11/28/2016

Los periodistas pal café. . . .



Bajo presión por los tiempos sucesorios que se le adelantaron, y especialmente necesitado de disipar la insistente versión de que tiene un pacto secreto con el felimargarismo para una sucesión conyugal panista, Enrique Peña Nieto cometió un disparate al invocar la escandalosamente fallida táctica de Jesús Reyes Heroles (JRH), dirigente del PRI de 1972 a 1975, a quien el entonces presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, dejó con un palmo de narices respecto de su plan de cierta contención del dedazo presidencial, mediante la tesis de Primero el programa, luego el hombre, que ayer asumió el actual ocupante de Los Pinos, en un intento artificioso de refrenar la calentura futurista de algunos personajes del PRI (dejemos para otros partidos las promociones anticipadas).
Lo que ayer reivindicó Peña Nieto ante los centenares de integrantes del Consejo Político Nacional del PRI (que, a la usanza típica, le aplaudieron con entusiasmo en varias ocasiones, incluso poniéndose de pie) fue justamente una de las más sonoras burlas a la pretensión de darle cierto toque participativo a la designación del candidato presidencial priísta: Reyes Heroles, el gran ideólogo del priísmo y del sistema, había convocado en 1975 a una Conferencia Nacional del Plan Básico de Gobierno, que durante dos meses elaboró lo que debería ser el programa al que se ajustara quien habría de ser candidato presidencial priísta en 1976 (https://goo.gl/lMpknR).
El punto cumbre de ese intento democrático fue el 25 de septiembre de 1975, cuando Reyes Heroles presidía la octava asamblea nacional ordinaria y quinta convención nacional del PRI, en la Ciudad de México. En plena conducción de esa reunión, un militar le informó al presidente del partido tricolor que Los Pinos requería que contestara de inmediato una llamada telefónica. JRH pidió que se entendiera que estaba presidiendo tan importante sesión y que se reportaría en cuanto le fuera posible. Insistió Los Pinos, JRH dejó la asamblea, llamó a la casa presidencial y Luis Echeverría sólo le recordó que tenían cita a las 13:30 horas de ese mismo día.
En su libro Orfandad: el padre y el político, Federico Reyes-Heroles González-Garza relata que Echeverría así demostró a la asamblea priísta que el mando estaba en Los Pinos. Luego, ya en la cita acordada, ese mismo día: ...sin más, (Echeverría) le dijo (a JRH), permíteme presentarte a nuestro candidato. Tomó la bocina y dijo: que entre, y apareció José López Portillo. En ese momento le pidió su renuncia al PRI (a JRH). Pónganse de acuerdo para el destape, y los dejo unos instantes solos. Reyes Heroles fue designado director del Seguro Social y, para convalidar el dedazo, Porfirio Muñoz Ledo fue colocado como presidente nacional del PRI. Cuando López Portillo tomó posesión de la Presidencia de la República, nombró secretario de Gobernación al antes humillado Reyes Heroles.
No hay comparación posible entre el actual dirigente del PRI, Enrique Ochoa Reza, y el difunto Jesús Reyes Heroles, ni la hay entre el control político que mantuvo Luis Echeverría, hasta el final de su sexenio, con la precaria situación de Peña Nieto. Pero el orgullo de Atlacomulco quiso jugar el dedo en la boca a los priístas proponiéndoles la vieja treta de primero el plan, luego el hombre, con tan mala dicción que, en la segunda referencia que al tema hizo, la pronunciación pareció hablar de primero el PAN, luego el hombre (escuchando con detalle, no fue así), como si hubiera una reiteración prosódica del presunto pacto de bipartidismo inducido y relección calderonista por la vía conyugal, que Peña quiso negar ayer.
Las arengas del mexiquense, además de pedir a sus correligionarios que no se dejen confundir ni engañar, que no escuchen a los derrotistas ni crean en falsos acuerdos electorales, se centraron en tratar de motivar a una defensa enjundiosa de lo logrado, de las reformas que han cambiado a México. En una parte de su discurso dijo: no se trata de ganar una elección, ganar por ganar; está en juego no la Presidencia, sino el futuro de México. Ah, también discurseó Peña contra la corrupción: sus compañeros, que quebrantaron la ley, traicionaron a los electores y a los priístas, así que, oh, no debemos ser omisos frente a esos casos que indignan.
La faena de sosegamiento del priísmo, mientras avanzan las precandidaturas de Andrés Manuel López Obrador y de Margarita Zavala, la esposa de Felipe Calderón, exhibe un vacío político en Los Pinos que no tiene antecedente. Ningún ocupante de la silla presidencial anduvo en estos trotes cuando apenas iba a cumplir cuatro años en el poder. En fechas similares, Carlos Salinas de Gortari (28 de noviembre de 1992) se enteraba de la respuesta del papa Juan Pablo II al primer embajador mexicano ante el Vaticano, para visitar luego México, en agosto de 1993 (https://goo.gl/MHM5Ac); Ernesto Zedillo y Vicente Fox igualmente se entrete-nían en asuntos menores al llegar a su cuarto año, y Felipe Calderón, en noviembre de 2010, celebraba haber llegado a 300 mil seguidores en Twitter, aunque con un error ortográfico en su mensaje (“Agradezco ha todos su atención e interés…”: https://goo.gl/kA1V9x). Pero a Peña Nieto lo están rebasando los acontecimientos.
La lamentable muerte de Fidel Castro (rebelde, gobernante, estratega internacional, con claroscuros pero con indiscutible grandeza histórica) propiciará en Cuba reacomodos de los cuales México, antes tan asociado al destino de esa nación, ahora sólo es testigo distante, sin presencia real; errores derivados de los manejos Fox-Castañeda, de los berrinches calderonistas y del gris diplomático del peñismo. Además, la ausencia de Fidel fortalecerá las ya de por sí muy desatadas tendencias ultraderechistas del trumpismo, no solo respecto a la isla. ¡Hasta mañana!, Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero


Enrique Galván Ochoa: Dinero
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La devaluación del peso ha devaluado los ingresos de las familias mexicanas. Hasta fecha reciente, el salario mínimo por hora fue de 50 centavos de dólar, pero cayó a 44 centavos. Es el más bajo del mundo. De un momento a otro la Comisión Nacional de los Salarios Mínimos, cuyos integrantes en su mayoría son adinerados, dará a conocer cuál será la paga mínima de los pobres para el año siguiente. Se trata del secretario del Trabajo, Alfonso Navarrete Prida (ingreso anual de 3 millones 672 mil pesos), directivos de organizaciones de patrones y dirigentes de sindicatos charros. El presidente de la Comisión, Basilio González Núñez, ocupa ese puesto desde hace siglos, con un sueldo en torno a 3 millones de pesos. Coparmex, por conducto de su presidente, Gustavo de Hoyos, propone que el salario pase de $73.04 a $89.35 diarios, pero en abonitos, a lo largo de 2017. Por su lado, el dirigente de la CTM, Carlos Aceves del Olmo, propone 100 pesos. Dato cultural: ya fue senador una vez y dos veces diputado. El sueldo nominal de un diputado es de un millón 942 mil pesos anuales. Cualquiera que vaya a ser el nuevo salario desde este momento no sirve para que una familia sobreviva, como efecto de la inflación y la devaluación que se prevén para el año siguiente.
Juntos podemos…
Un nuevo reporte de la agrupación Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI) revela que la asociación de la ex candidata presidencial panista y aspirante al gobierno del estado de México, Josefina Vázquez Mota, y su asociación Juntos Podemos, ha recibido del gobierno federal más de los 900 millones de pesos que era el cálculo inicial… ya son mil 38 millones 418 mil pesos, haciendo un cálculo de 2014 a 2016. El hecho de que María Amparo Casar y Claudio X González Guajardo, propulsores de la reforma educativa, presidan el grupo Mexicanos contra la Corrupción, lo que no los hace personajes populares, no debería restar seriedad a la investigación. Hasta el momento, la política panista ha guardado silencio. Fue la primera en reconocer el triunfo de Peña Nieto tras las elecciones presidenciales. Le está redituando.
El rey de la bancarrota
Conocido como rey de la bancarrota (buena parte de su fortuna la ha hecho comprando empresas en quiebra, las restructura y las revende), el multimillonario Wilbur Ross será el hombre al frente del Departamento de Comercio. ¿Qué opina del Tratado de Libre Comercio de América del Norte? Esto: la dependencia económica de México en relación a Estados Unidos es tan grande que tendrá que ceder en la renegociación del TLC. ¿Cómo respondió el gobierno mexicano? Nada, calladito. ¿Qué pudo haber dicho el secretario de Economía, Ildefonso Guajardo Villarreal? Pudo tejer alguna idea sobre la interdependencia. Por ejemplo: si México les deja de comprar gasolina entran en crisis sus refinerías, pero están asustados (no les vaya a cancelar la visa el señor Trump). Mientras, Javier Guzmán Calafell, subgobernador del BdeM, advirtió que la economía enfrenta riesgos a la baja, ya que estamos en una etapa de plena desaceleración de la economía global. (Siempre culpando al exterior). Aseguró que es complicado saber cuándo se saldrá de este bache, pues tras el resultado electoral en Estados Unidos priva la incertidumbre. Díganlo con todas sus letras: vamos hacia una recesión.
El partido de Trump
De esto vamos a ver mucho en los tiempos que vienen. El Partido Encuentro Social recibirá el próximo año como subsidio, vía Instituto Nacional de Electores, 237 millones de pesos. Es dinero de los contribuyentes. Su diputada Iris Aguirre, de Zacatecas, dice que los mexicanos migrantes están involucrados en cuestiones muy vergonzosas en Estados Unidos. Son los mexicanos los que se quieren pasar de listos, son los mexicanos los que tienen mala fama, y las políticas que plantea Trump son consecuencias a dicha problemática, expresó. Más tarde ofreció disculpas, pero lo dicho ya estaba dicho. ¿Y si cambiara de nombre su partido? Encuentro con Donald, por ejemplo.

Ortiz Tejeda: Nosotros ya no somos los mismos
Procuro no hacer categorizaciones absolutas e inamovibles. Pensaba escribir que para mí el extranjero (de origen) que más se había involucrado, integrado e inmerso en el México profundo (como diría el querido Guillermo Bonfil Batalla, ¡vaya apellido!) era Rodolfo Stavenhagen. Pero consideré innecesaria esa expresión tan retórica y contundente. Me vinieron a la mente los nombres de algunos frailes reputados como protectores acérrimos de los pueblos originarios (ojalá sí lo hayan sido) y de uno de mis héroes favoritos: Francisco Xavier Mina que, como Lord Byron, luchó por sus ideales (libertarios), sin importarle si era la bandera de su patria o no la que ondeaban. Por eso, sin retórica, pero conservando la contundencia, digo: para mí, Stavenhagen nació alemán y murió mexicano. Pero mexicano o alemán, fue siempre lo mejor de cada lado de la rivera. Del lado de la teutónica, sin gran esfuerzo discriminador, mencionaría de golpe y sin mayor análisis, a Lutero, Bach, Beethoven, Einstein, Goethe, Kant y, por supuesto, las piernas maravillosas de Schumacher, Boris Becker o Marlene Dietrich y Claudia Schiffer. De la rivera autóctona no me atrevo a mencionar sino unos cuantos nombres surgidos de algunas opiniones y dos o tres consultas bibliográficas: Bonfil Batalla, Marcela Lagarde, Guillermo de la Peña, Pablo González Casanova, Luis Villoro. Entre esos grandes está el nombre de Stavenhagen.

David Brooks: American Curios
Los milagros no caen del cielo, se hacen en la tierra con sueños, puños y amor. A veces se desvanecen, o se distorsionan, a veces permanecen; dependen de los veladores, los serenos, de esos milagros. Y dependen de nuestra memoria colectiva, que nos reta a tener la estatura para defender, proteger y respetar esos milagros. No hay mayor crimen que extinguir un milagro.
No tengo la capacidad lírica o analítica para abordar qué significa la muerte de una figura como Fidel y su insistencia en los milagros, en su audacia necesaria para desafiar a los que buscan que todos nos sometamos sólo a lo posible. Pero su muerte y, ese mismo día, la de nuestro amigo Bernardo Álvarez Herrera, me detona la necesidad urgente de intentar ponderar en voz alta eso de los milagros colectivos.
Hay gente que sabe crear milagros colectivos. Construirlos, alimentarlos y defenderlos. Casi siempre lo hacen a un gran costo personal, pero uno jamás se entera. No se sabe si ni ellos lo saben. Crear algo colectivo es lo más difícil en este mundo, que suele estar dedicado a destruirse. Nada es más fácil que destruir, y casi siempre –y desafortunadamente esto es hasta común entre los que se dicen progresistas– se hace con justificaciones retóricas expresadas en un vocabulario disfrazado de lo opuesto, de la defensa de los derechos y la justicia y libertad. Eso es muy fácil y tiene efectos trágicos cuando derrumba algo creado de la nada, de lo imposible, de puro corazón y fe inquebrantable en los demás. Justo por ello, toda creación colectiva es, por eso, un milagro.
Bernardo, más allá de sus talentos como diplomático, era un creador de y para el colectivo. Atrevido y amante de la vida, de su sabor, su música y los sueños colectivos. Por eso era un gran amigo de cualquiera que él sospechaba –y lo sospechaba de demasiados, pero sólo por ello al hacerlo los elevaba– compartían ese amor. Les contaba cuentos y dichos e historias y, con un cuatro o guitarra en las manos, les cantaba canciones de su país o de México (amaba la música y la cultura mexicana, la última vez que lo vi estaba cantando Juan Charrasqueado), y los invitaba a sumarse a la creación de algo colectivo. No aguantaba la soledad. Se rebelaba contra ella y con ello jalaba a otros de sus aislamientos. Aun cuando uno no quería.
Coqueteaba con todos y de repente armaba complicidades para crear milagros y defender otros a pesar de las derrotas, sin parar.

Carlos Fernández-Vega: México SA
Murió Fidel, y nadie pudo con él. Ni siquiera el brutal cuan ilegal bloqueo impuesto por Estados Unidos, que si bien en no pocas ocasiones dobló la economía isleña y significó un creciente costo para sus habitantes, nunca logró desmantelarla. Casi seis décadas, 11 rabiosos presidentes estadunidenses y cientos de actos terroristas después, Cuba se mantiene indoblegable.
Luchador incansable, el líder cubano siempre dio la batalla, y también en la última de ellas parecía que de nueva cuenta saldría vencedor. Pero su fortaleza física ya no le alcanzó, tras diez años de lucha permanente por su propia salud. Queda su legado, el de una de las mentes más brillantes del siglo XX.
Seis presidentes republicanos (desde Eisenhower) y cinco demócratas (hasta Obama) financiaron, promovieron y llevaron a cabo todo tipo de actos terroristas en contra de la isla, de sus habitantes y de su máximo dirigente. Todo, para que –más de cinco décadas después del primero de ellos– el gobierno estadunidense se viera en la penosa necesidad de reconocer que fracasó. En diciembre de 2014 llegó el deshielo, más de forma que de fondo, pero el brutal bloqueo se mantiene.
El costo económico para Cuba y los cubanos fue creciente por esta guerra político-económica impuesta por Estados Unidos, y las cifras más actuales del gobierno isleño (por medio del Ministerio de Relaciones Exteriores) documentan que en más de cinco décadas de bloqueo los daños acumulados, a precios corrientes, pueden cuantificarse en 125 mil 873 millones de dólares, de forma conservadora. Es decir, el costo para la nación caribeña equivale a dos veces su actual producto interno bruto. Y, como dijo Fidel, cese la filosofía del despojo y cesará la guerra. Y Estados Unidos se negó.
Pero las cosas también cambiaron en América Latina, y de aquella profunda unidad hemisférica que cacareaba John F. Kennedy por la expulsión cubana de la OEA, la región transitó, paulatina pero sostenidamente, a la condena del gobierno estadunidense por el ilegal bloqueo contra la isla. Y esta posición permeó a la comunidad de naciones, con el consecuente rechazo generalizado.
Veinticuatro años atrás, en 1992, por primera vez se incluyó el tema del bloqueo en la agenda de la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas, con todo y la feroz campaña diplomática de palo o zanahoria desatada por el gobierno estadunidense, con papá Bush en la Casa Blanca. En esa ocasión, 59 países votaron a favor del fin del bloqueo contra Cuba, tres en contra, 71 abstenciones y 46 ausencias.
El 26 de octubre de 2016 la unidad hemisférica y mundial fue nítida a favor de la isla y tajante el pronunciamiento de la asamblea general de la Organización de Naciones Unidas: de 193 naciones representadas, 191 votaron por el fin inmediato del bloqueo, nadie en contra y sólo dos se abstuvieron (Estados Unidos e Israel, siempre a favor de mantenerlo). El triunfo diplomático del gobierno cubano fue contundente… pero Estados Unidos no levanta el bloqueo ni la ONU hace nada al respecto, y el costo se mantiene al alza.
Pero no sólo el ilegal bloqueo estadunidense afectó y dobló a la economía de la isla, que le impidió un sano crecimiento y la pérdida constante de miles de millones de dólares, a pesar de lo cual Cuba encabeza los indicadores sociales de toda América Latina.
También, y de qué forma, la impactó la caída de la Unión Soviética. Como en este espacio comentamos a raíz del anuncio, en diciembre de 2014, del citado deshielo, en poco más de cinco décadas Cuba recorrió el camino de ida y vuelta en dos ocasiones: la primera, con el triunfo de la Revolución, perdió todo su comercio exterior porque Estados Unidos no sólo le cerró las puertas –de las que provenía prácticamente todo, desde el pan recién horneado hasta las navajas para afeitar–, sino que le impuso un bloqueo igual de ilegal que de brutal y perverso. La segunda, con la caída de la URSS y el desmoronamiento del bloque socialista, cuando el intercambio comercial isleño se desplomó en más de 80 por ciento. Y en ambos casos el colapso se dio de la noche a la mañana. Y aun así se mantiene en pie.
El par de golpes fue brutal y en ambos casos la apuesta estadunidense fue la muerte por inanición. Y sí, la isla se dobló pero no se desmanteló, con todo y periodo especial, de tal suerte que el esfuerzo y el sacrificio de la reconstrucción y la sobrevivencia son obra del heroico pueblo y el gobierno cubanos, que remontaron la desgracia, sin perder el rumbo, hasta retomar el crecimiento económico en la primera década del nuevo siglo.
De acuerdo con el Banco Central de Cuba (BCC) el desmoronamiento del bloque socialista y la caída de la URSS se reflejó en prácticamente todos los indicadores macroeconómicos de la isla: de 1989 a 1993 el producto interno bruto se desplomó 35 por ciento (una proporción que daría cuenta de la crisis mexicana de 2009 multiplicada seis veces). Durante ese periodo las importaciones cayeron 78 por ciento, mientras el déficit fiscal llegó a 33.5 por ciento del PIB. En el transcurso de esta etapa, el país se vio obligado a disminuir el consumo de combustible a menos de la mitad del empleado en 1989.

David Márquez Ayala: Reporte Económico
Al tercer trimestre las finanzas nacionales siguen siendo exiguas aunque van menos mal de lo esperado: el déficit público presupuestado para el período era de -517 mil millones de pesos y en los hechos fue -251 mil m (Gráfico 1). El balance primario (sin el costo financiero de la deuda) se presupuestó con un déficit de -223 mil millones y registró un superávit de 58 mil millones.
Los ingresos comparando los resultados con enero-septiembre 2015, los presupuestarios fueron 12.3% superiores en términos reales (sin inflación) y 472 mil m mayores a lo presupuestado. De estos ingresos, los petroleros aumentaron 0.9% y los no petroleros 15.1 (Gráfico 2).
De estos últimos, los ingresos tributarios crecieron 11.2% respecto a 2015, destacando la mayor captación por ISR 10.5%; IVA 5.9% y IEPS 22.2% (del cual 67.6% corresponde a gasolinas y diesel). Los no tributarios crecieron 85.2% por una transferencia de 239 mil millones del remanente de operación del Banco de México.

Hernán González G.: Aprender a morir
En el subdesarrollo, el sentido común se vuelve ciencia; la tecnología, destapador de refrescos, y la calidad del servicio, ilusión de resentidos. Sin embargo, por oscuras razones, hay un sector seguro y protegido por los gobiernos –escoja partido–, tanto en los países más desarrollados, como en los que no salen del atraso: los bancos, esas autorreguladas entidades en teoría dedicadas a proporcionar créditos con criterio financiero y social, no sólo con desmedido afán de lucro; y en la práctica, al agio, mediante el arbitrario manejo del dinero ajeno, con la anuencia de leyes y políticos.
Con eventuales asaltos e incluso asesinatos en sus instalaciones, los bancos ni sufren ni se acongojan cuando la moneda se devalúa; los clientes son maltratados; el gobierno en turno los desprivatiza, nacionaliza, revende o remata a extranjeros, con Fobaproas de por medio, que los verdaderos dueños están muy lejos del país, no sólo de las responsabilidades con sus mansos cuentahabientes.
 
Los fenómenos asociados a la hiperglobalización, como el comercio exterior y la adquisición de empresas locales por grandes transnacionales, enfrentan una percepción crecientemente negativa, de manera marcada en los países desarrollados. En efecto, de acuerdo con un informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), durante los últimos años se ha registrado un incremento en la convicción de que los mecanismos económicos mencionados generan desempleo y empujan hacia reducciones salariales, y en regiones como Estados Unidos, la Unión Europea y Japón dichas percepciones duplican el promedio global.

Llama a entender el profundo significado de la revolución cubana
Lejos de los elogios y denotaciones a Fidel Castro, luego de su muerte, más importante sería entender el profundo significado de la revolución cubana que él condujo porque, como dice Jorge Edwars, mostró las fuerzas volcánicas que se agitaban debajo de la superficie de América Latina. Los intelectuales, en lugar de decirnos lo hábiles que fueron al percibir el viraje político de Castro, debían recordar el entusiasmo que provocó en la sociedad latinoamericana el surgimiento de una utopía en el continente, alejada de un modelo hegemónico tan cuestionado como el estadounidense.

Desde el purgatorio de la oposición, el Partido Demócrata inicia su reflexión sobre lo sucedido en la elección. En diversos puntos de Estados Unidos, los demócratas tratan de encontrar las causas del derrumbe de su candidata. Una de las observaciones más agudas proviene del liderazgo de ese partido en uno de los estados que integran el cinturón industrial, conocido como Rust Belt.
Imaginemos por un instante a un joven de 20 años lanzado de pronto a la Plaza de la Revolución en La Habana, donde se reunían millón y medio o 2 millones de campesinos cubanos con armas o sin ellas, escuchando las palabras de un hombre que podía haber sido un dios griego o un gigante semidivino, que pronunciaba palabras acerca del futuro de su pueblo y sobre el futuro de todos los pueblos del mundo, a quienes tenía muy cerca. El joven mexicano, aún conmocionado por la lectura de los clásicos en la preparatoria, buscaba saber cuál Dios o semidiós tenía enfrente, pronunciando aquel extraordinario discurso. ¿Se trataba de Demóstenes o de Alcibíades, en que se juntaban la fuerza de una inteligencia excepcional con el poder de una naturaleza con decisiones y valentías que iría a comprobar en el futuro próximo?
Abandono La Habana pocas horas después de que se ha hecho pública la noticia de la muerte de Fidel Castro. Con los cubanos que converso encuentro una mezcla conocida, la he visto en Buenos Aires, cuando centenares de argentinos desfilaron ante el cadáver de Kirchner, o en la televisión venezolana a la muerte de Hugo Chávez. La muerte del caudillo produce una sensación de desconcierto a la que seguirá una extraña nostalgia. En el avión hacia México fracaso en ordenar mis breves recuerdos personales y fracaso aún más tratando de hacer un balance político; son demasiadas cosas, el personaje ocupó durante demasiados años el centro del escenario y no con apariciones menores. Gracias a él, la pequeña isla de Cuba fue el centro del planeta muchas veces.
El pasado 14 de noviembre, a invitación de nuestro diario y la Casa Lamm, decenas de médicos que tomaron parte en el histórico movimiento que comenzó en noviembre del 1964 y terminó ocho meses después, recordaron sus momentos clave y repercusiones. Pero además describieron los problemas actuales y los obstáculos que existen para brindar la atención adecuada a más de 130 millones de mexicanos. No está de más señalar que ese movimiento y la forma en que fue reprimido por el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, fue el anuncio de lo que vendría después: la matanza del 2 de octubre en Tlatelolco.
Muy mala educación demostró el titular de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol) en su comparecencia ante los representantes populares de la Cámara de Diputados del Congreso de la Unión, al dirigirse en forma ofensiva a la legisladora Araceli Damián, quien con abundancia de datos y cifras precisas, le demostró que de la pobreza del pueblo de México sabe poco o, si no es así, no tiene intención de hablar al respecto con datos duros. Además de su falta de tacto, de su aspereza, demostró estar desubicado; ignoro su carrera política, de seguro no ha sido diputado, pues de serlo hubiera entendido que se encontraba ante una comisión parlamentaria y que en ese momento participaba en un acto formal y regulado por la ley, que prevé colaboración y relaciones entre los poderes Legislativo y Ejecutivo.
Una llamada en la madrugada, una voz que dice: murió Fidel Castro y se quiebra. Una respuesta salida desde las entrañas y de la rebelión ante el dolor: Fidel Castro no es morible. ¿Puede morir un hombre que marcó dos siglos y que en 90 años de vida jamás claudicó de los valores más profundos de un ser humano, humanísimo? ¿Un hombre cuya coherencia, dignidad y solidaridad abría todos los caminos hacia la liberación, la justicia verdadera, para desafiar imperios, colonialismos, disfraces democráticos?
Muchas cosas se escriben y se dicen y se dirán en estos días, ahora que Fidel Castro ha muerto. En este domingo de noviembre quiero recordar un poema escrito por Juan Gelman en 1962, aquel año cuando ante la amenaza de guerra nuclear el pueblo de Cuba y su revolución se jugaron en octubre el todo por el todo. Y ganaron y vivieron. Mañana vendrá el tiempo de escribir con calma. Este recuerdo de hoy va dedicado a Mara, compañera de Juan, con el amor de nosotros para ella.
A.G.
FIDEL
Juan Gelman
Gotán, 1962, en Pesar todo, antología,
FCE, México, 2001.
D
irán exactamente de Fidel
gran conductor el que incendió la historia etcétera
pero el pueblo lo llama el caballo y es cierto
Fidel montó sobre Fidel, un día
se lanzó de cabeza contra el dolor contra la muerte
pero más todavía contra el polvo del alma
la Historia parlará de sus hechos gloriosos
prefiero recordarlo en el rincón del día
en que miró su tierra y dijo soy la tierra
en que miró su pueblo y dijo soy el pueblo
y abolió sus dolores sus sombras sus olvidos
y solo contra el mundo levantó en una estaca
su propio corazón el único que tuvo
lo desplegó en el aire como una gran bandera
como un fuego encendido contra la noche oscura
como un golpe de amor en la cara del miedo
como un hombre que entra temblando en el amor
alzó su corazón lo agitaba en el aire
lo daba de comer de beber de encender
Fidel es un país
yo lo vi con oleajes de rostros en su rostro
la Historia arreglará sus cuentas allá ella
pero lo vi cuando subía gente por sus hubiéramos
buenas noches Historia agranda tus portones
entramos con fidel con el caballo. #
Aeso de las diez y pico de la noche del viernes 25 de noviembre, en La Habana, Cuba, murió el siglo XX.
La economía mexicana está francamente expuesta ante la próxima administración de Trump. Quedó así cuando apenas se había anunciado el resultado de las elecciones del 8 de noviembre. En plena transición los golpes han sido duros. El escenario parece estar servido para episodios de confrontación durante muchos meses.
Vine a San Gabriel porque me dijeron que acá vivió un escritor, un tal Juan Rulfo. Me lo dijeron en la escuela hace un siglo, lo encontré en diccionarios. Prometí a mis maestros que vendría si eso era cierto.

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