8/24/2011

Peña y la evocación salinista



Serpientes y Escaleras | Salvador García Soto

Sin ocultar las voces que le están hablando al oído, Enrique Peña Nieto envió el domingo pasado un claro mensaje en la más pura tradición priísta: “No se hagan bolas, habrá unidad en el PRI”, dijo mientras le daba la mano a Manlio Fabio Beltrones y sellaba, con la misma frase que hiciera célebre Carlos Salinas de Go
rtari, lo que puede ser el principio de un pacto entre los dos aspirantes priístas a la candidatura presidencial.
El acercamiento entre Peña y Beltrones se da en un contexto particularmente complicado para el PRI. Justo en el momento en que su dirigente nacional, Humberto Moreira, está siendo torpedeado desde el gobierno y el PAN, los dos precandidatos declarados del priísmo deciden enviar un mensaje de unidad, aunque no está claro si esa unidad es sólo entre ellos, para llegar a acuerdos que eliminen las tensiones internas en el viejo partido, o si incluye la defensa del asediado líder de su partido.

Moreira y su muy intenso activismo, incluidas las bien hechas campañas de posicionamiento de su imagen, llegó a ser visto con re
celo por algunos sectores del priísmo, que sentían demasiado protagónica la figura del político de Coahuila. Hubo incluso, en el viejo partido, los que llegaron a considerar que, aunque impedido por los estatutos de una reforma que él mismo promovió, en el fondo Humberto apostaba a convertirse en un “Plan B” natural para el PRI y particularmente para Peña Nieto.

Ese protagonismo de Moreira llegó a exponerlo tanto que se volvió un blanco político atractivo para golpear y debilitar no sólo al PRI sino a Peña Nieto. Ése es el origen de la bien orquestada campaña que se ha lanzado desde el gobierno calderonista y el PAN en contra del dirigente del PRI: al golpear a Moreira están buscando exhibir a la cabeza nacional del priísmo con un expediente bien armado y documentado desde Hacienda, pero también envían un mensaje para quien apadrinó y alentó el liderazgo del co
ahuilense en el PRI: Enrique Peña Nieto.

Por eso llama la atención que Peña haya decidido acercarse a Manlio Fabio Beltrones justo en este momento, el domingo en Morelia en la plenaria de los senadores del PRI, donde se ubica la mayor fuerza del grupo político de Beltrones y en un encuentro al que no acudió Humberto Moreira ¿Será que el mexiquense empieza a ver un pasivo en el líder priísta y acelera por eso un entendimiento con el poderoso senador rumbo al 2012?

Por lo pronto, a Moreira se le empieza a ver muy solo. Salvo algunas voces de gobernadores como la de Javier Duarte, de Veracruz, que salió a defender al coahuilense como “el líder que necesita el PRI”, no se ha visto una defensa articulada de los grupos tricolores en torno a su dirigente. Por el contrario, desde dentro del viejo partido se deslizan comentarios y se filtran rumores sobre un relevo anticipado en el Comité Ejecutivo Nacional priísta. “No se hagan bolas, vayamos unidos, cuidemos la unidad”, dijo Peña Nieto en su evocación salinista. ¿Esa unidad incluye también
a Humberto Moreira? NOTAS INDISCRETAS… Es un hecho, Ernesto Cordero renuncia la próxima semana a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público para irse a buscar la candidatura del PAN a la Presidencia. El informe del 1 de septiembre es la fecha fatal que algunos ven para que se dé la salida de Cordero y el relevo de José Antonio Meade, que ya despacha prácticamente en Hacienda y participa en los últimos toques al paquete económico y en la estrategia de negociación. Así que Ernesto termina el presupuesto, pero ya no lo entrega… A 100 días de la llegada de las Fuerzas Armadas en Tamaulipas, ayer se presentó un corte de caja: 2 mil 750 millones de pesos invertidos en la seguridad mediante el convenio firmado entre la Federación y el gobierno de Egidio Torre; tres nuevos cuarteles militares en el estado, de los cuales el primero, en Mier, se inaugura a fin de mes, y los otros dos, en San Fernando y Mante, en los próximos meses; mil 200 solicitudes para la nueva policía estatal de la que 287 elementos están siendo capacitados por la Policía Federal en Chihuahua y otros 350 han sido evaluados, y mayor presencia de la PF en carreteras del estado en las que, según el reporte oficial, han disminuido en 70% los delitos… En Michoacán hay quien afirma que una alianza de facto entre Acción Nacional y el PRD no es impensable, sobre todo a partir del resolutivo del consejo nacional perredista del fin de semana que aprobó las alianzas sin restricciones para el perredismo. Ése fue otro de los puntos en los que se impusieron Marcelo Ebrard y Los Chuchos, que impulsaron las alianzas sin candados, mientras que Andrés Manuel López Obrador pedía que se prohibieran específicamente con el PAN y el Revolucionario Institucional. Así que, en Morelia, algunos deslizan que Silvano Aureoles podría declinar llegado el momento a favor de Luisa María Calderón con la idea de frenar a Fausto Vallejo del PRI, ¿será...? Atorón de los dados. Serpiente doble.

Subastas electorales

Luis Linares Zapata

El pleito entre panistas y los priístas de elite por los recursos presupuestales para el crucial ejercicio de 2012 muestra, a las claras, el uso faccioso y, hasta ilegal, de enormes partidas fiscales. En el binomio gasto público y transparencia se cruzan corrientes internas poderosas que lo distorsionan. Cuando esto ocurre, la distancia y frustrada correspondencia entre ambos se torna un oscuro, injusto e incomprensible proceso corrosivo para fomentar ciudadanía. El patrimonialismo, mal endémico en el ámbito mexicano, adquiere un espacio enorme en este rejuego de pasiones. Pero los afanes de lucro personal, muchas veces desmedido, también se elevan a sitio preferente. No menos importante en estas tergiversaciones de la ética ciudadana y los haberes públicos, el faccionalismo partidista se yergue en una cruzada que lleva, en sí misma, perdones y olvidos; es decir, la conocida, rampante y cínica impunidad de los actores políticos.

Lo crucial es retener o ganar el poder por cualquier medio. El haiga sido como haiga sido se convierte así en una narrativa encharcada en las consideraciones y las evaluaciones de los dirigentes de ocasión. Las distorsiones a la vida democrática salen a relucir por todos los lados de las mutuas acusaciones que se lanzan los actuales adalides de las dos más encumbradas organizaciones políticas. Unos (panistas) ponen el acento en los desproporcionados, pero ciertos, endeudamientos habidos en algunos estados gobernados por priístas. Los de la otra orilla (priístas) contestan apuntando hacia lo recargado de la nómina –sobre todo la de altos salarios– del aparato federal. Trabados en franca disputa difusiva, algunos priístas han salido más que raspados, en especial el actual presidente nacional del PRI. El endeudamiento en que incurrió cuando era gobernador de Coahuila tiene que repercutir de varias maneras, pues hiere al cuerpo social de la nación. De volverse polvareda comunicacional o chismes de mentideros, se corren peligros inminentes que, se espera, sean saldados en la venidera contienda presidencial.

Humberto Moreira no tendría escapatoria de cara a un sistema que fuera mínimamente exigente y penalizara tan grotesca situación en que incurrió. Ahora se explican muchas de las deformaciones del entramado estatal que pasaron por logros excepcionales de tan curioso bailarín. En primer lugar, la popularidad tan elevada, adquirida a golpes de millones y más millones de pesos desembolsados en obras, favores y compra de voluntades por aquí y por allá sin cortapisa ni mesura. En un segundo acercamiento, la transmisión (¿herencia?) del poder que se hizo en la persona del hermano. Esto refleja la corrosión en la moral democrática y se apareja, qué duda, con la compra de votos antes y durante los procesos electivos. Ambos sucesos le saldrán a los coahuilenses sumamente onerosos. Ahora tendrán que desembolsar cuantiosos intereses adicionales para pagar una deuda que ha sido degradada por las calificadoras. Pero, además, los tejemanejes que Moreira llevó a cabo también implican hechos punibles con cárcel para varios de sus colaboradores y para él mismo como último (¿o primer?) responsable de la trama, armada con trámites fraudulentos, para hacerse de tan enormes cantidades de dinero. Las complicidades partidistas, por su parte, manosearán de tal manera los hechos, dispendios y delitos concomitantes a las deudas adquiridas, que sus autores quedarán a buen resguardo de cualquier penalidad subsecuente en espera de algún otro desaguisado venidero.

El triste escarceo partidista, sin embargo, ocurre en un contexto de suma complejidad económica. Los desequilibrios mundiales que ocasionan los fundamentalismos neoliberales ya empezaron a incidir, de nueva cuenta, en la estructura productiva nacional. La caída concomitante en los ingresos fiscales obligará a las partes en pleito a moderar expectativas y exigencias por mayores recursos para 2012. Es necesario advertir que, sumadas, las deudas de los estados del país (más de 300 mil millones de pesos) se emparejan a lo que durante un solo año se destinará al pago de la –también creciente– deuda federal. Y, dentro de esa monumental erogación, lo destinado a pagar a los bancos por los intereses anuales derivados del Fobaproa, aprobado por el señor Calderón, rebasa cantidades similares a los 30 mil millones del coahuilense en entredicho.

Tales para cuales, ni a cual ir. Estos cálculos y comparaciones no implican que el uso y desuso para fines electoreros de los haberes públicos vayan a cesar, incluso a atemperarse siquiera. El Ejecutivo federal cuenta con numerosos mecanismos para usar, en auxilio de su partido y candidatos, el gasto destinado a paliar los terribles efectos de la pobreza existente. Y, los gobernadores priístas (mayoría) utilizarán, también, su extensa batería de artimañas ya bien probadas en el estado de México. Todo este arsenal de unos y otros está diseñado y presto para desviar, para torcer, para hacer nugatoria la vida democrática en México.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario