreto. Cuando Diana aparece en su vida, Julián sentirá cercana la oportunidad de ser feliz.

Hoy, jueves 19 de septiembre, acceso a las 18:30 horas y proyección a las 19 horas en el Foro El Albergue del Arte, ubicado en Alberto Zamora 32, colonia Villa Coyoacán. Informes y reservaciones: Tel. 55-5554-6228. Entrada libre

Mesa sobre Ayotzinapa
Hoy, a las 18 horas, se realizará la mesa A 10 años del crimen de Estado en Ayotzinapa: nos faltan 43. Participarán el Comité de Madres y Padres de los 43, Santiago Aguirre (Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro) y Vidulfo Rosales (Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan). Modera Beatriz Torres (CAMeNA).
La cita es en el CAMeNA, plantel Del Valle de la UACM (San Lorenzo 290, colonia Del Valle, alcaldía Benito Juárez).

Por el derecho a la ciudad y en defensa del territorio
Invitamos a participar en el evento para conmemorar los sismos de 1985 y 2017, se llevará a cabo en la Plaza de la Solidaridad este jueves19 de septiembre a las 14 horas.
Movimiento Urbano Popular.
Erika Diaz Becerra

Paulo Freire en memoria
Legado a los maestros universitarios. Desde Morelia, Michoacán. Carta a quien pretende enseñar. Doctora María de Jesús Guzmán Sereno - UPN. Jueves 19 de septiembre de 2024 de 13 a 15 horas. Conferencia y sesión de preguntas y respuestas:
Zoom: https://cutt.ly/Z19pjtM, Código: galatea24, Informes:Programa Galatea,  https://cutt.ly/cwCRjMGEprograma.galatea@uacm.edu.mx

Nuestro país está en un momento histórico clave: las reformas que hoy se debaten y aprueban en el Poder Legislativo representan avances significativos y marcan la pauta para la continuación del cambio democrático. Estas modificaciones en la Constitución apuestan por una renovación en las instituciones y reafirman un compromiso con la dignidad, la justicia, la igualdad y el bienestar del pueblo mexicano. En este proceso, México se encamina hacia un futuro en el que las estructuras de poder corruptas serán remplazadas por instituciones al servicio del pueblo en la consolidación de un país más justo, libre y soberano.

En principio, con la reciente aprobación de la Reforma Judicial se respetará la voluntad general de las y los mexicanos, pues se plantea la elección por voto popular de jueces, magistrados y ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). ¿Qué significa o representa esto para el pueblo? Que, por primera vez, la justicia estará en manos de los ciudadanos. Los tribunales, que históricamente han estado al servicio de una minoría, se abrirán a la vigilancia y evaluación de la ciudadanía. Esto es un paso histórico hacia un verdadero estado de derecho, donde los jueces ya no podrán actuar con impunidad, sino que deberán rendir cuentas ante la sociedad que les elige.

La reducción en los tiempos de mandato de los magistrados y jueces permitirá una renovación constante delas instituciones encargadas de actuar con neutralidad y transparencia al aplicar los mecanismos para ejercer la igualdad y la justicia, evitando la perpetuación de los privilegios. La eliminación de la pensión vitalicia para los ministros de la SCJN también es una señal clara de que la justicia debe ser un servicio a la sociedad y no una fuente de beneficios personales.

Con la creación de un órgano administrativo, independiente del control de la Suprema Corte, se garantizará una mayor transparencia y eficacia en la administración de los recursos en aras de alcanzar la equidad y la imparcialidad. El nuevo ente, al supervisar la carrera profesional de los candidatos y los asuntos presupuestarios, pondrá fin a las estructuras corruptas y de nepotismo que han socavado la credibilidad del sistema judicial.

Por otro lado, la reforma de la Guardia Nacional (GN), que busca consolidar su integración a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), es clave para garantizar la soberanía y la protección del país.

La GN, que ha sido pieza central en la estrategia de seguridad del actual gobierno, necesita fortalecer su estructura y capacidad operativa para enfrentar los desafíos que presenta el crimen organizado.

La reforma propuesta proporcionará a la GN un respaldo institucional sólido, que le permitirá actuar con mayor eficacia y coordinación. Lo cual no sólo beneficiará a las zonas más afectadas por la violencia, sino que contribuirá a la paz y la tranquilidad de todo el país.Se deberán establecer de manera rigurosa mecanismos de supervisión y vigilancia bajo la guía de la Sedena, para que se garantice que las operaciones de seguridad sean más eficientes y respetuosas de los derechos humanos.

Otra de las grandes transformaciones que surge desde el Poder Legislativo es la reforma de derechos indígenas. Este cambio al artículo 2 de la Constitución tiene el potencial de corregir siglos de injusticia y marginación hacia los pueblos indígenas y afromexicanos. La garantía de una consulta previa, libre e informada para cualquier decisión que afecte sus territorios y recursos es un derecho fundamental que debe ser respetado, y con esta reforma se le otorga el peso constitucional necesario. El reconocimiento de sus sistemas normativos y la protección de su patrimonio cultural, material e intelectual preserva la identidad de estos pueblos y contribuye al enriquecimiento cultural de México. Asimismo, la educación intercultural y plurilingüe, junto con el reconocimiento de la medicina tradicional, refuerzan el respeto a su cosmovisión y la diversidad que define a nuestro país.

Las reformas no son sólo cambios legales, son los pilares sólidos de la transformación que busca llevar la justicia, la seguridad y el reconocimiento de los derechos a todas y todos los mexicanos. Son el cimiento para una sociedad más igualitaria y justa, donde el poder deje de estar concentrado en manos de unos pocos y las instituciones trabajen al servicio de todos, especialmente de quienes más lo necesitan.

El pueblo mexicano, al participar directamente en la elección de sus jueces, al confiar en una Guardia Nacional fuerte y eficiente, y al ver reconocidos los derechos de sus pueblos originarios, está construyendo un país nuevo. Una nación en la que la justicia y la seguridad no sean privilegios, sino derechos garantizados, un México donde la transformación es ya una realidad en marcha.

Estas reformas son el comienzo de una nueva etapa en la transformación del país. Con fuerza, unidad y el respaldo del pueblo, la naciente administración deberá emprender la tarea de consolidar los cambios que cimentarán una nación más equitativa y próspera, sobre bases sólidas de justicia social y derechos para todas y todos. La unidad entre el pueblo y su gobierno debe ser el motor que impulse este proyecto, asegurando que la lucha por un México mejor siga siendo la esperanza y el corazón de una inédita y nueva era.

En 1981, tres años antes, con Aurora, mi compañera, realizamos un deseado viaje a México. Nos recibió en la Ciudad de México Alejandro Witker, historiador chileno. Con él, puse cara a los nombres propios de las ciencias sociales latinoamericanas, Sergio Bagú, Agustín Cueva, René Zabaleta, Suzy Castor, Raúl Benítez Centeno, Pablo González Casanova, Gregorio Selser, y a una parte del exilio chileno. Hugo Zemelman, Eduardo Ruiz, Pedro Vuskovic, Antonio Cavalla, Galo Gómez. México vivía un momento especial en la lucha por la libertad de prensa e información. En 1976, Julio Scherer dejó la dirección de Excélsior. Muchos de sus colaboradores se unieron a él, abriéndose una nueva etapa en la prensa mexicana. Scherer fundará ese año la revista Proceso y en 1977 una nueva cabecera hará su aparición en la prensa diaria, Unomásuno. De sus páginas, emergerá en 1984 La Jornada. Los motivos, entre otros, la censura en su línea editorial. Miguel de la Madrid llevaba dos años de gobierno neoliberal. La batalla de las ideas estaba en todo su apogeo. La máxima estás en el PRI o estás en el error se resquebrajaba. Tardará en producirse la debacle, no sin antes recurrir al pucherazo que sisó las elecciones a Cuauhtémoc Cárdenas, en 1988, llevando a Los Pinos a Salinas de Gortari.

Invitado por Pablo González Casanova, entonces director del flamante Centro de Investigaciones Interdisciplinarias en Humanidades, viví el periodo electoral y su desenlace. En esta coyuntura, La Jornada era de obligada lectura. Un referente. Tenía una perspectiva latinoamericana y un sentido global. El conflicto en Centroamérica, la perestroika, el fin de las dictaduras en el Cono Sur, los procesos de transición, eran tratados en artículos de opinión que se transformaban en imprescindibles para el debate. Reportajes, entrevistas, suplementos permitían tener una visión amplia de los acontecimientos vividos en México y el mundo. Hoy mantiene dichas señas de identidad.

Confieso ser adicto a La Jornada. En sus páginas de opinión encuentro una amplitud ideológica y política de la cual carecen la mayoría de los medios de información. En sus columnas se encuentran ensayos de premios Nobel, académicos, literatos, sociólogos, artistas, empresarios y políticos de todas las corrientes teóricas e ideológicas. Sin citar nombres propios, escriben y han escrito en sus páginas, pensadores liberales, conservadores, radicales, socialistas, marxistas, socialdemócratas de los cinco continentes y todo el espectro político mexicano, lo cual habla del compromiso de su dirección por brindar pensamiento crítico en todas sus vertientes. La libertad de información y expresión se unen al respeto de las ideas y a sus lectores.

La Jornada está y ha estado en primera línea dando a conocer la realidad política, social, cultural, económica en el terreno interno como en el plano internacional. Sus corresponsales en el extranjero, en América Latina y España facilitan conocer de primera mano los hechos. Baste recordar las informaciones tras los terremotos de 1985, a menos de un año de su nacimiento. tambien el alzamiento zapatista de 1994, la muerte de Hugo Chávez, los golpes de Estado en Honduras, Bolivia, Brasil y hoy los sucesos en Argentina, Venezuela, las elecciones estadunidenses, el informe de los asesinatos de Ayotzinapa, la represión, los cárteles de la droga, el debate de la 4T, y tantos otros. Eso hace de La Jornada un periódico único y diferente. En España muchos me preguntan de dónde saco tantos datos y noticias que se desconocen. Muy simple les respondo: “En La Jornada, de México”.

En estos 40 años, algunos colaboradores han sido asesinados, otros amenazados. La han intentado silenciar, comprar, asfixiar económicamente; sin embargo, no lo han logrado. Su perseverancia y su proyecto, es ejemplo de dignidad y ética periodística. En La Jornada he leído y fotocopiado artículos que utilizo en mis clases. Auténticos tratados, nada qué envidiar al ensayo académico, muchas veces repetitivo y farragoso. Pero ha sido la digitalización, a fines del siglo XX, lo que supuso un salto cualitativo. La edición digital es de libre acceso. En España, las empresas periodísticas como El País, El Mundo, La Vanguardia con ediciones en papel envían el mensaje: la información hay que pagarla. La imposibilidad de leer, reproducir, enviar artículos, noticias e informaciones marca la diferencia. Además tienen un sesgo ideológico con respecto a las noticias de América Latina, que hace imposible enterarse de qué sucede realmente en la región.

Si no existiera La Jornada, me platicaba Pablo González Casanova, habría que inventarla. Estaba orgulloso de participar en el proyecto y escribir en sus páginas. Cuando viajaba a España, nuestra conversación matutina partía con su pregunta: “¿Qué trae La Jornada hoy, Marcos? Los artículos de La Jornada circulan por América Latina y el resto del planeta, me consta. En este mes se cumplen 40 años de su fundación y no puedo dejar de escribir esta especie de memoria para dejar constancia y dar las gracias su directora, Carmen Lira, y su consejo editorial y de redacción. Son ejemplo en la defensa de la libertad de expresión y prensa. Seguro hay contradicciones, debates y conflictos, pero son un ejemplo de periodismo independiente. En España y me atrevería a decir Europa occidental, en estos momentos de crisis de los valores democráticos, no podré leer, en ningún periódico, las columnas de opinión que leo en La Jornada. Por ejemplo, las del embajador de Rusia, Ucrania, Estados Unidos, Canadá o China. Tampoco, los artículos nada laudatorios sobre Estados Unidos o los gobiernos progresistas de nuestra América, menos aún sobre el genocidio de Israel en Gaza.

Colaboro desde 2001 en la sección de Opinión. Casi un cuarto de siglo, Luis Hernández Navarro se muestra paciente con mis neuras. En este tiempo, nunca y debo decir nunca, he sido censurado. Estoy eternamente agradecido a quienes me invitaron a participar del proyecto. Es un honor escribir en La Jornada. No puedo decir lo mismo de los periódicos en España. En ellos he sufrido la censura de sus editores. Razón por la cual decidí no publicar en España. Pero eso es otra historia. ¡Larga vida a La Jornada!

El próximo 26 de septiembre se cumple el décimo aniversario de la desaparición de los 43 estudiantes de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos de Ayotzinapa. Familiares y compañeros de los 43 normalistas, organizaciones de la sociedad civil y ciudadanos solidarios con este movimiento que exige justicia y verdad, han iniciado desde hace algunos días las conmemoraciones y movilizaciones propias de un décimo aniversario que se cumple en medio de un clima de impunidad, ocultamiento, incertidumbre y desencanto.

No obstante, entre las tinieblas que rodean el caso Ayotzinapa y el profundo dolor que permanece entre las víctimas y sus familias, en este décimo aniversario también se conmemora un luminoso proceso de digna resistencia sostenido tanto desde la tradición normalista como por las familias y organizaciones en lucha por conocer el paradero de los 43 estudiantes; lucha que el gobierno en turno ha pretendido dividir y que permitió visibilizar a escala internacional la profunda crisis de desaparición en nuestro país, cuya cuenta asciende ya a más de 115 mil personas.

En un esfuerzo de recuperación de los últimos 10 años de esta lucha por la verdad y la justicia, se pueden diferenciar al menos cuatro etapas en torno del caso, marcadas por las distintas pautas de postura y acciones-omisiones del Estado frente a las irrenunciables exigencias de los padres de los estudiantes.

Los hechos de aquella trágica noche del 26 de septiembre, en la que 43 estudiantes fueron desaparecidos, seis personas asesinadas –una con severos signos de tortura– y más de 40 personas sufrieron lesiones, fueron rápidamente maquillados por el gobierno de Enrique Peña Nieto, quien con un carpetazo pretendió cerrar el caso construyendo la presunta verdad histórica que el entonces procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, expuso en rueda de prensa. Ni la cautelosa manipulación de evidencias, ni la tortura mediante la que se obtuvieron las declaraciones claves para armar dicha versión de los hechos, fueron suficientes para cesar la búsqueda del paradero de los estudiantes y las exigencias de verdad, justicia y reparación.

El fracaso de la verdad histórica, desmentida gracias a la incansable labor de los padres de los normalistas y las organizaciones de derechos humanos que acompañaban el caso, desembocó en una segunda etapa iniciada con la llegada del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), cuya excepcional labor en ese primer periodo permitió avanzar sustancialmente en la búsqueda de la verdad, con ello desmintiendo de manera contundente la versión oficial del gobierno en turno y con el señalamiento como responsables por acción u omisión de personas e instituciones de los tres niveles de gobierno, incluyendo los que manipularon evidencias a conveniencia para fabricar una verdad que obstaculizó y ralentizó las investigaciones auténticas.

El GIEI fue prácticamente corrido del país, en buena medida por la inconformidad de las fuerzas armadas; sin embargo, el cambio de gobierno inauguró una tercera etapa caracterizada por la oportunidad. Las expectativas provocadas por las promesas hechas por Andrés Manuel López Obrador a las familias de los 43 estudiantes, acompañadas por la creación de un nuevo andamiaje institucional, abrieron un nuevo momento político para el caso Ayotzinapa, que alivió las tensiones del movimiento con el Estado y generó una significativa sinergia que, aunque con algunos tropiezos, permitió desmentir oficialmente la verdad histórica, gestionar el retorno del GIEI, crear una Comisión de la Verdad a cargo del subsecretario Alejandro Encinas, dar continuidad a las investigaciones mediante la creación de una nueva fiscalía especializada, más la participación activa de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos.

Si bien, el caso tuvo avances significativos, como la detención de personal militar, la propia del ex procurador Murillo Karam, entre otras, el infranqueable muro que ha separado a las fuerzas armadas del deber de transparencia y rendición de cuentas en la investigación ha marcado la cuarta y actual etapa del caso. Distintos medios de prueba, así como la controversial colaboración del recién detenido Gildardo López Astudillo, cuyo nombre de testigo protegido era Juan, reforzó la necesidad de investigar abiertamente a las fuerzas armadas, pues confirma que ellas tuvieron conocimiento de los hechos cuando se suscitaban, observaron de manera encubierta los hechos, tenían intervenidas las comunicaciones de algunos de los participantes y tenían infiltración en el movimiento de los normalistas.

La coyuntura del relevo en la Presidencia de la República nos pone frente a la oportunidad de inaugurar una quinta etapa, cuya concreción dependerá de que Claudia Sheinbaum llame a la cooperación de las fuerzas armadas y reanude los esfuerzos de una efectiva búsqueda de la verdad, lo que ayudará al establecimiento de nuevos códigos de confianza entre los padres de los estudiantes desaparecidos y el Estado. Con independencia de las posturas que decida asumir el gobierno entrante, de lo que podemos estar seguros es de que la lucha por la justicia en el caso Ayotzinapa continuará impulsada por la digna resistencia de los familiares y compañeros de los 43 normalistas. Como ciudadanía, corresponde reiterar al Estado que su obligación es continuar con las investigaciones de manera honesta y rigurosa, aunque ello implique levantar el velo de los pactos de impunidad. Sólo así podremos dar con el paradero de los 43 normalistas y de las más de 115 mil personas desaparecidas que nos faltan.

Nunca habían quedado tan claras las diferencias entre las fuerzas políticas de la gama ideológica en México, como en el proceso que culminó con la jornada electoral del 2 de junio y sus necesarias derivaciones. La de la iniciativa presidencial de reforma judicial ha sido, hasta ahora, la más trepidante de todas.

Derrotada en sus propios términos, la oposición de derecha no mostró un liderato que se hubiera forjado en la lucha social ni en la praxis de las definiciones y convicciones políticas, como sí lo ha sido el de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) y el que despliega Claudia Sheinbaum, su legítima sucesora en la Presidencia de la República.

En su intento por impedir dicha reforma, esa oposición echó mano de mentiras, chicanas e interpretaciones las más descabelladas acerca de la conquista con votos por Morena de la mayoría calificada en la Cámara de Diputados y por muy poco en el Senado. Esta mayoría, han dicho los opositores, supone al gobierno de la 4T la condición de dictadura.

Para tal minoría apocalíptica, no fue dictatorial –e ilícita– la mayoría calificada que el gobierno de Peña compró con cheques. Ricardo Monreal, coordinador de Movimiento Ciudadano, hizo pública la devolución a la Tesorería de la Federación de los entregados a su bancada por 15 millones de pesos para que aprobara la reforma energética (votó en contra). Reforma por la cual varias fuentes energéticas fueron a parar a empresas extranjeras y nacionales, mediante moches para sus operadores oficiales.

La maniobra peñista contó, por supuesto, con los medios mercantilistas que disfrazaron la medida de decisión necesaria para fortalecer a Pemex y al país. Uno de los grandes logros de AMLO fue desenmascarar –sobre todo en sus mañaneras– a esos medios travestidos de heraldos de la libertad de expresión, según nos han querido hacer ver los intelectuales de la derecha, algunos procedentes de la izquierda nacionalista y hasta comunista. Sicofantes, los llamó Gerardo Fernández Noroña.

Tanto los sicofantes como los sofistas eran, en la antigua Grecia, individuos que cobraban por sus prácticas y enseñanzas. La profesión de los sicofantes consistía en levantar calumnias o falsedades para satisfacer el interés de individuos que no se atrevían a defender sus causas por sí mismos. Y los sofistas fueron los filósofos que enseñaron, a cambio de tarifas muy altas (el Teeto de Sócrates, según Platón), lo que es hasta nuestros días la cultura del abogado: convertir en buena una mala causa, y al revés ( Apología de Sócrates, sin duda el más hermoso y ejemplar de los Diálogos platónicos).

La oposición se ha mostrado, con toda su crudeza, al servicio de quien paga (Claudio X. González, Televisa, Tv Azteca, Reforma , y otros), con altas tarifas, las voces de sus sicofantes y sofistas.

Esa oposición carece de líderes recios; han resultado más bien hechizos y defectivos. Fue una inercia que despuntó con el PRI impulsor de Miguel de la Madrid, se afianzó con Ernesto Zedillo y Enrique Peña (Salinas de Gortari fue tan genuino como perverso y contrario al interés mayoritario); el PAN la continuó con Vicente Fox (el alto vacío decía de él, casi científicamente, Porfirio Muñoz Ledo) y Felipe Calderón. Ninguno ni quienes los antecedieron después de Lázaro Cárdenas tuvo un liderato de la calidad y estatura de AMLO. Ante tal enanismo, es natural que sus adversarios (como él los llama) lo vean como alguien cuyo mando ha inaugurado el camino hacia una monarquía (Krauze).

Nadie había concitado una identificación popular con su gobernante como AMLO. Y no sólo por su acercamiento al pueblo: pocos como él conocen social e históricamente cada región y zona del país. O por la ampliación del gasto social puesto directamente en manos de los sectores más vulnerables y el aumento de los salarios. O bien por las importantes obras públicas realizadas: el Tren Maya, el Transístmico, el Interurbano México-Toluca, la refinería Dos Bocas, el Aeropuerto Felipe Ángeles, la regeneración del Lago de Texcoco y muchas otras terminadas en plazos récord.

También, y algo fundamental en un estadista, pues el tabasqueño ha sabido devolver al pueblo de México la identidad que se le venía estragando en relación con su propia cultura desde que fuimos convertidos por Salinas en norteamericanos, con la consecuente pérdida de soberanía, que es frágil aún mientras dependamos de un intercambio y tratados comerciales que dan a EU y Canadá evidentes ventajas económicas y, por tanto, políticas y territoriales sobre nosotros. Pero de manera práctica y retórica, ciertas medidas y gestos de AMLO han cambiado sentimentalmente su situación identitaria a la mayoría de los mexicanos.

Los cipayos y entreguistas de la derecha han facilitado ese cambio de percepción. Y por comparación con otros gobernantes: Javier Milei –desde la derecha radicalizada–, que vende y destruye Argentina, en América, o Pedro Sánchez –desde la izquierda–, que ha recibido en la España colonizada por EU a un títere de segunda mano, como es el venezolano opositor, Edmundo González, a quien ha dado el trato de héroe. ¿Se solidarizarán con el PSOE Morena y su Instituto Nacional de Formación Política?

Tuvieron que pasar 59 años para que se hiciera posible. La conmemoración del ataque guerrillero al cuartel del Ejército de Ciudad Madera el 23 de septiembre de 1965, será muy diferente este año gracias a la convergencia de procesos de lucha y de memoria.

Aquel 23 de septiembre todo el peso del Estado y sus aparatos represivos e ideológicos se dejó caer sobre los guerrilleros dirigidos por el doctor Pablo Gómez y el maestro rural Arturo Gámiz. Los cuerpos de los jóvenes caídos en la acción armada fueron exhibidos por las calles del pueblo en la plataforma de un camión, depositados en una fosa común en el panteón municipal. El párroco se negó a darles cristiana sepultura. Los medios informativos trataron a los jóvenes idealistas como gavilleros y asaltantes. El gobernador de Chihuahua, general Giner Durán, remató con su multicitada y única frase que ha perdurado al ordenar la inhumación de los cuerpos: “Querían tierra… denles hasta que se harten”.

Siguieron muchos años de persecución a los sobrevivientes del grupo guerrillero y sus familias. Desde el primer aniversario del sacrificio de los jóvenes, un pequeño grupo de familiares acudió a llevarles flores al cementerio. A salto de mata, vigiladas y seguidas por el Ejército hasta cuando iban a acarrear agua para los floreros. Con todo y milicos volvieron año con año. Luego varias familias formaron el comité Primeros Vientos para cultivar la memoria de aquel hecho. A ello contribuyeron libros como los del maestro José Santos Valdez; la trilogía de Carlos Montemayor: Las armas del alba, Las mujeres del alba y La fuga; los textos de Jesús Vargas o las películas Las armas, de José Luis Urquieta, o Mujeres del alba, de Ximena ­Montemayor.

Pero la gesta del 23 de septiembre, más que todo fue paridora de movimientos sociales. Tanto los sobrevivientes como muchas mujeres y hombres de aquellas familias se involucraron en movimientos armados y no armados de carácter revolucionario. Fueron presos políticos, a algunos los desaparecieron. Combatientes por los derechos humanos y contra la represión. Promovieron tomas de tierras rurales y urbanas. Formaron partidos de izquierda, organizaciones sociales, colectivos feministas. Han participado en las comisiones por la verdad y la justicia… Nunca imaginó el gobernador Giner que la tierra que ordenó que les echaran fuera tan fecunda.

Hace algunos años la conmemoración del 23 de septiembre en Madera empezó a cambiar: se ha incrementado el contingente de quienes se dan cita en este lugar, se organizan actos, como un concurso de murales que engalanó la ciudad. Hace poco el alcalde mandó erigir en el cementerio un bello memorial a los jóvenes caídos.

Este año habrá un cambio cualitativo en la conmemoración, gracias al movimiento social que ha emergido en Madera desde hace algunos años. Lo encabeza un grupo de maestros de escuelas públicas. Al tiempo que se han organizado y movilizado por reivindicaciones magisteriales y sindicales, han desplegado iniciativas para el desarrollo de su comunidad: eventos culturales, acciones de rescate de las lenguas y culturas de los pueblos originarios de la región, como los o’oba (pimas) y los n’dée (apaches) estos últimos autoinvisibilizados por décadas de persecución. Entre ellas destaca el Centro de Neuroeducación Dr. Pablo Gómez, que apoya a niños con problemas neurológicos, que ha recibido un reconocimiento de la SEP y tiene resultados que ni los centros Teletón.

Este combativo grupo de maestros fue clave en la lucha victoriosa por los libros de texto gratuitos el año pasado. Ante la negativa del gobierno del estado a repartir los libros, se encendieron focos de resistencia en Chihuahua, y sin duda el más compacto, el más decisivo fue el núcleo magisterial de Ciudad Madera.

En las elecciones del 21 de junio pasado, este vigoroso movimiento magisterial y popular formó una planilla para contender por el ayuntamiento por Morena. La lucha fue dura, hubo que vencer las artimañas del Prian, luchar a contracorriente con el IEE, vencer impugnaciones, pero lograron dar a Madera un gobierno de izquierda, emanado de la vitalidad de sus luchas sociales.

Es aquí donde convergen los movimientos surgidos o inspirados en aquel 23 de septiembre de 1965 y el movimiento actual de esta región, que recién tomó posesión de la alcaldía. La nueva administración ha decidido festejar el 59 aniversario del asalto al cuartel con una serie de actos el domingo 22 y lunes 23. Comenzará por abrir las puertas del palacio municipal al pueblo de Madera, a los familiares y compañeros de lucha del grupo guerrillero. Durante muchos años se trató de negar, de desvincular a la población de lo sucedido aquel 23 de septiembre; ahora la presidencia surgida del voto popular lo reivindicará, lo hará del pueblo de Madera, hará oficial la conmemoración, y se ha comprometido de lleno en la organización de muy diversos actos culturales, artísticos, políticos, de convivencia, desfiles, cabalgatas.

Siempre se vuelve a Madera. Quienes los primeros años sembraban entre llanto, rabia y persecuciones, ahora empiezan a cosechar los frutos de la memoria revivida cada día, de la justicia y también la fiesta.

A los incansables jornaleros por las 14 mil 430 intensas Jornadas.

Muchos analistas de la realidad geopolítica e internacional señalan que estamos en un momento muy riesgoso por la intensificación bélica, acompañada del mayor gasto militar (1.1 millones de millones de dólares) históricamente detectado en la era moderna de nuestro tiempo. Como lo indiqué en otra oportunidad –JSF (2006) Terror e Imperio–, después de la Segunda Guerra Mundial y ante la amenaza recesiva de la paz, Washington acicateó la guerra fría y con ella el keynesianismo militar, que demostró que el papel político económico protagonizado por el sector bélico industrial no funcionó como se esperaba, pues se expandió a expensas del resto de la economía, a pesar de lo cual prevaleció.

Así llegó en los años sesenta-setenta a un punto de inflexión por el vigoroso resurgimiento europeo y japonés y el arribo de China e India como nuevos futuros competidores. Hay que añadir el agotamiento de las reservas convencionales de recursos naturales estratégicos (combustibles fósiles ) y las nuevas guerras emprendidas por Estados Unidos, llegando al rechazo europeo a la guerra contra Irak (seguida de un rosario de guerras antiterroristas) al oponerse al uso ilegal y unilateral de la fuerza militar y en defensa del derecho internacional, lo que contrasta con la actual incapacidad europea para articular sus intereses frente a una situación que lleva al continente a la guerra contra Rusia.

Al avalar el uso de cohetería estratégica de la OTAN contra Rusia, utilizando a Ucrania, con ataques a la población civil para provocar una respuesta rusa, se promueven movimientos riesgosos e irresponsables al traspasar líneas rojas que pueden provocar ni más ni menos que una guerra nuclear.

Las palabras Armagedón, apocalipsis y guerra nuclear se imponen en los titulares de los medios independientes ya que temas tan trascendentales para la vida misma, como la guerra y la paz, están ausentes de la agenda publica en Washington.

Como bien lo dice Jeffrey Sachs, uno de los más influyentes expertos que tiene EU sobre la temática, el complejo bélico industrial se apropió de la política exterior. Todo es información clasificada. La idea de Sachs se complementa con la censura recargada ahora contra la cadena rusa RT y que se aplica a toda información distinta a la narrativa oficial, convertida en propaganda de guerra.

Kamala Harris, candidata demócrata a la presidencia continuaría con la línea bélica al apoyar a Israel porque tiene derecho a defenderse, a pesar del genocidio; ante cualquier propuesta de negociación en Ucrania contestó en el debate con Trump eso sería capitular, posicionándose desde el poderío político del complejo bélico industrial.

En un articulo institucional The New Nuclear Threat ( The Economist, 17/08/24) se hace referencia en primera instancia a que la desintensificación nuclear seguida durante la guerra fría ha terminado, advirtió el Pentágono. En su lugar, ha surgido una nueva rivalidad entre poderes nucleares y casi nucleares. Es mas complejo y menos predecible que la vieja conflictividad bipolar. Un escenario en efecto mucho más peligroso y desordenado en cuanto al manejo del riesgo nuclear antes concentrado en la eficacia de Estados Unidos para ofrecer a sus aliados capacidad de disuasión protectora, es decir, una llamada sombrilla nuclear, por lo que tratar de renovar la protección hacia afuera o construir un escudo antimisiles, un domo de hierro, como pretende Trump, pierde credibilidad, por tanto, como ironiza el texto de The Economist, lo que EU parece estar ofreciendo a sus aliados es la destruccción mutua y asegurada.

Si bien el artículo da contenido importante sobre la nueva amenaza nuclear, no sorprende que al final apoye la necesidad de aumentar la capacidad atómica y el gasto militar.

Actualizando el panorama, Jesus López Almejo, en el canal TuProfeDeRI, compartió el artículo aparecido en The Hill Negociar con Moscú para poner fin a la guerra en Ucrania y evitar la devastación nuclear escrito por Robert F. Kennedy Jr y Donald Trump Jr, quienes llamaron a detener la locura nuclear, reaccionando al informe del New York Times de que el gobierno de Biden considera permitir a Ucrania utilizar armas de largo alcance contra objetivos en el interior profundo de Rusia: tal decisión colocaría al mundo en mayor riesgo de conflagración nuclear que en cualquier otro momento desde la crisis de los misiles cubanos en un momento que los líderes estadunidenses deberían centrarse en encontrar una salida diplomática a una guerra que nunca se debió permitir.

Los halcones de la administración Biden han olvidado la sabiduría de John F. Kennedy, quien expresó en 1963: Las potencias nucleares deben evitar aquellos enfrentamientos que llevan al adversario a elegir entre una retirada humillante o una guerra nuclear. Si bien el ex presidente Trump ha prometido poner fin a esta guerra cuando asuma el cargo, podría ser demasiado tarde.

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