12/18/2009

La columna de S Schmidt ....



Calderón: Fidelidad ideológica o debilidad política

Los expertos le comunicaron a Felipe Calderón que había dos opciones para salir de la crisis: una realista y otra milagrosa:

- ¿Cual es cual?

Los expertos responden:

- La milagrosa es quitarnos de encima a los inútiles que tenemos en el gobierno y volver a empezar.

La realista es ir a pedirle a la Virgen de Guadalupe que nos haga el milagro.

Los nombramientos recientes de Felipe Calderón en el sector financiero demuestran que una corrección en la política económica ha rebasado la posibilidad milagrosa.

El envío de Agustín Carstens al Banco de México indica la intención de deshacerse de los obstáculos que Guillermo Ortiz ponía para equilibrar los errores que se cometían desde Hacienda. Ahora podrá liberar las decisiones que le hacían más daño a la economía y que desde el Banco se lograba frenar, nada parara la política fiscal de Carstens que hasta ahora ha demostrado ser ineficaz.

La autonomía del Banco de México, como debe ser la autonomía de cualquier banco central, está pensada para ser un factor de equilibrio y que el presidente no mueva los factores económicos de acuerdo a su visión de corto plazo. Calderón le ha dado un golpe tremendo a esta autonomía por los tres años que le restan a su mandato y le ha impuesto una carga desmedida a la economía mexicana por cinco más. Hay que aguardar con preocupación los ocho años terribles de Carstens en el banco.

Enviar a Ernesto Cordero a Hacienda sosteniendo que su fuerte consiste en que tiene sensibilidad social después de haber cobrado en la Secretaría de Desarrollo Social parece un sinsentido. En SEDESOL fracasó rotundamente para reducir la pobreza extrema o siquiera para frenar que millones de mexicanos sigan cayendo.

Se calcula que tres millones más entraran a la pobreza en lo que queda del gobierno de Calderón. Cordero en Hacienda implica si acaso que continúe la política de ver el gasto como limosna porque el país carece de políticas de desarrollo social. Formular políticas no es el fuerte de los gobernantes panistas. El tercer año de gobierno típicamente era un momento de rompimiento entre el presidente y su antecesor.

Se usaba las elecciones intermedias para el congreso para enviar a la diputación a políticos que no eran del presidente dejando el espacio libre para que el configurara un gabinete de gente leal a el y que compartía su filosofía política. ¿Que sentido tiene nombrar como secretario de Hacienda a alguien sin la menor experiencia en el tema?, a no ser estrictamente para poner a un político leal y abrir las cartas para la sucesión presidencial.

La lealtad es importante y también la expertez en áreas sensibles. Los gobiernos en el pasado habían puesto el manejo financiero en manos de expertos, aunque hayan cometido el error de sesgar la política dejándola en gente de la misma corriente económica. De Cordero podemos decir que del tema conoce poco. ¿Abre esto la puerta para que la política fiscal la siga dictando Carstens desde el Banco? Cuando José Ángel Gurría anunció que el grupo político al que pertenecía (encabezado por Carlos Salinas) gobernaría México durante 18 años, nadie se imaginaba que la amenaza se alargaría mucho más allá de eso.

Este grupo llegó al poder en 1982, imprimió políticas neo-liberales y hasta hoy bloquean cualquier corrección por medio del control de los puestos políticos que aseguran. Este paquete ha producido una gran miseria en el mundo pero ellos saben que su manutención consiste en mantenerse en el poder y para eso era importante poner a Carstens como secretario de Hacienda y ahora moverlo al Banco de México. Calderón llegó con las manos amarradas en la política económica y demuestra que su debilidad política o fidelidad ideológica lo hacen aferrarse al curso, la duda es si acaso se da cuenta que esto implica seguir enterrando el futuro de los mexicanos, a menos que su ceguera no le permita ver que México es el país que sufrió la mayor caída en la reciente crisis, bajo la mirada vigilante y muy cuidadosa de Carstens.

Calderón esta trabajando para la sucesión presidencial de 2012 y con esto ve al muy corto plazo. Las prioridades y la visión son erróneas y la sociedad en su conjunto pagara el costo. La gente se sorprende por la incapacidad mexicana por salir de un atraso al parecer irremediable, pero en realidad debemos tomar en cuenta que el país lleva mucho tiempo manejándose con intereses facciosos que ven por si mismos sin poder mirar hacia el bienestar social.

schmidt@mexico.com


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