“Casi siete mil estancias fueron calificadas por el DIF como focos rojos, es decir, que deberían de estar cerradas”, sostuvo Ariadna Montiel, la subsecretaria del Bienestar.
Además, la funcionaria explicó que, de un padrón de 330 mil niños, el DIF sólo pudo constatar la existencia de 245 mil infantes atendidos en las estancias. Es decir, 80 mil no están registrados ante las cédulas de las autoridades.
La funcionaria también informó que, durante la administración pasada, el Estado de México fue la entidad más beneficiada con el programa de estancias infantiles, pese a estar en el lugar 22 en cuanto a rezago social.
“Resulta que el Estado de México es el número uno por número de estancias, es decir, de nueve mil 582, mil 184 estaban en el Estado de México, pero el Estado de México ocupa el lugar número 22 por rezago social”, explicó la funcionaria.
Explicó que entidades como Oaxaca, que es el estado con mayor rezago, sólo cuenta con 231 estancias, lo que hace presumir que el programa no contaba con una focalización para combatir la problemática.
Además, las delegaciones de la Sedesol en los estados –que definían el pago de los subsidios– reportaban que las estancias funcionaban bien, mientras que la Dirección General de Política Social de la dependencia reportaba que ocho de cada diez estancias incumplían con las normas.
“Se fue generando una red de corrupción desde las delegaciones para pagar los subsidios por niño”, sostuvo Montiel. Añadió que la administración actual está investigando los casos y posteriormente “actuará”.
Otra de las inconsistencias halladas fue la duplicidad de registros de familias con acceso al servicio.
“Este programa también fue pensado para aquellas madres trabajadoras que no tenían Seguridad Social o que estaban en busca de empleo, pero encontramos un gran número de duplicidad en la seguridad social”, dijo.
“Como ya dijimos las afiliaciones no se priorizaron en localidades de mayor rezago social, había lista de niños inexistentes, y el 62.8 para DIF no comprobó cumplir con los requisitos de afiliación.”, abundó.
También, se encontraron diversas irregularidades en el cobro de cuotas por parte de las estancias, ya que estas lo fijaban de manera discrecional.
La Secretaría de Bienestar indicó que las estancias cobraban a los padres de familia alrededor de 800 pesos adicionales al subsidio entregado por la Sedesol.
Además, se halló la existencia de prestanombres a fin que un responsable pudiera tener acceso a administrar más de una estancia.
“Se empezó a hacer una red de prestanombres a través de las asistencias educativas que las daban de alta como responsables de estancia y alguien administraba cinco, seis, diez. Hubo sobornos a los supervisores”, explicó.
Abundó que los apoyos entregados para la consolidación de las estancias, de unos 70 mil pesos, no era regresados a la antigua Sedesol, y respecto a la capacitación, se encontró que fue deficiente.

La entrega de apoyo a padres tardará
Por su parte, María Luisa Albores González, titular de la Secretaría del Bienestar, confirmó esta mañana que se entregarán mil 600 pesos cada dos meses a los padres o tutores de niños menores de cuatro años y 3 mil 600 pesos bimestrales para los niños con discapacidad menores de seis años.
En conferencia de prensa, Albores aseveró que a través de estos apoyos –llamados “Apoyo para el Bienestar de Niñas y Niños, hijos de madres trabajadoras”– permanecerá el Programa de Estancias Infantiles, pero con otras reglas de operación; y planteó que no busca generalizar, pues una parte de las estancias operaron bien. “No es una cacería de brujas”, indicó.
“Ya no se dará apoyo a las estancias de manera económica”, refrendó Montiel, y añadió que la entrega de los apoyos a los padres “será directa, a través de una tarjeta bancaria”, y ello después de actualizar el padrón para dar prioridad a las niñas y niños que habitan los lugares más rezagados del país.
Pero la entrega de los primeros apoyos tardará: Bienestar apenas iniciará el censo de niños esta semana a través de los llamados “superdelegados”.
Añadió que el DIF seguirá revisando las estancias y colocará afuera el semáforo –verde en caso de cumplir con las normas y rojo en caso contrario– “para que los padres tomen la decisión de a qué instancia lleven a sus hijos”.
Para abundar, Albores resaltó que el viernes pasado, en la estancia El Colorín, en Sombrerete, Zacatecas, una niña falleció debido a una pulmonía derivada de una gripe. “El filtro de salud estuvo mal, y se detectó que la responsable de esta estancia tenía dos estancias”, deploró.