Las mujeres mexicanas tienen derecho a un aborto seguro.
Algunas de las familias y empresas más ricas del país les ponen trabas, entre ellas la fundación del popular Dr. Simi.
MÉXICO – En 2005, cuando el fundador de una de las cadenas de farmacias más grandes de México hizo el intento (fallido) de postularse a la presidencia, expuso su postura a favor del aborto, una opinión por entonces polarizante ya que en el último censo 88 % de la población se había declarado católica.
A medida que crecían las movilizaciones y campañas por la autonomía reproductiva, muchos estados fueron legalizando el aborto y la Suprema Corte de Justicia lo despenalizó a nivel federal el año pasado.
Víctor González Torres también cambió, pero en sentido contrario. En los últimos siete años, el brazo filantrópico de su empresa Farmacias Similares donó 86 394 dólares a una poderosa organización mexicana que intenta evitar que las mujeres accedan a un aborto.
La Fundación del Dr. Simi, creada por González Torres, no está sola. openDemocracy descubrió una ola de dinero opaco que va de 22 influyentes fundaciones familiares y empresariales mexicanas a Vifac (Vida y Familia), una organización sin fines de lucro que maneja una red de ‘centros para embarazos en crisis’.
Estos centros dicen entregar a las personas embarazadas información sobre salud reproductiva, pero en realidad tratan de convencerlas de que no aborten, ofreciéndoles apoyo material pero también desinformación.
openDemocracy pasó seis meses revisando numerosos reportes fiscales y financieros para revelar que entre 2017 y 2023 estas fundaciones entregaron a Vifac 1,9 millones de dólares. Este dinero, que corresponde a 10 % de los ingresos totales declarados por Vifac en el período, contribuye a que la red sostenga sus polémicas actividades contra la salud y las opciones reproductivas de las personas que se embarazan en México.
Esas 22 fundaciones cubren una gran variedad de sectores de la economía. Entre las 10 que dieron más dinero a Vifac hay brazos filantrópicos de negocios financieros, cadenas de farmacias, tiendas y supermercados, compañías líderes en panificados, tequila y refrescos, construcción y maquilas.
En algunas de esas fundaciones hay familias con dilatadas posiciones antiabortistas, y otras que dicen apoyar la equidad de género y los derechos sexuales.
También encontramos una polémica organización que controla recursos fiscales recaudados por el gobierno de Chihuahua, en el norte del país, y una fundación creada por los propietarios de José Cuervo, la mayor productora mundial de tequila.
Solo algunas de las 22 fundaciones contestaron las preguntas de openDemocracy. Sus respuestas están incluidas en el artículo.
“Podemos ver claramente quiénes son los agentes antiderechos y la gran red de apoyo que tienen, lo que demuestra su capacidad de influencia y poder en distintos ámbitos de la sociedad”, dijo a openDemocracy la activista Sandra Cardona, integrante de la Red Necesito Abortar, que ayuda a las mujeres antes, durante y después de un aborto con medicamentos. “Actúan de manera organizada y estratégica, buscando limitar o eliminar derechos fundamentales”, agregó.
Aunque hace casi un año que la Suprema Corte de Justicia de México anuló la penalización del aborto a nivel federal, todavía son muchas las que no pueden acceder a una interrupción segura del embarazo.
Solamente 14 de los 32 estados han legalizado el aborto hasta la semana 12. Mientras, un decreto federal obliga a hospitales públicos y privados a atender la salud de víctimas de violencia doméstica, de género y sexual – incluyendo anticoncepción de emergencia y aborto.
Pero esto no se respeta en muchas zonas del país, sobre todo en los conservadores estados norteños, y las defensoras de la salud y los derechos de las mujeres se ven obligadas a trabajar con sigilo para proveer de píldoras abortivas a quienes las necesitan.
Vifac administra en esa región una cantidad de ‘centros para embarazos en crisis’ que atraen a las mujeres con tests y ecografías gratuitas y avisos en línea que sugieren su intención de informar para que las personas elijan mejor.
Vifac se sirve de sitios web o páginas de Facebook como ‘Interrumpir embarazo’, y publicidad y mensajes equívocos como “Disfruta de la libertad y autonomía de tu cuerpo” o “Recuerda que en tu cuerpo decides tú” para atraer a personas que necesitan un aborto.
Pero fuentes familiarizadas con sus centros en el norte del país describieron a openDemocracy tácticas para que las mujeres no interrumpieran sus embarazos, incluso cuando se trataba de menores de edad y posibles víctimas de violaciones. La organización ha sido acusada también de ofrecer adopciones de forma irregular.
“Me preocupaba ayudar a que las mujeres no abortaran”, dijo la fundadora de Vifac, Marilú Mariscal, en el Congreso Mundial de las Familias que se llevó a cabo en Ciudad de México en octubre de 2022. Ni Vifac ni Mariscal aceptaron contestar las preguntas de openDemocracy.
La organización, fundada en 1985, es opaca sobre las fuentes de una financiación que ronda los tres millones de dólares por año desde 2017.
Con 36 centros en México y uno en Brownsville, en el estadounidense estado de Texas, Vifac declaró ingresos por 21,4 millones al Servicio de Administración Tributaria (SAT) entre 2017 y 2023, sin mencionar a ninguno de sus donantes en sus reportes financieros.
Las donaciones recibidas aparecen distribuidas en las siguientes categorías: 12,9 millones de dólares de fundaciones privadas y corporativas; 6,9 millones de personas físicas; 1,3 millones de fondos públicos y 112.000 dólares de donantes extranjeros no identificados. Hay otros 129 000 dólares sin especificar.
Hasta abril del año pasado, el sitio web de Vifac (caído desde hace al menos 15 meses) mencionaba a 35 benefactores, entre empresas y fundaciones. Pero solamente nueve de esos 35 declararon al SAT haber hecho aportes a Vifac.
Es posible que varios hayan realizado aportes de otro tipo (como en especie) que no declararon o que quedaron fuera del radar, o puede tratarse de benefactores históricos que no entregaron recursos en el período analizado.
Pero la investigación de openDemocracy sobre los reportes fiscales corre en parte ese velo. Nuestras reporteras encontraron otras 13 fundaciones que no estaban en esa lista pero que sí declaran sus donaciones al grupo antiabortista.
Norte: Impuestos, opacidad y violencia
Chihuahua, con casi cuatro millones de habitantes y el estado más extenso de México, tiene relevancia internacional por su larga frontera con Estados Unidos, el intenso flujo de migrantes, el aumento de la violencia sexual contra mujeres y niñas en tránsito, y por los feminicidios de Juárez, la ciudad más poblada – casi 2400 muertas y casi 300 desaparecidas desde inicios de los 90.
Es también el estado sede de la Fundación del Empresariado Chihuahuense (Fechac), el mayor donante de los 22 que encontramos, pues entregó casi 720 000 dólares a las sedes de Vifac en Chihuahua y Ciudad Juárez y a Yo Amo la Vida Delicias, un programa de Vifac que ofrece cursos de educación sexual basada en castidad y valores religiosos y que obtuvo estatus de donataria autorizada en 2015.
Este apoyo a Vifac data al menos desde 2012. Sin embargo, la fundación asegura estar comprometida con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la ONU, incluyendo la igualdad de género, la eliminación de la violencia hacia las mujeres y las niñas y el acceso universal a la salud sexual y reproductiva y a los derechos reproductivos.
Fechac se fundó en 1996 para administrar un fideicomiso alimentado por una sobretasa al impuesto sobre nóminas que pagan las empresas y empleadores de Chihuahua, y que recolecta la Secretaría de Hacienda del estado, con el fin de atender necesidades de salud, educación e infraestructura de poblaciones vulnerables. En 2023 ese fideicomiso recibió más de 30 millones de dólares.
En 1997, Fechac obtuvo del SAT estatus de ‘donataria autorizada’, como se llama en México a una entidad benéfica y sin fines de lucro que puede recibir donaciones deducibles del impuesto a la renta.
Pero en 2019, el SAT le revocó esa autorización porque “incumplió con el deber de destinar sus activos exclusivamente a los fines propios de su objeto social”. La fundación litigó contra esa decisión y llegó incluso a la Suprema Corte de Justicia, que no hizo lugar al reclamo. Al momento de publicar esta investigación, la organización no está autorizada a recibir donaciones exentas de impuestos.
Varias auditorías públicas, la última en 2020, advirtieron sobre falta de transparencia en el manejo financiero y contable de Fechac y conflictos de interés en algunas contrataciones.
Hasta el momento de la publicación, la Fechac no contestó nuestros pedidos de entrevista.
La activista Mariela Castro Flores, portavoz de Marea Verde Chihuahua e investigadora de la Alianza para la Defensa del Estado Secular, dijo a openDemocracy que Vifac y su programa Yo Amo La Vida “obtienen recursos del empresariado y pueden ingresar a las escuelas a impartir sus programas” bajo el pretexto de que “ayudan a prevenir el embarazo adolescente”.
Castro Flores agregó: “Gozan de dinero público a pesar de que sus agendas son contrarias a los derechos humanos y a las orientaciones técnicas de la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes”.
En total, 60 % del dinero donado a Vifac por las 22 fundaciones fue a centros en el norte del país, según la información reportada por los propios donantes en sus declaraciones fiscales.
Otros financiadores de Vifac en el norte (Chihuahua, Nuevo León y Tamaulipas) son la Asociación de Maquiladoras y Exportadoras de Chihuahua (con 41 049 dólares entregados a Vifac), y la Fundación Rosario Campos de Fernández, creada en 1994 por las empresas Novamex, Brasa y Grupo Arca para apoyar proyectos de educación (que donó 38 129 dólares); también el holding Xignux de energía y alimentos (37 621 dólares), y empresas del rubro construcción y siderurgia: Grupo de Cementos de Chihuahua (30 885 dólares), DeAcero (20 336 dólares) y Grupo Frisa (16 558 dólares).
El año pasado, openDemocracy y el diario La Verdad de Juárez entrevistaron a una mujer que había abortado, así como a personas que trabajaban o habían trabajado para Vifac, activistas y profesionales de la medicina para revelar las tácticas de la organización y de otros grupos conservadores en el norte.
Nuestra investigación también mostró cómo el personal de salud y las autoridades de la región incumplen de manera sistemática las regulaciones federales que aseguran el derecho a un aborto y a anticoncepcion de emergencia para las víctimas de violación.
La entonces directora de comunicación de Vifac, Teresa Eguiluz, dijo a openDemocracy: «Lamentamos informarle que no encontramos sustento, evidencia sólida y datos duros que respalden los hallazgos presentados por usted”.
«En Vifac estamos comprometidos con la transparencia y la integridad en nuestras actividades y programas. Nuestro objetivo es restablecer los derechos humanos y sociales de las mujeres embarazadas en situación difícil o vulnerable y ofrecerles alternativas para su desarrollo y el de sus hijos”, agregó.
Centavo a centavo
Un universo de captación de recursos más difícil de registrar son las campañas de ‘redondeos’, promociones, espectáculos y donaciones en especie a favor de Vifac, en las que aparecen Home Depot, las elaboradoras de chiles Clemente Jacques y La Costeña, Grupo México (minería, transporte e infraestructura), Fundación Carlos Slim y otras.
En los ‘redondeos’, las empresas ponen a disposición de Vifac su infraestructura para recaudar fondos. A los clientes que van a supermercados y otras tiendas minoristas – Grupo Merza, Soriana, farmacias Guadalajara, S-Mart, entre otras – se los invita a donar unos centavos en cada compra que realizan.
El redondeo más importante es de Femsa, la principal distribuidora de Coca Cola en América Latina, en sus tiendas de conveniencia Oxxo.
El programa de redondeo de Oxxo, creado en 2002, invita al comprador a cerrar sus cuentas al peso siguiente y entregar los centavos resultantes de la diferencia a una causa social. Nuestro reporteo pudo rastrear nueve campañas de Oxxo para Vifac, entre 2013 y enero de 2024 y en diferentes lugares del país por un monto estimado en 117 000 dólares.
La publicidad gratis también cuenta. En 2015, la cadena de cines Cinemex, del Grupo México, puso en las pantallas un aviso publicitario de un minuto, en el que Vifac promovía abiertamente que niñas embarazadas siguieran adelante con su gestación. “Me embaracé a los 12 años”, dice una de las jóvenes que cuentan sus historias.
Cinemex y Grupo México declinaron hacer comentarios, Las demás empresas mencionadas en esta sección no contestaron nuestro pedido de entrevista, excepto Soriana (ver más abajo).
Filantropía e hipocresía
Además de Fechac, Vifac y la mitad de las 22 fundaciones corporativas se declaran comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Una de ellas es la Fundación Beckmann, que transfirió a Vifac 50 961 dólares en donaciones realizadas en 2017 y 2019. Creada por la familia propietaria del mayor productor mundial de tequila, José Cuervo, su presidente es Juan Domingo Beckmann, octavo entre las personas más ricas de México, según Forbes, y también director general de la empresa.
Fundación Beckmann ha organizado charlas de Vifac contra el aborto y la anticoncepción de emergencia dirigidas a adolescentes embarazadas, y talleres sobre los “riesgos de la sexualidad temprana” para estudiantes de secundaria.
La cadena de supermercados Soriana – establecida en 1968 en el estado de Coahuila y una de las mayores de México con 798 tiendas e ingresos de 9600 millones de dólares en 2022 – entregó a Vifac 72 132 dólares vía su fundación corporativa.
Soriana Fundación se creó en 2004 para “apoyar activamente a instituciones y asociaciones de comunidades donde Soriana tiene presencia” con el fin de mejorar la calidad de vida de la población y desarrollar acciones de responsabilidad social y sostenibilidad. Su director general, Ricardo Martín Bringas, también preside la fundación.
En su sitio web, la organización asegura que sus fines están alineados con los ODS y el Pacto Global de la ONU, que propone a las corporaciones aplicar 10 principios sobre derechos humanos, normas laborales, ambiente y anticorrupción.
“Promovemos la libertad de asociación, diversidad, equidad de género y la no discriminación”, dice en su informe de sustentabilidad. Como respuesta a por qué entregan dinero a Vifac, Soriana contestó por correo electrónico que, para definir a sus beneficiarias, sigue “un arduo proceso de selección que evalúa un consejo multidisciplinario”.
Gigante, un holding presente en México, Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, Panamá, Chile y Colombia, que abarca de 13 empresas inmobiliarias, de servicios y restaurantes, canaliza sus donaciones a través de una fundación que aportó 63.549 dólares a Vifac en 2017-2023.
La fundación asegura que cumple con los ODS y con el Pacto Global de la ONU.
Su informe anual 2022 dice: “Mediante la colaboración con Vifac, brindamos apoyo a 605 mujeres a través de programas de salud y nutrición especialmente diseñados para acompañarlas en su proceso de embarazo”. Este apoyo contribuye al ODS 10 (reducción de las desigualdades) y a la “promoción de los derechos humanos”.
La feminista Cardona dijo: “Los ODS incluyen el derecho a tener un aborto seguro y legal, así como el derecho a una educación sexual integral e informada. Sin estos derechos fundamentales, no se puede lograr un desarrollo sostenible real ni una equidad de género efectiva”.
En total, de las 22 fundaciones 15 están adheridas al Pacto Global de la ONU. Las donaciones identificadas evidencian que no siempre se aplica la debida diligencia prevista en ese acuerdo y en los Principios Rectores de Empresas y Derechos Humanos de Naciones Unidas, según el abogado Adalberto Méndez, coordinador de la Clinica de Empresas Sociales y Derechos Humanos de la Facultad de Derecho de la Universidad Iberoamericana.
La debida diligencia implica que “toda la ayuda tiene que tener cierta trazabilidad, porque de lo contrario se puede estar donando dinero que va a causas contrarias a la dignidad humana”, explicó Méndez.
La Red Mexicana del Pacto Global, una iniciativa del PNUD para atraer más empresas al acuerdo, no respondió nuestro pedido de entrevista.
La cadena de Farmacias Similares, con más de 9600 tiendas en México, Chile y Guatemala (y recién llegada a Colombia), se dedica desde 1997 a vender medicamentos genéricos de bajo costo.
El fundador, Víctor González Torres, había manifestado una postura abierta sobre el aborto en 2005, cuando quiso postularse a la presidencia de México. “Estoy a favor de un aborto con ciertas reglas…. Mi tema es la salud, no la moralidad, para la moralidad está la iglesia”, dijo entonces en una entrevista.
Pero el brazo filantrópico de Farmacias Similares, la Fundación del Dr. Simi, entregó 86 394 dólares en 80 donaciones (tanto en efectivo como en especie) a centros Vifac en Campeche, Chihuahua, Guadalajara, Guanajuato, Monterrey, Morelos, Oaxaca, Puebla, Querétaro, Quintana Roo, Sinaloa, Sonora, Tamaulipas, Veracruz, Yucatán, Zacatecas y a Vifac Nacional en el período 2017-2023.
También donó 32 629 dólares a otros tres grupos con tácticas antiabortistas parecidas, según los reportes al SAT. Su misión es “mejorar la calidad de vida de las personas que viven en la pobreza extrema”.
En marzo, González Torres fue nombrado por El Vaticano caballero de la orden San Gregorio Magno. Su hijo, Víctor González Herrera, que ahora dirige la cadena de farmacias y la fundación, fue incorporado en febrero al Consejo Internacional de Unicef, un grupo de 147 filántropos comprometidos con “un mundo más equitativo para la infancia y con el logro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible”.
Ni el empresario ni la Fundación del Dr. Simi contestaron las preguntas de openDemocracy.
La casa de empeño Nacional Monte de Piedad es la que lleva más años aportando anualmente a Vifac, desde 2008. Entre 2017 y 2023 transfirió 389.909 dólares a centros en Culiacán, Monterrey, Sonora, Yucatán y a Vifac México (que tiene sedes en la capital y en el vecino estado de México).
Se trata de la institución financiera más antigua de América, fundada en 1775 por el explotador de minas español Pedro Romero de Terreros y declarada entidad benéfica en 1872. En los últimos tres años, sus trabajadores se declararon en conflicto e incluso realizaron una huelga de un mes en reclamo de aumentos salariales y restitución de empleados despedidos.
Monte de Piedad destina sus remanentes operativos a fines sociales para “cerrar las brechas de desigualdad y combatir la pobreza”. En su reporte anual 2023 asegura que sus acciones están en línea con los ODS.
“Los proyectos presentados por Vifac han cumplido con nuestros criterios de selección”, que incluyen un procedimiento que “verifica aspectos de cumplimiento, legales, fiscales y administrativos de las organizaciones de la sociedad civil”, contestó la empresa a openDemocracy por correo electrónico. Y agregó: “Respetamos la autonomía e ideologías de las organizaciones de la sociedad civil”.
La tercera mayor donataria de Vifac, con 167 044 dólares, es la Fundación Sertull, que pertenece a los Servitje Montull, la cuarta familia más acaudalada de México en 2023, según la revista Forbes, y dueña de más de un tercio de las acciones del Grupo Bimbo, el gigante del sector panadero con presencia en 35 países. La familia es conocida por sus posturas conservadoras y su apoyo a organizaciones religiosas.
Preside la fundación María Cecilia Gabriela Servitje Montull, hija del fundador de Bimbo, Lorenzo Servitje, que declara compromiso con que “las personas y comunidades en situación de vulnerabilidad sean capaces de vencer sus carencias y rezagos” y tiene entre sus ejes la “equidad de género” y el “enfoque de derechos”.
En una respuesta a openDemocracy por escrito, la encargada de comunicación de Sertull, Zazil Canto, dijo: “Somos una organización independiente, con procesos de gobernanza autónomos de cualquier grupo empresarial”.
Otra donante antiaborto es la fundación Borges Coppel – que entre 2017 y 2023 dio a Vifac 87 434 dólares – vinculada al Grupo Coppel que opera en el negocio minorista y los servicios financieros.
Creada por un miembro de la familia Coppel “con el fin de donar fondos particulares, no de la empresa”, es independiente del grupo empresarial, según nos dijo en una respuesta por escrito su directora operativa, Beatriz Castillo. Ella y la presidenta Cecilia Coppel Calvo son las encargadas de revisar los proyectos a los que donan.
“Uno de los valores fundamentales que guía la selección de alianzas es la protección de la vida”, sostuvo Castillo. “Creemos firmemente que la vida empieza desde el momento de la concepción y que es nuestro deber protegerla en todas sus etapas”.
Castillo agregó que la fundación coincide con las actividades de Vifac y está al tanto de las investigaciones que documentan las tácticas que emplea para disuadir a mujeres y niñas de abortar. “Si Vifac trabajara de forma ilícita no existiría”, replicó.
Las declaraciones fiscales de varios donantes de Vifac muestran que la causa antiaborto es clave en la filantropía que ejercen. En el mismo período analizado, 2017-2023, nueve de estos donantes entregaron más de un millón de dólares a otras ocho organizaciones antiabortistas, entre ellas el Centro de Ayuda para la Mujer Latinoamericana (CAM), que cuenta con decenas de centros en México y en la región.
En respuesta a estos hallazgos, Castro Flores dijo: “Vifac es solo una cara de las muchas ramificaciones ahora convertidas en múltiples organizaciones que, siguiendo su ejemplo, han diseñado sus propios programas de origen religioso”.
Cardona agregó: “Estas organizaciones no solo limitan las opciones disponibles, sino que también perpetúan un ciclo de dependencia y falta de autonomía”.
*Verónica García León contribuyó en la investigación y lectura de reportes fiscales para este artículo. Visualización de datos: Carla Abreu.
Este artículo se publicó originalmente en openDemocracy.
RV: EG
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