1/03/2017

Los periodistas pal café. . . .



Comienzan a superar su estupor las familias y las empresas mexicanas y a manifestar su repudio al gasolinazo. En medio de las contradictorias declaraciones oficiales, dos puntos se perfilan con claridad:
1) El gobierno necesita remplazar el dinero que le generaba el petróleo porque ya no cuenta con el de Pemex; cayeron precios y exportaciones, y está privatizándolo.
2) Adelantó un año el gasolinazo porque espera que la gente lo olvide, y que no le cueste en votos de rechazo en las elecciones presidenciales de 2018.
Cunde el descontento
Ayer continuaron las manifestaciones y los bloqueos carreteros, de norte a sur del país.
Oaxaca: Con cacerolas, ciudadanos y activistas del Partido del Trabajo protestaron frente al SAT.
Puebla: Con el grito Traición a la patria, ciudadanos se manifestaron en el Parque Juárez. Según Pemex, es el único estado que sufre desabasto.
Morelos: Transportistas bloquearon una planta de Pemex; marchas en Cuautla, Tepoztlán y Jojutla; bloqueo carretero.
Guadalajara: Manifestaciones en la glorieta Minerva.
Chihuahua: Integrantes de la Alianza Mexicana de Organizaciones de Transportistas bloquearon dos carriles de la carretera Chihuahua-Ciudad Juárez, paralelo a marchas en la ciudad.
Estado de México: la carretera México-Toluca fue bloqueada y liberada horas después, tras la intervención de la Policía Federal y la detención de al menos cinco personas.
Ciudad de México: fue tomada la estación de Hidrosina de Paseo de la Reforma e Insurgentes; en el Hemiciclo a Juárez también se registraron protestas.
¿Tú también, Mancera?
El secretario de Movilidad de la Ciudad de México, Héctor Serrano Cortés, dice que el ajuste a las tarifas del transporte público concesionado será sólo para compensar el incremento al precio de la gasolina, a fin de garantizar la operación de las unidades, pero sin lastimar más los bolsillos de los capitalinos. Seguramente lo vamos a tomar como un cariñito.
Trump y las remesas
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La fábrica de pobres –nuestros paisanos que sostienen a sus familias desde Estados Unidos– trabajó tiempo extra el pasado noviembre. Sus envíos sumaron 2 mil 363 millones de dólares, 24 por ciento más que el mismo mes de 2015, de acuerdo con un flash del departamento de análisis de BBVA-Bancomer. Observación importante: De llevar a cabo (el presidente electo Trump) las restricciones al envío de remesas: a) Pasaría una ley que obligaría a las instituciones remesadoras a verificar el estatus migratorio de sus clientes, y b) Buscaría la forma de gravar con algún tipo de arancel el envío de remesas desde Estados Unidos hacia México, y posiblemente también a Latinoamérica. Las consecuencias para millones serían desastrosas. En el acumulado del año, las remesas globalizan 24 mil 625 millones de dólares, 9.04 por ciento más que de enero a noviembre de 2015. Faltan los datos de diciembre.
¿Y el dólar?
El primer día de operaciones del nuevo año CitiBanamex y BBVA-Bancomer estuvieron vendiendo el dólar a más de 21 pesos. ¿Bajará? Esto dice The Wall Street Journal: Mientras que el alza del dólar representa una de las señales más visibles de un creciente optimismo en la economía estadunidense, para muchos países significa problemas. Según el diario financiero, para numerosos analistas, el dólar seguirá fortaleciéndose en 2017, para extender la ganancia que ha impulsado su valor en más de un tercio desde 2011. La proyección de la Reserva Federal de tres incrementos más a sus tasas de interés lo convierte en un producto aún más atractivo para los inversionistas, que están optando por sacar su dinero de otros países para colocarlo en bonos del gobierno de Estados Unidos. Moraleja: el dólar puede dispararse a 23 pesos o más.



La primera vez que se escuchó la cantaleta fue en 1982, con Miguel de la Madrid en Los Pinos: para corregir el desequilibrio financiero del sector (público) se decidió revisar la política de precios de venta de los energéticos en el país, para abatir los subsidios indiscriminados que provocan un consumo dispendioso de energía. Por lo mismo, el gobierno tuvo que ajustar (aumentar) el precio de los productos petrolíferos. Y lo hizo: de un plumazo, 50 por ciento de incremento, porque actuar de otra manera, según dijo, hubiera implicado reducir aún más el presupuesto y alimentar las tendencias recesivas, ya de por sí presentes en la economía.
De entonces a la fecha, el precio de la gasolina se ha incrementado 92 mil por ciento y el del diésel 174 mil por ciento (las cifras son de Pemex), y a lo largo de tres décadas y pico lo primero que dice el gobierno a la hora de aumentarlos (algo por demás recurrente) es que se trata de abatir los subsidios indiscriminados. Ello con una inflación acumulada de 56 mil por ciento en el mismo periodo.
Lo peor del caso es que en esos 34 años, con combustibles cada día más caros, los recortes presupuestales han sido el pan de cada sexenio, y lo mismo en cuanto a las tendencias recesivas. Y todavía el gobierno federal exige a los consumidores que no se asusten (Meade dixit) por los aumentos (los de los combustibles en sí y los que generará tal decisión), porque en realidad de lo que se trata es de incentivar las inversiones.
Pero el reciente macrogasolinazo decretado por el gobierno peñanietista también trae a la memoria otro historia parecida: cuando Carlos Salinas de Gortari privatizó Telmex (con enormes utilidades por esos ayeres) a favor de Carlos Slim y su grupo de inversionistas, el gobierno federal decretó un mega aumento de tarifas telefónicas (algo así como 125 por ciento de un solo golpe) días antes de entregarle la empresa a quien se convertiría en el hombre más rico del mundo, siempre para, según dijo, eliminar los subsidios,lograr una expansión eficiente de la empresa y proveer las bases para una sana competencia en la prestación de los servicios.
Eso fue en diciembre de 1990. Y ahora, privatizado el mercado energético, el gobierno peñanietista decreta, de entrada, un aumento hasta de 24 por ciento en el precio de los combustibles justo días antes de que inicie el respectivo negocio privado, con todo y que en los dos últimos años (2015-2016) ni lejanamente subsidió una gota. Por el contrario, en ese lapso obtuvo ingresos adicionales cercanos a 500 mil millones de pesos (la cifra es de Hacienda), producto (¡sorpresa!) del cobro del impuesto a las gasolinas y el diésel.
El problema, pues, son los subsidios, según la versión oficial. Pero cuando en 1982 Miguel de la Madrid anunció un aumento de 50 por ciento en el precio de los combustibles, la elaboración interna de gasolinas era de 348 mil barriles por día y de 231 mil para diésel. En ese entonces un litro de gasolina (Nova) se vendía al equivalente actual de dos centavos y el de diésel a uno.
Treinta y cuatro años después (cifras a noviembre de 2016, y son de Pemex), la citada elaboración diaria a duras penas alcanza 254 mil barriles de gasolinas y 160 mil de diésel, es decir, 27 y 30 por ciento menos, respectivamente, que en 1982 con un parque vehicular exponencialmente mayor al de ese año. Y ahora las gasolinas se venden hasta en 18.40 pesos por litro y el diésel hasta 17.39, y las importaciones de combustibles han crecido de forma exorbitada, porque al gobierno federal no le dio la gana de invertir un solo centavo en nuevas refinerías (de hecho cerró una, la de Azcapotzalco, en 1993), porque, según su versión (repetida de Miguel de la Madrid a Felipe Calderón), sería un grave error construir refinerías en el país, pues no es, financieramente, un buen negocio.



De manera irreversible el gas LP tendrá un incremento de precios semejante al de la gasolina a lo largo de los próximos meses, para situarse entre 15 y 17 pesos por kilo. El efecto negativo en la inflación y en el nivel de vida de la población será igual o mayor al de la gasolina, ya que más de 80 por ciento de las familias mexicanas utilizan este energético.
El gobierno, para tratar de cuidar su imagen ya de por sí muy deteriorada, le echará la culpa del aumento a las más de 350 empresas privadas que distribuyen el gas LP, a la situación internacional y a la liberación del mercado, que utilizará mañosamente para recaudar más impuestos.
La razón del fuerte incremento en los precios de los energéticos es la mala situación financiera y fiscal de nuestro gobierno. El Presidente y su equipo no han tenido la capacidad de abrocharse el cinturón, como sí se lo exigen a la población, y gastan más de lo que reciben. A lo largo del sexenio, año con año la administración pública ha gastado más dinero del que le aprueba el Congreso, lo que a todas luces es irregular.
En estas condiciones, no sólo desaparecen los subsidios a los energéticos, sino que el gobierno cobra impuestos especiales crecientes a los hidrocarburos, que ya se sitúan entre los más altos del mundo, para tratar de equilibrar las deterioradas finanzas públicas.
A partir de 2017 los consumidores deben pagar el precio real del gas LP, que implica tomar como base los precios de referencia internacionales (Mont Belvieu) que se encuentran a más de 60 centavos de dólar por galón, el IVA y los impuestos especiales (que pueden llegar a 50 por ciento del precio del producto), los gastos del transporte a cada región, los costos de los suministradores para la renovación de la flota de camiones, de cilindros y de la capacitación de su personal.



Aguascalientes inicia el año con la renovación de sus 11 ayuntamientos. En la capital se concentra 80 por ciento de la población; quizá por eso el relevo más importante es la llegada de María Teresa Jiménez, panista que, de entrada, continuará los programas exitosos de la anterior administración, como el Miércoles Ciudadano, que consiste en sacar a los funcionarios de sus oficinas y exponerlos en el patio del palacio municipal.
La nueva alcaldesa retomó esta idea al rendir protesta, cuando anunció que su gobierno será humanista y se acercará a los ciudadanos, y no al revés.
La mayoría de las personas que acuden al Miércoles Ciudadano buscan descuentos a los cobros de servicios públicos. Los funcionarios municipales se sientan a escuchar toda la mañana a los solicitantes, detrás de mesas de plástico y rodeados de reporteros. Un gobierno humanista y cercano a la gente tendría una política de puertas abiertas todos los días, no uno solo a la semana.



Llegamos a la hermosa plaza de Amecameca; tenemos cita con Antonino Campos, a quien conocimos en la Escuela Nacional de Trabajo Social; representa a un grupo de productores de maíz que conservan sus semillas y cultivan maíces con granos de diversos colores: rojos como el granate, naranjas, azules, pintos, negros.
Hay maíces de granos anchos y planos; otros son alargados. Se distinguen los que son traslúcidos de los opacos. El más frecuente es el maíz palomo; su nombre lo delata, es blanco y muy apreciado para hacer masa de nixtamal para tortillas. Los azules son blandos; pueden utilizarse también para tortillas o para hacer pinole.
Don Antonino nos lleva a casa del señor Gabino Mendoza, en Huhuecalco, a unos minutos de Amecameca. En la zona se producen 2 mil 800 toneladas anuales de maíz. En la casa todo es actividad. A la entrada, en el patio, se encuentra un harnero con su marco de madera. Ahí se vierte el maíz ya desgranado con la ayuda de las oloteras, y se cierne para retirar pequeños fragmentos que se quedan adheridos a los granos. En un cuarto o bodega, las mazorcas se separan de sus hojas y éstas se clasifican para la venta.



Muchos y muy significativos fueron los sucesos que rondaron los terrenos del jazz en 2016. En nuestro entorno, uno de los más sólidos y vitales fue la publicación en español de El nacimiento de Kind of Blue, obra maestra del jazz, un libro publicado por Eric Nisenson en 2000 bajo el título de The Making of Kind of Blue, Miles Davis and his Masterpiece, obra fundamental que se suma a la amplia bibliografía que ha circulado y circulará alrededor de del trabajo de Davis en todo el planeta. De hecho, el historiador, periodista y productor Ashley Kahn publicó también un libro dedicado íntegramente a este disco.



Al incremento en los precios de las gasolinas implantado desde el primer día del año se han sumado los del transporte carretero, el gas LP y, según el anuncio hecho ayer por la Comisión Federal de Electricidad (CFE), de las tarifas eléctricas industriales y domésticas de alto consumo. En los posicionamientos oficiales sobre las razones para desatar una espiral inflacionaria en el momento económico más inoportuno e incierto ha faltado coherencia y verosimilitud y, como resultado, se multiplican las expresiones de protesta en distintos puntos del territorio nacional y los reclamos empresariales y gremiales.

El PRI, 4 años saqueando al país y aún le quedan dos
No hay justificación que valga ni legitimidad que soporte un aumento en gasolinas cuando existe una voraz corrupción en tomas clandestinas de todo tipo, desde ductos de gasolina para los líderes y sus cuates, hasta el saqueo descarado e impune de todos los Duartes, Yunes, Moreiras, Montieles, Yarringtons, y siga usted la larga lista de la impunidad, más lo que se acumuló en la semana (solo ocho de ellos suman más de 200 mil millones de pesos).

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John Berger en el caracol de Oventic 
Foto Víctor Camacho
Alguien pregunta: ¿todavía eres marxista? Nunca ha sido tan extensa como hoy la devastación ocasionada por la búsqueda de la ganancia, según la define el capitalismo. Casi todo mundo lo sabe. Cómo entonces es posible no hacerle caso a Marx, quien profetizó y analizó tal devastación. La respuesta sería que la gente, mucha gente, ha perdido sus coordenadas políticas. Sin mapa alguno, no saben adónde se dirigen.
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Todos los días, la gente sigue señales que apuntan a algún sitio que no es su hogar, sino a un destino elegido. Señales carreteras, señales de embarque en algún aeropuerto, avisos en las terminales. Algunos hacen sus viajes por placer, otros por negocios, muchos motivados por la pérdida o la desesperación. Al llegar, terminan por darse cuenta de que no están en el sitio indicado por las señales que siguieron. Donde se encuentran tiene la latitud, la longitud, el tiempo local y la moneda correctos, y no obstante, no tiene la gravedad específica del destino que escogieron.

Pasada una fracción infinitesimal de tiempo después de las 24 horas del pasado 31 de diciembre, llegó un nuevo año. La gente en casi todo el mundo brinca, el alborozo se desborda, las emociones estallan, todo mundo se abraza y se desea lo mejor de lo mejor. Estos ritos son buenos, nos dan alegría y vivimos una pizca de tiempo de felicidad con quienes nos rodean. Pero este rito nada cambia, dice Perogrullo. El 1 de enero México era idéntico al que era el 31 de diciembre.

En 1900, en el mismo corazón de París se alzan los fastuosos escenarios que dan cabida a la Exposición Universal, extendidos desde los Campos Elíseos al Campo de Marte, el Sena de por medio; y entre la multitud de construcciones levantadas para la ocasión hay unas provisionales, que simulan palacios de marajás de India, catedrales góticas, pagodas chinas, castillos medievales y aun otras, atrevidos edificios de vidrio y hierro, como el Grand Palais y el Petit Palais, que habrían de quedarse hasta hoy como ejemplos cimeros de aquellos fastos.

“Definitivamente, no nos quieren indios, nos prefieren muertos”, soltó Anabella Carlón Flores. Y añadió: México tiene sólo leyes bonitas, pero no se aplican.

Conocí a John Berger cuando tenía 24 años. Leerlo fue para mí una sacudida. Su mirada conectaba lo político, el arte, lo poético y lo social de una manera que yo nunca antes había visto y que nunca después he vuelto a ver. Los libros de John dotaban de sentido a un mundo que, en mi juventud, estaba desprovisto de veredas que trazasen los caminos de la resistencia.

En esta fascinante, intensa y gélida ciudad, la temporada de fin de año está marcada (como el resto del año, de hecho) por la abundancia musical; específicamente, hay una sobreoferta de conciertos navideños que van desde los más chabacanos caballitos de batalla del repertorio gringo hasta innumerables versiones del Mesías de Händel y variadas puestas en escena del Cascanueces de Chaikovski. Más allá de la discusión de los valores (o falta de ellos) de algunas de estas músicas, lo cierto es que se han vuelto lugares comunes de época; siempre he sostenido que lo único peor que la Navidad es la música navideña. Sin embargo, aquí en Nueva York sí hay alternativas musicales más que viables para despedir el año, y la Sociedad de Música de Cámara del Lincoln Center propuso una, irresistible e insuperable: una sesión con los seis Conciertos de Brandeburgo de Johann Sebastian Bach, presentados en el Alice Tully Hall.

Cuando José Juan Tablada (nos hemos referido ampliamente a ese episodio, sobre todo Luis Rius Caso y yo misma) escribió el artículo titulado JC Orozco, el Goya mexicano, el maestro jalisciense se sintió desilusionado; dijo textualmente en inglés: Yes, of course is a great honour, but I am very, very tired of it. De modo que la analogía existía desde antes, como también el influjo consciente de Goya en varias latitudes, basta ver o haber visto la exposición Otto Dix en el Museo Nacional de Arte para aquilatarlo.

¿Cuál es el camino que debe seguir nuestro país para avanzar hacia mayores niveles de desarrollo económico y bienestar social? Esta es una de las preguntas que nos hacemos cada día muchos mexicanos desde muy distintos lugares. Pero, como lo muestra la experiencia internacional, el avance en la economía y la mejora en la calidad de vida de la población tiene hoy como componente indispensable la articulación de la actividad económica con la ciencia, la tecnología y la innovación (CTI). México todavía tiene la posibilidad de subirse a la dinámica de la llamada economía del conocimiento, aunque quizá se encuentra ante la última oportunidad para lograrlo. Lo anterior es una parte del análisis realizado por el doctor Enrique Cabrero Mendoza, director general del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt), en una mesa redonda realizada el pasado 8 de diciembre en la Academia Mexicana de Ciencias.

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