12/18/2008

La mujer desde la mirada de cineastas latinoamericanas


En La Habana, XXX Festival Internacional del Nuevo Cine

De la redacción

México, DF, 17 dic 08 (CIMAC).- Las cineastas venezolanas Andrea Herrera, Anabel Rodríguez y Silvia Ríos presentaron en La Habana un filme sobre el desarraigo de los seres humanos y la responsabilidad ante la vida, el cual tiene como eje tres historias de mujeres.

En Conferencia de prensa efectuada en el salón Taganana del Hotel Nacional de La Habana, las realizadoras declararon que su historia está inspirada en una película cubana del también joven cineasta Pavel Giroud: Tres veces dos.
La cinta de las jóvenes cineastas compitió como ópera prima en el XXX Festival Internacional del Nuevo Cine Latinoamericano, con sede en esta capital, hasta el viernes de la semana pasada, ante una veintena de otras películas de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Guatemala, México, España, Uruguay, Francia y Alemania, informó el especial de Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.
Bajo el título de 1, 2 y 3 mujeres, el filme narra las historias de Eloína, una humilde auxiliar de limpieza de un bufete de abogados; Rosario, que viaja por vez primera a Caracas y le suceden cosas imprevistas, y Gregoria, quien vive en una vieja casa en el interior del país. Todas deben tomar decisiones que afectarán su vida.

El filme fue bien recibido por el público habanero, lo que fue muy satisfactorio para las novatas realizadoras, quienes están de acuerdo en que la mera aceptación de los cinéfilos de este país implica de hecho un premio importante.
“Es conmovedor el público habanero y cómo comentan sobre las películas, con qué profundidad y con qué dominio sobre cinematografía”, dijo Andrea Herrera.
“Nunca he vivido algo como lo visto aquí, pues en La Habana las filas de personas son interminables y aplauden la cinta si les gusta o se paran y se van si no les gusta”, destacó Silvia Ríos.

"Yo digo que si los santos me dan fuerzas y me abren caminos para hacer otras películas, no estaré jamás satisfecha si antes no se estrena aquí, porque la gente de este país posee una cultura de cine increíble", agregó.

LA CINTA CORDERO DE DIOS

Otra directora de cine en la región que parece confirmar el papel cada vez más preponderante de la mujer en el séptimo arte, es la joven argentina Lucía Cedrón, quien trajo al festival del celuloide la cinta Cordero de Dios, basada en el secuestro de un anciano en Buenos Aires, en plena crisis económica nacional.
La sinopsis de Cordero de Dios parece sacada de esas noticias frecuentes que todavía hoy estremecen la vida de muchos países latinoamericanos, flagelados por olas de secuestros que marcan la tragedia en este continente.
Cordero de Dios ganó el concurso de guión en una pasada edición del Festival de La Habana y la idea original nació en Cuba, según declara Lucía: "Se gestó durante los ocho meses que viví aquí gracias a un taller impartido por Eliseo Altunaga, mi mentor, en la Escuela Internacional de Cine de San Antonio de los Baños.

“Fue algo que me saqué de adentro y me permitió tomar conciencia de la necesidad de plantearse interrogantes sobre el silencio como mero acto de amor y la legitimidad de callarse o no ante un ser querido sólo por evitarle una infelicidad”, dijo.

Esta realizadora recordó que fue en Cuba donde descubrió su vocación de cineasta y tuvo a su primer maestro y mentor en el séptimo arte.

Lucía Cedrón precisa que Cordero de Dios tiene una estructura de thriller policial, “aunque la trama es tan profundamente dramática y humana que va más allá de cualquier género y se inscribe entre los filmes que cuentan realidades dolorosas de los países latinoamericanos”.

La cinta se estrenó con anterioridad en el festival de cine de Rótterdam (Holanda), luego en Francia y ahora en La Habana, aunque en su opinión “ningún público semeja al cubano, capaz de valoraciones verdaderamente sorprendentes sobre las películas. Es un jurado infalible y ellos son, primero que nadie, quienes dictaminan con un acierto estremecedor y con una cultura cinéfila alucinante”, señaló.

Cordero de Dios cuenta cómo Guillermina, la nieta del secuestrado, pide ayuda a su madre, Teresa, quien vive en Francia. A partir del reencuentro, ambas reviven dolorosos hechos del pasado, cuando Teresa fue secuestrada por fuerzas parapoliciales y Arturo quedó a cargo de su nieta.

En la película se profundiza en las circunstancias de la intervención del abuelo en la liberación de Teresa en 1978.

Las cineastas presentaron sus cintas en el apartado de ópera prima y continuarán filmando las realidades de ese mundo que todavía precisa de una mayor comprensión y trato equitativo hacia ellas, como un deber al cual nunca renunciarán, comenta el especial de Prensa Latina Mujeres del Tercer Milenio.
08/VRI/CV

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