7/24/2009

Periodistas pal café.....




Julio Hernández López: Astillero
El problema ya no es el diagnóstico, sino la receta. La invención de un gobierno ilegítimo en 2006 instaló a un grupúsculo de impreparados, corruptos y acomplejados en la cúpula del poder nacional y, frente a una crisis global, que en otras latitudes han sabido manejar de maneras notablemente mejores, la catástrofe parece no tener salida. Felipe Calderón y su íntimo círculo sólo han agravado las cosas y han colocado al país, como lo dijera recientemente Marcelo Ebrard, al borde del abismo. Lo peor de todo es que el club bohemio de Los Pinos no tiene manera alguna de enfrentar las múltiples complicaciones graves del cuerpo social con inteligencia y buen tino (ya no se les pida a esas húmedas autoridades la prenda desconocida en esos salones, llamada patriotismo).
Calderón ha perdido lo que en mala hora le habilitaron, es decir, la apariencia de que podía gobernar y que tenía un mínimo oficio político. La realidad lo ha desnudado: no ha podido con la economía (desde luego, la frasecita aquella del presidente del empleo es hoy una ironía trágica), no ha podido con el narcotráfico (aunque a esa guerra ha destinado los miles de millones de dólares que debió haber destinado a combatir la pobreza y la miseria que en sus dos años y medio de mala administración han crecido como nunca antes), no ha podido electoralmente (es histórica la derrota que a base de dinero sucio y mapachería modernizada construyeron los priístas sobre las ruinas del calderonismo fallido), y no ha podido ni siquiera con los retazos de su partido, donde le acusan de haber diseñado aplicadamente el historial de su derrota con el antipático mono de ventrílocuo llamado Germán y, ahora, de pretender imponer a otro personaje vacuo y manipulable, llamado César (hoy se sabrá si de verdad queda como candidato único o lo maltrata nuevamente su patrón, que no le perdona burlas al difunto Mouriño, al hacerle declinar para dar paso a un aspirante de conciliación en la persona del iniciador de las historias de panistas enredados fuertemente con el narcotráfico, Ernesto Ruffo, quien fue gobernador del cártel de Tijuana, perdón, del estado de Baja California.
Pero hoy, en estas horas sombrías, la pregunta es ¿qué hacer? Los caminos de la institucionalidad clásica han sido obstruidos por los mismos beneficiarios de la desgracia nacional, de tal manera que son infundadas las esperanzas de cambio voluntarioso o de buena intención a partir de los mecanismos electorales, partidistas, gubernamentales, legislativos y judiciales. Tampoco significa nada más allá del desahogo personal la enumeración de los vicios, errores, traiciones, corruptelas y crímenes cometidos desde los diversos flancos del poder (aquí ha de incluirse a la cúpula de la mayoría de los organismos partidistas “de izquierda). Mucho menos habrán de funcionar positivamente las coartadas de la abstención, la anulación consciente o el alejamiento por hartazgo. Sólo actuando colectivamente, de manera organizada, se podrá comenzar a recuperar el terreno largamente abandonado (muchas veces, mediante la fórmula de la adhesión, el apoyo a líderes y planes, pero dejando siempre la responsabilidad o la esperanza de los cambios en el ámbito de otros, de los dirigentes, los caudillos, los nobles luchadores en jefe que deben llevar sobre sus hombros la responsabilidad social delegada).
El triste final adelantado del calderonismo es una confirmación de que nunca tuvo la experiencia ni la capacidad para dar el falso vuelco espectacular en las preferencias electorales de 2006 y que su siempre impugnado asalto al poder fue fraudulento, inflado ese panista michoacano por los poderosos dueños materiales del País de la Desigualdad Extrema para impedir que llegara a la Presidencia alguien cuya propuesta de gobierno buscaba aminorar la desigualdad social. Si se atendiera a las masas cada vez más empobrecidas, si no hubiera tanta rapiña y cinismo en las alturas empresariales y políticas de este país, tal vez no se estuviera a las puertas del estallido social, y los ricos y aspirantes a ricos no se sentirían amenazados por los millones de desamparados que ahora, con estos recortes presupuestales, por ejemplo, verán crecer el desempleo y sufrirán la debacle de las políticas sociales.
Nadie salvará a México más que los propios mexicanos. Pero esa tarea de rescate tendrá que darse en el activismo, la denuncia y la organización, remontando el estado de perplejidad y abandono que intencionalmente promueven los mentirosos con bocina y peleando desde dentro de los movimientos sociales y políticos para que se pueda construir, o fortalecer, una opción a la altura de la desgracia que ya se vive, una oportunidad para no caer en el abismo tan anunciado.
Astillas
Alberto Enríquez escribe: Recordarás que a finales de 1998 surgio el llamado Comando Patriótico de Concientizacion del Pueblo (CPCP), que realizó una marcha de protesta por Paseo de la Reforma con militares en activo y uniformados, sujetos a procesos penales por diversas causas dentro del fuero de guerra, encabezado por el teniente coronel médico Hildegardo Bacilio y un servidor, y que uno de los reclamos de nuestro grupo era eliminar el llamado fuero de guerra. El tiempo y los sucesos actuales y del pasado de nuestro país indican que no estábamos equivocados al expresar ese reclamo, lamentablemente en ese momento los medios de comunicación, principalmente los electrónicos, que mantienen a nuestro pueblo anestesiado, nos sometieron a una serie de ataques para difamarnos y hacernos ver como un grupo de locos... Y, mientras el consejero electoral Marco Antonio Gómez Alcántar acepta que por descuido no se juzgó adecuadamente el obvio chanchullo que cometió Demetrio Sodi al ser entrevistado en Televisa para que hablara de sus planes políticos siendo candidato a jefe delegacional, pero, sobre todo, mientras el IFE actúa en consecuencia y castiga al hombre de las mil cachuchas partidistas, ¡feliz fin de semana!
Fax: 5605-2099 •
juliohdz@jornada.com.mx

Enrique Galván Ochoa: Dinero
¿Entonces desde un principio Reyes Heroles tomó la decisión –con el visto bueno del licenciado FChamoy– de construir la refinería de Pemex en el azul Guanajuato? ¿Fue una farsa la competencia a que convocó y que tuvo la participación de varias entidades? ¿Sabía de antemano que en 100 días el gobernador de Hidalgo, Miguel Osorio Chong, tricolor entidad aparentemente favorecida, no podría cumplir con el plazo de 100 días para armar la compra de los terrenos que ofreció en Tula? (Hasta el más modesto agrónomo que cargue un teodolito en el hombro sabe que un problema así tarda años en resolverse.) ¿Es una simple coincidencia que los lugareños de Salamanca, Villagrán, Cortazar y Celaya, región donde al parecer quedará enclavado el centro petrolero, hayan detectado que personas relacionadas con los apellidos Fox, Usabiaga, Bribiesca y otros destacados panistas, han venido adquiriendo terrenos, anticipándose a la plusvalía? Osorio Chong quizá ya habrá caído en cuenta de que se lo llevaron al baile; sin embargo, hizo un planteamiento desesperado: sustituir a Tula por terrenos del municipio de Atitalaquia. Pero hay un problema: no son con los que compitió. Eventualmente enfrentaría la inconformidad de los gobiernos de Tamaulipas, Veracruz, Tlaxcala, Puebla, Tabasco, Campeche, Oaxaca y Michoacán. Y del propio gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, la segunda opción, que ya siente que se llevó el gato al río. El proyecto tiene un valor de 10 mil millones de dólares –inicialmente se habló de la mitad. Se adelanta que este fin de semana el movedizo (¿o movidoso?) director de Pemex, Reyes Heroles, anunciará que los priístas perdieron la opción por no tener listos los terrenos en el plazo de 100 días, la ganaron los panistas, la obra se va a Guanajuato. También podría proponer que cambie de nombre: en vez de Refinería Bicentenario sería llamada Refinería Vicentenario.
Repunta Ford
Buenas noticias para la industria automotriz internacional: Ford Motor volvió a la autopista de las ganancias. Reportó una utilidad de 2 mil 300 millones de dólares en el segundo trimestre del año (abril a junio), en contraste con la pérdida de 8 mil 670 millones del mismo lapso de 2008. Y otra noticia que es particularmente grata para México: uno de sus modelos de mayor demanda, el Fusion híbrido 2010, es ensamblado en la planta de Hermosillo. Hay lista de espera para comprar este automóvil que rueda con muy poca gasolina.
Nuevo recorte
Ya pasadas las elecciones, el gobierno comienza a darnos las malas noticias que se había guardado. Hacienda reveló anoche la dimensión del agujero del presupuesto de este año: 480 mil millones de pesos. Son ingresos que el año pasado calculó que iba a recibir y no van a llegar. También anunció un segundo recorte por 50 mil millones, que se suma al primero de 35 mil. ¡Pero los senadores siguen construyendo su edificio y los ministros de la Suprema Corte su club privado!
Julio Boltvinik: Economía Moral
El Inegi (Instituto Nacional de Estadística y Geografía, antes también de Informática, al que, por tanto, ahora le sobra la I final), es una institución autónoma por mandato de la reforma constitucional que añade un apartado B al artículo 26 constitucional (2006) que establece que el Estado contará con un Sistema Nacional de Información Estadística y Geográfica normado y coordinado por un “organismo con autonomía técnica y de gestión” (‘Inegi’), “con las facultades necesarias para regular la captación, procesamiento y publicación de la información”. La ley que reglamenta esta reforma, aprobada por el PRIAN con la oposición del PRD en ambas cámaras, y que está vigente, es una ley que revierte, en los hechos, la autonomía del Inegi al no otorgarle la autonomía presupuestaria que disfrutan otros organismos autónomos (para un comentario detallado, véase Economía Moral, 27/04/07). Sin embargo, al parecer el Inegi quiere mostrar en los hechos su autonomía y dio a conocer el 17 de julio los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares del 2008 (ENIGH2008) que muestran un descenso de ingreso del conjunto de hogares del país y un aumento de la desigualdad. Es decir, el Inegi salió públicamente a decir que la sociedad mexicana se había empobrecido y se había vuelto todavía más desigual en los dos primeros años del ‘gobierno’ de Calderón.
Esto daría una imagen de autonomía plena del Inegi: que ahora se atrevería a hacer pública una evaluación tan dura del desempeño del gobierno federal. Sin embargo, cabe preguntarse ¿por qué esperaron a que pasaran las elecciones para hacer públicas tan malas noticias que, al parecer el PAN no necesitó para su estrepitosa derrota? ¿Es este timing una expresión de falta de autonomía y, por tanto, desmentiría lo antes dicho?
Recordemos que en 2003, en vísperas de las elecciones intermedias, el Inegi (entonces no autónomo y presidido por Calvillo) dio a conocer los resultados de la ENIGH2002 que arrojaban (en medio de un estancamiento total de la economía), el insólito resultado que los ingresos de todos los deciles habían aumentado (excepto los del decil X) entre 2000 y 2002. Es decir, que habían disminuido tanto la pobreza como la desigualdad. Para hacer más agudo el contraste entre ambas situaciones (2003 y 2009), mientras entre 2000 y 2002 bajaba la pobreza enmedio de la recesión (leve, pero recesión al fin), el periodo entre las ENIGH del 2006 y el 2008 es un periodo de crecimiento del PIB y del PIB per cápita, si bien lento. También es preciso recordar la negra historia de la ENIGH2005, pagada enteramente por la Sedeso, en un año (non) en el que no correspondía levantar dicha encuesta (que se levanta en años pares), con el evidente propósito de darle a Fox y al PAN datos favorables para la campaña del 2006. Sin embargo, los resultados no fueron favorables y la ENIGH2005 quedó oculta hasta que alguien la filtró a Diario Monitor, medio que nos la hizo llegar, a Araceli Damián y a mí. Calculados los niveles de pobreza pudimos constatar que aumentaban la pobreza alimentaria y la pobreza rural. Hechos públicos los resultados, lamentablemente después de la elección, el Inegi y la Sedeso no tuvieron más remedio que divulgar los datos.
Divulgada la ENIGH2008, el Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social) publicó los cálculos de pobreza de ingresos a partir de la base de datos de dicha encuesta, a través de un boletín (fechado 48 horas después del boletín del Inegi: 16 y 18 de julio, respectivamente), haciendo evidente que contaban con la base de datos de la ENIGH con bastante anticipación. En la página electrónica del Coneval, que consulté el día 17 de julio, se informaba que el día 31 de julio se darían a conocer los cálculos de la pobreza de ingresos. Sin embargo, cambiaron de opinión y los dieron a conocer al día siguiente. Todo esto constituye un fuerte indicio que, antes de las elecciones, probablemente mucho antes, el Coneval tenía los cálculos de pobreza de ingresos listos y que, por ello, porque eran desfavorables a quienes ocupan el gobierno federal y al PAN, no se dieron a conocer antes de las elecciones. Por ahí del 16 o 17 de julio, cambiaron de opinión y adelantaron la fecha de su divulgación. Este no es un comportamiento correcto para una institución autónoma, como el Inegi, ni para una institución semi-autónoma como el Coneval. Las encuestas nacionales que realiza una institución autónoma del Estado mexicano, son propiedad de toda al nación y sus resultados deben ser conocidos simultáneamente por todos los usuarios potenciales. La fecha de su divulgación debe ser públicamente anunciada desde el día en que comienza su levantamiento.
El Coneval midió la pobreza en el 2008 utilizando un método contrario al establecido en la Ley General de Desarrollo Social (LGDS). Mientras ésta prescribe un método con al menos 8 dimensiones, el Coneval volvió a utilizar el método definido entre el Comité Técnico de Medición de la Pobreza de la Sedeso y el Subsecretario Székely en el 2002. Es decir, el Coneval volvió a incumplir con la LGDS, como lo había hecho al dar a conocer los resultados de las ENIGH 2005 y 2006. Si bien el Coneval está llevando a cabo tareas para medir la pobreza utilizando un procedimiento fiel a la LGDS, como me consta personalmente, el atraso ya es de 3.5 años, puesto que los 6 académicos que conforman el órgano central del Coneval, entraron en funciones en febrero del 2006. La conducta correcta a seguir hubiese sido dejar que otros usuarios hiciesen los cálculos con diversos métodos y dejar claro que el Coneval descontinuaba el uso de un método contrario a la letra de la LGDS y que, además, es un método muy defectuoso.
Una prueba de ello (adicional a las muchas que Araceli Damián y yo hemos aportado desde el 2002, es que, puesto que la actualización de la línea de pobreza (LP) de una encuesta a otra se hace sólo por el aumento en el precio de los alimentos, en años en los cuales los precios de los alimentos suben menos que el conjunto de los precios al consumidor, se produce un sesgo a la baja en la pobreza, porque la LP subirá muy poco. En cambio, en los periodos en los cuales los precios de los alimentos suben más rápido que el INPC, el sesgo es al revés: la pobreza tiende a subir porque la LP subirá mucho Esto se muestra en la gráfica anexa. En los periodos 2000-2002 y 2005-2006, el costo de la canasta normativa alimentaria (CCNA) urbana crece mucho más despacio que el INPC (Índice Nacional de Precios al Consumidor) y son años de baja sustancial de la pobreza, mientras en 2005-2005 y 2006-2008, el CCNA crece más rápido y la pobreza mostró tendencia a aumentar o aumentó.
jbolt@colmex.mx

Carlos Fernández-Vega: México SA
Agarraos, mexicanos heroicos, que los catarritos y las gripes ya le tomaron cariño al país, mientras sus brillantes conductores sólo saben responder de una forma: con la tijera en la mano, justo cuando lo que el país requiere es inversión para echar a caminar el maltrecho motor económico, reactivar la moribunda actividad productiva y generar algo de empleo.
Ayer el doctor catarrito atacó de nuevo y, tijera en mano, anunció otro recorte al gasto público como mágica solución a la caótica situación económica que registra el país: 50 mil millones de pesos, que se suman a los 35 mil millones previos (mayo pasado), en un ejercicio practicado con singular alegría desde los tiempos de Miguel de la Madrid, con los resultados que, desde entonces, todos los mexicanos conocen y padecen.
Lo anterior, aderezado con un informe del Inegi sobre el desplome del sacrosanto sector exportador (la solución definitiva para el México moderno, según reza la versión oficial, también desde tiempos de MMH) y el reconocimiento (como si fuera necesario y en sentido contrario de lo asegurado por el inquilino de Los Pinos) de la Secretaría de Hacienda de que continuará la caída del empleo y la advertencia del Banco de México sobre el incremento en los indicadores de morosidad en tarjetas de crédito como consecuencia del creciente desempleo, lo que adelanta un plácido 2010 en lo económico y en lo social.
Para mejor ocasión dejó el doctor Carstens el repetitivo discurso sobre el blindaje económico, la solidez de las finanzas públicas y demás virtudes y maravillas sólo vistas en Los Pinos y zonas aledañas, y ayer consideró que es indispensable reducir el gasto público en 85 mil millones de pesos (50 mil más 35 mil de mayo) a lo largo de todo el año, por los menores ingresos tributarios y petroleros, los cuales, dicho sea de paso, llevan meses en franco deterioro y números color rojo fuego.
En los hechos aquello de la solidez en las finanzas públicas no trascendió el eslogan propagandístico, pues el propio Carstens reconoció –también como si fuera necesario– que en 2009 el erario contará con 480 mil millones de pesos menos de lo presupuestado, pero, dijo, la compensación provendrá de recortes del gasto, las coberturas por precio petrolero y los fondos de estabilización. De esa caída en el ingreso público, unos 211 mil millones corresponden a petróleo y el resto a ingresos tributarios.
Bien. ¿y en qué se va a recortar? Según el inspirado titular de la Secretaría de Hacienda, de los 50 mil millones de pesos que la tijera recortará 78 por ciento corresponderá a gasto corriente y el 22 por ciento restante a gasto de bienes muebles e inmuebles y obra pública. Lo primero es dudoso que suceda, lo segundo probable, pero lo tercero no sólo real sino lamentable. El inquilino de Los Pinos también deberá borrar de sus frases aquella de presidente de la infraestructura, como de tiempo atrás eliminó las relativas a empleo, seguridad y bienestar social, entre tantas otras. Entonces, según el funcionario, el recorte es más que recomendable, pues hay que cumplir con el objetivo de balance presupuestario establecido por la Ley Federal de Presupuesto.
Que la estrategia anticíclica ha funcionado y ha funcionado bien, presume el inquilino de Los Pinos, y el anuncio de Carstens lo demuestra: menos gasto público, menos empleo, menos crecimiento económico, con una perspectiva peor para 2010, por mucho que por todas partes él vea signos alentadores. Y para demostrarlo decide recortar los dineros a una de las áreas que mayor empleo aporta: la de infraestructura, la obra pública. Queden para la fábula y/o sexenios posteriores las grandes obras que inauguraremos durante mi administración.
Lo anterior complica el de por sí complicado panorama de las finanzas estatales. La original cuan solitaria denuncia de un gobernador por el recorte de aportaciones federales a estas alturas se ha convertido en coro de mandatarios de las 31 entidades de la República, más el Distrito Federal, a las que la tijera afecta de tiempo atrás. Las finanzas federales desfallecidas y las estatales en plena inanición, en un país en el que la crisis le hacía los purititos mandados (versión oficial), porque es externa.
Para redondear el panorama, el Inegi informó que en el primer semestre de este caótico 2009 las exportaciones mexicanas se desplomaron 30.2 por ciento. En el desglose, los envíos petroleros al mercado internacional se redujeron 55.6 por ciento, mientras las ventas foráneas no petroleras lo hicieron en 24.3 por ciento, destacando las manufactureras con una caída superior a 25 por ciento. Cifras preliminares indican que el erario dejará de captar alrededor de 25 mil millones de dólares a lo largo del año por la baja en precio y volumen de las exportaciones del oro negro. En sentido contrario, las importaciones totales se desplomaron 30.6 por ciento. Las de bienes de consumo lo hicieron en 38.8 por ciento, de las de bienes intermedios en 30.4 y las de bienes de capital 21.3 por ciento.
El Inegi detalló que en junio la balanza comercial del país presentó un déficit de 206 millones de dólares, saldo que se compara con el superávit de 680 millones de dólares registrado en mayo pasado. Dicho saldo fue influido por un aumento del déficit comercial de productos no petroleros, el cual pasó de 444 millones de dólares en mayo a mil 99 millones en junio. Por su parte, en el mismo periodo, el superávit comercial de productos petroleros se redujo en 231 millones de dólares. En el primer semestre del presente año el saldo de la balanza comercial del país fue deficitario en mil 206 millones de dólares.
Y como cereza del pastel del catarrito, el titular de la Unidad de Planeación Económica de la Hacienda Pública, Miguel Messmacher, indicó que a pesar de que la economía mexicana experimenta una recuperación, continuará la caída del empleo, pues éste tarda más tiempo para recuperarse. Todavía estaremos observando caídas en el empleo durante un cierto periodo, después de que la economía empiece a repuntar.
¿Alguna duda sobre la ya famosa tesis de que la crisis, que es externa, nos hacía los mandados? ¿Alguna sobre lo bien que funciona el equipo económico gubernamental?
Las rebanadas del pastel
El Club de Periodistas de México invita a su LIV Foro ¿Centralismo o federalismo? Entre la fragilidad política y el control de fuerza. Participan César Garizurieta, Genaro Rodríguez Navarrete y José Manuel Orozco Garibay. Modera Celest Sáenz de Miera. La cita, como siempre, es a las 18 horas en Filomeno Mata número 8, Centro Histórico.
cfvmexico_sa@hotmail.commexicosa@infinitum.com.mx

Penultimátum

Opinión

Economía y política: signos ominosos
El secretario de Hacienda y Crédito Público, Agustín Carstens, informó ayer de un recorte al gasto público por 50 mil millones de pesos, adicional a la reducción de 35 mil millones que se había anunciado en mayo. Con esta medida –82 por ciento de la cual se aplicará a gasto corriente–, dijo el funcionario, el gobierno federal pretende enfrentar una disminución de 480 mil millones de pesos con respecto a los ingresos originalmente previstos para este año: 211.5 mil millones menos por ingresos petroleros y 268.6 mil millones por recursos tributarios que dejarán de ingresar a las arcas públicas.
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El Correo Ilustrado
Obsesión panista contra Rubén Díaz Orozco
Con profundo pesar, familiares y amigos de Rubén Díaz Orozco –ex barzonista preso político en Querétaro– nos permitimos informar que a pesar de que el juzgado cuarto de distrito del estado de Querétaro le otorgó el amparo y protección de la justicia federal en el expediente 905/2009 a nuestro estimado Rubén, las autoridades panistas de la entidad decidieron interponer un recurso de revisión en contra de dicha sentencia, lo cual obliga a Rubén a permanecer preso durante el tiempo en que se resuelva dicho recurso.
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Gilberto López y Rivas: El abogado de oficio del Ejército
El secretario de Gobernación en su comparecencia ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) el 7 de julio pasado, con motivo del juicio en contra el gobierno de México por la desaparición forzada de Rosendo Padilla en 1974, negó la competencia de la CIDH con argucias jurídicas legalistas, hizo una defensa política del Estado mexicano desconociendo la existencia de la guerra sucia, pero sobre todo exculpó la actuación pasada y presente del Ejército Mexicano, y abogó por el fuero castrense –aun en los casos en que están implicados civiles–, además de encomiar la cuestionada justicia militar. Más que representar a las autoridades civiles del país, Fernando Gómez Mont actuó en los hechos como defensor de oficio de las fuerzas armadas.
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Jorge Camil: El error de diciembre en perspectiva
En diciembre de 1994, inmediatamente después de tomar posesión, Ernesto Zedillo enfrentó una crisis económica inusitada. El país salía de los excesos salinistas con una enorme deuda externa que había cambiado peligrosamente de manos. Ya no la detentaba un reducido grupo de bancos comerciales, como fue la norma en los 70 y los 80, cuando se elevó a 20 mil millones de dólares con Luis Echeverría, y después a 100 mil con José López Portillo (¡la deuda externa más alta del mundo!).
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Luis Javier Garrido: El fracaso
El fracaso histórico del gobierno panista de Felipe Calderón ha traído como consecuencia que desde todos los ámbitos se haga una evaluación del actual desastre nacional y, sobre todo, que se analicen las gravísimas derivaciones que entrañaría para México permitir que en los próximos tres años un grupo de ineptos e improvisados cuadros de la ultraderecha mexicana sigan jugando con los destinos del país.
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Víctor M. Quintana S.: Chihuahua: elecciones en la inseguridad
El gran dato de las elecciones federales del 5 de julio pasado en Chihuahua es el rechazo al sistema político-electoral. Tres de cada cuatro electores chihuahuenses manifestaron mediante su abstención o con la anulación de su voto que ni las elecciones ni los partidos significan nada ante la magnitud de sus angustias cotidianas.
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José Cueli: Los más pobres de los pobres
Pobre México, perdido en los estrechos límites de la pobreza. La frontera con la muerte que acecha. Al perder los límites, sin tiempo ni espacio externo sólo queda la imaginación. Pero una imaginación bloqueada por las carencias síquicas enlazadas a la pobreza.
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Porfirio Muñoz Ledo
Refundación progresista
Durante los actos de campaña arreciaron los cuestionamientos sobre la izquierda. No es fácil responderlos, cuando se dirigen al comportamiento de los partidos o evidencian el abismo que media entre el descontento social y la mediocridad de los mensajes que rehúyen un programa de cambio verdadero.
La réplica es en apariencia sencilla: los partidos no son las ideologías; cuando mucho las simbolizan pero casi siempre las usufructúan. La izquierda, como la derecha, no son organizaciones, sino maneras de ver el mundo, actitudes vitales o coaliciones de intereses. De ahí la expresión original “tomar partido”.
En las democracias occidentales primero fueron las libertades ciudadanas y luego se conformaron los partidos, como una evolución de los clubes y núcleos de resistencia. Aquí procedimos al revés: se promovieron constitucional y económicamente los partidos antes de que se instaurara el sufragio efectivo.
El proceso de apertura y pluralidad se dio bajo el control y en beneficio de los partidos. Ellos deciden la forma de reproducción y reparto del poder, pero se niegan a regular su ejercicio y su devolución a la sociedad. El Estado se ha vaciado de autoridad y los ciudadanos no se sienten representados en el gobierno.
Vivimos una etapa tardía e imprevista de la reforma política de 1979. Entonces se trataba de otorgar espacios a las oposiciones para efectos de distensión. Las reformas que realizamos después las instalaron en el interior de la casa sin desalojar a sus antiguos moradores ni acondicionar el inmueble. Promiscuidad irresponsable de la que se aprovecharon vecinos y transeúntes.
La gente demanda respuestas claras y una acción consecuente: ¿cómo vamos a llegar al gobierno para transformar al país? Si es por la vía electoral se requiere una metamorfosis cabal de los partidos, que suelen estorbar o claudicar. Los ámbitos de poder conquistados pueden ser útiles, pero a menudo sólo prueban que no quieren el cambio de modelo que pregonan.
Escribe Rodríguez Araujo sobre el PRD: “Es imperdonable su incapacidad para aprovechar la crisis que vive el país con propuestas alternativas. Tenían la mesa servida y la volcaron”. Muchos dirigentes no se conducen con la lógica del señor, sino con la del sirviente. Piensan que, pareciéndose a los que mandan, incrementarán su influencia por concesión o contagio. El camaleonismo es, con frecuencia, expresión de un complejo de clase.
Hablan de refundación cuando pretenden una refundición: revolver los mismos componentes en un recipiente más presentable. Otros reconocen su hundimiento en un “pantano” de parálisis y agonía, pero no reparan en las causas del problema, y sólo algunos, como Flores Olea, llaman a una “lucha mucho más profunda e imaginativa, amplia y radical” que colme la “perfecta lejanía” de los escaladores con la sociedad.
El salto en la mitad del ruedo del antiguo caudillo confirma la decadencia. Habla desde una autoridad moral que hace tiempo perdió y a nombre de una izquierda en la que dejó de militar. Sus llamados a la legalidad interna y a la coherencia ideológica revelan una amnesia patética. Le bastaría releer mi renuncia al partido en enero de 2002 para recordar los orígenes de los extravíos que hoy condena.
Bien está que se discuta la creación de un partido-frente y la eventual fusión de las organizaciones existentes. La suma de sus votos hubiese arrojado, mecánicamente, 13 victorias distritales más y modificado los resultados municipales. Es todavía más necesario disipar las confusiones, liquidar el arribismo y redefinir el proyecto.
La cuestión de fondo es la voluntad efectiva de acceder al poder. Los fantasmas de 1988 y 2006 nos persiguen. Nuestra tarea es vincular los planos de la inteligencia, las organizaciones civiles y la movilización social. Refundar las izquierdas, en concepto y capacidad decisoria.
Ex embajador de México ante la Unión Europea



Horizonte político
José A. Crespo
Impunidad electoral
Parte de la campaña del PAN consistió en recordarnos la corrupción y la impunidad de los gobiernos priistas, pero, a juzgar por los resultados, muchos votantes ya no creyeron en ese discurso. No porque no hubiera corrupción e impunidad en los años del priismo, sino que eso siguió como si nada en los gobiernos del PAN. De ahí que muchos electores (al menos los cuatro millones que perdió el PAN desde 2006), probablemente se hayan preguntado ahora en qué radica la diferencia entre el PAN y el PRI, en materia de corrupción o impunidad. Eso lo volvemos a ver en el ámbito electoral, pues la PGR decidió exonerar al ex director de la Lotería Nacional (Lotenal), Miguel Ángel Jiménez Godínez, por el intento de comprar favores y espacios para Acción Nacional en Campeche a través del Diario de Yucatán.
Se recordará que los directivos de ese medio denunciaron haber recibido personalmente del director de la Lotenal la oferta de comprar publicidad para que inclinara su línea editorial a favor del candidato blanquiazul a gobernador en Campeche. La pregunta que entonces surgió fue, ¿cuántos de esos ofrecimientos en distintos puntos del país sí fueron aceptados por diversos medios de comunicación que, evidentemente, no hayan denunciado? Pero esa es especulación, mientras que la oferta al Diario de Yucatán no lo fue. Recordemos también que la Fiscalía Especial para Delitos Electorales (Fepade) no ha sido particularmente eficaz en la aplicación del Código Penal, donde se tipifican diversos delitos en ese ámbito, cuya aprobación en su momento fue anunciada con bombo y platillos, para que ya no se dijera que en México no había modernidad ni legalidad electorales. Una simulación más, según hemos comprobado después, pues difícilmente se hacen valer las sanciones correspondientes, o al menos no a funcionarios públicos y figuras de cierto nivel (a algunos mapaches de bajo rango que hayan sido sorprendidos in fraganti, quizá sí). En principio, el Código Penal estipula la conducta delictiva en que pudo haber incurrido el ex director de la Lotenal. En su artículo 407-III depara sanción de uno a nueve años al funcionarios público que: “Destine, de manera ilegal, fondos, bienes o servicios que tenga a su disposición en virtud de su cargo… al apoyo de un partido político o de un candidato”. Más claro ni el agua. Bueno, eso para quien quiera aplicar la ley y respetar su espíritu, algo que no abunda en México. En 2006, ante la acusación a algunos funcionarios del gobierno federal (foxista), de haber utilizado bienes públicos para hacer campaña contra Andrés Manuel López Obrador (a través de correos electrónicos enviados desde sus oficinas), la entonces encargada de la Fepade, María de los Ángeles Fromow, para no sancionar a sus colegas del gobierno federal, interpretó que la ley prohibía usar recursos públicos pero en favor de un candidato, no en su contra (original tesis jurídica conocida ahora como la “Doctrina Fromow”).
Volviendo al caso de Jiménez Godínez, la PGR decidió exonerarlo, no a falta de pruebas de la acción ilícita o porque sus denunciantes se hubieran retractado por haber confundido los hechos, en cuyo caso, en efecto, no habría por qué sancionar al funcionario. Pero no fue ese el motivo de su exoneración, sino que el delito en cuestión no se llegó a cometer, justo porque la otra parte del binomio, el periódico al que se le hizo la oferta indecorosa, no la aceptó, y prefirió denunciar la conducta ilícita. Es decir, en la lógica de la PGR, al no haberse cometido el delito, no hay culpa que sancionar. Con esa lógica surrealista, si alguien descubre a un ladrón en su casa y la policía llega a tiempo para impedir el robo y detener a su perpetrador, no habría por qué aplicarle sanción alguna, pues la policía misma se lo hubira impedido. Cualquier sistema legal intenta disuadir a los individuos de incurrir en ciertas conductas antisociales, por lo cual las penaliza incluso cuando éstas resultan fallidas (quizá con algún atenuante). Nuestra normatividad no es la excepción y por ello tipifica también la tentativa de delito. Según el artículo 12 del Código Penal: “Existe tentativa punible cuando la resolución de cometer un delito se exterioriza realizando en parte o totalmente los actos ejecutivos que deberían producir el resultado, u omitiendo los que deberían evitarlo, si aquél no se consuma por causas ajenas a la voluntad del agente”. Ante ello, alguien podría argüir que una cosa es un robo a mano armada y otra muy menor el desvío de fondos públicos para favorecer a algún partido o candidato. Pero, de acuerdo con el Código Penal, los delitos electorales son considerados lo suficientemente graves como para no aceptar la liberación bajo fianza (artículo 413).
Desde luego, la PGR tuvo buen cuidado de anunciar esta exoneración después de los comicios, con el fin de no evidenciar que los gobiernos del PAN, en materia de impunidad, no se distinguen de los priistas (aunque sostengo que ha sido peor con los primeros, pues con el PRI de vez en vez caía algún “pez gordo” y varios medianos, mientras que, con los gobiernos panistas, ni eso). Y, sobre todo, ni hablar de sancionar a un subordinado de Elba Esther Gordillo, como lo es Jiménez Godínez, pues el gobierno parece guardar con ella (y probablemente no sólo con ella) un pacto de estricta impunidad. Claro que eso no impide a la maestra emitir una queja por el uso político que, según denuncia en desplegado público, se ha dado a las escuelas, y que se manda uniformar a los niños con los colores del partido que gobierna en la demarcación respectiva. ¡Qué bueno que a la maestra Gordillo le preocupe el indebido uso político del sistema educativo! Lo que no obsta, desde luego, para que el magisterio opere como eficaz maquinaria electoral al servicio del mejor postor. No hay por qué relacionar una cosa con la otra.
¡Qué bueno que a la maestra Gordillo le preocupe el indebido uso político del sistema educativo!

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