Lo anterior se discutió durante la ceremonia de inauguración de la exposición “Memoria Histórica de la Política de Población en México” realizada en la Cámara de Senadores, donde el subsecretario de Gobernación comentó que muchos de los cambios en la natalidad en el país tienen que ver con la lucha de las mujeres y el derecho a decidir sobre sus cuerpos, así como a considerar sus planes de vida donde no necesariamente entra la maternidad.
A propósito de estas cifras y la caída de la natalidad en el país, la especialista Tania Meléndez Elizalde, maestra en Estudios Políticos y Sociales, señaló en entrevista para la Coordinación de Género de la UNAM que son estos datos los que nos indican que las mujeres son las que actualmente deciden postergar la maternidad.
“Estamos hablando de un México que parece lejano y que hoy gracias a la lucha de las mujeres, a las asistencialistas de los derechos sexuales y reproductivos en nuestro país, tenemos avances legislativos y de política pública que permite garantizar estos y otros derechos que habían sido negados a las mujeres en nuestro país”, puntualizó el subsecretario de Gobernación.
Según información proporcionada por el Censo de Población y Vivienda 2020 de México, por primera vez, el nivel de fecundidad del país se encuentra bajo el de reemplazo poblacional (que estima 2.2 hijos por mujer), con una Tasa Global de Fecundidad (TGF) de 1.9 hijos por mujer, cifra que seguirá cayendo.
En la Ciudad de México, según cifras del INEGI, el promedio de hijas e hijos nacidos vivos de las mujeres de 12 años y más, también descendió en las últimas décadas. En el año 2000, en promedio tuvieron 2 hijas e hijos; en 2010 bajó a 1.9 y en 2020, a 1.6.
Causas clave en la reducción de natalidad
Las causas por las cuales las mujeres han disminuido el número de hijas e hijos que tienen actualmente son múltiples.
Académicas como Tania Meléndez señalan que entre estas causas podemos destacar los movimientos feministas que han promovido un entendimiento distinto del papel de la mujer en la sociedad; la divulgación y uso de diversos métodos anticonceptivos, así como el incremento de la escolaridad de la población en general y la estabilidad económica.
“En la medida en que las mujeres tienen más acceso al conocimiento, a adquirir grados escolares mayores, proponen proyectos de vida enfocados a su profesionalización, postergan la vida reproductiva y, en muchos casos, deciden no tener hijos”, afirma.
Otros factores importantes en la disminución de la natalidad son el tiempo necesario para establecerse en el mercado laboral, las barreras para equilibrar el trabajo, la vida familiar y el poco acceso a la vivienda en el país.
La caída constante de la tasa de natalidad actual también se relaciona directamente con el establecimiento de políticas públicas del Estado mexicano para reducirla, y su participación en diversos organismos internacionales quienes llamaron a partir de la década de los setenta a implementar acciones para reducir la tasa de natalidad.
“En esos años se creó el Consejo Nacional de Población y se establecieron campañas como la que durante el gobierno de Luis Echeverría tenía el slogan de ‘La familia pequeña vive mejor’”, recordó Meléndez.
Por último, el subsecretario de Gobernación recordó que el trabajo del Consejo Nacional de Población (Conapo) durante estos 50 años nos permite imaginar hoy cómo será el panorama demográfico mañana y qué podemos esperar al respecto, pues se estima que para 2030 esta cifra descienda a 1.88, para llegar a 1.72 en 2050, según el INEGI.
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