12/17/2014

Los periodistas pal café . .




A las penurias políticas de este año deberá agregar Enrique Peña Nieto el peligroso deshilachamiento del monigote de presuntas soluciones que le había armado el invasor de Michoacán, Alfredo Castillo. Era advertible a la distancia la mala factura de lo que el Comisionado Paulette había armado, pero la focalización en primer plano de Guerrero y Ayotzinapa dio a los mexiquenses (Castillo y su jefe, EPN) un tanque tarasco de oxígeno que ayer pareció ya insuficiente.
Como en Guerrero, la administración federal empujó a los gobernadores en funciones hacia la puerta de salida, pero no para colocar opciones fuertes, con base social y experiencia de gobierno. En Chilpancingo fue instalado Rogelio Ortega, quien era funcionario de la Universidad Autónoma de Guerrero, una pieza menor, bajo la tutela de la secretaria federal de Desarrollo Social, Rosario Robles. Y en Morelia se escogió a otro personaje manejable, Salvador Jara, quien era rector de la principal universidad pública, para ponerlo bajo la tutela del comisionado Castillo. Así que lo que está sucediendo en ambos estados es responsabilidad plena del intervencionismo federal. Es decir, de Los Pinos.
En Michoacán se ha jugado literalmente con fuego. Primero se impulsó el surgimiento de grupos de autodefensas, apoyados y vigilados por policías federales y soldados. Luego se buscó someter a los líderes de esos grupos, encarcelando al más conocido de ellos, pleno de claroscuros, Juan Manuel Mireles (quien ya negoció su libertad y apaciguamiento, según denuncia de su peculiar abogada que por ello ya abandonó el caso), y enrolando en las filas de la Fuerza Rural (FR) a otros, como Hipólito Mora y el llamado Papá Pitufo, Estanislao Beltrán, recientemente nombrado primer comandante de la citada FR en Apatzingán.
Ayer, la falsa paz michoacana estalló. Un enfrentamiento a tiros entre el grupo dirigido por Hipólito Mora y el de Luis Antonio Torres, apodado El americano, dejó muerto a uno de los hijos del primero, entre versiones de más fallecimientos (se hablaba de seis, cuando menos) y heridos que a la hora de cerrar esta columna no se habían confirmado. Esa explosión violenta es resultado de las fallas profundas del proyecto de solución a Michoacán que ha desarrollado el comisionado Castillo (él había hecho a Mora y Torres estrecharse de mala gana las manos, para fotografía propagandística de todo arreglado). Nada ha cambiado de verdad en esa entidad. El negocio del narcotráfico sigue adelante (aunque ahora se busca que haya otros gerentes, los de la nueva circunstancia política nacional), el jefe local, La Tuta, no ha sido detenido y ya ni siquiera se le busca cuando menos para efectos escenográficos, y las elecciones de gobernador penden de un delgado hilo como las de Guerrero. ¡A buscar la paz michoacana en el resquicio de algún colchón federal, comisionado fallido!
En otro episodio del desfondamiento nacional, el ingeniero Raúl Salinas de Gortari emergió ayer como una especie de modelo cívico a seguir (mártir injustamente maltratado durante años por una persecución desde el poder), pues el último de los procesos judiciales que libraba le fue también obsequiado favorablemente, así que en términos estrictamente técnicos es un ciudadano sin mancha delictiva alguna, en goce y disfrute pleno de las propiedades y riquezas acumuladas a lo largo de una vida de intenso trabajo porcentual, digno de ser recibido y elogiado (como ya lo es) en saraos de alta sociedad donde sus métodos de enriquecimiento son vistos con envidia ansiosa de compartir el paraíso de los moches.
La exculpación rotunda de quien ahora es el hermano cómodo se produce en momentos de fuerte oposición al enriquecimiento de funcionarios públicos, sus familias y pandillas a partir de negocios, concesiones, contratos y operaciones inmobiliarias y empresariales como las que estelarizó de manera apabullante el mencionado Raúl durante la administración federal que encabezó su consanguíneo Carlos. Con ese golpe de cinismo judicial, las instituciones proponen a los mexicanos el tipo de ciudadano que desean y premian, y exterminan las pocas esperanzas que hubiera de que el aparato judicial mexicano pudiese impartir justicia. Nuevamente poderoso, a pesar de ciertos desencuentros tácticos con el actual ocupante de Los Pinos, Carlos Salinas de Gortari demuestra que las camarillas dominantes pueden manejar a su antojo y conveniencia a los poderes formales, y que más valen Casa Blanca y de Malinalco en mano (que no dejan de ser sino ínfimos botones de muestra de la corrupción de altísimo nivel) que doblegables acusaciones judiciales volando.
Es natural que en Estados Unidos haya preocupación por los signos de ingobernabilidad en México. A fin de cuentas, las reformas peñistas convirtieron en asunto de seguridad nacional gringa lo que suceda en su traspatio petrolero. Los poderes reales de aquel país se sienten legitimados para actuar en defensa de sus intereses, sobre todo en materias de migración que se pudiera desbordar, de protestas públicas y violencia callejera que pudiera devenir en cambios políticos lesivos a Washington y en inestabilidad o plena insurrección que pusieran en riesgo los terminos contractuales por firmar para que la riqueza energética mexicana pase al inventario imperial.
Ayer, en una visita cuyos términos declarativos oficiales son lo de menos, pues nunca se dice a la prensa lo que realmente importa e interesa en esos encuentros, el secretario de Seguridad Interior de Estados Unidos, Jeh Johnson, fue recibido por Enrique Peña Nieto en Los Pinos. Oficialmente se habló de migración y seguridad fronteriza, pero el contexto mayor y definitorio está en la visita que el próximo 6 de enero hará el mexiquense a la Casa Blanca (la de Washington, no la de Las Lomas), donde Barack Obama, a pesar de su debilidad política actual, tratará de fijar ruta a la maltrecha nave de tres colores. ¡Hasta mañana!
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Raúl Salinas de Gortari, hermano del ex innombrable, fue exonerado definitivamente del cargo de enriquecimiento ilícito por el tercer tribunal unitario penal del Distrito Federal –que lleva un mes sin titular– por considerar que la Procuraduría General de la República (PGR) no acreditó que el incremento de la fortuna de Salinas fuera producto de actos de corrupción cuando fungió como funcionario público. El fallo, que es inapelable, termina con 19 años de litigios en contra de Salinas, quien ha librado desde 1995 las acusaciones del homicidio de su cuñado José Francisco Ruiz Massieu, peculado, lavado de dinero, defraudación fiscal y enriquecimiento ilícito, este último calculado en 224 millones de pesos que la PGR presumía que venían de la partida secreta de la Presidencia, además de documentar la posesión de 41 propiedades en nueve estados de la República, y que al final no pudo probar. Todos los caminos llevan a Toluca: la titularidad del tercer tribunal unitario penal estaba ocupada hasta hace un mes por la magistrada Martha María del Carmen Hernández Álvarez, quien ocupa ahora el cargo de consejera de la Judicatura Federal. Antes había sido subprocuradora de Justicia del estado de México en la administración de Enrique Peña Nieto, pero tuvo que salir de la dependencia en 2010 tras la renuncia del entonces procurador de ese estado, Alberto Bazbaz, por el caso Paulette. En el tribunal –en sustitución de Martha María– quedó como encargado el secretario Fermín Cotero, quien se fue de vacaciones después de finiquitar el caso de Salinas.
El juramento del banquero
En Holanda están probando un recurso de gran calibre para tratar de contener los fraudes en el sector financiero: el temor a Dios. Están imponiendo un juramento del banquero que, en una parte, dice lo siguiente: Juro por Dios que me esforzaré para mantener y promover la confianza en el sector financiero. Hasta ahora sólo se ha exigido a los más altos ejecutivos, pero a partir del próximo año los 90 mil empleados tendrán que hacerlo. El juramento también incluye estos otros compromisos: poner los intereses del cliente primero y cuidar de las partes involucradas. Por supuesto, no se está dejando a la justicia divina que castigue a los pecadores. Si rompen el juramento pueden enfrentar multas, suspensiones o entrar en una lista negra. Los holandeses dicen que a seis años de la gran crisis financiera, y ante el riesgo de que se repita, los arreglos extrajudiciales con los banqueros que así han evitado ir a la cárcel, con pago de sumas millonarias, han tenido poco efecto para reinstaurar la confianza del público tanto en ese país como en el mundo.
¿Justicia inmanente?
Existe la idea de que cuando las leyes son violentadas en perjuicio de seres humanos que no aciertan a defenderse, por la razón que sea, hay una justicia inmanente que castiga a los malosos. Esa justicia no está sometida al poder de la corrupción. La reforma energética despojó a la nación de su petróleo; sin embargo, los que pensaban hincharse de dinero no la están viendo tan fácil. Ayer el precio de la mezcla mexicana rompió el piso de los 50 dólares. En lo que parece ser una caída sin final, el crudo nacional se cotizó en 49.46 dólares por barril. Se trata de su quinta caída consecutiva y es el precio más bajo que ha tenido desde abril de 2009, durante los meses más críticos de la crisis financiera. Al día de hoy el petróleo de exportación mexicano ha perdido 51.70% de su valor, comparado con su cotización más alta del año, la de junio, de 102.4 dólares por barril. Por otra parte, el peso a nivel interbancario paró su caída y el dólar al mayoreo se cotizó en 14.70 pesos, aunque en las ventanillas de los bancos su precio fue de 15.04 pesos por dólar, dos centavos más que la jornada anterior. Los mercados mundiales están a la expectativa del anuncio de la Reserva Federal de Estados Unidos del día de hoy sobre su política monetaria. La Bolsa Mexicana de Valores también tuvo un día de pérdidas. El índice de precios y cotizaciones retrocedió un 0.27%, para una caída acumulada de 5.86% en lo que va del año.



Mientras el rublo ruso se desploma en un solo día en más de 20 por ciento frente al dólar y al euro, Serguei Griniaev, director general del Centro de Estudios y Previsiones Estratégicas de Rusia, formuló que cuando estalle la burbuja del dólar, Estados Unidos (EU) adoptará el amero.
Considera que las fuerzas armadas de EU no existen para defender, sino para crear condiciones para la circulación de la moneda estadunidense en todo el mundo. Es decir, para el crimen organizado internacional (¡supersic!).
Juzga que la burbuja del dólar estallará tan pronto como los gastos militares del Pentágono superen los ingresos que la Reserva Federal obtiene de la venta de registros virtuales.
En su entrevista al portal ruso SvobodnayaPressa, que cita el cada vez más leído en el mundo Russia Today (http://goo.gl/618yLD) por constituir un medio alterno y contrastante de información ante el apabullante dominio del casi monopolio de los multimedia israelí-anglosajones, Griniaev arguye que con base en información verificada los expertos de su Centro de Estudios creen que el rechazo del dólar se sincronizará con la transición a la nueva moneda: el amero, y juzga también que según una evaluación externa de la deuda de EU, cuando ésta supere su límite tendrá lugar el apocalipsis del dólar (¡supersic!), cuyo límite se sitúa en alrededor de 60 millones de millones de dólares (trillones en anglosajón) de la deuda de EU en el mercado mundial y que ahora navega en los 18 millones de millones, después de lo cual la venta de registros virtuales pierde cualquier sentido económico.



El desplome del precio del petróleo mexicano es incontenible: ayer se vendió a 49.46 dólares el barril, un nivel no registrado desde mayo de 2009. Tan sólo en el transcurso del presente mes –a lo largo del cual se agudizó la caída– la pérdida acumulada ha sido de 26 por ciento. Esta última se incrementa a 46.51 por ciento si el comparativo se hace con el arranque de 2014.
Hasta ahora, y antes de comenzar el año nuevo, tres han sido los recortes aplicados por Ejecutivo y Congreso al precio promedio del barril mexicano para 2015: de 94 a 82 dólares, en la presentación original de los Criterios Generales de Política Económica para el periodo citado; de 82 a 81 dólares a la hora de palomear el dictamen de decreto de la Ley de Ingresos de la Federación; y de 81 a 79 dólares ya en la aprobación definitiva.
De entrada, la diferencia entre el precio promedio de 2014 (94 dólares) y el aprobado para 2015 (79) es de 15 dólares por barril, lo que sin duda alguna pega, y fuerte, a las finanzas nacionales, pues ella se traduce en dejar de captar alrededor de 6 mil millones de billetes verdes a lo largo del próximo año, con o sin coberturas.
Dado por bueno el tercer intento (el de 79 dólares por barril), la caída del precio del crudo nacional apretó el pasó, y al cierre de ayer la distancia entre el promedio consensuado (ministro de Malinalco dixit) por el Ejecutivo y el Legislativo, y la realidad fue cercana a 30 dólares.
En la Secretaría de Hacienda aseguran que con las coberturas contratadas en noviembre pasado, está garantizado el ingreso petrolero para 2015 tal cual lo aprobaron los legisladores, pero a la hora de echar cuentas resulta que tales coberturas sólo consideran 228 millones de barriles en el año, monto equivalente a 26 por ciento de la producción nacional y a 57 por ciento de las exportaciones estimadas.
Lo cierto es que los analistas, desde ahora, advierten sobre la necesidad de reconsiderar los cálculos financieros del sector público y la estimación gubernamental en materia de crecimiento económico para 2015, pues al desplome de los petroprecios se suma el deterioro de una serie de indicadores, internos y externos, que no auguran el advenimiento del sempiternamente prometido futuro venturoso para el país y sus habitantes.
Así, el pensador global marca Higa se verá en la penosa necesidad de sacar el ábaco y recalcular de la A a la Z, porque todo indica que por tercer año consecutivo (de tres posibles) el crecimiento económico del país diferirá, y por mucho, del oficialmente prometido, es decir, 3.7 por ciento para 2015. Desde 2009, cuando menos, el gobierno viene prometiendo que el año próximo, ahora sí, recuperaremos el ritmo de crecimiento sostenido, el cual, dicho sea de paso, no ha traspasado la barrera de 2 por ciento como promedio en la últimas tres décadas.
Y en efecto: aún en el lejanísimo caso de que la economía mexicana creciera 3.7 por ciento en 2015 (y si así fuera habría que hacerle una fiesta al ministro del año, por aquello de los milagros), el promedio de avance anual en la primera mitad del actual gobierno a duras penas llegaría (¡sorpresa!) a 2 por ciento, cuando de todos es sabido que el mínimo necesario es de 6 por ciento.



Los árboles azules de Van Gogh. Los árboles azules.
“Azules, los árboles/ ritmaban nuestro camino,/ nuestro caminar./ Íbamos como entre verdes y amarillos, avanzábamos// como sin avanzar// (de nosotros, es cierto, no nos habíamos movido)./ Del brazo íbamos, veníamos (ya no recuerdo).// Arriba estaba oscuro,/ abajo estaba claro.// Flores como agitadas por el viento/ nos daban tal quietud…// Ensombrecidos, como ensombrecidos,/ vinimos no a saber, sino a sentir/ lo que sabíamos,/ lo ya tan imposible de dejar de saber.”
¿A dónde voy con este texto que me lleva, que no escribo, que me lleva? A apuntalar, de nuevo, que imagen es todo aquello que nos hace imaginar. A reafirmar que si tu arte no genera –por metáfora– las imágenes de sí mismo en el receptor, tu arte muy probablemente no sea arte. ¿Artilugio, construcción? Lo ignoro. Pero arte verdadero, sólo aquél que hace posible que quien con él entra en contacto salga del mundo para volver al mundo, un mundo renovado.


 

Un enfrentamiento ocurrido ayer en la tenencia de Felipe Carrillo Puerto, conocida como La Ruana, Michoacán, dejó seis muertos, entre los que se cuentan al hijo de Hipólito Mora, líder fundador de las autodefensas de Michoacán y actualmente parte de la fuerza rural que surgió de los acuerdos entre esos grupos armados y el gobierno federal. Por la tarde-noche, el dirigente rural atribuyó los hechos al ataque de un comando armado bajo las órdenes de Luis Antonio Torres, El Americano; responsabilizó al gobierno federal y su comisionado en Michoacán, Alfredo Castillo, del recrudecimiento de violencia en la entidad y dijo que su grupo había sido abandonado por los elementos de la Gendarmería y la Policía Federal, por lo que nos van a matar a todos.

Francisco Toledo, tan niño corriendo con 43 papalotes
Qué emoción ver a Francisco Toledo correr por las calles de Oaxaca llevando al vuelo los 43 papalotes con el retrato de los normalistas de Ayotzinapa. Y qué envidia no haber podido estar ahí compartiendo con él y con los niños que lo acompañaban esa metáfora tan conmovedora de poblar el aire con los rostros de los jóvenes estudiantes. Así, nunca estarán desaparecidos. Francisco Toledo: tan joven, tan niño, despeinado, con su bella barba blanca.

Hoy en el mitológico Bosque de Chapultepec se encontrarán, por primera vez, dos culturas formidables. La exposición Persia, fragmentos del paraíso, tesoros del Museo Nacional de Irán, es una de las muestras más completas que hayan salido del territorio persa.

México está hoy en el umbral de una revolución moral. Quisiera explicar por qué.

El líder de la Iglesia La Luz del Mundo, Samuel Joaquín Flores, falleció la madrugada del 8 de diciembre, a los 77 años, tras varios meses de luchar contra el cáncer. La congregación se registró en 1993 como asociación religiosa y fue de las 10 primeras en hacerlo; tiene en la colonia Hermosa Provincia de Guadalajara su capital espiritual. Lugar donde se dieron cita cerca de 300 mil seguidores para realizar las ceremonias fúnebres. Con sus luces y sombras, aciertos y desaciertos, la Iglesia es el movimiento religioso mexicano más exitoso, con cerca de 3 mil templos.

En las últimas semanas las noticias sobre la violencia policial y la impunidad en México y Estados Unidos hacen inevitable ver las similitudes entre los dos contextos de racismo institucional y criminalización de la protesta social. En ambos países los encabezados periodísticos han estado dominados por historias de violaciones a los derechos humanos por las fuerzas de seguridad. En Estados Unidos, el asesinato por la policía de varios hombres afroestadunidenses desarmados en distintas ciudades del país; en México, el asesinato de seis estudiantes y la desaparición forzada de 43, la mayoría indígenas, por fuerzas policiacas que los entregaron a la organización criminal Guerreros Unidos. Ambos hechos ponen en evidencia lo desechables que son los jóvenes pobres indígenas y negros en sociedades racistas y racializadas.

Componentes vitales del Estado carecen, a juzgar por las encuestas de opinión recientes, de la legitimidad necesaria para operar con eficacia. La carga de sentimientos populares negativos lastra instituciones que son indispensables para retornar, como se ansía desde las cúpulas, a la llamada normalidad. La serie de golpes asestados en su confianza y rectitud las ha llevado, si no a la parálisis, sí, cuando menos, a un defectuoso accionar. El mismo Ejército, hasta hace poco un cuerpo bastante sano a juzgar por el aprecio ciudadano anterior, muestra las profundas huellas de recientes tumbos y heridas. La Iglesia católica, otrora agrupación de cierto respeto, apenas rebasa hoy el límite de la condena. Y así por el estilo aparecen, ante la severa mirada de los mexicanos, entes electorales (CNE y TEPJF) claves para la continuidad de la lucha pacífica por el poder. La cuesta para la recuperación de la credibilidad perdida se ve, al menos por ahora, muy empinada.
Hace 20 años la economía mexicana sufrió una de las peores crisis en su historia. Hoy el gobierno de Peña Nieto busca conmemorar los hechos de aquel episodio con una nueva crisis, de mayor intensidad y profundidad. A cada paso que da, con cada declaración oficial y con cada nuevo hecho de represión y provocación, como el fin de semana pasado en Chilpancingo, el gobierno muestra su ira y sus preferencias.

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