9/21/2024

Sinaloa bajo fuego: Mujeres e infancias en el conflicto armado

 

.-Ciudad de México.- Al norte del país, Sinaloa resiste desde hace días los embates del crimen organizado; balaceras, desapariciones forzadas, enfrentamientos y la inseguridad amagan a la población de la entidad. Por su parte, los escuetos intentos del Estado por contenerlo no han rendido frutos y este fenómeno de violencia ha comenzado a arreciar en el territorio vecino, Durango, así, el panorama queda configurado; en medio del fuego, mujeres e infancias.

Según los últimos registros, hasta el día 12 de septiembre, se han asesinado a 12 personas en la capital sinaloense y la tensión, parece no dar tregua, por el contrario, se recrudece en esta guerra interna del Cartel de sinaloa; por un lado, los chapitos y por el otro, los fieles al Mayo que, se especula fue traicionado por Joaquín Guzmán.

La población civil ha frenado sus actividades, el gobernador Rubén Rocha Moya ha cancelado el Grito de Independencia, las clases en cinco municipios y las fuerzas armadas sinaloenses se achican frente al poderío del narcotráfico.

Entretanto, López Obrador ha minimizado el conflicto, señalando que los medios de comunicación están agrandando los enfrentamientos y, aunque o descartó que hay violencia, sí zanjó el asunto refiriendo que no es un asunto mayor.

Mientras, en la capital mexicana, se preparan motores para el desfile militar que mostrará el músculo y el poderío de las fuerzas armadas.

Ante la probabilidad de que estos conflictos y cruentos enfrentamientos no cesen, la población ha referido para medios locales que, a diferencia del Culiacanazo, esta vez no hay certeza de qué sucederá.

En los hogares, las mujeres con sus hijos permanecen resguardadas, en días recientes, se hizo viral la fotografía de una mujer cruzando la calle en compañía de su hijo, a quien le cubre los ojos con una mano y con la otra, sostiene una caja, por ello; junto a ellos, el cuerpo de una persona ejecutada.

Fuente: Iván Medina/Agencia 24mm

Es necesario cuestionar qué está sucediendo con este sector poblacional que materna desde la autonomía, que tiene empleos informales de comercio y que la violencia en las calles les amedrenta para salir a trabajar, estudiar o por el contrario, la necesidad les fuerza a dejar a sus hijas, e hijos solos en el hogar.

Según reportan medios locales, una mujer identificada como Rocío Amelia de 45 años resultó herida luego de recibir un impacto de bala en su pierna mientras se encontraba en su domicilio en Culiacán; que atendida en la base de la Cruz Roja de la capital.

Mujeres en Sinaloa: Mayoría poblacional

En 2020, las mujeres representaron el 51.1% de la población, es decir, según los últimos registros del INEGI, representan a la mayoría poblacional, la mayoría de ellas tiene entre 20 y 24 años.

Según advierte el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Sinaloa es una de las entidades donde existe mayor trabajo no remunerado de cuidados y del hogar; el estado norteño, ocupa los primeros lugares en las disparidades en el rol de cuidado.

Esto, resulta contrastante, pues paralelamente, las mujeres ocupan el 49.5% del mercado laboral -eso sí, esto no cambia la brecha salarial, es decir, ganan menos que sus congéneres-.

Producto de esto, es que, en Sinaloa 3 de cada 10 mujeres dependen mayoritariamente del ingreso de otras personas, usualmente, su esposo o su padre.

Por su parte, el 81% de las mujeres sinaloenses que sí trabajan, lo hacen en el sector del comercio y servicios, además, el 21% de este universo, lo hacen desde la informalidad.

Además, el 67% de las mujeres que son madres trabajan en Sinaloa y la mayoría, gana casi el doble de un salario mínimo, ante la situación de riesgo que atraviesa hoy a la entidad, hay se debe apuntar a que sólo 2 de cada 10 mujeres tiene acceso a servicios de guardería o a dejar a sus hijas e hijos en espacios de cuidado.

Los negocios se mantienen cerrados en Culiacán y los videos en redes, exponen cómo las calles y avenidas han quedado desiertas; las personas temen, pero también, se recrudece la vulneración económica de la población en situación de riesgo.

Porque mientras Culiacán permanece detenido a causa de la violencia, hay 120 mil 636 mujeres que dependen de abrir su negocio para sostenerse, según datos del CODESIN Sinaloa, 2023.

Fuente: Cimac Foto

De camino a cumplir 5 días de incertidumbre en la entidad, donde las respuestas de las autoridades se han limitado a pedir a la ciudadanía extremar precauciones, el fenómeno del narcotráfico se robustece y representa daños colaterales en la vida de las mujeres sinaloenses que, en compañía de sus hijas, hijos, madres, abuelas o familiares con discapacidad, resisten a la ola de violencia que, parece, no dará tregua.

No hay secreto oculto en referir cómo esta clase de conflictos armados recrudece los números de feminicidio, abuso sexual y también, de desplazamiento forzado, algo que ha quedado registrado, por ejemplo, en el fenómeno de la Guerra contra el narco durante el sexenio de Felipe Calderón.

Conflictos armados, narco y género: Un puente directo

Probablemente muchas personas están convencidas de que el negocio del crimen organizado se reduce al tráfico de drogas. Sin embargo, estos grupos también son responsables de otros delitos como el tráfico de personas y la prostitución –economías criminales que afectan desproporcionadamente a mujeres y niñas–.

De ahí que, para Sonia Dávila Vargas, filósofa y activista por la divulgación de la historia desde una mirada crítica, la expansión de estos grupos represente también un incremento en el feminicidio, las desapariciones forzadas de mujeres y, en general, la violencia machista en la sociedad mexicana.

Las cifras respaldan esta afirmación. Según un informe de 2017 elaborado por la Secretaría de Gobernación (Segob), el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, en los últimos 32 años previos a la publicación se habían registrado 52 mil 210 casos de feminicidio.

Casi la tercera parte de esos delitos sucedió entre los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto –es decir, después del inicio de la llamada “guerra contra el narco”.

Además de estos tipos de violencia generalizados, hay que considerar que las mujeres habitantes de comunidades fuertemente golpeadas por los grupos delictivos enfrentan otros problemas como los desplazamientos y el empobrecimiento de poblaciones enteras, la desposesión de tierras y la participación forzada en actividades criminales.

Por su parte, otras mujeres madres o cuidadoras de personas con discapacidades viven la dificultad de acceder a terapias alternativas con derivados del cannabis para tratar los padecimientos de sus hijas, hijos o personas a su cuidado. Y, si logran acceder a ellos, aún les queda traspasar la espesa barrera del estigma social.

Lee más en Por qué la guerra contra las drogas es también una guerra contra las mujeres.

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