7/31/2009

Epidemia de (des)información




Forum 190. Julio de 2009. http://www.forumenlinea.com/


Con el virus A-H1N1


Nelly Olivos

nelly24olivos@yahoo.com.mx


Durante días los medios de comunicación informaron a la población de la aparición de una emergencia sanitaria causada por un virus, primeramente llamado de "influenza porcina", así como las medidas emprendidas por las autoridades para hacer frente a esta amenaza. A lo que nos enfrentamos como sociedad fue a un fenómeno real, en un clima político-económico adverso por lo que suposiciones de toda clase surgieron para explicar la situación.


La incredulidad fue una de las primeras respuestas ante la aparición del virus A-H1N1, ¿pero qué otra respuesta podría esperarse ante la información contradictoria proporcionada a la sociedad?


Durante la conferencia de prensa del 23 de abril por la noche, José Ángel Córdova Villalobos, secretario de Salud, anunció la cancelación de clases en todos los niveles de educación e informó de las primeras cifras relacionadas con la epidemia, en el país se habían registrado 60 muertes por complicaciones de enfermedades respiratorias sin poder determinar su relación con el nuevo virus.


El titular de la Secretaría de Salud (SS) no mencionó nada sobre la potencialidad del contagio, pero el manejo de las cifras despertó el temor entre la población.


La doctora María Cristina del Pilar Oehmichen, investigadora del Instituto de Investigaciones Antropológicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), dijo durante su participación en la mesa redonda Los efectos de la nueva Influenza, que:


"La noticia sobre el virus se convirtió en un activador del miedo colectivo, se trata de un miedo simbólico" cuyo origen fue la información, es decir, "el conjunto de elementos simbólicos en los que están implicados saberes científicos y de representaciones colectivas o teorías de sentido común".


Por ello se dio pie a la formación de explicaciones de toda naturaleza, que abarcaron desde la inexistencia del virus hasta la posibilidad de un ataque bioterrorista, sin dejar de lado la posibilidad de que la emergencia fuera inventada por las autoridades para distraer a la opinión pública.


El clima de opinión como caldo de cultivo


Durante los días de la emergencia sanitaria las cifras sobre las muertes relacionadas con el crimen organizado parecieron disminuir, así como los reportes del gobierno federal de su lucha contra el narcotráfico. Los medios de comunicación sólo tuvieron cabida para retransmitir la información proporcionada por las autoridades de salud, las cifras de contagiados y decesos relacionados con la enfermedad, así como la visión de los expertos, es decir, científicos que llamaban a la calma.


Sin embargo, la población en su conjunto creía que las autoridades no actuaron a la altura de las circunstancias. El mismo Fidel Castro acusó al gobierno de Felipe Calderón de ocultar información relacionada con la epidemia por la visita del presidente estadunidense Barack Obama a nuestro país.


Desde noviembre del año pasado en México se vivía un ambiente de opinión adverso al gobierno federal a partir de información que declaraba a nuestro país como un "Estado fallido". La antropóloga social María Cristina del Pilar Oehmichen, explicó: "Que había un clima previo de desconfianza en el gobierno, de incredulidad, incluso de pérdida de la lucha contra el crimen organizado, o sea del Estado fallido; que cuando se informa de la emergencia de este virus la gente también haya caído en una situación de incredulidad".


Si sumamos a este clima de opinión previo, la ineficacia de las autoridades en el manejo de la información y la exigencia –desde diversos sectores que incluyó a los exsecretarios de Salud Juan Ramón de la Fuente, Jesús Kumate y Guillermo Soberón– de transparencia en la misma, tenemos como resultado un ambiente aún más enrarecido.


Ambiente que se complicaba conforme avanzaban los días. El 26 de abril la reportera Mariana Norandi, de La Jornada, denunciaba la falta de información de los derechohabientes del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) y de cómo el director de la clínica 1, Héctor R. Azamar, se negaba a proporcionarla y, en cambio, pidió que un policía la desalojara del lugar e impidiera el paso a cualquier medio de comunicación con el argumento de "que lo estaban amenazando", publicó la comunicadora.


La política de comunicación


Una primera medida de las autoridades fue anunciar que a través de Canal 11 y las frecuencias del Instituto Mexicano de la Radio (Imer) 105.7 Reactor y 107.9 Horizontes, se transmitirían emisiones especiales en vivo de las conferencias de prensa encabezadas por Córdova Villalobos, acompañado siempre por Carlos Olmos Tomasini, su rebasado director de comunicación social.


Podemos imaginar que durante los días de contingencia sanitaria las áreas de comunicación social de las dependencias de salud estuvieron trabajando mucho tiempo extra y más cuando se publicó el decreto "por el que se ordenan diversas acciones en materia de salubridad general, para prevenir, controlar y combatir la existencia y transmisión del virus de influenza estacional epidémica", 24 de abril, ya que en el punto XI establece que la SS podrá establecer "las directrices informativas necesarias a fin de transmitir clara y oportunamente las medidas que se adopten para afrontar la contingencia".


Pero si el titular de la SS no podía responder al cuestionamiento sobre el manejo de las cifras mucho menos iba a poder exponer en qué iban a consistir dichas directrices informativas. El 28 de abril José Ángel Córdova no pudo explicar a los representantes de los medios de comunicación la disminución de decesos confirmados por el virus A-H1N1, de 20 casos descendió a siete, el funcionario sólo alcanzó a responder que "no contaba con más información".


Los medios de comunicación denunciaron entonces un trato diferenciado, pues ese mismo día se daba una conferencia especial a los corresponsales de las diversas agencias internacionales y medios de comunicación extranjeros.


De acuerdo a información del periodista José Luis Ruiz, de El Universal, 238 corresponsales extranjeros se concentraron en nuestro país, inclusive el equipo de la cadena árabe Al Jazeera siguió de cerca la evolución de la epidemia.


Pese a la aparición del titular de la SS en los medios electrónicos donde brindó entrevistas, la población se sentía cada vez más desinformada. El aislamiento de las personas en sus hogares, la exposición constante a la información repetitiva, contradictoria, abundante y alarmista aumentó la confusión.


De acuerdo a datos preliminares del estudio Opiniones de los universitarios sobre el nuevo virus de influenza humana y sus efectos sociales, realizado entre la comunidad universitaria y presentado por la investigadora Claudia Infante, señala que la primera reacción ante la emergencia epidemiológica fue la inquietud por saber más sobre el problema, con 39 por ciento, lo que deja ver claramente la importancia que la información tiene.


Mientras que 58 por ciento de los encuestados se enteró a través de la televisión de la alerta epidemiológica y 43 por ciento siguió la información sobre la epidemia, durante el periodo de suspensión de actividades en la UNAM en noticieros de televisión, contradictoriamente 34 por ciento señaló confiar poco en la información proporcionada sobre el nuevo virus de influenza humana en los noticieros de televisión y 15 por ciento señaló que no confía nada.


En tanto que 8 por ciento se enteró a través de la prensa y la radio de la alerta epidemiológica y 18% dijo haber seguido la información sobre la epidemia en estos medios, tenemos que 50 por ciento confía regular en la información proporcionada por los periódicos mientras 19 por ciento confía mucho.


La respuesta de la UNAM


Ante la alerta, el 29 de abril la máxima casa de estudios del país instaló el Comité Universitario de Atención a la Emergencia Sanitaria, órgano responsable de informar las decisiones que la UNAM asuma, mismo que está dividido en cuatro subcomités: Organización, Técnico-Científico, Operación y Comunicación, éste último encargado de "proporcionar información a la comunidad universitaria, a la sociedad y utilizar los medios de comunicación con que cuenta la institución, y dar a conocer los trabajos de los tres subcomités anteriores."


Internet se volvió una opción para la búsqueda de información que es de mucha utilidad, al igual que se convirtió en una herramienta para la propagación de rumores. Pero la UNAM utilizó esta herramienta tecnológica para "tener al tanto a la comunidad universitaria y al público en general sobre el tema de la influenza", por ello puso en operación el portal http://www.influenza.unam.mx/ que se nutre de la información generada por diferentes especialistas desde virólogos, epidemiólogos y expertos en temas económicos y sociales.


Como un esfuerzo más para mantener informada a la población, el 28 de abril el Comité Universitario para Atender la Emergencia Sanitaria, inició la transmisión simultánea, por Radio y Tv UNAM, del programa La influenza: las respuestas de la ciencia, mismo que puede ser descargado de la página de la UNAM dedicada al tema de la influenza.


Además la Facultad de Psicología de la UNAM puso a disposición de la población en general un sistema de consultas telefónicas para brindar apoyo a las personas afectadas emocionalmente por la epidemia de influenza A-H1N1. Quien requiera ayuda puede llamar al 01 800 123 10 10 y quien necesite una fuente de información alternativa, con carácter responsable y de gran credibilidad, puede acercarse al sitio web de la UNAM, que no por nada acaba de ser galardonada con el premio Príncipe de Asturias en Comunicación y Humanidades.



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