3/06/2009

Al borde del abismo



Dos helicópteros sobrevuelan todo el día arriba de un hotel en Ciudad Juárez. Abajo se lleva a cabo una reunión sobre seguridad donde se revisaría la estrategia de un operativo en contra del crimen organizado donde participan dos secretarios de estado, autoridades policíacas, un gobernador y un alcalde.

El montaje no podía ser más inútil. El resultado anunciado fue que se incrementaría el número de agentes que el gobierno desplegaría en la ciudad. Los criminales responderían con energía y sin titubeo.Encerrarse en un hotel y rodearse de un gigantesco dispositivo de seguridad demuestra el nivel de miedo que tienen los políticos. Pero lo lleva a uno a preguntarse sobre lo ilógico de los detalles:

¿A suerte de que el gobierno se reúne en hoteles? Es mas barato hacerlo en las dependencias oficiales donde además se puede asegurar la seguridad sin desquiciar a la ciudad, claro que entonces no pueden demostrar el equipo del que disponen aunque lo usen de una manera ineficiente.

El gobierno cree que los problemas se resuelven con montajes y por eso se esmeran en arman actuaciones como la vista en Juárez. Despliegue militar excesivo, desquiciamiento de la ciudad, molestia generalizada y todo para que la gente crea que están haciendo algo. Tuvo tan poca eficacia la cumbre que llamó más la atención una amenaza de bomba en el aeropuerto con el subsecuente desquiciamiento de vuelos y justo bajo las narices de los militares que habían sellado esa parte de la ciudad. Y para que no quedara la menor duda del poco impacto que tenia el numerito al día siguiente se registraron 20 muertos en Chihuahua. El crimen organizado le dijo al gobierno que se pasa por el arco del triunfo sus desplantes.

Depender de los montajes escenográficos gubernamentales produce déficit de credibilidad que se agrava por la falta de eficacia al gobernar, es así que mientras el gobierno pierde credibilidad los narcos la ganan, en parte porque ellos cumplen mientras que el gobierno promete, los criminales no requieren de demagogia mientras que el gobierno no puede existir sin ella. Los criminales no necesitan la foto para demostrar su presencia y los políticos no pueden vivir sin ella.

Y sin embargo al gobierno mexicano le consume la existencia demostrar que no encabezan un estado fallido, diagnóstico que salió de Estados Unidos.

La provocación estadounidense tiene una base incorrecta. México no es un estado fallido sino que el país se encuentra al borde del abismo y sobran los que hacen todos los esfuerzos para movernos un paso adelante. Parte de la falla teórica consiste en que se confunde la condición de gobierno fallido con el hecho de que el manejo del país este en las manos de una bola de incompetentes que no encuentran la manera de demostrar que si funcionan. Ya se esta haciendo costumbre que en febrero el presidente le llame la atención a su gabinete pidiéndoles que se pongan en los zapatos de la gente, pero sus secretarios en lugar de trabajar prefieren involucrarse en escándalos de alcoba, guerras de grabaciones y declaraciones contradictorias que demuestran su poco oficio como gobernantes. Frente a la ineficacia como gobernantes buscan la exposición mediática.
El evento de Juárez aunque mal manejado tenía importancia. El tema de la seguridad es fundamental para la conducción de los asuntos públicos y privados, hoy ya afecta la economía y con el se demuestra el fracaso estrepitoso del gobierno. Pero también en otras áreas se comparte la ineficacia.

En el terreno económico el gobierno ha demostrado no saber actuar a tiempo y cuando lo hace usualmente es mal y a destiempo. Se registran subejercicios en el gasto público y manejos erráticos del dinero. Impera la filosofía de hacer recaer el peso del gobierno sobre las espaldas abrumadas de los contribuyentes y se hunde al mercado con exceso de impuestos, mientras que el dinero recaudado entre al hoyo negro la ineficiencia gubernamental.

Las decisiones ruinosas están propiciando demandas sociales y conflictos generalizados en diversas actividades (agricultura, ganadería, transporte, pesca) sin embargo el gobierno parece haber entrado en una suerte de autismo.

El sistema educativo esta abrumado con carencias y sometido a politizaciones innecesarias que solamente retrasan la recuperación. El gobierno busca discusiones teóricas en lugar de cursos de acción eficaces.

Hay rezagos abrumantes en la formulación de la política energética y la condición ambiental se deteriora y hasta el grado que se plantan millones de árboles inadecuados que se secan prematuramente. Pero en lo que no hay ineficiencia es en la corrupción. Hoy el asalto a los recursos nacionales se ha elevado a niveles que creíamos superados, con recursos viejos se apoderan de la riqueza nueva. Para el abuso personal y familiar demuestran ingenio y dedicación y mientras el país se hunde los vívales (consejeros del IFE y magistrados de la suprema corte) se ponen a salvo.

Samuel Schmidt <schmidt@mexico.com>

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