2/12/2015

Los periodistas pal café . . . .



En México todo político o funcionario es inocente mientras el gobernante en turno no decida lo contrario. Así, por ejemplo, las autoridades de Estados Unidos y el Reino Unido investigan los casos de presunta evasión fiscal, lavado de dinero y ocultamiento de fortunas que habrían hecho miles de ciudadanos de esos países, según ahora se ha conocido en el contexto de las reveladas cuentas bancarias de HSBC en Suiza. Acá, donde esos conceptos forman parte de la impune cotidianidad política y empresarial, la administración peñista apenas parpadea, aunque en la relación de posibles infractores haya apellidos relevantes, que han ocupado cargos destacados y que, en varios casos, ya han estado bajo fundada acusación de maniobrar para dañar la hacienda pública y favorecer intereses privados, empresariales y políticos, también.
La publicación en el New York Times de un documentado reportaje con datos, movimientos accionarios y relaciones familiares y políticas de José Murat y miembros de su familia (con el director del Infonavit en destacadas menciones) tampoco ha merecido mayor atención del gobierno priísta. Justamente lo que el trabajo del diario estadunidense establece como premisa es el flujo de dinero de políticos a través de empresas fantasma y las maniobras accionarias que permiten finalmente a esos políticos o gobernantes, por sí mismos o sus familiares, quedarse con bienes inmuebles de lujo. Como en el caso de los mexicanos involucrados en los expedientes de HSBC en Suiza, las autoridades se dan por satisfechas con la versión que los señalados aportan. Pero es evidente que no basta con la argumentación obviamente exculpatoria de los propios involucrados.
Pero, cuando la abultadísima baraja política necesita el sacrificio de alguna carta menor o caída en desgracia, el peso de la ley es implacable. Así ha sucedido en Guerrero con los indefendibles familiares del anterior gobernador, Ángel Aguirre Rivero, quien forcejeó en su momento con Los Pinos durante varios días tensos, cuando se le exigía su inmediata salida del cargo. Su hermano Mateo y su sobrino Ernesto, además de otras personas cercanas a Ángel, fueron detenidas por causas que pueden presumirse como ciertas (pues mucha gente en aquella entidad hablaba en privado del escándalo de los negocios familiares) e incluso solamente indicativas, no exhaustivas. Pero es evidente que su aprehensión tiene motivaciones políticas, no precisamente justicieras.
Las historias de los familiares coincidentemente enriquecidos a partir de la llegada al poder de uno de ellos son reiteradas y repetitivas en casi todos los estados del país (¿por qué el timorato columnista, tal vez ya vendido al poder, dice casi y no se atreve a la generalización absoluta?). No se diga en la cúspide del poder mexicano, la Presidencia de la República. Hermanos acusados de cobrar el diez por ciento en todo contrato o concesión oficial, que luego aparecen como si nada, con certificado judicial de inocencia inapelable y órdenes en proceso para devolución de las riquezas explicablemente acumuladas. Hijos de la esposa de un panista de supuesto cambio político liberador que acabaron henchidos de dinero, al igual que la pareja presidencial en mención, ya listo uno de los vástagos para pasar de la cámara federal de diputados a la presidencia municipal de la ciudad que no es Sahagún, pues ésta es michoacana y de la que aquí se habla es guanajuatense.
Y, en los tiempos actuales… de los tiempos actuales ya ni se dHiga nada.
El uso de la fuerza pública contra los infractores de la ley replegó ayer no a los saqueadores o los corruptos de élite, sino a los profesores oaxaqueños en demanda de pagos y prestaciones que la administración federal les escamotea a cuenta de la reforma administrativa impulsada en el terreno educativo. Primera acometida en forma de las policías federal y capitalina contra el movimiento magisterial en la ciudad de México, con saldo blanco pero también como aviso en forma.
La ovación como artículo de primera necesidad en la despensa de Los Pinos ha llevado a los cercanos al primer aplausofílico del país a suministrarle dotaciones proporcionalmente urgentes, con la esperanza de recomponer el ánimo del paciente. No sólo están los surrealistas mensajes electorales del Partido Revolucionario Institucional que otorgan aplausos de propaganda al sufrido pueblo al que la organización política responsable de muy buena parte de la desgracia nacional pretende reconocerle éxitos y logros (la soga de tres colores del mal gobierno en la casa del ahorcado al que se le aplaude su aguante en la viga). También se ha afinado la logística de los actos a los que asiste el mexiquense para que las multitudes congregadas en torno a algún programa asistencial o algún beneficio desde el erario coreen el nombre del político que luego no tiene quien le aplauda, aseguren sonoramente que tenemos Presidente (por si alguien lo dudara: dime de qué necesitas presumir y te diré de qué careces) y le prodiguen espontáneo chocar de palmas. La sonrisa del Residente de la RepúblHiga ha vuelto a instalarse en el reino. Y (todos) vivieron felices. ¡Aplausos!
Fue director del Centro de Inteligencia y Seguridad Nacional (Cisen) durante varios años del periodo calderonista y antes de ello fue directivo, como ahora lo ha vuelto a ser, de GEA Asociados, la polémica empresa de análisis y propuestas sobre política y economía que suele tener buenos entendimientos con los poderes del momento. Por ello es interesante lo que Guillermo Valdés Castellanos publicó en su más reciente artículo periodístico, denominado ¿Adónde nos llevan?: “…ya sea por una democracia débil o en peligro de regresión o por gobiernos semiparalizados por la desconfianza, el caso es que los ciudadanos dejan de creer en la posibilidad de cambiar las cosas por vías institucionales; no ven de dónde o quiénes puedan impulsar los cambios, si todos son parte del problema y a nadie le creen. Perdida la esperanza, las profecías negativas se hacen realidad”. ¡Hasta mañana! , Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx




Poner los bienes a nombre de familiares proporciona a los políticos una coartada perfecta: nada es mío, todo es de ellos. Es un truco legaloide muy gastado. Y más cuando los familiares esconden su identidad, o al menos intentan hacerlo, tras la fachada de compañías fantasmas. Que es de la suegra, que es del tío, que es del cuñado. Tendrán que utilizar los Murat –padre e hijo– mejores ardides para convencer de que lo que dice el New York Times que es suyo no lo es. Y aun cuando fuera cierto que las propiedades son de familiares, todavía éstos deberían explicar el origen del dinero. José Murat es recordado como estudiante pobre en la Facultad de Derecho, vamos, ni siquiera tenía automóvil, se transportaba en camión. Eso fue en los años 60. No se le conoce otra ocupación que la política. Follow the money, dicen los gringos. ¿Cómo amasó, con sus familiares, tamaña fortuna? Por lo demás, ni deberían preocuparse tanto. Aparte del quemón –¿qué le importa otra raya al tigre?– no sucederá nada. Tienen la fortuna de que en el gobierno no hay alguien con autoridad ética para pedirles cuentas. Quien esté libre de culpa que arroje la primera casa.
Totalmente… petróleo
¡Con qué facilidad brincan los funcionarios públicos al sector privado cuando se quedan sin chamba, llevándose información de enorme valor! Grupo Bal, del grupo del rey de la plata, Alberto Bailleres, informa que ha creado una nueva compañía, PetroBal. Se dedicará a la exploración y explotación de hidrocarburos. Estará encabezada por Carlos Morales Gil, ex director de Pemex Exploración y Producción hasta febrero del año pasado, renunció justo antes de que estallara el escándalo Oceanografía. Grupo Bal ha creado una nueva compañía que se va a encargar del negocio de exploración y extracción de petróleo y gas en México de cara a la reforma energética que se ha aprobado en el país, dijo un portavoz de la empresa. Grupo Bal agrupa a compañías de varios sectores: la aseguradora Grupo Nacional Provincial, la tienda departamental El Palacio de Hierro, las mineras Peñoles y Fresnillo –la mayor productora de plata del mundo–, y la casa de bolsa Valmex. Las mineras recibieron trato preferencial en la reforma: tienen la facilidad de explotar petróleo y gas shale sin muchos trámites.
Resbala el ex superpeso
El peso tuvo ayer su peor cotización desde el 11 de marzo de 2009. En ventanillas bancarias se cotizó hasta en 15.40 pesos por unidad, mientras que al mayoreo alcanzó los 15.15 pesos por dólar, de acuerdo con el Banco de México. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Banco Base, “la presión de hoy se debió a la situación de Grecia, donde se especula nuevamente que podría dejar la zona euro. En días pasados, Siller comentaba que el dólar podría llegar hasta los 15.60 pesos durante este año, sin embargo, su nuevo pronóstico es que puede deslizarse a 15.80 pesos en operaciones interbancarias durante 2015, que se traduciría en 16 pesos en ventanilla.
Y el oro negro
Ayer también fue un día sombrío para el petróleo. El WTI cayó 1.64 por ciento a 49.2 dólares por barril, y el Brent perdió 2.66 por ciento a 54.93 dólares por barril. En su pronóstico sobre el sector energético, Citigroup indica que es posible un derrumbe hasta 20 dólares, a pesar de que en los días recientes los precios han experimentado rebotes, cotizándose por encima de los 50 dólares. Este nuevo piso podría suponer el final de la OPEP. Y es que la producción de crudo en Estados Unidos no ha dejado de aumentar, Brasil y Rusia están extrayendo a niveles récord, al tiempo que los inventarios están al tope, señala Edward Morse, director global de materias primas de Citigroup. Tan solo esta semana aumentaron en 4.9 millones de barriles, por lo que continúa la sobreoferta. La mezcla mexicana cerró con 1.2 dólares de pérdida, a 45.37 dólares por barril.



Allá por julio de 1997, en apoteósico acto en Los Pinos, Ernesto Zedillo declaró oficialmente inaugurado el gran negocio privado de las pensiones en el país y presumió que esa vía era no sólo la gran solución social al México moderno de hoy, sino que se trataba de un sistema para el futuro, moderno, ágil, transparente y, sobre todo, justo.
Pues bien, 17 años después de que el Estado mexicano se lavó las manos en materia pensionaria y le armó un nuevo cuan jugoso negocio al capital financiero, el balance resulta aterrador: apenas cuatro de cada 10 mexicanos realizan aportaciones a los fondos para el retiro, y aquellos suertudos ya pensionados o que están a punto de estarlo reciben y/o recibirán una miseria.
De acuerdo con su informe 2014, enviado al Congreso de la Unión, la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), reconoce que 60 por ciento de la población del país se encontrará sin una prensión al momento de su jubilación, pues en México prevalecen sistemas de pensiones de reparto que son financieramente inviables y que consumen cada vez más recursos que debían destinarse a la inversión en bienes públicos y previene: Entre más tarde sea la reforma de dichos planes de pensiones, mayor será el costo para toda la sociedad en su conjunto (La Jornada, Víctor Cardoso).
Por el contrario, los golosos dueños de las 11 Afore en operación (de ellas tres concentran 57 por ciento del negocio, lo que indica el grado de concentración existente) son felices, porque en este negocio nunca pierden. Manejan activos cercanos 2.4 billones de pesos y, entre otras actividades, invierten los recursos de terceros en valores extranjeros e instrumentos en divisas y bursatilizados, y si hay pérdidas (o minusvalías como eufemísticamente le llaman) las asume el futuro pensionado, lo que da cuenta de lo justo (Zedillo dixit) que es el sistema. Él pone el dinero, pero no tiene derecho a decidir dónde o en qué se invierte, pero le endilgan toda la responsabilidad del quebranto.
Cifras de la Consar al cierre de diciembre de 2014 revelan que 49.8 por ciento del ahorro de los mexicanos, vía Afores, se destina a financiar al gobierno; 19.6 por ciento a deuda privada nacional; 17.2 por ciento a renta variable extranjera y 7.4 por ciento a nacional; el resto se distribuye entre deuda internacional, mercancías y estructurados. Así, los pensionados y los que en el futuro lo estén dedican sus dineros –la mayoría sin saberlo– a sacarle las castañas a quienes adujeron razones de justicia social para privatizar el sistema pensionario nacional.
Para dar una idea, de 1998 a 2007 los ingresos de las Afore por el cobro de comisiones se incrementaron a una tasa media de anual de 13.15 por ciento, de tal suerte que en el periodo ascendieron a 120 mil millones de pesos: las Afore acumularon utilidades netas por 28 mil 500 millones de pesos, mientras los trabajadores pagaron hasta 23 centavos por cada peso que aportaron para su pensión. En términos porcentuales, la utilidad neta de las Afore creció a una tasa media anual de 24.11 por ciento; mientras el rendimiento de las cuentas de los trabajadores apenas fue de 2.7 por ciento, una diferencia de nueve tantos a favor de las utilidades empresariales, de acuerdo con un análisis (mayo 2008) que sobre esta solución definitiva elaboró la Cámara de Diputados, por medio de su Centro de Estudios de las Finanzas Públicas.
Ahora, la Consar considera pertinente reformar los planes pensionarios, porque de otra suerte mayor será el costo para toda la sociedad. Entonces, con miras a lograr que el Legislativo ahonde en los cambios al sistema de pensiones, la institución hace referencia a un estudio donde se revela que a los niveles actuales de aportación y comisiones que cobran las administradoras de fondos para el retiro (Afores) un trabajador a su retiro sólo obtendría 60 por ciento de su último salario (ídem).
El sistema de Ahorro para el Retiro, asegura la Consar, se encuentra en buenas condiciones, pero requiere cambios más profundos que permitan la diversificación, flexibilización y mayor agilidad para las inversiones de las Afores con el fin de que se obtengan buenos rendimientos, sobre todo en lo que se refiere a la adquisición de valores extranjeros y en renta variable; la aportación obligatoria de 6.5 por ciento del salario base de cotización, señala, es una de las más bajas a nivel internacional, lo que sugiere que, aún con los más altos rendimientos y las más bajas comisiones, las pensiones al final de la vida laboral de los ahorradores podrían ser menores a lo deseado (ibídem).



El 14 de enero pasado el fiscal argentino Alberto Nisman acusó públicamente a la presidenta de su país, Cristina Fernández de Kirchner (CFK), de decidir, negociar y organizar la impunidad de los prófugos iraníes en la causa AMIA con el propósito de liberar a los acusados y fabricar la inocencia de Irán. Se refería al atentado perpetrado en julio de 1994 contra la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina, en el que murieron 85 personas, y al acuerdo firmado años después (enero de 2013) por los gobiernos de Teherán y Buenos Aires para establecer una comisión de la verdad que esclareciera de una vez por todas la culpabilidad o la inocencia de los ciudadanos iraníes señalados como responsables intelectuales del ataque, acuerdo que el fiscal consideraba una maniobra de encubrimiento. La acusación debía ser expuesta ante el Congreso cinco días después, el 19 de enero, pero unas horas antes de la cita, Nisman se encerró a piedra y lodo en su departamento y se disparó un tiro en la cabeza. De inmediato, la oposición oligárquica se lanzó sobre el gobierno y muchos, desde entonces, han estado buscando, por así decirlo, las huellas digitales de la presidenta en la pistola con la que el fiscal puso fin a su vida.



Cuando murió el artista plástico Melquiades Herrera en 2003, la pregunta que mucha gente se hacía era ¿qué pasaría con su prolífica, pero efímera obra? Casi el mismo día de su funeral, la revista Generación comenzó a preparar un número en homenaje, el cual coordinó el artista Martín González, y que fue presentado en una galería del Claustro de Sor Juana, que coordinaba Sol Henaro.
Al paso del tiempo podemos celebrar que existe ya un libro que reúne, a lo largo de 350 páginas, el resultado de una ardua investigación realizada precisamente por Sol Henaro y con el cuidadoso trabajo editorial de la empresa Alias, que dirige el también artista visual Damián Ortega, quien explica los objetivos de este bello volumen que se presentó hace unos días: Pretende registrar y poner a la vista una manera de hacer arte en México en los últimos tiempos, para evitar que una parte de esta historia se pierda. De alguna forma, la reunión del material ha implicado un deam- bular similar al del artista, siguiendo sus rastros y lugares familiares.




De acuerdo con un informe anual presentado ayer por la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (Consar), sólo 4 de cada 10 integrantes de la población económicamente activa realizan aportaciones a los fondos para el retiro; en consecuencia, el 60 por ciento restante carecerá de una pensión al término de su vida laboral. En el mismo documento el organismo advirtió que en el país prevalecen sistemas de pensiones de reparto que son financieramente inviables y que consumen cada vez más recursos que debían destinarse a la inversión en bienes públicos y señaló que entre más tarde sea la reforma de dichos planes en la materia, mayor será el costo para toda la sociedad en su conjunto.

Pide no dejar de vacunar a los niños
No es posible que esto pase en pleno siglo XXI. ¡Resulta que ya regresó el sarampión y te contagias en Disneylandia! Es increíble que en Estados Unidos haya gente que no quiera vacunar a sus hijos y que estas ideas se estén poniendo de moda en México.

En días pasados llegó a mis manos el libro De qué hablo cuando hablo de correr, del escritor japonés Haruki Murakami. La palabra sencilla y emotiva del autor trajo a mi mente un tema obligado en mi labor profesional y académica: la justicia. Fundamentalmente las implicaciones de la justicia en la vida cotidiana, entendida como el conjunto de virtudes que dignifican a quien las posee.

Está por verse cuál será la posición final del gobierno estadunidense ante la nueva fase de la crisis griega desplegada a tambor batiente con la victoria de Alexis Tsipras, abanderado de la oposición a las políticas de austeridad impulsadas por Bruselas con el respaldo de la canciller alemana, Angela Merkel y el Fondo Monetario Internacional, pero una declaración de Obama sub­rayando el derecho de Grecia a una solución que no sea la de perpetuar las obligaciones impuestas por Europa con magros resultados causó malestar en los círculos que se niegan a flexibilizar la doctrina oficial asumida como única alternativa. Al señalar que No se puede seguir exprimiendo a los países que están en medio de una depresión, Obama recordó sus propias divergencias frente a los planteamientos de quienes, con su ortodoxia y ausencia de fiscalización financiera, desbarrancaron la economía global a la gran crisis de la que Grecia resultó ser una de sus mayores víctimas. Estas diferencias, visibles en los resultados de las estrategias puestas en marcha, no son nuevas, pues enlazan con la memoria rooseveltiana, pero como reconoce Ashoka Mody, investigador de la Universidad Princeton, los comentarios de Obama representan un quiebre con la tradición de larga data de un silencio estadunidense oficial respecto de los asuntos monetarios europeos. Mientras que los académicos en Estados Unidos solían denunciar las políticas de unión monetaria de Europa, su gobierno siempre miró para otro lado. Y añade: el alejamiento de Obama de la insularidad intelectual de Europa es mucho más destacable porque incluso el Fondo Monetario Internacional ha cedido a la ortodoxia impuesta por Alemania (Project Syndicate).

Puedes engañar a algunos todo el tiempo; puedes engañar por algún tiempo a todos; pero no puedes engañar a todos todo el tiempo. Dedico esta aguda sentencia del presidente de Estados Unidos Abraham Lincoln al presidente Enrique Peña Nieto, cuya respuesta a la indignación de la opinión pública ante el evidente conflicto de interés en el que incurrieron él y su esposa al aceptar los regalos o los préstamos de casas de contratistas interesados, ha profundizado el disgusto en lugar de atenuarlo.

Se ha sostenido que, tras la derrota de su partido en las elecciones de medio término y de cara a los dos últimos años de su mandato, el presidente Obama decidió utilizar su iniciativa de presupuesto federal para el año fiscal 2016 –inscrita en un horizonte de largo plazo: un decenio– para definir los términos del debate en la campaña presidencial de 2017 y, de ser posible, imprimir una marca duradera en la orientación y contenido de la política económica de su país. El proyecto refleja las preferencias y prioridades presidenciales, sin mostrar gran preocupación por la escasa viabilidad de que el Congreso, con ambas cámaras dominadas ahora por el partido opositor, lo vea con buenos ojos, para no hablar de que lo apruebe. Dada la clara orientación redistributiva del gasto y el carácter progresivo de las modificaciones impositivas incorporadas al proyecto, que intenta revertir la tendencia hacia una mayor desigualdad –evidente en lo que va del siglo y agudizada en lo que va del decenio–, se ha dicho también que, al formular tal proyecto, el presidente había vivido su momento Piketty.

La inteligencia y prudencia de Vladimir Putin y de la diplomacia rusa, y la exitosa contraofensiva militar de las repúblicas populares de Donietsk y Lugansk, han sido las que finalmente empujaron a viajar a Moscú a la canciller alemana, Angela Merkel, y al presidente francés, Françoise Hollande. Cinco horas con el presidente ruso condujeron a la reanudación del fenecido proceso de paz de Minsk, capital de Bielorrusia.
Luego del triunfo electoral de una fuerza reconocidamente de izquierda, que conquistó el voto popular suficiente para dirigir el gobierno con un programa basado en privilegiar la recuperación de la capacidad adquisitiva de la mayoría de la población, las opiniones de los analistas políticos eran coincidentes en la pertinencia de la propuesta política de Syriza. Dos semanas después, ese respaldo generalizado empieza a desmembrarse. La razón de este cambio de opinión se ubica en el reconocimiento de las dificultades para negociar las propuestas griegas, que ahora se les denomina populistas. El asunto de fondo es la supuesta disyuntiva entre las posibilidades reales frente a proyectos que, aunque pudieran ser convenientes y necesarios, si se instrumentan pueden generar desequilibrios en variables económicas fundamentales.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario