8/04/2018

“Cine, Género y Emociones

Mujeres y Salud Mental




¿Te gusta ir al cine? ¿Eres de las personas que como yo, te dejas impactar emocionalmente por lo que la historia de una película narra?

Independientemente si la película es de ficción, comedia, drama, melodrama, documental o serie, si cuando vas al cine deseas ver y sentir más allá, y deseas dejarte tocar por la trama, entonces es posible que esta columna sea de tu interés.
Al cine, lo podemos ver como un  generador de representaciones, significados, imágenes, culturas  e ideologías, lo que lo convierte en un excelente recurso  para revisar la forma en que se han construido las subjetividades y cómo estas, han impactado en la manera en que mujeres y hombres vivimos encapsulados en un sistema patriarcal.
En este sentido me parece que la cinematografía, ofrece  a los estudios de género una fuente importante para analizar las representaciones socialmente dominantes acerca de lo femenino y lo masculino y sumadas a otras categorías como: la clase social, la raza, la religión, educación, la forma de vivir y expresar nuestra sexualidad, afectividad, la edad, entre otras.
Me parece importante mencionar de manera breve el trabajo realizado por la Dra. Teresa De Lauretis, feminista, que aterriza un nuevo concepto a partir de su interpretación del género, y es el concepto de  “tecnología del género”**.
La cual describe  como: "La construcción de género continúa  hoy a través de varias tecnologías de género (por ejemplo, el cine) y también de  discursos institucionales (por ejemplo, las teorías) con poder para controlar el campo de significación social y entonces producir, promover e 'implantar' representaciones de género".
De alguna manera, esta conceptualización, logra mostrarnos un poco de la esencia de los estudios de cine relacionados con el género, que dicho sea de paso, es una disciplina aún en ciernes que desafortunadamente no cuenta aún con el reconocimiento académico que merece.
Lo que me hace cuestionarme: ¿a qué se debe que la relación entre cine y género no cuenta con el debido  reconocimiento? y por tanto, sigue invisibilizado…
Es un hecho que el cine, que las películas siempre llaman la atención de niñas y niños, jóvenes, adultas y adultos, y de personas en edad avanzada, es un entretenimiento, es cultura, y también es información.
Es también un gran recurso dentro del ámbito emocional porque se convierte en un recurso profundamente terapéutico.
Las películas y hoy día, también  las series, nos permiten acercarnos poco a poco y muchas veces de manera inconsciente a aspectos difíciles de nuestras vidas, al proyectarnos en una historia ficticia o real, aunque conscientemente sepamos, que no es la nuestra.
El cine, así como los sueños dentro de un proceso psicoterapéutico, se convierte en un aliado para comprender nuestras: angustias, ansiedades, depresiones, alegrías, duelos, insatisfacciones, entusiasmos, logros, nuestros núcleos familiares, y aceptar situaciones vitales que pudiéramos estar experimentando.
El uso de películas ya sea que se le sugieran a las y los consultantes, o que ellas y ellos, lleguen contándonos que algo les “movió” de alguna película, facilita tanto el proceso de entendimiento como de autoconocimiento.
Ver una película que refleje abiertas o encubiertas las dificultades que pudieran afectarnos, o nuestra forma de ser, o respuestas a situaciones que estemos viviendo, no se convierte en la solución de nuestro proceso, más sí llega a ser ese “darse cuenta” que empieza a ser terapéutico porque vamos trayendo poco a poco  a nuestra consciencia elementos que podemos liberar o darles sentido a través de una historia del cine.
Es importante subrayar que ver películas no tiene porqué ser un proceso de autoayuda, sino ubicarlo como un recurso más, entre otros utilizados en psicoterapia, para que la o el psicoterapeuta guíe y acompañe a la o el consultante, a través de la discusión del tema para aclarar, ejemplificar, o reforzar algunos aspectos del proceso de terapia.
Trabajar con las películas que mueven los sentimientos de las personas en terapia o bien, sugerir alguna película en especial a favor del proceso de la o el consultante, se ha convertido desde hace tiempo en un recurso importante, por su poder proyectivo, como también lo han hecho los libros, que antes de las películas y hoy junto con ellas, han contribuido a enriquecer los procesos psicoterapéuticos de cualquier tipo de abordaje,
películas que hoy muestran claramente las desigualdades de género, permiten mostrar desde una psicoterapia feminista, esas desigualdades, esas diferentes violencias, esa masculinidad tóxica que tanto afectan y lastiman a la sociedad en general, especialmente a las mujeres.
Muchas veces a través de verlo fuera de “nosotras” o “nosotros” en una pantalla y con palomitas de maíz, es como nos permitimos empezar a identificarlo en nuestras vidas y por tanto, comenzar también a trabajarlo como parte determinante en nuestros procesos emocionales.
Nuestras realidades como personas y como sociedades, son captadas por la lente cinematográfica y nos toca a nosotras/os desentrañar y darles sentido, acompañadas de una o un profesional de la salud emocional, para  a esas imágenes, música, historias, personajes, lugares, que nos trastocan,  intentar acomodarlas  a favor de nuestro bienestar integral. 
Por eso, sigamos viendo películas y series, que enriquezcan y liberen nuestro mundo interno, para ser parte más activa en nuestros procesos psicoterapéuticos, porque finalmente nadie sabe más de nosotras/os, que nosotras/os mismas/os.
**Tecnología de género. Teresa De Lauretis. Teórica feminista que ha realizado importantes contribuciones a los estudios de género.
*Psicoterapeuta humanista existencial, especialista en Estudios de Género, y directora del Centro de Salud Mental y Género.
Whatsapp 55.80.97.91.02
Imagen retomada de Wikipedia
Por: Alejandra Buggs Lomelí*
Cimacnoticias | Ciudad de México.-

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