La propuesta de Presupuesto 2017, presentada el pasado jueves 10, y la salida de Luis Videgaray de la Secretaría de Hacienda evidencian el fracaso económico del gobierno peñanietista: el PIB crecerá menos que las peores proyecciones hechas al inicio del sexenio, las reformas estructurales no han servido, se contrató deuda para pagar los intereses de la propia deuda, la austeridad prometida no pasa del discurso, el peso se sigue devaluando y la exportación petrolera caerá 20% en un solo año… Es decir, el tic tac de la bomba que está por estallar.No pudo Enrique Peña Nieto.Las promesas del inicio de su gobierno acabaron en una quimera. Sueños que entusiasmaron y hoy recuperan su condición de fantasmas.En efecto, el cambio de titular en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) y la presentación del paquete económico para 2017, que el gobierno federal envió al Congreso de la Unión el jueves pasado, despertaron poco entusiasmo en el público y los mercados financieros, y revelaron el verdadero estado de las finanzas mexicanas.Ambos hechos, además, generaron dudas: no se percibe por dónde pueda mejorar la economía nacional.La incertidumbre ya se tradujo en números: el jueves 8 el tipo de cambio llegó a rozar los 19.30 pesos por dólar, justo un peso más que la cotización del miércoles anterior –último día de trabajo efectivo de Luis Videgaray en Hacienda–.