6/09/2011

Violencia sexual y periodistas


El Comité para la Protección de Periodistas presenta un informe para visibilizar y ayudar a entender este ‘crimen silenciado’

Redacción AmecoPress

Madrid, 08. Jun. 2011. AmecoPress. El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) ha presentado un informe sobre violencia sexual contra periodistas, y ha modificado su guía sobre seguridad de los y las periodistas para abordar esta cuestión.

El feroz ataque sexual contra la corresponsal de la cadena estadounidense CBS Lara Logan, ocurrido en El Cairo en el mes de febrero, ha situado el problema en el centro de la escena, y ha llevado a periodistas alrededor del mundo a hablar sobre cifras antes desconocidas.

A lo largo de los últimos cuatro meses, el CPJ ha entrevistado a más de cuatro decenas de periodistas quienes han experimentado casos de violencia sexual en distintos grados -desde violación por múltiples atacantes hasta requisas agresivas- ya sea en represalia por su trabajo o durante el ejercicio de su labor informativa.

El informe ‘El crimen silenciado, violencia sexual y periodistas’, incluye a 27 periodistas locales, desde responsables de edición hasta reporteras que trabajan en regiones como el Medio Oriente, el sur de Asia, África o América. Cinco indicaron haber sido brutalmente ultrajadas, mientras que las restantes denunciaron varios niveles de ataques sexuales, hostigamiento psíquico agresivo y amenazas de violencia sexual.

Una serie de experiencias similares fue denunciada por 25 corresponsales internacionales. Dos de ellas denunciaron haber sido víctimas de violaciones, otras cinco describieron serios ataques sexuales -desde manoseo físico violento hasta penetración con las manos- y 22 afirmaron haber sido manoseadas en múltiples ocasiones.

Estigmas culturales y profesionales

Hasta el momento, pocos casos de ataques sexuales contra periodistas han sido documentados a raíz de fuertes estigmas culturales y profesionales. Pero ahora decenas de periodistas se animan a revelar que han sido víctimas de abusos sexuales mientas cumplían con su labor informativa.

Muchos de los ataques pueden clasificarse en tres tipos generales: violación con periodistas específicos como blanco, generalmente en represalia por su trabajo; violencia sexual relacionadas con turbas callejeras contra reporteras cubriendo eventos públicos; y abuso sexual de personas periodistas detenidas o en cautiverio. Aunque las mujeres son las víctimas en la gran mayoría de los casos, periodistas del sexo masculino también han sido víctimas, en general mientras se encontraban detenidos o en cautiverio.

Muchas de las personas entrevistadas por el CPJ no revelaron previamente sus experiencias, más allá de conversar con amistades o sus familiares. Periodistas de todo el mundo afirmaron que, en gran medida, optaron por mantener los ataques en reserva dada la existencia de profundos estigmas culturales y la falta de confianza en que las autoridades actúen tras la denuncia. Muchas se mostraron renuentes a denunciar el ataque ante sus editores por temor a ser percibidas como personas vulnerables y verse de ese modo inhabilitadas para trabajos posteriores.

Como resultado, existe escasa documentación sobre el tema de agresión sexual contra periodistas. Si bien el CPJ y otras organizaciones internacionales han informado sobre casos individuales de ataques sexuales a lo largo del tiempo, el tipo de investigación metodológica que traza el mapa de otros ataques contra la prensa -como asesinatos y encarcelamiento- aún es materia pendiente.

Para solicitar información sobre este tema, el CPJ se acercó a 15 organizaciones de prensa locales e internacionales alrededor del mundo y pidió los contactos con las colegas afectadas. El CPJ también contactó a más de 20 periodistas en el mundo y solicitó que hicieran lo mismo. La información recolectada para este informe, además de facilitar elementos que ayuden a entender un área de la profesión inexplorada, servirá como inicio de una encuesta de largo alcance que el CPJ llevará a cabo el año próximo. Junto a la divulgación de este informe, el CPJ también publica un anexo del manual de seguridad, que está enfocado en las formas de minimizar los riesgos de violencia sexual.

Fotos archivo AmecoPress

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