10/27/2008

Astillero


Julio Hernández López Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

■ Sever la reel
■ La kermés de la victoria
■ Gatopardismo plus

Los funerales políticos de López Obrador estaban disfrazados de fiesta. Sus letales adversarios políticos trataron de conducirlo a la kermés de la victoria, donde le coronarían rey de la legalidad triunfante, emperador de los acuerdos que sí se pueden, comandante supremo de los batallones de la negociación enchuchada, ideólogo y operador estrella del sistema elitista de entendimientos. De haber aceptado la entronización emponzoñada que sus antagonistas le habían fabricado, el jefe de la exitosa resistencia civil flotaría en los cuernos mediáticos de la luna de queso concertador (si fuera cortometraje, se llamaría Ingeniero Cárdenas 2), con la corte periodística, intelectual y política ensalzando su madura, racional y patriótica disposición a asumir la conquista increíble, inconmensurable e histórica, pero a partir de ese momento, en realidad, estaría convalidando las maniobras de mapachería legal que en los textos reformistas sembraron los habilidosos de siempre para hacer que más delante (con el opositor embriagado de incienso y su base social desmovilizada y recelosa) las armas de la transa acaben cubriéndose de gloria a partir de los resquicios, las lagunas y las imprecisiones intencionales que en su momento permitirán la realización de los grandes negocios preparados por los contratistas familiares mouriños, los líderes sindicales intocados, los decisorios consejeros que el socio Calderón propondrá y el senado beltrónico aprobará, los políticos verdaderamente ganadores (la cúpula del PRI, el PAN y el Perreducho) y, por supuesto, las poderosas empresas trasnacionales que ya zopilotean con sus abogados enfilados a los puntos vulnerables que cuando sean aprovechados por los privatizadores preconcebidos harán ver que las fanfarrias de presuntos lauros extremos no eran sino canto de sirenas que buscaban decirle al final de la falsa fiesta al líder opositor ya domesticado y ensalzado: ¡Lástima, Margarito! Nota Completa

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