12/30/2022

“Presidencialismo”: régimen de orden y mando; los otros poderes sólo son de nombre. Quejarse es pusilánime

 

Pedro Echeverría V.

1. Vi hoy una nota en la que el presidente López Obrador se quejaba con reclamo: “¿Por qué a mí me reclaman todo habiendo otras dependencias como ministerios, jueces…?”. La realidad es que me dio risa porque él (AMLO) sabe más que nadie en México que toda la historia del país, por lo menos desde 1917, ha estado regida por el régimen presidencialista y que el dominio de los mandatarios en gobiernos del PRI, PAN, PRD, a todas las instituciones ha sido absoluto. Los presidentes han dominado de manera absoluta los tres poderes y, ante ello, también los empresarios han estado en el juego dejándose guiar.

2. Desde que López Obrador intervino en EEUU para liberar al general súper mafioso, el tal Cienfuegos, mandé radicalmente al carajo a AMLO. Tenía muchas dudas de su gobierno blandengue, pero al liberar al mafioso militar estuve seguro que era un gobierno burgués, capitalista, como los anteriores. Entendí también que el presidente era un papanatas subordinado al ejército y por ello nunca concluyó investigación alguna sobre la matanza de 45 indígenas en Acteal Chiapas ni de 34 estudiantes normalistas de Ayotzinapa. Puta, ahora quieren cubrirse de gloria persiguiendo a los que asustaron al derechista Ciro.

3. El gobierno mexicano lleva un siglo por lo menos, de ser presidencialista; una “dictadura presidencial” que ha hecho y deshecho en política, economía y en lo electoral. Nadie puede afirmar o demostrar que en México ha existido eso que llaman “democracia” en lo electoral, dado que todos los candidatos a presidentes han sido impuestos por los presidentes de la República en funciones asociados con los empresarios. Los votos del llamado pueblo han sido depositados con acarreo respaldados con dinero y regalos, compra/votos por todos los partidos; se ve con claridad que AMLO irá por el mismo camino.

4. En las candidaturas presidenciales del PRI sólo se hablaba de cinco o seis candidatos posibles, pero ninguno hizo campaña personal. Todos tenían que esperar nerviosos el aviso del presidente allí por septiembre u octubre del año anterior a la elección. El presidente antes consensaba con los empresarios y hasta con la embajada yanqui porque en la campaña de repartición de dinero destacaban los empresarios. Hoy, al hacer muy evidente AMLO a la candidata, un año antes se están pintando bardas, haciendo videos y canciones bien pagados. Se dice que por una barda se da la presidencia municipal, por dos bardas una diputación estatal; así suben los compromisos.

5. Pero jamás debe olvidarse que el presidencialismo manda y vuelve a mandar. El presidencialismo dominó en EEUU y es manifiesto en gran parte de los países del continente americano en donde los otros dos poderes: el legislativo y el judicial, funcionan subordinados al presidente. A mí no me disgustaría un presidencialismo si estuviera al servicio de los oprimidos, de los explotados, de los pobres y miserables. Pero si está al servicio de los ricos y sectores de derecha que siempre han sido ladrones y asesinos, mi obligación en vida es combatirlos con lo que pueda y como quiera. AMLO siempre ha tenido miedo, aunque no que le digan que es igual a sus antecesores. (30/XII/22)

http://pedroecheverriav.wordpress.com

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