12/10/2009



Una medalla y un diploma


Sé que el poder premia a quienes lo sirven, pero antes de Obama no había visto mayor cinismo.


Pedro Echeverría V.

 

1. Más cínicos que Barack Obama –el gobernante que en unos cuantos meses de gobierno en EEUU ha establecido bases militares en Colombia, ha apoyado un golpe de Estado en Honduras, ha enviado ayer 25 mil soldador para asesinar afganos y mantiene una ocupación militar en Irak- son aquellos que lo seleccionaron y le entregaron el Premio Novel de la Paz. Sin embargo tampoco hay que sorprenderse porque el premio de la Paz se entregó a un señor de la guerra; no debe olvidarse que los premios se entregan siempre a quienes defienden mejor al sistema capitalista, a los personajes que son dóciles a él y hasta a algunos críticos que ayuden a "democratizar" a las agencias premiadoras. Incluso anarquistas como Flores Magón, Marx o Bakunin son reconocidos por sus enemigos (la burguesía) como luchadores sociales, pero después de muertos.

 

2. Los premios sirven para exaltar a los premiados, para mediatizarlos o para congraciarse con ellos, como el caso de Obama hoy y fue el de los presidentes yanquis Roosevelt en 1906, Wilson en 1919, Kissinger (Canciller) en 1973 y Carter en 2002. El premio, además de dar presencia y fuerza a los premiados busca justificar sus acciones, aunque éstas sean de invasiones y guerras, como el caso de los gobernantes yanquis. ¿Por qué los gobernantes de los EEUU han destacado más recibiendo este tipo de premios? Porque el poder de las agencias internacionales que se mueven alrededor de ellos es mucho más poderoso que el de cualquier lugar. ¿No se recuerda acaso cuántos millones de pesos o de dólares gastó en contactos y en los medios el presidente mexicano Echeverría Álvarez para lograr el Premio Novel de la Paz sin lograrlo?

 

3. A ningún premiado, en ninguna parte del mundo, lo sorprenden con un premio por su "gran labor". Ningún premio cae del cielo. Los premios se piensan, se sueñan, se desean y se trabajan durante muchos años con enorme intensidad usando contactos, muchas recomendaciones, haciendo trabajos a propósito, aceptando compromisos, cuidando comportamientos, disciplinándose. Los premiados son muchas veces líderes en política de relaciones y de servilismo. Otra cosa son los premios que se otorgan a los hombres del poder de cuentan con la fuerza para conseguirlos. ¿Necesitaba Obama un premio de esta categoría ante el derrumbe de su prestigio en el mundo y para fortalecer sus políticas de gobierno en derrumbe por no cumplir con sus compromisos de campaña? Es obvio que el presidente Obama tenía una enorme necesidad y le bastó con ordenar que se vean a los seleccionadores del premio para obtenerlo.

 

4. ¿Qué respuesta ha dado Obama a quienes le otorgaron la presea y a sus millones de críticos? Las únicas que se podrían esperar de un presidente yanqui dispuesto a defender a su país imperialista a costa de lo que sea. Por eso fue categórico: "Afronto el mundo como es y no puedo permanecer sin hacer nada frente a las amenazas al pueblo estadounidense. Hablemos claro: el mal existe en el mundo… Decir que la fuerza a veces es necesaria, no es un llamado al cinismo, es un reconocimiento a la historia; las imperfecciones del hombre y los límites de la razón. En muchos países hay una profunda ambivalencia sobre las acciones militares hoy en día, sin importar la causa. En algunos momentos, esto se une a una desconfianza reflexiva sobre Estados Unidos, la única superpotencia militar del mundo". Obama habla de las imperfecciones del hombre para justificar la guerra.

 

5. Señala Obama que "cualquier error que los EEUU haya cometido, el hecho evidente es que Estados Unidos de América ha ayudado a asegurar la seguridad global por más de seis décadas con la sangre de nuestros ciudadanos y la fortaleza de nuestras fuerzas armadas". Por eso Obama dice con abierto cinismo que "los instrumentos de la guerra (la producción y la venta de todo tipo de armas) tienen un rol a jugar en la preservación de la paz… que el coraje y sacrificio del soldado está lleno de gloria, expresando la devoción al país, a (una) causa y a (sus) compañeros de armas". No hay una autocrítica en su mensaje en la que reconozca el carácter intervencionista, invasor y de gendarme mundial que han jugado los EEUU en el mundo. Por eso Fidel Castro tiene razón cuando dice que Obama continúa la misma política guerrerista de George Bush.

 

6.  Los presidentes yanquis –como hemos repetido mil un una veces- sean del partido Republicano o Demócrata, sean blancos o negros- tienen el compromiso ineludible de defender los intereses de los grandes consorcios norteamericanos, así como el de dominar las riquezas y los recursos naturales de otros países para asegurar la vida del derroche o despilfarro yanqui. Por eso la tarea de todos los seres libres del mundo es luchar contra la dominación imperialista y contra las burguesías lacayas de los demás países del universo. ¿Cómo permitir que frente a nuestras narices Obama –el fantoche premio novel- haya establecido siete bases militares en Colombia, haya apoyado abiertamente el golpe de Estado de Honduras y esté refaccionando al ejército mexicano para que éste asesine a campesinos, a gente humilde, a luchadores sociales, pretextando el narcotráfico?

 

7. El premio a Obama fue logrado con mucho empeño por la familia imperialista mundial que busca la recuperación del poder de Norteamérica en el orbe. A pesar de ello los militares del Pentágono y de la CIA no podrán someter a los pueblos de América Latina que cada día se fortalece con gobiernos antiimperialistas y pro socialistas como Cuba, Venezuela, Bolivia, Ecuador y otros que desde diversas luchas anticapitalistas se desarrollan. Las batallas de los pueblos continuarán a pesar de los premios y por encima de ellos. Muy pronto caerá la piel de cordero que cubre al lobo Obama y el mundo entonces se dará cuenta una vez más que los gobiernos de EEUU no podrán cambiar nunca: seguirán siendo los impulsores de la guerra hasta que los pueblos mundo logren aplastarlos.

 

pedroe@cablered.net.mx




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