12/17/2013

Ganancias sin fondo


Las mineras en México parecen estar “encantadas”. Fueron beneficiadas con la reforma energética y también gozan de otros privilegios. El año pasado la mina La Encantada solo pagó de impuestos un 0.004 por ciento de sus supuestas ganancias


La Encantada es la mayor inversión de First Majestic y la que paga menor porcentaje de impuestos
Les entregaron lotes que no son del ejido, estaban fuera del plan original y tienen otro dueño legalmente acreditado

La oferta de 10 millones de pesos por su terreno fue rechazada por los 36 ejidatarios propietarios
Afincada sobre tierras que pertenecen a una comunidad ejidal, la mina La Encantada tiene un récord: es la que paga menos impuestos sobre sus ganancias en todo México.

La cifra parece risible.

El año pasado la compañía canadiense First Majestic, dueña del 100 por ciento de la mina ubicada en Ocampo, Coahuila, ganó por la extracción de plata en La Encantada, mil 464 millones de pesos.
Ese mismo año pagó al estado mexicano 68 mil 160 pesos de impuestos. La cifra significa un 0.004 por ciento de sus ganancias.

Aun así, al gobierno le fue mejor que a los ejidatarios.

Los dueños de las tierras donde están ubicadas tanto la mina como sus caminos de acceso, no han recibido ni un centavo de la minera en las cuatro décadas en que se ha explotado comercialmente.

La empresa canadiense lo sabe bien.

En mayo de este año intentaron negociar con la asamblea de 36 ejidatarios que son –por decreto presidencial de junio de 1973– los dueños de las tierras.

First Majestic les brindó 10 millones de pesos para comprarles las mil 343 hectáreas de su terreno y “dejar la fiesta en paz”.

¿Diez millones para cada ejidatario? Preguntó Demetrio González, uno de los dueños de las tierras. No, para que se repartan entre los 36, contestó el abogado de la minera.

Serían 277 mil pesos por dueño, después de haber gastado en juicios y haber tenido afectaciones en sus tierras durante los últimos 40 años.

Los dueños no aceptaron. Piden, como mínimo, que les paguen a cada uno 1.5 millones de pesos como indemnización por el uso indebido de sus tierras y una renta mensual a partir de que se llegue a un acuerdo.

Sabiendo que los comuneros ignoran las ganancias reales que obtuvo First Majestic por la extracción de cuatro millones de onzas de plata solo el año pasado en La Encantada, se rieron de su petición.

“Nos dijeron que los semidioses que están en Canadá están a años luz de podernos pagar ese dinero”, cuenta desde un café en la Ciudad de México el presidente del Comisariado Ejidal, Mario Antonio Valdes.

Los ejidatarios vinieron a buscar en la capital la ayuda que les han negado durante años en Coahuila.

A pesar de que han ganado los juicios para recuperar sus terrenos y pudieron demostrar que las hectáreas donde está afincada la mina pertenecen a su ejido, todo sigue en suspenso.

La solución que encontraron fue cerrar el camino de acceso a la mina para presionar a la compañía canadiense a escucharlos.

El intento fue fallido. A menos de tres días de que se instalaran en el acceso, la policía estatal los sacó del lugar.

Ahora enfrentan una denuncia por “obstrucción a las vías de comunicación”, la cual los podría llevar a juicio.

Concesión ¿pirata?

Los registros de la Secretaría de Economía indican que la mina La Encantada, propiedad de la canadiense First Majestic, tiene vigente una concesión para explotar plata durante los próximos 45 años.


La concesión fue otorgada en octubre de 2008, mientras el secretario de Economía era Gerardo Ruiz Mateos, coordinador de finanzas de la campaña de Felipe Calderón y dos veces su jefe de la Oficina de Presidencia.

De acuerdo con los documentos de la concesión, el lote Platón, concesionado en 2008, es el mayor de una serie de 14 lotes cuyos permisos de explotación vencerán entre 2015 y 2040.

En los permisos oficiales indica que la minera solo ocupa un área de 2 mil 335 hectáreas.

A sus accionistas First Majestic les presume que tienen posesión de 4 mil 76 hectáreas de derechos mineros y mil 343 de derechos de superficie, es decir, exactamente los que reclama el Comisariado Ejidal.

La Encantada tiene dos títulos: es la mayor inversión de First Majestic y es la mina que paga menor porcentaje de impuestos entre sus equivalentes en México.

Sus porcentajes de pago de impuestos están muy por debajo de Fortuna Silver Mines, en Oaxaca, Aurico Gold, ubicada en Sonora y otras minas propiedad de compañías canadienses.

Los datos fueron elaborados por el Comisionado para el Diálogo con los Pueblos Indígenas en un estudio sobre la Minería en México.

Para los ejidatarios, el título de concesión con el que opera La Encantada es “pirata”.

Fue otorgado utilizando como garantía del terreno un título de propiedad que fue revocado por un juez agrario desde 2006.

Historial de agravios

En una entrevista en la Ciudad de México los ejidatarios de Coahuila afirman que las autoridades no han resuelto su reclamo del pago

Enfundado en una chamarra de piel, sin desprenderse ni un instante de su sombrero, Mario Antonio Valdés, presidente del Comisariado Ejidal que reclama los terrenos de La Encantada, relata una batalla que cumple ya 40 años.

En junio de 1973 el ejido Tenochtitlán, en el municipio de Ocampo, en Coahuila, obtuvo una resolución presidencial para administrar 10 mil 100 hectáreas de tierras ganaderas.

Valdés y sus dos acompañantes, el ejidatario Demetrio González y su asesor Juan Abdón Valdez, muestran los planos que traen doblados al interior de una carpeta.

“Este es el terreno que dieron por decreto presidencial, esta es la tierra que les corresponde”, plantea Abdon, quien ha acompañado a los ejidatarios en su batalla legal.

Al año siguiente de que el decreto fuera publicado en el Diario Oficial de la Federación, cuando ya las tierras eran legalmente propiedad del ejido, el pequeño propietario Armando de Hoyos Galicia vendió “su terreno” a la minera Peñoles, primera propietaria de la mina.

“Desde ahí estuvo incorrecto, él no podía venderle porque las tierras ya eran nuestras”, explica Valdes.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario