Utopía
Eduardo Ibarra Aguirre
Resulta completamente normal que Enrique Castillo Sánchez Mejorada, presidente de la Asociación de Bancos de México, defienda los intereses de éstos frente a los integrantes de las comisiones dictaminadoras de 11 iniciativas de la Cámara de Senadores, que buscan regular el comportamiento de la banca que, como es sabido, con unas cuantas excepciones es trasnacional y voraz, como casi todas las 200 dueñas de la aldea global.
El empleado mayor de la ABM alegó a favor de los intereses de sus patrones que la infraestructura de la banca “sigue creciendo” –como si alguien sometiera a duda tal condición--, que las comisiones y tasas que cobran a los usuarios de la banca “se han moderado”, que el problema radica en que las comparaciones se hacen a través del costo anual total y que éste “no refleja adecuadamente los costo reales que tienen los usuarios de tarjetas de crédito”.
Se puede divergir de las aseveraciones del funcionario de las trasnacionales bancarias y financieras, como lo hicieron legisladores de los partidos Convergencia, de la Revolución Democrática e incluso de Acción Nacional, pero al señor le pagan por defender aquellos intereses, no los de los usuarios del crédito y mucho menos los de México.
Pero a Luis Pazos de la Torre se le paga de los impuestos de usted, generoso lector, y como todos los funcionarios del primer círculo gubernamental y más aún del sector hacendario y financiero, gana extraordinariamente bien –claro que no tanto como los 11 ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación-- y disfruta de excelentes prestaciones por dizque encabezar la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de los Servicios Financieros.
Pues resulta que el presidente de eso que llaman Condusef, lanzó por la borda la máscara y ostentó su verdadero rostro al país: no cobra del erario para proteger y mucho menos defender a los usuarios, sino los intereses de la ABM.
Pareciera una exageración lo afirmado, pero juzgue usted mismo. El doctor jura que los bancos han comenzado a bajar las comisiones y “éstas no son tan altas en relación con las matrices extranjeras, como se ha asegurado”.
El prolijo autor veracruzano --sancionado el 8 de septiembre de 2005 por la Secretaría de la Función Pública con una "amonestación pública", cuando cobraba como director general del Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos, por su responsabilidad en la adquisición de 2 mil 50 ejemplares de su libro Los jardines secretos de Dios, con recursos de esa institución del orden de 169 mil 125 pesos--, recibió la oportuna respuesta de su compañero de partido en el Senado. Rubén Camarillo Ortega lo desmintió con información de la propia página electrónica de Condusef, en la que se asegura que BBVA Bancomer cobra en México tasas de 80 por ciento y su matriz en España de 25 por ciento. O HSBC cobra aquí 77 por ciento y en Inglaterra 16 por ciento.
¡Un verdadero asalto en despoblado!
Con sus propios estados de cuenta bancarios en las manos, el legislador le exigió al teórico del capitalismo de compadres, y a Guillermo Zamarripa Escamilla, de la Secretaría de Hacienda, explicaciones sobre las cifras dadas por ellos, de 30 por ciento de pago de intereses por tarjeta de crédito, cuando el senador paga más de 50 por ciento.
De manera acaso involuntaria, el economista veracruzano contribuye a colocar a la orden del día la exigencia de su renuncia, formulada hace tres meses a Felipe de Jesús Calderón Hinojosa por parte de César Horacio Duarte Jácquez, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, y Juan Nepomuceno Guerra Ochoa.
Falta aún que las 11 iniciativas del Senado se conviertan en dictamen y enseguida en ley, que no reculen para inhibir la voracidad de los banqueros y sus empleados que los justifican sin recato.
Acuse de recibo
Por la Comuna en Resistencia, comenta Enrique Martínez Maurice sobre Salarios y simulación (4-III-09), “(…) nos damos cuenta que no están informados sobre las movilizaciones que se realizan desde la resistencia civil pacífica, precisamente el día de hoy (4 de marzo) a las 6 de la tarde, frente a un edificio de los banqueros, en la calle 16 de Septiembre, hicimos una, apoyados con la presencia del presidente legítimo, Andrés Manuel López Obrador, quien en todo momento estuvo restregándoles en su jetota todas esas burlas que sufrimos la sociedad por sus corruptelas y sus exagerados salarios”… A propósito del discurso pronunciado allí, Lamberto García Zapata envió “una pregunta, que ojalá se pueda publicar en Utopía: ¿por qué AMLO exonera a Zedillo y a Tv Azteca de sus críticas, no los toca ni con el pétalo de una rosa, si ambos han sido tan sátrapas y le han provocado tanto daño a México, como Televisa, Carlos Salinas, Fox y Calderón, a los que justamente sí cuestiona AMLO?”... Finalmente, una sentencia de la lectora Norma Esperanza Falcón Ruiz: “No quedarán olvidados los pobres, ni se verá frustrada la esperanza de los que pedimos justicia, con la verdad, la razón y el derecho en las manos”.
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