Conjuros para perderle el miedo a la manipulación mediática
Rebelión/Universidad de la Filosofía
TELEVISA [1] se
ha caracterizado por sus tácticas cotidianas de golpeteo, calumnia,
siembra de sospechas, descalificación y terrorismo emocional, de corte
neofascista, contra el proceso revolucionario mexicano en todos sus
frentes y épocas. Su idea de “información” y “comunicación” basada,
casi exclusivamente, en la exageración, en la criminalización y en el
escándalo contra los pueblos, diluye permanentemente lo importante con
saliva de “periodistas” histéricos -y autoritarios- expertos en elegir
frases ampulosas, fuera de contexto, siempre como intermediarios.
TELEVISA es una máquina de mentiras con una desvencijada “balanza” de
“neutralidad” donde sólo reina el punto de vista burgués que es el
menos objetivo, y menos verdadero, de todos.
TELEVISA, y el
espectáculo de su desfachatez, es, en su totalidad, denigrante y soez
si, especialmente, se la piensa como producto de la complicidad y las
concesiones que los gobiernos corruptos, uno tras otro, les han
regalado eternamente. La realidad cruda del México saqueado y
explotado, les importa un bledo. En TELEVISA los gobiernos espurios se
aplauden a sí mismos, a través de sirvientes mediáticos que les
disculpan todo y les regalan negocios jugosos en televisión, radio,
prensa, Internet, telefonía...incluso, claro, fraudes.
Alertas
todos. TELEVISA es un peligro para México porque se prepara con
ofensivas neoliberales actualizadas y con las calumnias y enredos
perversos para golpear, desde todas partes, cualquier decisión del
pueblo mexicano para emanciparse de las mafias que lo ahogan con
miseria, explotación y saqueo. Ya se preparan los bombardeos de
calumnias, las acusaciones, las andanadas de saliva hipócrita… No
podemos quedarnos con los brazos cruzados. La ideología de la clase
dominante es la ideología predominante en la producción simbólica.
TELEVISA
es un peligro para México porque es un maremagno melodramático que ha
secuestrado la radio, la televisión y la prensa para enajenar a los
trabajadores y venderles, a precio de oro, las deyecciones cínicas de
los publicitas y periodistas burgueses. TELEVISA es un peligro para
México por imponernos su interpretación mercantil de un mundo
controlado y degenerado por el capitalismo decadente. Por pintar un
mundo “lindo”, para los ricos, mientras inyecta silencio escandaloso
ante el saqueo, la miseria, la depredación y la violencia contra la
clase trabajadora. TELEVISA es un peligro para México porque es una
payasada grotesca de la burguesía que disfraza su degradación con
noticias mentirosas, reverenciales y lambisconas. Y lo venden como si
fuesen logros morales. TELEVISA es un peligro para México porque es una
fábrica de farándula patética que, entre baños de moralina y simpatía
hipócrita, se dedica a enajenar a los pueblos para que sirvan
dócilmente a la corrupción, a prostituirse por unos pesos y a enterrar los muertos de la barbarie capitalista bajo el estiércol de su sintaxis “noticiosa”.
TELEVISA
es un peligro para México porque se aprestan los lebreles de la
“comunicación” capitalista a iniciar una andanada más de agresiones
contra la democracia en México y ya tienen tácticas, estrategias y
presupuestos para eso… TELEVISA es un peligro para México porque ya
estudia, en todas las centrales de “inteligencia”, los modos de
espionaje y sabotaje para detener la decisión de dar por terminado el
fraude, la represión y la corrupción en México.
TELEVISA es un
negociado literalmente “espectacular” que manosea sin pudor el drama de
millones de personas carentes de libertad de expresión y de dignidad
laboral, de vivienda, de educación y de toda atención pública en
materia de salud. TELEVISA es una payasada plagada con luces y sonrisas
de farándula en un escenario de hipocresía monstruosa mientras el país
entero se hunde. Es falso que apoyen alguna causa noble, lo que hacen
es usarla para alimentar a la bestia de la publicidad y la
mercadotecnia que les mueve fortunas y les provee coartadas para evadir
millonadas en impuestos.
TELEVISA es un peligro para
México porque llora lágrimas de cocodrilo por la “inseguridad” que se
ha “desatado. Alzan la voz, incluso los “famosos” de la tele, para
exhibir su indignación de clase cronometrada y dramatizada antes de dar
paso a los anuncios publicitarios. Habla de “democracia” para reprimir
las expresiones democráticas de los trabajadores. El capitalismo es por
definición la “inseguridad” misma. Es por definición corrupto, es por
definición violencia y es por definición depredador de la humanidad. En
realidad los peores delincuentes poseen bancos, poseen campos agrícolas
y ganaderos, poseen plantas empresariales, regentean iglesias y cúpulas
burocráticas. Lo que ellos llaman “incremento de inseguridad”, es una
campaña de psicosis colectiva, incubada desde sus “medios de
comunicación” serviles. Levantan la bandera de la “inseguridad” como
estandarte de un movimiento de la derecha cuyos objetivos son
absolutamente claros y reaccionarios: endurecer códigos penales, llenar
las calles con militares y policías y dar más poder a las fuerzas
represivas del Estado capitalista.
TELEVISA es un peligro para
México y está en pie de lucha un pueblo que no soporta más a los
cómplices de quien fabricó el fraude, sus aliados inversionistas
multinacionales, sus lebreles funcionarios a toda escala. TELEVISA es
un peligro para México porque es cómplice servil de los que se adueñan
del gobierno para vomitar odio y violencia ayudados de "fuerzas
armadas" contra los pueblos… Mientras el hambre crece: "…por lo menos
40 millones de mexicanos padecen hambre; más del 50% de los niños del
medio rural se encuentran desnutridos y alrededor del 70 por ciento de
la población infantil indígena sufre también de desnutrición,
principalmente en el sureste de la República" [2] .
TELEVISA
es un peligro para México porque es el meollo de clase hegemónica que
disfraza con telenovelas y noticieros, llenos de comerciales, la
máquina loca de entreguismo prostibulario, capaz de convertir la deuda
privada de los empresarios en "deuda pública" impagable… cómplice
delincuencial esquizofrénico ensalivado por grandes "patriotas" yanquis
que se envuelven con la bandera mexicana.
TELEVISA es un
peligro para México porque con su palabrería y mentira ha defraudado a
la Historia del país y pretende borrar las luchas populares verdaderas.
TELEVISA ha traicionado a México amafiandose con los regímenes del
quietismo burocrático y también con los del "cambio", zorro (Fox) y
Calderónico.
TELEVISA es un peligro para México porque
pertenece la mafia de fuerzas económicas, políticas y culturales
unificadas por ambiciones territoriales que viven de cobrar
(complacidamente) diezmos al saqueo trasnacional. TELEVISA sueña con
una dictadura de la TELEVICRACIA [3] corrupta e
hipócrita, mantenida principalmente por acuerdos mercantiles basados en
la desigualdad económica, educativa y cultural extrema, agudizada por
la permisividad del neoliberalismo. TELEVISA es un embutido ideológico
para esconder la diferencia irreconciliable entre las clases sociales
con el garlito de que los males del país son culpa de los “guevones” o
de los “jodidos”, es decir del pueblo al que ellos culpan por todo lo
malo que nos pasa.
TELEVISA es un peligro para México por su
tarea represora basada en amaestrar al "populacho" (indígena o mestizo)
para que ame (a punta de cabronazos) a su "madre" Televisión y ceda los
frutos de su trabajo al "padre" Oligarca. TELEVISA es un peligro para
México porque trabaja para esconder el saqueo con entelequias de
identidad folklórica y abstracta. Neofascismo oportunista, extensión
del modelo ideológico de la Casa Blanca, capaz de emplear cuanta
herramienta de alienación se le ponga a modo. Se especializa en novelas
de amor, discursos, creencias, telenovelas y películas de charros…
La
lucha contra los latifundios mediáticos y semióticos, es decir la lucha
por la emancipación de la conciencia, debe echar luz sobre las sombras
donde se esconden los planes ideológicos burgueses... en las casas, en
las escuelas, en las oficinas, en las iglesias... en las camas, en las
sobremesas, en los hábitos y en las costumbres, en las tradiciones y en
las instituciones... en los gustos y en los disgustos que nos ha
impuesto la clase dominante para que les compremos todas sus mercancías
y sus modos de vida. Esa lucha requiere claridad y unidad contra la
cultura burguesa y para eso es necesario organizar las armas de esa
crítica y la crítica de esas armas no sólo para “analizar” sino para
transformar el desorden comunicacional reinante en una revolución
comunicacional y cultural.
Para triunfar en un combate tan
asimétrico (por ahora) se requieren cuadros y batallones de científicos
formados (y sobre todo) formando una fuerza comunicacional emancipadora
y emancipada de las pedanterías academicistas. Emancipada de su
servidumbre de clase a los pies del reino de la publicidad que la
financia. Emancipada de los estereotipos ideológicos del “empirismo” y
del “criticismo”.... del positivismo a la gringa, del estructuralismo
de sectas, del funcionalismo de farándula... necesitamos una Fuerza
Emancipadora en materia de Comunicación para no seguir sufriendo las
mentiras, las traiciones y los bloqueos mediáticos.
Es preciso
un movimiento internacionalista para ejercer un control democrático,
directo y minucioso sobre el trabajo de todos los mass media
dominados por las oligarquías. Pero no un “control” unilateral de
burocracias, de sectas, o de cúpulas, sino un control directo de los
trabajadores, los obreros y campesinos, los usuarios, los trabajadores
mismos de las cadenas de comunicación…organizados con método
internacionalista para construir un proyecto de comunicación
emancipador garantizado por la intervención técnica, teórica, creativa,
lúdica, poética… de la mejor calidad posible.
Urge un
movimiento internacionalista dispuesto, entre mil cosas, a abrazar
intensamente la lucha contra la alineación y la miseria intelectual.
Habrá “libertad de expresión” cuando los llamados “medios de
comunicación” dejen de ser propiedad privada de monopolios
multinacionales, disfrazados con la bandera que se disfracen. Habrá
“libertad de expresión” cuando los trabajadores intervengan, con
independencia política y semántica, en la dirección de los medios.
Habrá “libertad de expresión” cuando, con ayuda de todos los
conocimientos y las herramientas posibles, se libere objetivamente el
potencial del pensamiento y las destrezas humanas en todos los campos
de la vida social. Algo anda muy mal si un medio de comunicación no
obedece al desarrollo de los pueblos, desde abajo, con intervención
democrática plena de todas las voces, algo anda muy mal si no hay
control de los trabajadores y eso debe corregirse. Sin Concesiones.
TELEVISA es un peligro para México y eso hay que conjurarlo.
Rebelión ha publicado este artículo con el permiso del autor mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.
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