5/09/2012

Debate vergonzosamente pactado: 44 discursos y una nalga. Ganó Calderón



Pedro Echeverría (especial para ARGENPRESS.info)

1. En los últimos 12 años de gobiernos panistas-derechistas, el país sólo ha crecido en 2.5 por ciento en producción, el desempleo es de los más altos de los últimos 30 años, más de 700 mil trabajadores salen anualmente hacia los Estados Unidos en busca de trabajo, el proceso de privatización nunca ha sido más grande, millones de jóvenes son ninis (ni trabajo ni estudio) y las muertes y asesinatos –unos 60 mil en los últimos seis años- son más grandes que el de los países en guerra. Pero en el “debate” entre candidatos presidenciales (un fascista independiente (Quadri), dos derechistas: el priísta (Peña) y la panista (V.Mota) así como un socialdemócrata (AMLO)) nadie dijo nada del presidente Calderón, nadie lo tocó ni con el pétalo de una rosa, ni siquiera se pronunció su nombre para culpabilizarlo de su funesto gobierno. El pacto vergonzante no fue firmado, pero es obvio que las nalgas de la Playboy se las entregaron a Calderón..

2. Hubiera aplaudido que los candidatos se solidarizaran con los 44 mil electricistas despedidos de su trabajo, con las luchas de los pilotos, sobrecargos y trabajadores de Mexicana, con los mineros en lucha por su sindicato y su líder obligado a exiliarse, con los familiares de los miles de asesinados, con los desempleados y los explotados, con los jóvenes rechazados en la universidades, con las mujeres perseguidas por practicar el aborto, con los homosexuales que luchan porque sean respetados. No se puede negar que 44 discursos sumaron una hora y media para decir muchas cosas que no se dijeron porque en medio hubo un pacto de “respeto al señor presidente” y a las sacrosantas instituciones. No esperaba nada favorable a los trabajadores de los tres candidatos derechistas, pero sí que López Obrador perdiera el respeto y la idea de la “República amorosa” y se fuera encima de los tres que apoyan la privatización de PEMEX.

3. Pero fue un “debate” más en el que lució el tal Quadri, joven inteligente al servicio de una de las líderes más corruptas de la historia del país, la funesta Esther Gordillo. ¿Qué pudo decir Quadri por estar al servicio de la cacique magisterial? Que apoya fuerte la privatización de PEMEX, de la electricidad, que está por la imposición del IVA a alimentos y medicinas, por la represión a las luchas de los trabajadores y por la obligación de los profesores a la evaluación universal. Quadri se veía juvenil, no político tradicional, pero sus ideas proempresariales hacen pensar en el liderazgo juvenil de los cabezas rapadas fascistas que tanto abundan en Europa. Y si por sus discursos ha recibido muchos apoyos, eso habla de que en México está creciendo esta tendencia. ¿Acaso Hitler en los años treinta no aprovechó la crisis de los sectores medios para reivindicar entre ellos la concepción de raza aria, de supremacía de los alemanes sobre el mundo?

4. Pensé que Peña no metería las manos para defenderse. Pero fueron tan superficiales las críticas que recibió de la panista y de AMLO que me pareció haber salido sin lesiones. ¿Acaso el PRI –como después de 12 años de gobiernos panistas- no tiene una larguísima cola para ser criticado? AMLO tiene mucho gas para analizar la situación pero tiene mucho miedo a decir cosas que “ofendan” a los empresarios, al clero, al imperio de los Estados Unidos, a los inversionistas extranjeros. ¿Cómo llamar a los obreros a manifestaciones en las calles, a realizar huelgas, si luego los empresarios se van a enojar? ¿Cómo hablar del aborto, de las sociedades de convivencia, de la llamada libertad religiosa, de la visita papal, si luego el clero se va a enojar? ¿Cómo hablar de los intereses de los Estados Unidos en el asunto de la droga y las armas si luego los Estados Unidos se oponen a su triunfo en las elecciones?

5. La pobre Josefina de mujer sólo tiene las faldas porque –según dijo- debajo de ellas trae pantalones. Por esos pantalones que esconde está dispuesta a seguir con la política asesina de Calderón. ¿Regresar al ejército a sus cuarteles? Solamente –dice- si se militariza a la policía en todo el país; es decir si se establece un Estado militarizado que acabe a los delincuentes. Esto de la mujer-hombre lo sabíamos porque por desgracia todas las mujeres que entran a la política lo hacen con pantalones, repitiendo exactamente el papel de los hombres. Por cierto aquí en México se habla de cuotas políticas de partido de 40 por ciento para la mujer y en Yucatán hubo un personaje (político profesional) que al no poder ir él como hombre, le ordenó a su mujer que lo haga y todo arreglado. Este asunto de la mujer es sólo una farsa porque ellas no han tenido la menor capacidad para luchar por sus derechos y sólo esperan que los hombres se los regalen.

6. La lucha por los derechos de la mujer, por su liberación e identidad tiene que ser en las calles, en la escuela, en el trabajo, en el hogar, en la iglesia, contra el consumismo, la seducción, el capitalismo. No puede reducirse a que los hombres les regalen derechos –como sus derechos al voto electoral en México en 1953- porque entonces resulta exactamente lo mismo. Por eso la Vázquez Mota cree que los derechos de la mujer tienen que ver con someterse a la “integración familiar”, a la esclavitud del marido y de los hijos, a la fe católica, a las “buenas costumbres”, a las jerarquías institucionales. ¿Qué tienen que ver la institución matrimonial, el juramento de fidelidad hasta la muerte, con la libertad y la igualdad de los seres humanos? La liberación femenina es otra cosa: es la lucha permanente y constante de las mujeres por su liberación pero también por los cambios revolucionarios radicales.

7. Parece que la empresa Televisa tendrá un presidente de la República. Se observa que todas sus jugadas le están saliendo bien porque cuenta con todos los recursos que se requieren: equipo político, suficiente dinero, total apoyo empresarial, aviones y helicópteros. Si queremos que el país deje de venderse e hipotecarse a los Estados Unidos y a los más grandes empresarios, que cuente con suficientes fuentes de empleo y con asalariados no tan miserables, se necesita otro modelo de economía y una política con mucha mayor intervención de los trabajadores. Ni regreso del PRI y permanencia del PAN. Estamos ya en tiempo de que los que siguen a AMLO determinen si van a continuar en un proceso electoral totalmente controlado por el PRI y el gobierno de Calderón o deciden estar abiertamente con el movimiento social desarrollando otra política, la que se base en la batalla de los trabajadores contra el actual gobierno y contra el capitalismo.

Pedro Echeverría

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