3/28/2018

Los periodistas pal café. . .

El triunfador implacable en el fuero partidista interno se ha convertido en una diluida estampa flotante luego que el gobierno federal dio a conocer el expediente de corrupción relacionado con una nave industrial en Querétaro. Aquel Ricardo Anaya Cortés que aplastaba a sus contrincantes en la carrera panista (Gustavo Madero, Felipe y Margarita, Rafael Moreno Valle, entre otros), fue ablandado mediante un golpeteo a sus bajos fondos (empresariales). El estrujamiento mediático y político le tumbó las fabricadas apariencias de chico maravilla y le colocó en una estantería realista, como un ingrediente tácticamente investido de opositor pero, en realidad, y por más vocinglería crítica que practique, un elemento con natural tendencia dúctil a los arreglos finales de la estrategia del sistema político al que ha pertenecido y servido y del cual espera amnesia judicial hacia su persona y su familia por el asunto queretano antes mencionado. 
Pero aun si el PRI-gobierno no le hubiera soltado tal golpe, en busca de desbancarlo del segundo lugar y colocar ahí al rezagado José Antonio Meade, ha de señalarse que Anaya Cortés no pudo crecer en esta etapa de precampañas e intercampañas. Contra lo que pregonaban algunos de sus emocionados promotores, el ex presidente nacional del PAN ha mostrado vacuidad intelectual y programática. Sus mejores momentos han sido escénicos: montando motocicletas con el perredista Juan Zepeda y tocando instrumentos y cantando con éste o con el niño huichol de tonadas pegajosas. 
Los aliados de Anaya tampoco le han reportado grandes ganancias: la inercia del voto pejista mantiene en alto las expectativas de triunfo de Claudia Sheinbaum, mientras la perredista Alejandra Barrales lucha contra las fundadas acusaciones de prosperidad inmobiliaria explicable a la luz de la prosperidad política. El perredismo, en general, aporta al anayismo una carga de obsolescencias políticas con pretensiones de competitividad: los chuchos en decadencia, los Galileos oportunistas, el peñismo de Alternativa Democrática Nacional y, desde luego, la ajada figura de Miguel Ángel Mancera, el jefe de Gobierno capitalino más desfondado en sus pretensiones de continuidad política desde que ese cargo proviene de elecciones y no de un dedazo presidencial. 
En todo caso, la viabilidad presidencial de Anaya provendría de un factor externo: el eventual, pero poco probable, giro de timón que hubieran de dar los grupos dominantes del sistema mexicano si, a pesar de todos los métodos de abultamiento artificial que se practicaran, Meade Kuribreña no lograra afianzarse como una opción mínimamente sostenible. Anaya no es a estas alturas la opción B del sistema, como lo demuestran tanto la guillotina judicial por el tema queretano como el intento en curso de dar la candidatura presidencial independiente a su adversaria, Margarita Zavala, quien está programada para restarle votos al citado Anaya y al PAN en general. 
Pero, a fin de cuentas, Anaya, el jeque Diego y otros panistas sistémicos, más los perredistas en desgracia y el Movimiento Ciudadano manejado con sentido de jefe de subastas por Dante Delgado, pueden constituir una alternativa desesperada para las élites que bien se darían por servidas con que, fuera como fuera, no llegara Andrés Manuel López Obrador a Palacio Nacional. 
Sin embargo, todo apunta con firmeza a que el sistema jugará con toda su fuerza en favor de Meade, en cuyo caso a esas reglas del juego deberán acomodarse el anayismo y sus concurrentes electorales (entre los cuales ya se cuenta a Emilio Álvarez-Icaza Longoria, creador de la plataforma denominada Ahora, nacida con aires contrarios a las mafias partidistas y proclamando que ninguna opción tradicional les representaba: derechismo ilustrado, a fin de cuentas). 
El futuro de Anaya, Santiago Creel, los recomendados del jeque Diego, Álvarez-Icaza, Mancera y los perredistas y emecistas (con excepción de Jalisco, donde Enrique Alfaro tiene fuerza regional propia, más allá del MC y el frente), estaría, de darse un golpe electoral para hacer ganar al PRI, en un gobierno de coalición en el que cupieran toos los opositores, a imagen y semejanza de lo sucedido en 1988, cuando el PAN legitimó de facto al gobierno de Carlos Salinas de Gortari a cambio de una suerte de cogobierno supervisado por Diego Fernández de Cevallos. 
En un gobierno de coalición, encabezado por un Meade instalado en el poder al costo que fuera necesario, podrían contar con cargos oficiales los miembros del abanico oficial del anayismo, más expresiones hoy fluctuantes, como el grupo del priísta Manlio Fabio Beltrones Rivera (maltratado, nuevamente, por el grupo tecnócrata-mexiquense en el poder, salvo en el seleccionado escenario sonorense, donde su hija va como candidata al Senado) e incluso, en un espectacular cierre de fiesta, con el calderonismo que así sería recompensado por los favores en campaña recibidos por el priísmo. 
Desde abril de 2012, en esta columna (https://goo.gl/Tvr4Jc) se documentó ampliamente la relación entre Emiliano Salinas Occelli y Keith Raniere, el gurú del negocio de adoctrinamiento denominado NXIVM (pronúnciese néxium), en especial con su programa de superación personal, el Executive Success Program. Ahora ha sido detenido Raniere, bajo la acusación de trata de personas y asociación delictuosa para trabajos forzados, luego de revelarse en The New York Times que algunas mujeres habían sido marcadas, como ganado. 
Raniere fue detenido en Puerto Vallarta, entre versiones de que gozó de protección de influyentes personajes mexicanos. Las ramificaciones de índole política de NXIVM han sido variadas: además del hijo de Carlos Salinas de Gortari, se ha reportado la participación de una hija de Vicente Fox. También Julián Le Barón, el chihuahuense que fue uno de los impulsores de la Caravana por la paz y la justicia, que tuvo a Javier Sicilia a la cabeza; luego, Le Barón luego fue uno de los principales abanderados del Congreso Ciudadano, que dirige Gilberto Lozano. ¡Hasta mañana! 
Twitter: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

Una de las empresas de Carlos Slim, Operadora Cicsa (la división de construcción de Grupo Carso), participa en la puja por otro de los contratos del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México. Es de los más cuantiosos. Se trata de la instalación del sistema de drenaje pluvial profundo, con su equipamiento periférico. También participan OHL, la concesionaria de autopistas favorita del Grupo Atlacomulco y Empresas ICA, la compañía que recientemente salió de concurso mercantil. Encabezan o forman parte de ocho consorcios que presentaron propuestas económicas y técnicas al Grupo Aeroportuario de la Ciudad de México (GACM), el organismo estatal encargado del desarrollo de la nueva terminal aérea. OHL, en conjunto con su filial Constructora de Proyectos Viales de México, y Álvarez y Ferreira Procuradores Técnicos y Legales Asociados, ofrecieron desarrollar la obra por 3 mil 284 millones de pesos. La propuesta del consorcio donde participa ICA y que es encabezado por La Peninsular (del Grupo Hank), es de mil 939 millones, la segunda más baja. Y la más cara es la de Cicsa (Carlos Slim) y las empresas FCC Construcción, Constructora Estrella y Lombardo Construcciones, por 3 mil 477 millones. La propuesta ganadora será dada a conocer el 23 de abril. Algunos contratos han sido cuestionados por la posibilidad de que estén relacionados con actos de corrupción. La Auditoría Superior de la Federación reportó irregularidades en torno a mil millones de pesos. El costo original del puerto aéreo era de 169 mil millones de pesos y ya supera 200 mil millones. También está siendo cuestionado por el uso de los ahorros de los trabajadores para financiar negocios privados. ICA utilizó fondos de PensionIssste y perdió 400 millones de pesos al irse a concurso mercantil. PensionIssste no aprendió la lección y volvió a apostar, ahora en el aeropuerto. Junto con las afores Inbursa (Grupo Slim), Profuturo y XXI-Banorte (Grupo Hanko), invirtieron 13 mil 500 millones de pesos, de acuerdo con datos de la Consar. Si pierden, pierden los trabajadores. Las constructoras tienen asegurada su ganancia con el impuesto que pagan los pasajeros por usar el aeropuerto. 
¿Ya les pagaste, INBA? 
Tras las denuncias de falta de pago a trabajadores del Museo Nacional del Arte (Munal), el Instituto Nacional de Bellas Artes (INBA) informó a medianoche del lunes que desde hace días comenzó a cubrir los pendientes a los empleados pertenecientes al régimen Capítulo 3000. Sin embargo, ayer martes había personas que decían que aún no recibían su dinero. El comunicado emitido por el INBA fijó como fecha límite hoy, miércoles 28, para saldar todo. El personal usó las redes sociales Twitter y Facebook para denunciar la falta de pago de tres meses. Ademas, se manifestó en las instalaciones del Palacio de Bellas Artes con carteles dirigidos a la directora general, Lidia Camacho, con leyendas como éstas: ¿Ya te pagaron, Lidia Camacho? ¿Tú qué prestaciones tienes? Queremos prestaciones. Los afectados están a la espera de que cumpla al cien, y no se vaya a ir de vacaciones sin cerciorarse de que cobraron todos. 
Lo imposible 
¡Ups! Surgió un obstáculo insuperable en las conversaciones del TLC. El presidente Trump insiste en que se incluya una regla en el tema automotriz por el cual el gobierno mexicano incorporaría como contenido regional un salario mínimo de 15 dólares la hora. Como sabemos, el mexicano es el más bajo del mundo y en la práctica es un subsidido del gobierno al sector empresarial. Según la firma Trading Economics, el salario nominal en la industria de manufacturas en México es de 2.3 dólares la hora, mientras en Estados Unidos y Canadá es de 21.34 y 25.96, respectivamente. La propuesta de Trump ya está en manos del secretario de Economía, Ildefonso Guajardo. Un salario de 15 dólares la hora equivale a 270 pesos, calculado con un tipo de cambio de 18 pesos. Una jornada de ocho horas serían 2 mil 160 pesos. El gobierno mexicano y muchos empresarios preferirían salirse del TLC a aceptar lo que consideran algo imposible de conceder.

Alfredo Jalife-Rahme: Bajo la lupa
Estados Unidos, en franco declive, exhibe una fractura conceptual/generacional/ demográfica/geográfica donde las fuerzas centrífugas han acelerado su vertiginosa dinámica.
Los maravillosos jóvenes de high school realizaron una histórica marcha en Washington, con alrededor de un millón de manifestantes, exigiendo con justificada razón la abolición de las armas que han cobrado tantas vidas inocentes, mientras la esquizofrenia política de sus padres y abuelos arrecian la carrera armamentista con un bipartidista presupuesto bélico.
Muchos de los padres y abuelos de los jóvenes pacifistas pertenecen al trumpismo militarista, a los sectores fascistoides del Partido Republicano, y a la Asociación Nacional del Rifle –estancada en el siglo XVIII bajo el manto anacrónico de la Segunda Enmienda, cuando la Primera Enmienda de la libertad de comunicación ha sido pisoteada por Facebook, del israelí estadunidense Mark Zuckerberg.
Las derrotas multidimensionales de EU provienen de los desastres militares y financieros de Baby Bush, agudizados por Obama en su fuga hacia delante contra Rusia y China, que han encajonado a Trump, de 70 años, a adoptar posturas intransigentes con el fin de detener la abrupta caída de la otrora superpotencia unipolar rezagada frente a la resurrección militar de Rusia y al ascenso geoeconómico irresistible de China.

Carlos Fernández-Vega: México SA
Transcurridos más de cuatro años de que el inquilino de Los Pinos –20 de diciembre de 2013– promulgó la reforma energética, los mexicanos se mantienen en espera de que se materialicen los innumerables beneficios que el mismo personaje prometió desde entonces, en el entendido de que con el cambio constitucional hemos superado tabúes y mitos, y abierto las puertas de un futuro mejor para todos; comienza una nueva historia para nuestro país.
De acuerdo con la versión de Peña Nieto, con tal reforma (una suerte del cuento energético de la lechera) se elevará la productividad y competitividad de toda la economía nacional; crecerá la oferta de trabajo especializado; se apoyará la economía de las familias mexicanas al reducir el costo de la luz y el gas; contribuirá a tener mejores precios de alimentos; se producirán energéticos más limpios; se facilitará el despliegue de las energías renovables y la cogeneración de energía; se explotarán los recursos energéticos sin que el país se endeude; ayudará a reactivar el campo con una mayor producción de fertilizantes, con lo que el precio de los alimentos bajará.
Eso y mucho más: Las familias mexicanas podrán sentir en sus bolsillos los beneficios de que nuestra economía vuelva a crecer a mayores niveles como no ha ocurrido en las últimas décadas; si aprovechamos esta gran oportunidad, las empresas tendrán más y mejor energía; tendremos tecnologías de vanguardia; recuperaremos lo mejor de nuestro pasado para conquistar el futuro; aprovecharemos al máximo los recursos del país; se podría dar un empuje adicional al crecimiento del país de 2 puntos porcentuales del producto interno bruto, equivalentes a 330 mil 369 millones de pesos, monto similar al que Pemex tiene como presupuesto de inversión total en 2013 por unos 328 mil millones de pesos.
De inmediato, lo citado trae a la memoria otra reforma energética, la promovida (8 de abril de 2008) por Felipe Calderón durante su estancia en Los Pinos, y su catarata de promesas: Reducir las tarifas de energía eléctrica; aprovechar al máximo el potencial de nuestra industria petrolera y fortalecer a Pemex; hace 70 años, la visión del general Cárdenas supo darle futuro a México, y hoy nos toca a todos los mexicanos actuar también con verdadero patriotismo; la iniciativa no busca privatizar; (sin la reforma) estamos dejando de recibir algo así como 100 mil millones de pesos anuales y con ese dinero hubiéramos podido multiplicar por cuatro el presupuesto de Oportunidades; estaremos en condiciones de garantizar un mejor futuro para nuestros hijos.
Además, el Estado podrá garantizar plenamente el acceso a la educación de calidad y a la cobertura de salud de todos los mexicanos; recursos para vivir mejor: más escuelas, medicinas, clínicas, hospitales, caminos, carreteras, puentes, agua potable, drenaje, electricidad, vivienda, preparatorias y universidades; una palanca de prosperidad que nos permita superar definitivamente la pobreza; aprovechemos esta riqueza para dejarle a nuestros hijos una nación más fuerte, más justa. Un México más próspero y plenamente desarrollado. Y el Congreso se la aprobó, y el tal Jelipe obviamente incumplió, amén de que en su sexenio se la pasó dando gasolinazos y tarifazos eléctricos.
Bien, pero poco más de un cuatrienio después del cuento energético de la lechera peñanietista y 10 del calderonista, los beneficios prometidos no han trascendido el discurso. De hecho, ha sucedido lo contrario, por mucho que el siempre inspirado candidato José Antonio Meade, priísta que no es priísta, asegure que la citada reforma no ha fracasado. Tal afirmación es correcta cuando se refiere al ámbito de los negocios privados, pero más que dudosa a la hora de los mexicanos de a pie, que sentirían en sus bolsillos los beneficios de que nuestra economía vuelva a crecer a mayores niveles como no ha ocurrido en las últimas décadas y serían felices con precios de los combustibles y tarifas eléctricas cada vez más reducidos.

Carlos Bonfil: La Muestra

Toda una noche. Aunque la primera tentación sería relacionar el propósito y la trama de la película Porto, de Gabe Klinger, con aquella deambulación urbana de una pareja romántica en Antes del amanecer (1995), de Richard Linklater, cineasta sobre el cual Klinger realizó un documental como primer trabajo, Double Play: James Benning and Richard Linklater (2013), en realidad lo que acomete ahora es algo más original y de un tono narrativo alejado de las convenciones hollywoodenses. Narrada a partir de saltos temporales y alternando tres formatos diferentes, 16 y 35 milímetros y en ocasiones el súper 8, este primer largometraje suyo de ficción refiere la fugaz experiencia romántica del estadunidense vagabundo Jake (Anton Yelchin) y la joven estudiante de arqueología Mati (Lucie Lucas), en Oporto, una ciudad lusitana donde, según apunta el lugar común, parece haberse detenido el tiempo.

Opinión

El canciller de Rusia, Serguei Lavrov, acusó ayer al gobierno de Estados Unidos de ejercer una presión colosal sobre sus aliados para lograr la expulsión de más de 140 diplomáticos rusos de Canadá, de 16 países europeos, de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y hasta de la sede las Naciones Unidas en Nueva York. El funcionario advirtió que Moscú responderá porque nadie acepta así como así semejante canallada.

Obras del nuevo aeropuerto deben detenerse
En el editorial de ayer se afirma categóricamente que se politizó el tema del Nuevo Aeropuerto de Internacional de Ciudad de México (NAICM). En efecto, cuando Andrés Manuel López Obrador (AMLO) solicita transparencia en los contratos, se ha llegado hasta considerar al NAICM proyecto de Estado, la Patria sin NAICM no será más Patria.

Entre la quinta y séptima cumbres (2009/15) se fue consolidando una compleja situación política: 1) la contraofensiva de las derechas nativas, contra los gobiernos y líderes llamados populistas; 2) la confusión de las clases medias, manipuladas por los grandes medios de comunicación, y 3) una izquierda sin votos que, atrincherada en el eticismo, mezclaba todo con todo: imperialismo, capitalismo, reformismo, socialismo, progresismo.

El lío es tan complicado que no soy capaz de resumirlo del todo: compañías que subcontratan a otras, datos obtenidos por una firma y usados por una segunda para apoyar a un cliente político... Es toda una madeja, pero vale la pena esforzarse por entenderla un poquito. Empecemos con algunos de los efectos superficiales que ha tenido el escándalo de Cambridge Analytica, desde que irrumpió a la luz pública, hace 10 días.
Los números mostrados por las recientes encuestas de apoyo a los candidatos a la Presidencia han desatado urgido frenesí difusivo. El puntero en las preferencias, el temido Andrés Manuel López Obrador (AMLO), se aleja de los dos o tres seguidores en la contienda. Y no sólo eso preocupa a los estrategas del oficialismo, sino que, además, de manera mecánica, intuitiva o poco razonada, se le da tratamiento presidencial. La opinocracia encabeza tanto la andanada de ataques como, irónicamente, el implícito reconocimiento de ganador final. No tardarán en darse cuenta de la inyección de aliento positivo que tal situación acarrea. De continuar por esa ruta terminarán sumándole algunos miles, tal vez millones, de apoyadores adicionales si no corrigen lo que viene sucediendo.
Los estragos del modelo político gobernante han dañado gravemente al entramado social del país. Décadas de una forma de concebir y practicar el poder tienen como saldo relaciones desventajosas para la ciudadanía pero, también, que algunos sectores de ésta se apropien de un modus operandi que vulnera la convivencia social. Lo que sucede cuando ciudadanos quebrantan cotidianamente los derechos de otros ciudadanos.
La semana pasada el Panel intergubernamental sobre biodiversidad y servicios de ecosistemas (Ipbes, por sus siglas en inglés) dio a conocer cuatro importantes informes sobre el deterioro ambiental. Se trata de las evaluaciones más importantes sobre el estado del medio ambiente en los pasados 10 años y cubren las regiones de Asia-Pacífico, África, América y Europa-Asia central. Las noticias son alarmantes: la pérdida de biodiversidad está a la par del cambio climático como una de las amenazas más graves para la humanidad. Ambos problemas actúan en retroalimentación y se fortalecen mutuamente en un círculo vicioso.
El trigesimoctavo Salón del Libro de París acaba de abrirse en el Parque de exposiciones. El lugar es inmenso: ahí son acogidos también, en otras fechas, los salones del automóvil, la aeronáutica o la agricultura. La primera impresión que se experimenta: su gigantismo hace evidente que el mundo de la edición se ha convertido en una industria similar a otras, dando lugar a intereses financieros y comerciales. Hay quienes se lamentan y añoran la época cuando el Salón se llevaba a cabo bajo los bellos vitrales del Grand Palais, más propicio a los encuentros y al descubrimiento de los libros, mientras otros se regocijan, dichosos de hallar un espacio adaptado al mundo de los negocios, business is business. ¿El libro es sólo un producto y una mercancía más puesta a la venta, o bien es portador y refugio de otros valores distintos a los del comercio? La cuestión se plantea, en particular, durante la apertura de este Salón.

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