Pedro Echeverría V.
1. Primero destruir en nuestra mente la aceptación de la desigualdad, pensar que es natural que haya ricos y pobres, personajes que no producen y poseen riquezas hasta hartarse. Con la religión, la educación y los medios de información, la clase dominante busca siempre hacernos imbéciles para aceptar que el “destino” ya está trazado y sólo debemos esperar la muerte; además nos hacen más tontos diciendo “que los pobres van al cielo y los ricos al infierno”. Hay que mandarlos al carajo porque nosotros reclamamos en la tierra la igualdad: que todos los que producen vivan bien y los que no trabajen, pues que no coman.
2. En todo el mundo, desde hace siglos, se ha vivido gobiernos de los ricos, los opresores, de los poderosos, sean de esclavistas, de tiranos, feudales, aristocracias, democracias. El 80 por ciento de los pobres del mundo, lo único que han hecho ha sido trabajar, vivir de rodillas y rogar al cielo. Sin embargo, se han registrado muchas guerras de liberación que han sido derrotadas y fracasadas porque luchan por limosnas, olvidando o ignorando que el objetivo principal es la igualdad. La gente engañada dice luchar por la democracia ignorando tontamente que la democracia es la dictadura de los ricos que profundiza y legaliza la desigualdad.
3. En México, en América, todos los gobiernos de los ricos, de los empresarios defienden la democracia, que es solo electoral, porque legaliza la acumulación capitalista entre unas cuantas familias. Por eso el que escribe –al luchar por la igualdad y querer la organización de comunidades colectivas- se considera “anti demócrata” y anticapitalista. Por ello también la revolución rusa, china y cubana expropiaron grandes propiedades de millonarios y se las entregaron a sus trabajadores, pero no tardaron nada porque el imperio yanqui y demás países seguidores, intervinieron con todas sus armas para evitar que esas revoluciones se extiendan.
4. Si AMLO logra al fin imponer a la Sheinbaum, se la van a comer por la llamada oposición en “salsa verde”, por su evidente incapacidad, aunque tenga a su lado a su dueño; si cambia AMLO por cualquiera de los otros tres incondicionales, podrá defenderse, pero sometiéndose a lo que le exijan. AMLO, como dicen, va a dejar a las “víboras chillando”, muy enojadas por el mucho dinero que dejaron de recibir. Si bien el partido de AMLO está profundamente penetrado por el PRI, PAN, PRD, el partido de la llamada oposición no cuenta con alguna persona que no sea corrupta de “cabo a rabo” o esté profundamente contaminada por sus compañeros de viaje.
5. En México las personas electoreras honestas no tienen por donde moverse: a) El presidente AMLO todos los días habla mucho, denuncia, pero sólo cumple con el cinco por ciento de lo que dice. Además, es público que los ricos han acumulado decenas de miles de millones, los pobres siguen siendo miserables y la llamada corrupción sigue igual que antes. b) La llamada oposición al presidente son los viejos ladrones y asesinos organizados, exigiendo los mismos privilegios de antes. ¿A quién le vas? El presidente parece ser un papanatas que sólo busca negociar, llegar a acuerdos que le beneficien políticamente. ¿Y la mayoría de la población? Trabaja sin pensar mucho. (26/Feb)/23)
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