7/06/2012

La violencia nunca viene del pueblo sino de los militares y policías que cuidan el poder




Pedro Echeverría V.

1. ¿Desde cuando denunciar o defenderse de la opresión, de la explotación, de la miseria, de la invasión, es violencia? La única defensa violenta que debe condenarse es a la que acuden los poderosos para defender sus privilegios, sus robos, sus territorios ocupados. A no ser que se diga como en 1968 que las cabezas de los estudiantes rompían los toletes de los policías o que el gobierno gastaba mucho en armamento para aplacar la rebeldía estudiantil. ¿Cuál violencia estudiantil si sólo exigen los jóvenes en las calles -siempre desarmados- que Televisa y demás medios no manipulen la información ni impongan a Peña Nieto como presidente de la República?

2. Violencia es la desigualdad económica, política, social, de acceso a la salud, a la educación, a la justicia. ¿No es violencia acaso que Televisa y demás medios usen su poder económico y político para manipular a su gusto la información? ¿No es violencia que un partido como el PRI dilapide miles de millones de pesos en su campaña política, que use enormes cantidades de dinero para comprar votos? ¿No es violencia que unos candidatos usen aviones y helicópteros para su campaña mientras otros tienen que recorrer todo en camionetas o automóviles? Toda desigualdad social es violencia, es una ofensa para quienes de manera desigual compiten.

3. Violencia es que Televisa mediante un acuerdo y un pago multimillonario, durante seis años haga propaganda de manera abierta por un político (Peña Nieto), mientras calumnia a quien todos los días y todas las semanas recorre los municipios del país haciendo asambleas (López Obrador) Esa es la violencia real porque demuestra que quien maneja el dinero manda y quien se opone a que la población sea manipulada por los dueños del capital será motivo de burlas. Pero al parecer todo ese comportamiento corrupto de comprar votos por medio de tarjetas, vales y bonos –aunque haya sido lo determinante en la compra de votos, no sirve para nulificar una elección.

4. Hace más de un siglo que el paso a través de las instituciones han demostrado el fracaso y la ineficacia del sistema; solamente ha servido para mediatizar o aplacar el descontento social. ¿Qué han sido la secretaría de Gobernación, del Trabajo, de la Reforma Agraria o de Educación sino instituciones donde se han estrellado los pobres del campo y la ciudad que acuden a esos lugares confiando en resolver sus problemas? Por ello ahora, los más concientes se organizan y salen a la calle a gritar sus verdades y a esto le llaman violencia. ¿Pretende acaso el poder establecido que se acepte la violencia institucional sin siquiera tener derecho a indignarse?

5. Pensar en que el IFE o el TRIFE son instituciones independientes es como creer en los santos reyes. Mucho más cuando algunos de sus funcionarios son rematadamente tontos y derechistas que han adelantado sus juicios contra una de las partes. Por eso millones de mexicanos: campesinos, obreros, profesores, comenzaron confiando en esas secretarías y esperando con paciencia soluciones, para luego de conocer su ineficacia y denunciarlas; por ello miles de organizaciones –con toda la razón del mundo- han decidido tomar las calles y denunciar a los funcionarios por ineficaces, porque ser la única estrategia que puede funcionar.

6. Los estudiantes del “Yo soy 132” llevan más de 50 días batallando en las calles y ayudando a formar la conciencia de lucha entre la población. Durante ese período los del PRI y Televisa han querido comprarlos, dividirlos, sustituirlos con otra organización a modo, pero han fracasado. Mientras conductores y funcionarios de Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula buscan halagarlos para luego atraerlos, los jóvenes defienden sus luchas con argumentos contundentes incontestables. El nivel de conciencia de los jóvenes, llenos además de eso que llaman “patriotismo” ha sido grande y seguramente permanecerán firmas durante mucho tiempo.

7. Parece que “Yo soy 132” y el equipo lópezobradorista, aunque marchan separados por aquello de ser un movimiento “apartidista”, coinciden en puntos de lucha. Ambos están contra la imposición de Peña Nieto, contra la manipulación televisiva, contra Calderón y los más de 60 mil muertos, contra la represión a los atenquenses y por un México justo e igualitario. Estoy seguro que aunque López Obrador obtuviera la Presidencia los estudiantes del Yo soy 132 continuarían siendo independientes y críticos, pero también dispuestos a apoyar todas las medidas de gobierno que beneficien a las mayorías, es decir, a los trabajadores y, obvio, a la educación.

http://pedroecheverriav.wordpress.com

pedroe@cablered.net.mx

No hay comentarios.:

Publicar un comentario