Pedro Echeverría V.
1. No me cansaré de propagar para el mundo, la terrible injustica y desigualdad que desde hace un siglo se sigue viviendo en México. Los gobiernos del PRI, PAN, PRD, y hoy de Morena, desde 1920 (por lo menos) en vez de frenarla la hacen más grande. El 80 por ciento de la población –reconocido en estadísticas- ha vivido entre la pobreza, la miseria y el hambre; sólo el 20 por ciento se mueve entre clases medias y el 1 por mil concentra las riquezas que se producen en el país.
2. Todos los gobiernos de México –sin excepción- han estado al servicio de la clase capitalista. Uno o dos de ellos, de los 20, hicieron algunos esfuerzos por hacer una política independiente, pero sólo hicieron el ridículo porque la clase dominante les dio un “jalón de orejas”. Llegaron a la conclusión de que era más fácil someterse. Por ello, cuando hoy se escucha hablar a todos los políticos que alguna vez han sido gobierno, sobre todo hablar de decencia, dan ganas de vomitar.
3. Un trabajador gana el cinco por ciento de un político que gana 100 mil pesos (¿No se recuerda acaso que el presidente AMLO dijo que ganaría unos 105 mil y ahora milagrosamente (sin inconformarse él) ha pasado a 174 mil? ¿Es que tampoco AMLO tiene llenadera? Hace menos de un mes en un artículo propuse que AMLO fijara su salario a 100 mil y que sea la medida para mirar a otros. Hoy se informa que hasta sus antiguos ayudantes cobran 166 mil al mes.
4. No sé cuánto cobran al mes los 500 diputados y los 300 senadores que, sumados a otros 10 mil funcionarios, además de asesores, representan un gran desfalco a la nación que hace más grande la miseria y el desempleo. La población no se da cuenta, pero los pocos que podemos hacer algo debemos insistir en llamados para adquirir conciencia y levantarse en gigantescas protestas independientes y autogestivas en la calles, campos, fábricas y escuelas. ¡Basta ya!
5. ¿Con qué cara, que no sea de demagogo, de hipócrita, pedir que los ladrones del INE, de la suprema corte y otras se bajan el salario si AMLO comenzó con 100 mil y ahora está en 174 mil? Lo que sucede es que la población –que siempre le ha valido un carajo la política, que la odia- no se entera de lo que sucede. Más aún hay organizaciones sociales como la CNTE, los padres de los 43, etcétera, que están a punto de ser enterradas porque ni siquiera les dan el oportunista diálogo.
6. En estos días sólo aplaudiría a los valientes que tiraron la vergonzosa estatua de AMLO en Atlacomulco, como he aplaudido con fuerza el bombeo de la de Fox en Veracruz, la de López Portillo en Campeche, la de Miguel Alemán en Ciudad Universitaria. Todas las estatuas deben desaparecer, así como las bardas, videos, canciones que, mediante pago y promesas de diputaciones, senadurías y gubernaturas, están impulsando los oportunistas. (1/I/23)
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