7/13/2017

Ministro Cossío ve “reversa” al nuevo sistema penal acusatorio… porque no se hizo lo que se tenía que hacer


En el país hay "cárceles llenas" y "todos los problemas". Reconoce en Aristegui en vivo que con el nuevo sistema pueden salir libres varios presos.

Foto: Suprema Corte

El ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, José Ramón Cossío ve posible -aunque no lo quiere así- que se meta “reversa” al nuevo sistema penal acusatorio, creando un “híbrido”, tras las diversas críticas por parte de actores políticos como el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera, quien alertó recientemente por la posible liberación de “más de 4 mil presos” tan sólo en la Ciudad de México, gracias a que todos los beneficios del sistema nuevo son aplicados a las personas procesadas por el sistema anterior.
Pero todas las críticas contra el nuevo sistema fueron provocadas por todo lo que se dejó de hacer y estaba establecido desde una reforma en 2008, sostuvo Cossío en entrevista para Aristegui en vivo. 
Detalló que desde antes de junio de 2008, tuvimos un sistema penal en el que la carga mayor correspondía al Ministerio Público.
Cuando una persona era detenida antes, tenía que demostrar que no era responsable de lo que se le acusaba, si quería conservar su libertad.

“En junio de 2008 se llevó a cabo una reforma penal importantísima: se pasó de un sistema inquisitivo a acusatorio”, precisó. “Se hicieron cambios centrales en la forma en que habríamos de ir a estos juicios penales”. Y después vino la reforma de 2011 en materia de derechos humanos, con el fin de que no hubiera violaciones.
Con el nuevo sistema, “todo lo relacionado con culpabilidad tendría que ser acreditado en una sola audiencia”. Entonces, lo que el juez escuche en esa audiencia y sólo en esa audiencia es lo determinante para la acusación de un delito. 

Además, “sólo ciertos delitos tendrían prisión”, y el resto podrían seguir un proceso en libertad.
Fueron ocho años los que se contemplaron para estos ajustes. Pero no se hizo mucho.
“Era muy difícil porque el MP tenía un enorme poder en términos de la acusación. En la forma de proceder tú estabas con una carga procesal grave. Ese es el cambio central que estamos viviendo. Si el MP o los abogados de las partes que coadyuvan no son capaces de demostrarme la responsabilidad del sujeto y la realización del hecho, yo por la presunción de inocencia tengo que dejar en libertad a esa persona”, puntualizó el ministro.
“Sólo lo puede hacer con lo que pase en la audiencia, no por lo que pase en los medios… lo que la fiscalía logró demostrarme”, explicó.
En el nuevo sistema, las autoridades debían “llegar a la escena del crimen, resguardar los elementos, establecer la cadena de custodia”.
Pero “a los agentes del MP no les dimos la dimensión completa porque antes iba acumulando cosas en un expediente, si se equivocaba tenía posibilidad de rectificación… tampoco se nos ocurrió como país que se iban a parar (los MP) en una audiencia frente a un abogado para sostener una acusación y aguantar la batalla jurídica“.
Los “servicios periciales en este país son muy modestos”, aceptó. “¿Cómo entonces iban a llegar las fiscalías a sostener acusaciones en audiencias públicas?”, preguntó.
“Si todo eso lo ponemos junto empiezan a aparecer los problemas, como pruebas contaminadas porque no fueron resguardadas adecuadamente”, apuntó.
“¿Cuántas personas están capacitadas para hacer estas tareas?”.
Y es que el nuevo sistema tiene desde una parte burocrática, hasta técnica y “pararse en una audiencia y resistir un interrogatorio de una persona que está en su profesión (de abogado del acusado)”.
“Este es un juego muy complejo, muy técnico, muy sofisticado que no todo mundo está en capacidad de sostenerlo”, reconoció.
Y lo que sucedió es que el MP se para frente al juez y dice yo vengo a acusar al señor tal en agravio de tales personas. 
“Este señor tiene muchos expedientes, necesita servicios periciales, bases de información grandes para sostener su acusación”, mientras el abogado del acusado “va a estar cuestionando lo que el fiscal está diciendo”.
El ministro puso un ejemplo revelador: qué hace un juez cuando llegan a acusar a una persona de que trae un AK47. “Y él (el acusado) dice: ¿verdad que puedo enfrentar mi proceso en libertad?”.
“¿Dónde está el delito de portación que permite a los jueces que a esas personas las tengamos en prisión preventiva?”, cuestionó Cossío. 
Y es que “por la mera portación de arma, por el solo hecho de portación no puede estar…”; a una persona la puedes detener con una Barrett y puede enfrentar su proceso en libertad porque no está legislado, añadió y recordó que el actuar de los jueces está regido por las leyes.
Cossío mencionó que lo penoso de todo esto es que la reforma tenía una filosofía: tratemos que el menor número de personas vaya a prisión preventiva

“Esa filosofía no se pudo realizar por acciones humanas”, dijo. “Una buena reforma va a tener reversa porque no se hicieron las acciones humanas”. 

En el sistema anterior, la libertad se alcanzaba si la pena era menor a 5 años y entonces se empezaron a subir las penas en prisión y casi nadie alcanzaba a lograr su libertad.
A ello atribuyó que tengamos “las cárceles llenas de personas y todos los problemas: sobrepoblación, escuela de la delincuencia, reos que se están amotinando”.
Lo peligroso ahora es que “la parte que no funciona es que no se hicieron las cosas”. 
“Ahora va a resultar que todo estaba mal”, pero fue por lo que se dejó de hacer, aseveró.
Y la parte preocupante, según el ministro, es que “no nos dimos cuenta como país que a lo de 2008 (la reforma) se agregó la reforma de 2011 y eso transformaba completamente el tema”.
Por todo esto ve posible “que lleguemos a un híbrido”. 
Y el ministro aclaró que la Corte no “inventó” algo sino que sólo hizo una interpretación.
Aclaró que no es verdad “esta idea” de que saldrán en fila 4 mil personas de la cárcel, pues no es automático.
“No es así de salgan corriendo todos”.
-¿Potencialmente 4 mil personas podrían salir?- le preguntó la periodista Carmen Aristegui.
“Potencialmente sí, no tengo la cifra exacta pero démosla por buena”, respondió.
Pero insistió: “De veras no hubo la previsión para que las personas que están por todos estos delitos tienen la posibilidad de salir. No se hizo la previsión: esto va a pasar”.
“Podemos hacer muchos diagnósticos para que nos digan lo que ya sabemos. Lo que decía es: por qué en lugar de decir es culpa de A o B hacemos un diagnóstico de lo que necesitamos resolver con urgencia para que este sistema funcione”. 
E hizo un llamado a no perder el tiempo y seguir “lastimando a las personas”.

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