8/26/2011

Los periodistas pal café.....



Julio Hernández López: Astillero
De pronto, territorios clave de los poderes estatales priístas comprometidos con el financiamiento y el apoyo electoral de la opción Peña Nieto han acabado coincidiendo en términos de violencia y pánico con el discurso del gobierno felipista que adjudica al cártel de los tres colores la mayor responsabilidad, cuando menos en términos territoriales, en la comisión de delitos relacionados con lo que llaman el crimen organizado.
Sincronía fogosa que cimbra al gobierno coahuilense de los Moreira (aunque el tripulante formal sea de manera provisional Jorge Torres) con el turbio episodio del ataque al estadio futbolero torreonense que a su vez da paso a la exacerbación programada del explosivo tema del sobrendeudamiento en aquella entidad y luego, ayer, entre el humo, los escombros y el asombro y la indignación nacionales por lo sucedido en un casino de Monterrey, al anuncio recalentado de que Hacienda ha pedido a la PGR actuar contra quienes resulten responsables de hipotecar a Coahuila incluso, según el señalamiento del gobierno calderonista, falsificando documentos para esas maniobras crediticias convertidas por el felipismo en presunta palanca infalible para desmontar al acorralado Humberto Moreira de la conducción nacional del PRI y abollar la parte superior del aparato de gobernadores y ex gobernadores que apoyan a Peña Nieto.
(Con los ojos puestos en Monterrey, poca atención tuvo la comparecencia del Cordero de las Dos Cachuchas para anunciar en su volátil condición de secretario de Hacienda la apertura del proceso de investigación y búsqueda de castigo contra el reino familiar de los Moreira, asunto que en otras circunstancias habría sido nota destacada en cuanto constituye una parte de la guerra electoral que Calderón ha declarado al PRI y que, según versiones de los pasillos de ese poder de blanco y azul, será cada vez más fuerte.)
Decenas de muertos (a la hora de cerrar esta columna se informaba oficialmente de más de cincuenta) en un casino de Monterrey al que voces conocedoras ligan con familiares y gente cercana a un ex presidente municipal de la capital neoleonesa, panista, es cierto, pero distanciado del poder calderonista e incluso objeto de rechazo en cuanto a él se le atribuye culpa en el proceso de divisiones internas que dificultó al calderonismo imponer a quien quería como gobernador de la emblemática entidad norteña. Probable cobro insatisfecho de deudas, o problemas de elite entre capos de cuello no tan blanco, o simple episodio sin mayor intencionalidad dentro del esquema de descomposición nacional que prohija barbaridades con o sin destinatario y mensaje políticos, pero lo cierto es que lo sucedido ayer en ese centro de juegos agrava la situación del deplorable mandatario priísta, Rodrigo Medina, permanentemente rebasado por la lucha entre cárteles que se da en su entidad, vecina de la exportadora Tamaulipas, y que tendrá como consecuencias inmediatas el incremento del rechazo social a la instancia gobernante priísta y el fortalecimiento oportuno de las voces que exigen más mano dura, en particular la aprobación de las reformas a la ley de seguridad nacional que abrirían la puerta, sin cierto resquemor jurídico actual, a la imposición de virtuales estados de sitio (afectación a la seguridad interior, es el eufemismo) en las zonas que a juicio de Los Pinos requirieran de intervención militar y federal directa.
La nueva marca nacional en cuanto a muertos en un mismo incidente relacionado con el crimen organizado consolida la noción social de que se está frente a actos de terrorismo, así no sea académicamente precisa la aplicación del término. Pero es el propio calderonismo el que se apresura a impedir que detalles conceptuales menores impidan a los mexicanos saber que ya han entrado a una fase superior del proceso de control social mediante el miedo. Terror dice con todas sus letras el vehemente vocero federal Alejandro Poiré a la hora de cumplir con la muy conocida rutina de expresar condolencias y condenas, prometer investigaciones a fondo y castigos justicieros, exigir con tono de civismo indignado que la sociedad participe más en el combate de la delictividad desbordada y, bueno, aprovechando la oportunidad, demandar que sean aprobadas las reformas propuestas por Calderón, quien también consideró oportuno pronunciar las palabras que podrían constituir el titulo de la siguiente tanda de Felipe en busca de no entregar el poder: Terror. Que nadie dude ni tenga confusión: el gobierno federal declara oficialmente instalada la temporada del terror, justamente cuando se angosta el callejón electoral, devaluando aún más las opciones de lo político y arrojando a los segmentos sociales de menor conciencia política y mayor domesticación televisiva a pedir y apoyar acciones autoritarias de mayor calado.
El tema de los casinos que se multiplican por el país pone de relieve, además, la sostenida desatención del calderonismo al flanco del lavado de dinero, concentrado en los hechos bélicos pero desentendido de lo que los especialistas internacionales consideran fundamental, como es el ataque a los instrumentos empresariales usados por los narcotraficantes para insertar al flujo económico legal sus ganancias y operaciones. No ha de olvidarse, además, que durante el foxismo, específicamente bajo la responsabilidad de Santiago Creel, entonces secretario de Gober- nación, se realizaron las operaciones legales y políticas adecuadas para dar permisos y reactivar otros relacionados con juegos y sorteos.
Felipe, en tanto, anduvo ayer en Morelia, haciendo campaña en favor de su hermana (a pesar de que había prometido que no visitaría esa entidad antes de los comicios fraternos). Cocoa respaldada y Mota Vázquez Josefina felicitada y bien despedida por Calderón para que deje San Lázaro y siga buscando la candidatura presidencial panista. El hermano de la hermana, por cierto, hizo apasionada defensa de sus políticas bélica y económica, llamando a darles continuidad en 2012. Y, mientras el periodista Humberto Millán ha aparecido asesinado en Culiacán, ¿feliz fin de semana?
Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx


Steve Jobs anunció que se retira definitivamente de su puesto de mando de Apple. Ocupará otro que más bien será de asesor. Hace unos días se había dado a conocer que es la empresa de mayor valor, por encima de la petrolera Exxon. También se comentó que la compañía tenía mas dinero en efectivo que el Tesoro de Estados Unidos, en las jornadas turbulentas en que las arcas se habían ido secando y el Congreso se resistía a autorizar al gobierno a emitir más bonos. Steve Jobs, el gran inventor de nuestro tiempo, perdió la batalla frente al cáncer. Se sabe que recibió un trasplante de páncreas pero, al parecer, hay metástasis. Estos días se hablará mucho del cambio de mando en Apple, la compañía que puso en el mercado, primero, la computadora del mismo nombre, luego la Mac, el iPhone, el iPod y la iPad, y el lugar de Steve entre los grandes inventores de la historia. Enseguida reproduzco algunos fragmentos de un discurso que pronunció al comienzo de un curso en la Universidad de Stanford, en 2005.
Sobre la vida
“Me siento honrado de estar con ustedes en una de las mejores universidades del mundo. Yo nunca me gradué de la universidad. Para decirlo crudamente, esta es la vez que más cerca he estado de una. Hoy quiero contarles tres historias de mi vida. Eso es todo. No son gran cosa. Sólo tres historias.
Yo comencé antes de nacer. Mi madre biológica fue una estudiante, madre soltera, y decidió darme en adopción. Ella sentía que debía adoptarme una pareja de profesionistas, así que todo se arregló para que al nacer fuera adoptado por un abogado y su esposa. Excepto que cuando nací ellos decidieron en el último momento que querían una niña. Estaba en una lista de espera, y recibió una llamada a medianoche de quienes serían mis padres adoptivos, y les preguntó: ‘Tengo un niño, ¿lo quieren?’ Mi madre biológica descubriría más tarde que ni mi madre ni mi padre adoptivos tenían título universitario. Entonces se rehusó a firmar los papeles. Sólo aceptó cuando mis nuevos padres le prometieron que yo iría algún día a la universidad.”
Sobre el amor y el trabajo
Fui afortunado, encontré lo que amaba muy temprano en mi vida. Woz (su socio Stephen Wozniak) y yo comenzamos con Apple en el garaje de mi casa cuando yo tenía 20 años. Trabajamos duro y en 10 años Apple se había convertido en una empresa de 2 mil millones de dólares y más de 4 mil empleados. Un día fui despedido de Apple. Algunas veces la vida te pega en la cabeza con un ladrillo. No pierdan la fe. Estoy convencido de que la única cosa que me ha mantenido en movimiento es que amo lo que hago. Y esto es verdad tanto con el trabajo como con la gente que amas.
Sobre la muerte
Hace un año fui diagnosticado con cáncer. Me habían hecho un examen a las 7.30 de la mañana y claramente mostraba que tenía un tumor en el páncreas. En realidad yo ni sabía qué era el páncreas. Los doctores me dijeron que era un tipo de cáncer incurable y que mi expectativa de vida no era mayor a 6 meses. Mi médico me dijo que fuera a casa a preparar todos mis asuntos para morir. Sin embargo, me hicieron una cirugía y ahora estoy bien. Habiendo vivido esta experiencia puedo decirles con alguna certidumbre que la muerte es un concepto útil pero meramente intelectual. Nadie quiere morir. Inclusive la gente que espera ir al cielo no quiere morir. Sin embargo, la muerte es el destino que todos compartimos. Nadie ha escapado. Y eso debe ser así porque la muerte es el mejor invento de la vida. Es un agente de cambio. Destruye lo viejo para darle paso a lo nuevo.


Siendo estudiante de primaria (a principios de los años cincuenta) nos llevaron de visita a una embotelladora de refrescos. Quedé impactado ante lo que ahora sé que vi: un proceso totalmente automatizado que lavaba envases, los llenaba del líquido, les ponía la corcholata y los empacaba.1 Jeremy Rifkin (JR) en el capítulo 9 del libro que he venido narrando2, señala que desde el comienzo de la revolución industrial (siglo XVIII) se ha usado maquinaria y formas inanimadas de energía para aumentar la producción y reducir el monto de trabajo requerido por unidad de producto. Añade que desde 1880 diversas empresas industriales de Estados Unidos empezaron a experimentar con maquinaria de proceso continuo. Los trabajadores sólo alimentaban de materiales a dicho proceso y dejaban que éste diera forma, moldeara y empacara el producto. Desde entonces, concluye, la idea de la maquinaria automática que produce bienes con muy poco o ningún insumo humano dejó de ser un sueño utópico. Hoy, las tecnologías de comunicación e información están haciendo posible procesos continuos de manufactura mucho más sofisticados. (pp. 128-129)


Tanta es su felicidad porque en el séptimo mes del año alrededor de 43 mil mexicanos por fin lograron emplearse en el sector formal de la economía (60 por ciento de ellos de manera eventual), que los tres tristes tigres del calderonato (Lozano, Cordero y Karam) una vez más olvidaron incluir otro dato en su fiesta mediática: que en igual periodo casi 100 mil trabajadores perdieron su plaza laboral o, lo que es lo mismo, el doble de los que finalmente se colaron –quién sabe en qué condiciones– al mercado de trabajo, de tal suerte que la tasa oficial de desocupación en el país, en el lapso referido, alcanzó la mayor cota de 2011.
Así es. Puntualmente, en los primeros días de cada mes esos tres tristes tigres (de papel) sonríen ante las cámaras para festejar, según ellos, la nueva cifra histórica en generación de empleo formal, pero siempre dejan fuera de la fiesta la creciente tasa de desocupación. Tan grande es su alegría, que siempre dejan de lado un hecho aterrador: a lo largo del calderonato, según cifras oficiales, el número de registros laborales en el IMSS ha crecido 8.2 por ciento, mientras la tasa oficial de desocupación se ha incrementado 57 por ciento, una diferencia de casi siete tantos, favorable, lamentablemente, al último de los indicadores citados.
Resulta que el Inegi divulgó ayer los resultados de su más reciente encuesta nacional de ocupación y empleo, correspondiente a julio del presente año, y entre ellos destaca que la tasa oficial de desocupación en el país se elevó a 5.62 por ciento (proporción equivalente a 2 millones 750 mil mexicanos), contra 4.94 por ciento al cierre de 2010. Las mujeres resultan las mayormente afectadas por este flagelo. Pero esta realidad, desde luego, queda totalmente fuera del show mediático que mes tras mes organizan los susodichos.
A nivel urbano, donde habita 75 por ciento de los mexicanos, la tasa oficial de desocupación es mayor al promedio nacional. Si se consideran las 32 principales ciudades del país (aquellas con 100 mil y más pobladores), en julio tal indicador llegó a 6.71 por ciento de la población económicamente activa, apenas 0.2 puntos porcentuales por debajo de un año antes. Las entidades con mayor tasa oficial de desocupación durante julio fueron Tamaulipas (8.81 por ciento), Aguascalientes (7.23) y estado de México (7.2). En sentido contrario aparecen Michoacán (2.48 por ciento), Chiapas (2.65) y Yucatán (2.69). El Distrito Federal aparece con 6.67 por ciento.
Otro resultado espeluznante que documenta la citada encuesta es el siguiente: 73 de cada 100 mexicanos en desocupación abierta (alrededor de 2 millones de personas) cuentan con los mayores niveles educativos, es decir, a mayor instrucción, menor posibilidad de colarse en el mercado laboral, lo que da cuenta de la ínfima calidad de las escasas plazas que tanto cacarean los tres tristes en su referido show mediático mensual. En el caso del subempleo la situación es parecida: 56 de cada 100 corresponden a mexicanos con mayor nivel educativo (media superior y superior), de tal suerte que 2 millones adicionales se encuentran en tan deplorable situación.
Lo anterior hace recordar las siempre sabias cuan documentadas palabras del inquilino de Los Pinos, pronunciadas tres meses atrás en el marco conmemorativo del 75 aniversario del Instituto Politécnico Nacional: mi gobierno está rompiendo el círculo vicioso de egresados universitarios sin empleo. Valgan las siguientes cifras oficiales para documentar la brillante alocución del susodicho: en octubre de 2008 (cuando el muy buen equipo económico, tal vez el mejor, al mando de Felipe Calderón –según su propia definición–, reconoció la existencia y contundencia de lo que desde muchos meses atrás en otras partes del mundo registraron como crisis), el 28 por ciento de los desocupados en México correspondió a trabajadores con mayores niveles educativos: en julio de 2011 la proporción había crecido a 73 por ciento del total.
¿Cuántos universitarios o politécnicos sin acceso al mercado laboral sobreviven en el mercado informal? No menos de 2 millones, de acuerdo con las cifras del Inegi, más un monto igual que están subocupados. Y eso acontece en la realidad mientras, encerrado en su burbuja, el inquilino de Los Pinos presume inexistentes rupturas de círculos viciosos. Cuatro millones de hombres y mujeres capacitados, creativos, académicamente bien formados, que deberían estar integrados a plenitud en el proceso productivo del país, gozando de estabilidad laboral, de tranquilidad económica, pero que más allá del discurso oficial a duras penas obtienen lo estrictamente necesario, y en ocasiones ni eso, para no morir en el intento de vivir en este país.
Sobre la población ocupada el Inegi reporta lo siguiente: alcanzó 94.38 por ciento de la población económicamente activa (incluida la que no obtiene ingreso) en el séptimo mes de este año. Del total de ocupados, 65.6 por ciento opera como trabajador subordinado y remunerado ocupando una plaza o puesto de trabajo, 5.2 por ciento son patrones o empleadores, 22.4 por ciento trabaja de manera independiente o por su cuenta sin contratar empleados y, finalmente 6.8 por ciento se desempeña en los negocios o en las parcelas familiares, contribuyendo de manera directa a los procesos productivos pero sin un acuerdo de remuneración monetaria. En el ámbito urbano de alta densidad de población, conformado por 32 ciudades de más de 100 mil habitantes, el trabajo subordinado y remunerado representa 74.6 por ciento de la ocupación total, nueve por arriba con respecto del nivel nacional.
La población ocupada por sector de actividad se distribuyó de la siguiente manera: en los servicios se concentró 41.1 por ciento del total, en el comercio 19.7 por ciento, en la industria manufacturera 15 por ciento, en las actividades agropecuarias 14.8 por ciento, en la construcción 7.8 por ciento, en otras actividades económicas (que incluyen la minería, electricidad, agua y suministro de gas) 0.9 por ciento, y el restante 0.7 por ciento no especificó su actividad.
Las rebanadas del pastel
A todo lo que da se mantiene el escándalo nacional por las llamadas “ladies de Polanco”, un par de subproductos de la fábrica de sueños y empresas cárnicas paralelas. En todas partes, a todas horas, se comenta el incidente y la ciudadanía está fascinada. Qué envidia: ya quisiera este país un escándalo similar por asuntos realmente importantes, socialmente vergonzosos, como los 12.2 millones adicionales de pobres generados durante el calderonato. Pero a los mexicanos estos temas no les importan. Qué hueva. Mejor dos urracas briagas y pachecas mentándoles la madre a los cuicos panzones y asalariados. Eso sí es trascendente y hace patria.
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Quienes creyeron que con la ex gobernadora Sara Palin la ultraderecha de Estados Unidos había tocado fondo, ahora comprueban que hay otros personajes que la superan y que luchan por obtener las máximas calificaciones en materia de intolerancia, en seguir anclados al medievo. Digamos de paso que en México también hay personajes dignos de competir con el ramillete más florido del grupo Tea Party: desde funcionarios hasta el cardenal Sandoval Íñiguez. Pero ahora la atención de la opinión pública se concentra en varios intolerantes del vecino país.
Por ejemplo, la señora Michele Bachmann (aspirante a la candidatura del partido republicano en las elecciones de 2012), convencida de que la homosexalidad es obra del diablo y debe ser tratada por médicos. Seguramente por eso, su esposo, el sicólogo Marcus Bachmann, intenta curar a gays en la clínica que dirige en Minnesota. Ella cree que está llamada a salvar a su país, sacando de la Casa Blanca al presidente Obama, socialista, traidor y antiamericano. Esa tarea se la encomendó el propio Dios, que le ordenó dedicarse a la política. Como parte de su misión terrenal también condena a China, porque quiere desaparecer el dólar y a los inmigrantes por ser enemigos de su país. Ya encarrerada, la senadora defiende con su esposo el creacionismo mediante la doctrina de los 12 principios bíblicos. Otro frente de batalla es contra una empresa nada liberal: Disney, productora de Aladino, película de dibujos animados que la señora Bachmann pidió prohibir en las escuelas públicas, porque incita a la brujería. Su cruzada fracasó.


Patricia Peñaloza: Ruta Sonora
De entre las bandas mexicanas de generación reciente, luego de Zoé como una de las más relevantes en el panorama local, ha venido despuntando desde 2008 Hello Seahorse!, encabezada por Denise Gutiérrez, mejor conocida como Lo Blondo, cuya voz ha ido emprendiendo vuelos cada vez más altos, si bien se le puede escuchar desde su debut con Hello Seahorse and the jellyfish parade (2006), pasando por el EP Hoy a las ocho (2007), en que su canto era más simple y alegre, hasta llegar al belcanto pop taciturno y bipolar, a decir de ellos mismos, de Bestia (2008), álbum con el que la suerte del grupo, también integrado por Oro de Neta, Bonnz y Joe, dio un gran salto, al ofrecer temas más elaborados, menos alegres, aunque todavía un poco repetitivos, bajo la brillante producción de Yamil Rezc, disco que incluye uno de los temas más exitosos del último lustro, de mismo nombre, Bestia: toda una declaración de dulzura siniestra que se volvió un emblemático clásico instantáneo de su generación.

El Correo Ilustrado
Tristeza por la muerte de gente inocente
Hoy es un espejo que refleja el ayer, pero con más horror. Y con profunda tristeza por la muerte de gente inocente. El estadio Corona de Torreón, la plaza comercial en Morelia, ahora el Casino Royale de Monterrey es blanco de un terrible atentado donde mueren más de 50 personas. Asombro, dolor e indignación son palabras vacías para quienes cometen atrocidades de lesa humanidad. Y nosotros, los ciudadanos inermes ante una procesión dantesca de los muertos, y todos tan nuestros. El ¡Ya basta de tanta sangre! no alcanzó a quienes perdieron la vida ante tal barbaridad. Mi sincero pésame a todos sus deudos.

Jaime Martínez Veloz: Nuevos retos de los pueblos yumanos de Baja California

Las reformas al artículo 27 constitucional, abrieron la puerta para el despojo a las comunidades rurales e indígenas del país. Los territorios de los pueblos de los indígenas yumanos en la Baja California no fueron la excepción.

Raúl Zibechi: El arte de edificar fuerzas antisistémicas

La amplitud y extensión que van adquiriendo las revueltas populares, que se van afianzando en países de varios continentes, permite distinguir diversas corrientes, distintos modos y maneras en que los afectados por el sistema organizan sus respuestas. El movimiento de los indignados en las ciudades del Estado español y el de los estudiantes chilenos muestran características distintas a los motines que sacudieron semanas atrás las principales ciudades británicas.


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