irregulares// Sobreprecio por 13 mil millones // Sheinbaum en la Celac
Sin experiencia en asuntos médicos ni científicos, extrañamente habilitado en posiciones obradoristas de poder nacional (fue coordinador federal de protección civil, área propicia durante décadas para desviaciones de recursos a título de ayudas sociales de emergencia), León Romero no llegó a tomar posesión en Birmex porque días antes se difundieron videos en que se le veía entregando dinero en efectivo a un hermano de Andrés Manuel López Obrador (luego se difundiría otro video similar, con otro hermano receptor).
Birmex debió haber cumplido con un rol de suma importancia en la
política federal de salud, tan maltrecha justamente por la muy
prolongada falta de medicamentos, entre otros factores. Según su página
oficial, su enfoque original estaba relacionado con las vacunas, pero
evolucionó (o debió evolucionar) hacia la distribución, importación y
gestión de medicamentos y biológicos esenciales. Su misión principal es
garantizar el acceso a insumos médicos de calidad, fortaleciendo así la
atención sanitaria en todo el territorio nacional. Una de las funciones
más relevantes de Birmex es la gestión de licitaciones y compras
consolidadas. Este proceso le permite adquirir medicamentos y vacunas de
manera eficiente, asegurando la transparencia en el uso de los recursos
públicos
(https://goo.su/1JkIU).
Sin embargo, Birmex estuvo a punto de ser entregado en 2018 a un gestor de la camarilla verde especializada en maniobras corruptas con medicamentos. El director que entró fue Pedro Zenteno, médico homeópata que había sido legislador y dirigente partidista desde la izquierda electoral, quien venía de un cargo administrativo en el Seguro Social y luego fue director del Issste. A su vez, Zenteno fue sustituido por el general de división Jens Pedro Lohmann Iturburu, y ya en el claudismo entró el actual director, Iván Olmos.
En el largo contexto de desabasto nacional de medicinas y
fallidos intentos de resolverlo, la Secretaría Anticorrupción federal ha
determinado la nulidad total
de la licitación pública
internacional de compra consolidada de medicamentos y materiales
conexos. Esa compra sería para el presente año y el venidero. Según la
oficina a cargo de Raquel Buenrostro, ese proceso está marcado por una
gran cantidad de irregularidades e incumplimientos legales cometidos por
Birmex.
Es valiosa y plausible la decisión del gobierno de la presidenta Sheinbaum de advertir la gravedad de ese proceso de licitaciones y frenarlo. Ese círculo de acciones contra la corrupción deberá cerrarse con la consignación judicial de los responsables, a fin de que no quede todo en un señalamiento de pifias y equívocos burocráticos, cuando, de haber avanzado, habría significado un daño al interés nacional por miles de millones de pesos, además de la afectación a la disponibilidad de medicinas y material médico, aunque el discurso de la inmediatez asegure que no habrá tales afectaciones. Que Birmex no quede en una tentativa que pudo llegar a ser otro Segalmex, que no haya impunidad tolerada, que se investigue el hoy y el ayer.
Y, mientras la presidenta Sheinbaum ha asistido en Tegucigalpa a la reunión de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y ha convocado a una cumbre por el bienestar económico de la región, lo cual constituye un gesto significativo en el contexto de la presión trumpista que busca alineamiento pleno a sus políticas, ¡hasta mañana!
X: @julioastillero, Facebook: Julio Astillero, juliohdz@jornada.com.mx
Pausada oxígeno a mercados // Sheinbaum: cumbre por el bienestar // Urge integración latinoamericana
me besan el traseroy
mueren por cerrar un acuerdo conmigo, el ególatra Donald Trump decidió
pausarpor 90 días los
aranceles recíprocospor él impuestos a esas mismas naciones por
no tomar represaliaspor su desquiciada política en ese renglón, aunque para ellas mantiene una
tarifa mínimade 10 por ciento (que no aplica a México). La excepción, claro está, es la República Popular China, cuyas exportaciones a Estados Unidos deberán enfrentar una
tasaya no de 104, sino de 125 por ciento,
con efecto inmediato, de acuerdo con el más reciente decreto imperial. La respuesta del gigante asiático fue contundente:
la escalada arancelaria de Estados Unidos contra nuestra nación simplemente acumula errores tras errores.
Bien a bien no se sabe por qué lo hizo, aunque se intuye, pero la supuesta benevolencia
de Trump, disfrazada de pausa
,
en realidad corresponde no a la obsesión de que le besen el trasero (lo
que, todo indica, le fascina), sino al feroz reclamo de los barones
estadunidenses, quienes en cuestión de días perdieron billonarias
cantidades por la obsesión del inquilino de la Casa Blanca de pasar la
motosierra por la comunidad de naciones.
En efecto: tras el anuncio de la pausa
, los mercados
recibieron una bocanada de oxígeno que los llevó a recuperar parte de
las pérdidas registradas a partir del pasado 2 de abril, y el efecto
inmediato fue tal que, por ejemplo, los principales índices de la bolsa
neoyorquina reportaron ganancias no vistas en décadas. Incluso, algunos
analistas consideran que ese comportamiento positivo es el mejor de la historia
de Wall Street. Eso sí, los gobiernos de los 75 países que están prestos a besar el trasero
de Trump siguen igual de jodidos que antes de dicha pausa
.
En México, el principal indicador de la Bolsa de Valores se
incrementó 4.39 por ciento, alza que si bien no resarce las pérdidas de
días anteriores, sí dio tranquilidad
a las empresas que en ella
cotizan. Por ejemplo, los precios accionarios del Grupo Financiero
Inbursa se incrementaron 9.87 por ciento, los del Grupo Financiero
Banorte 8.87 y los del Grupo Carso 8.83.
Por lo que toca al tipo de cambio, el peso ganó terreno frente al dólar, tras días de fuertes presiones a la baja, que lo llevaron a la frontera de las 21 unidades. Ayer cerró a 20.28 por billete verde. Y el precio de la mezcla mexicana de exportación recuperó dos dólares respecto del cierre de la víspera. Ayer el barril se vendió a 58.56 dólares.
errores tras errores(China dixit), la presidenta Sheinbaum viajó a Honduras para participar en la IX Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), durante la cual subrayó que
hoy, más que nunca, es un buen momento para reconocer que nuestros países requieren de unidad y solidaridad de sus gobiernos y sus pueblos para fortalecer una mayor integración regional, siempre en el marco del respeto mutuo y la observancia de la soberanía e independencia y de los acuerdos comerciales que cada uno de nosotros pueda tener.
El exhorto de la mandataria mexicana permite suponer que va en serio lo que manifiesta desde hace días, justo a raíz de la imposición trumpista de aranceles, es decir, diversificar mercados, ampliar la visión y el alcance del comercio exterior para evitar mantener (como desde 1994, por imposición de Salinas de Gortari, un gringo nacido en México) todos los huevos en la misma canasta, y al mismo tiempo fortalecer la unidad latinoamericana, a pesar de cipayos como Javier Milei, Nayib Bukele y el junior Daniel Noboa.
Sheinbaum subrayó que Latinoamérica y el Caribe no sólo somos una
región de proximidad geográfica, somos una comunidad de destino, unida
por la historia, por la diversidad, la resistencia y, sobre todo, los
sueños de justicia. Desde México, partimos de una premisa básica: una
región más unida es una región más fuerte que puede articular soluciones
y propuestas concretas de integración regional, con la visión de
construir siempre sociedades más igualitarias
, y convocó a realizar, en el marco de la Celac, una Cumbre por el bienestar económico
de la región para
hacer realidad una mayor integración económica regional sobre la base
de la prosperidad compartida y el respeto a nuestras soberanías
.
Las rebanadas del pastel
¡Felicidades!: tras el reclamo de la presidenta
Sheinbaum, Luisa María Alcalde apenas se va enterando de que el partido
debe ser ético, concepto desconocido por la dirigente
de Morena.
Twitter: @cafevega, cfvmexico_sa@hotmail.com
Ese estilo de vida en el que los padres presionaban a sus hijos para ser los mejores llevó a las autoridades chinas en 2022 a aprobar una ley para reducir la carga académica a los jóvenes.
Una de las medidas fue regular las tutorías privadas, las cuales, de acuerdo con Yuying, implicaban la contratación de maestros para dar clases adicionales a los hijos, algo parecido a las sesiones de regularización.
En 2021, el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef, por sus siglas en inglés) reportó que los niños en el gigante asiático enfrentaban un creciente estrés y gran competencia en la escuela debido a las altas expectativas de los padres.
Se basó en un estudio sobre salud mental en el que 25 por ciento de los adolescentes reportaron sufrir presión leve o grave, además de que al menos 30 millones de niños y jóvenes de 17 años enfrentaban problemas emocionales o de conducta.
Yuying, cuyo nombre occidental es Emily, nació en la provincia de Jiangxi. Recuerda que cuando estudiaba la secundaria se levantaba a las 5 de la mañana para desayunar y leer al menos dos horas antes de entrar a la escuela.
A mediodía tenía un descanso en el que iba a su casa a comer y en la tarde regresaba a la escuela para tomar clases hasta las 7 de la noche, luego comenzaba el turno nocturno para hacer tareas. La joven regresaba a su hogar a las 10 de la noche para cenar, bañarse y seguir estudiando hasta la madrugada.
Mis padres me exigieron ser la primera de la clase porque si no
estudias entonces los demás alumnos te van a superar. Aparte de
memorizar los conocimientos y terminar la tarea asignada por los
profesores, yo misma hacía más tareas para practicar, yo misma me ponía
ejercicios. Las matemáticas me costaban más trabajo, en las otras
materias tenía las mejores notas por ejemplo, biología, física, química.
Ahora, a sus 25 años, Yuying dice que todo lo anterior en ese momento
de su vida le causó estrés; sin embargo, afirma que la cultura de la
perfección la llevó a ser una persona fuerte y segura: estoy agradecida por esa época porque de lo contrario no hubiera llegado hasta ahora
.
También reconoce que a partir de una estancia en Colombia su visión
sobre la vida cambió de manera radical y aprendió a relajarse.
Actualmente, la joven es traductora profesional de chino mandarín a
español y también influencer, con más de 224 mil seguidores en la red social TikTok.
¿Por qué China es más poderosa en el ámbito económico? Porque
queremos ser los mejores. Si la mayoría de la población quiere ser el
mejor, obviamente el país crece.
Hoy, más que nunca, es un buen momento para reconocer que América Latina y el Caribe requieren de unidad y solidaridad de sus gobiernos y de sus pueblos, a fin de fortalecer una mayor integración regional, siempre en el marco del respeto mutuo y la observancia de la soberanía e independencia de nuestros países, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum Pardo ante sus pares, los cancilleres y vicecancilleres que asisten a la novena Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrada en Tegucigalpa, Honduras.
Además del llamado a la unidad, la mandataria ratificó las grandes
líneas que guían la política exterior de su gobierno, las cuales
rescatan y actualizan lo mejor de la tradición mexicana: rechazo
categórico a las sanciones y bloqueos comerciales, que sólo dañan el bienestar de los pueblos y no construyen regiones de paz y prosperidad
, como los que Washington mantiene contra Cuba y Venezuela; condena al racismo, el clasismo, la violación a los derechos humanos y la criminalización
de los migrantes, con el combate a las causas estructurales de la
desigualdad, desempleo y violencia como mejor estrategia para reducir
los flujos internacionales de personas, e impulso del multilateralismo, a
fin de avanzar en comercio, educación, ciencia, desarrollo tecnológico,
energías limpias, conservación de la biodiversidad y otros rubros.
En resumen, la presidenta Sheinbaum llevó a la Celac una visión, la de la prosperidad compartida, que cobra vida en el lema Por el bien de todos, primero los pobres
.
Su mensaje y el proyecto que representa constituyen una lección para
las derechas, que refuerzan el sometimiento a las oligarquías internas y
al imperialismo externo, pero también para las falsas izquierdas que
traicionan el mandato popular al hacer en el poder todo lo que
criticaron desde la oposición. Asimismo, muestran que nos encontramos
ante una coyuntura histórica para la política exterior mexicana, en la
que los principios y el liderazgo del Estado mexicano pueden animar a la
región a pensar en la integración, la solidaridad, la búsqueda del
bienestar, la defensa de los migrantes e incluso la proyección
latinoamericana como un actor internacional respetado y con peso en el
concierto global.
Como señaló la Presidenta, Latinoamérica y el Caribe no es una mera región geográfica, sino una comunidad de destino, unida por la historia, por la diversidad, la resistencia y sobre todo los sueños de justicia
.
Hay que hacer votos por que los gobernantes del ámbito latinoamericano y
caribeño, incluidos aquellos que se encuentran en las antípodas del
progresismo, cobren conciencia de esta unidad de destino, de que es vano
perseguir objetivos políticos o económicos a los vecinos, y se sumen a
la cooperación en el marco del respeto a las soberanías y a la
diversidad. En particular, cabe desear un compromiso inaplazable en
favor de Haití, el país más castigado de la región, el que sufrió el
ensañamiento de los imperios por haber sido el primero en prender la
llama de la independencia.
Desde México, es inevitable congratularse de que el país se coloque de nuevo a la vanguardia de sus pares latinoamericanos después de haber sido relegado a una vergonzosa retaguardia en el periodo neoliberal.
El problema de las desapariciones, se sabe, es más complejo de lo que se señala en las quejas diarias, porque implica una pobreza de décadas que obligó a muchos a ligarse al crimen, corrupción y complicidad de malos gobiernos del pasado; odios contra grupos, crímenes comunes que se escondían, pero también –y hay que reconocer esa responsabilidad– la desatención de algunas familias a sus vástagos, y la libertad abierta en ciertas situaciones. En este momento no queda sino la unidad para resolver el problema, y poco se logrará si hay quienes señalan injustamente situaciones de gobiernos de antaño.
La reforma judicial tiene como objetivo principal romper con una maquinaria totalmente corrompida para establecer un poder verdaderamente autónomo, capaz de velar con firmeza por los derechos de todas las personas, especialmente de las y los trabajadores, y ciudadanos vulnerables. Este cambio aspira a terminar con el paradigma de un sistema judicial históricamente vinculado a intereses económicos y políticos particulares, promoviendo una administración de justicia más transparente y comprometida con el bienestar verdadero y colectivo.
Uno de los grandes retos que enfrenta esta transformación histórica es el nivel de participación ciudadana que se espera en la elección del 1º de junio de 2025; cuando por primera vez en nuestra historia el pueblo elegirá de forma directa a jueces, magistrados y ministros. El Instituto Nacional Electoral ha estimado que la participación puede rondar entre 8 y 15 por ciento del padrón, cifra alarmante, si consideramos la trascendencia del momento que vivimos.
Este ejercicio democrático es único y profundamente transformador: el Poder Judicial dejará de ser una élite cerrada para abrirse a la voluntad del pueblo. Sin embargo, factores como la falta de precedentes y la limitada información pueden disminuir la participación. Justo ahí se vuelve aún más urgente que cada ciudadana y ciudadano comprenda el poder que tiene su voto para renovar una institución que por años estuvo al servicio de unos cuantos.
La historia no se escribe sola: la escriben los pueblos en el atrevimiento de participar. Esta elección es una oportunidad inédita para construir y consolidar un sistema comprometido con la justicia, la legalidad y los derechos de las y los trabajadores y de todo el pueblo de México. Es necesario entender que esta reforma es más que un cambio estructural, pues invita a toda la sociedad a participar activamente en la construcción de un contexto judicial más justo y equitativo. El llamado es claro: participar con responsabilidad y compromiso por la justicia implica estar informados, exigir transparencia y actuar en defensa de los derechos fundamentales de cada individuo.
En este sentido, la reforma judicial es, por un lado, una oportunidad para fortalecer el estado de derecho y, por otro, un momento clave para consolidar una democracia en la que la justicia sea un pilar indestructible. Es hora de mirar hacia adelante con esperanza y determinación, sabiendo que un Poder Judicial autónomo y comprometido con la equidad es fundamental para el desarrollo integral de nuestro país. La invitación está abierta: construyamos juntos un futuro donde el cumplimiento de la ley no sea un ideal lejano, sino una realidad accesible para todas y todos los mexicanos. Es el momento de salir, votar y formar parte de esta transformación. La justicia ahora está en manos del pueblo: que no nos falte nadie.
Hoy vivimos un fenómeno distinto. No se trata sólo de una guerra arancelaria clásica, sino de un proceso mucho más estructural: EU busca defender su hegemonía global mediante una estrategia de reindustrialización que le permita recuperar su autonomía productiva y reducir su vulnerabilidad frente al ascenso de China. En 1947, la manufactura representaba cerca de 25 por ciento del PIB estadunidense; hoy, apenas ronda 10 por ciento. Esta transformación ha obligado a Washington a replantear sus prioridades económicas, apostando por el fortalecimiento de sectores estratégicos, como los semiconductores, las baterías, la biotecnología y la industria de defensa, con fuertes subsidios públicos, proteccionismo selectivo y una revisión de su papel en la globalización.
EU atraviesa una transformación estratégica profunda: busca replegarse del escenario global como potencia intervencionista y consolidar un bloque económico-autárquico de altos ingresos y vastos recursos naturales, integrado por su propio territorio, Canadá y, eventualmente, Groenlandia. Esta estrategia responde a la necesidad de reducir compromisos costosos –especialmente en Europa– y concentrar recursos para enfrentar a lo que considera su verdadero desafío existencial: China. La posible incorporación de Groenlandia no es simbólica: se trata de asegurar el acceso a minerales estratégicos, controlar nuevas rutas marítimas en el Ártico y garantizar su soberanía energética frente a la competencia de potencias emergentes.
En este nuevo paradigma, Rusia deja de ser el enemigo principal. Washington la relega a un segundo plano, mientras focaliza su atención en contener a China, potencia con una base industrial robusta, avances tecnológicos significativos y una creciente influencia global. Para enfrentar este desafío, EU ha comenzado a restructurar su economía, reducir su exposición a cadenas de suministro extranjeras y concentrar sus alianzas geopolíticas en el Indo-Pacífico. Esto marca una transición hacia una doctrina de repliegue selectivo, autosuficiencia continental y confrontación estratégica con un solo objetivo: sostener su primacía global.
En esta nueva lógica, México no aparece como socio estratégico. A pesar del discurso oficial y de la firma del T-MEC, EU no contempla una integración simétrica ni de largo plazo con México. En realidad, la estrategia estadunidense busca repatriar inversiones, atraer manufactura de vuelta a su territorio y reducir su dependencia estructural de proveedores extranjeros, incluso de sus vecinos. México queda reducido a una plataforma de bajo costo, funcional al modelo de nearshoring, pero prescindible en un contexto de competencia tecnológica de alta intensidad.
Desde 1994, con la firma del TLCAN, México ha optado por priorizar su nexo económico con EU en lugar de construir un proyecto de industrialización nacional. Se le ha otorgado un papel central a la inversión extranjera, desplazando al capital nacional del sector manufacturero, debilitando el desarrollo de capacidades tecnológicas propias y renunciando, en los hechos, a una estrategia de innovación soberana. El modelo adoptado se ha basado en mano de obra barata, baja complejidad productiva y dependencia estructural de decisiones empresariales que no se toman en territorio mexicano.
El reciente trato favorable
que EU ha concedido a México y
Canadá en sectores como el automotriz, bajo las nuevas reglas del T-MEC,
no debe interpretarse como una muestra de integración equitativa, sino
como una concesión transitoria. Su verdadero objetivo es proteger a las
empresas estadunidenses mientras amortizan sus inversiones en el
extranjero y preparan su eventual repatriación. De acuerdo con la
Asociación Mexicana de la Industria de Autopartes, remplazar las plantas
ensambladoras actuales en México y Canadá requeriría al menos 18 nuevas
fábricas y una inversión estimada en 50 mil millones de dólares, cifra
inalcanzable sin una política industrial sólida y sostenida por el
Estado.
Este dato ilustra con crudeza la fragilidad de la posición mexicana: su participación en las cadenas regionales de valor depende no de una estrategia soberana de desarrollo, sino de la voluntad de las empresas y gobiernos extranjeros. México ha dejado de ser sujeto y se ha convertido en objeto dentro del tablero geoeconómico norteamericano.
La conclusión es ineludible: mientras EU redefine su lugar en el mundo y se restructura para sostener su hegemonía en la era posglobal, México permanece sin rumbo, sin estrategia propia, y cada vez más atrapado en una lógica de dependencia funcional. Si no se rompe con esta inercia, no sólo se perderá el tren de la innovación y la autonomía tecnológica, sino también la capacidad del país para decidir su destino económico, social y político. El reloj geopolítico avanza, y México, una vez más, parece mirar hacia otro lado.
Los extranjeros nos quieren joder; nuestro trabajo consiste en joderlos primero. Ecos de esa misma acometividad resuenan hoy (en calidad de ensañamiento) en la auténtica masacre arancelaria diseñada por Peter Navarro y Howard Lutnick. El shock provocado por Nixon en 1971 permitió a Washington inducir la crisis petrolera de 1973-1977 –que estuvo a punto de derribar a la economía mundial–, establecer el dólar como moneda franca del mercado global y dar comienzo a la era neoliberal. Por cierto, fue Henry Kissinger quien disipó todas las dudas al respecto. Lo aclara en su autobiografía, en el capítulo que lleva por título la pregunta:
¿Quién provocó la crisis petrolera?Él mismo responde en la primera frase:
Fuimos nosotros.
Neil Ferguson, el historiador británico, puso de relieve recientemente otro aspecto del exotismo de la singularidad estadunidense. Ningún imperio en la historia, ni Roma ni Estambul, ni España u Holanda, tampoco Inglaterra, logró preservar su hegemonía después de perder el control de su déficit fiscal y adentrarse en la ruta de los saldos rojos de su balanza comercial. La primera cifra delata el dominio creciente de una élite rentista; la segunda, un desplome general de la productividad y un abuso de la fuerza y de las armas. Estados Unidos es el único caso que refuta este axioma. Durante 54 años, desde 1971, su economía creció como ninguna otra bajo un déficit fiscal ascendente (hoy estrafalario) y una balanza comercial endémicamente deficitaria. A cambio, gracias a su asombroso sistema financiero, contó con un privilegio indiscutible: los recursos provenientes de todo el mundo –depositados religiosamente en Wall Street– para propiciar y monopolizar una de las mayores revoluciones tecnológicas de la historia: la digitalización del mundo (y todas las partes que lo definen: la producción, la guerra, la comunicación, la educación y hasta la vida emocional. En ese mismo medio siglo provocó –y padeció– cuatro crisis mayores y de dimensión global –la crisis petrolera, el desplome de los valores dot.com, la de las hipotecas en 2008 y la de la pandemia). Quien diga que se trata de un sistema estable está hablando de una economía imaginaria. El misterio es cómo logró mantener la confianza de los inversionistas durante todos esos trances.
En el fondo de la actual disputa por los aranceles se encuentra algo de lo que pocos hablan: los profundos cambios que han transformado el mundo de la producción y el trabajo. La automatización cibernética tiene uno de sus antecedentes remotos en el fordismo de los años 20. Conjugada con la actual estrategia neoliberal, ha provocado una transferencia de la riqueza del trabajo al capital como nunca. El dilema de Washington no es un déficit en la manufactura –como pregona su retórica oficial–, sino los síntomas crecientes de una peligrosa crisis de sobreacumulación. Por un lado, un nivel de productividad y tecnologización que evade cualquier límite; por el otro, un estancamiento relativo de los asalariados, a los que escapa la posibilidad de consumir lo producido. Se olvida siempre que en el capitalismo son las contradicciones de la abundancia (y no de la escasez) lo que causa los peores desastres. El fordismo –y los roaring twenties– fueron el preámbulo de la depresión de 1929; ojalá y el automatismo digital –y la furia productivista de China– no desemboquen en una catástrofe semejante.
Para sortear el atolladero, Estados Unidos necesitaba un Roosevelt, no un mobster, como Trump. Es decir, reducir la jornada de trabajo de 40 a 35 horas, una reforma fiscal que grave ganancias, cobertura de salud universal y educación universitaria gratuita.
Pero la historia no admite agendas prestablecidas. ¿Acaso es el neofascismo la etapa superior del neoliberalismo? Lo cierto es que la política de aranceles es un impuesto que castiga principalmente a quien vive de su salario. También los recortes anunciados del personal gubernamental. Si Wall Street muestra hoy una tendencia hacia la recesión, falta el tercer capítulo de este trance. Una vez que Peter Navarro anuncie próximamente la reducción de impuestos a las corporaciones, y Trump se divierta recibiendo a las delegaciones de más de 50 países para renegociar aranceles pertinentes, la Bolsa de Nueva York volverá a sonreír.
¿Qué puede hacer la sociedad mexicana frente a este giro del orden comercial mundial? Antes que nada, liberarse (o, al menos, cuestionar) los resabios de su propia mentalidad poscolonial.
Hoy nos enfrentamos a una situación inédita. El capitalismo ha demostrado vitalidad, ser capaz de recrearse. El poder, en manos de los magnates del big data y sus trasnacionales de la inteligencia artificial, abre un proceso cuya fuerza radica en neutralizar y anular la conciencia crítica, haciéndonos creyentes de un relato incuestionable. Creemos en el libre mercado, la democracia liberal, las leyes de la oferta y demanda, la pax americana, la malignidad del socialismo, el sí se puede, el empoderamiento, el egoísmo y la competitividad. El imperialismo se refunda bajo sus premisas iniciales.
Las declaraciones de Mao Tse-Tung concedidas a la periodista Anna Louise Strong, propias de la cultura china, en 1956, adjetivando al imperialismo estadunidense como una nación en apariencia poderosa, pero incapaz de soportar el viento y la lluvia, que vista de frente era un tigre de papel, alejada de su pueblo, se extendió entre la izquierda política y social. Esta visión ideológica sirvió para dar ánimos, pero no para entender sus dinámicas. En medio de los procesos descolonizadores en África, el apartheid, la guerra de Vietnam y los movimientos de liberación nacional en América Latina, el imperialismo parecía tener sus días contados. Pero la realidad es tozuda. No era un tigre de papel, es más una hidra de mil cabezas, como lo adjetiva el EZLN.
Pero volvamos a Hobson. Su reflexión parece no envejecer. Así se despachaba: Aunque
el nuevo imperialismo ha sido un mal negocio para la nación británica,
ha resultado rentable para ciertas clases sociales y para grupos
industriales y financieros del país. Los enormes gastos de armamentos,
las costosas guerras, los graves riesgos y las situaciones embarazosas
de la política exterior, los impedimentos y los frenos a las reformas
sociales y políticas dentro de Gran Bretaña, aunque hayan sido tan
dañosos para la nación, han resultado muy provechosos para los intereses
económicos de ciertos grupos industriales y profesionales. Perderemos
el tiempo si nos ponemos a hablar de política sin ver con claridad este
hecho fundamental y sin percatarnos de que estos intereses privados son
enemigos de la seguridad y del bienestar nacional
. Su preocupación
se centraba en las futuras guerras imperialistas. Definió a las empresas
armamentísticas como parásitos económicos y el pilar sobre el cual se
asienta el imperialismo: “no cabe duda de que siempre que estalla una
guerra […] podemos afirmar, sin temor a equivocarnos, que no se tiene
memoria de ninguna guerra que, por evidentemente agresiva que pudiera
parecer al historiador desapasionado, no se presentara ante las gentes
que eran convocadas a la lucha como una política defensiva necesaria, en
la que estaba en juego el honor y hasta la misma existencia del
Estado”. Guerra, no paz, es la propuesta.
Estudiar el imperialismo, sus tecnologías de la muerte, armas y argumentos, es urgente. Para ello, es necesario recurrir a nuestros clásicos. Sólo así tendremos opciones para enfrentar la lucha política y construir una alternativa. Acá algunas recomendaciones. Samir Amin, Imperialismo y desarrollo desigual , Libros de confrontación, Barcelona; Theotonio Dos Santos Imperialismo y dependencia , editorial Era; Octavio Ianni, Imperialismo y cultura de la violencia en América Latina , Siglo XXI Editores; Pablo González Casanova, Imperialismo y liberación , Siglo XXI Editores; Anouar Abdel-Malek, Sociología del imperialismo , Ediciones UNAM; Arghiri Enmanuel y otros: I mperialismo y comercio internacional; el intercambio desigual, y dos textos colectivos de Ediciones Periferia: Economía política del imperialismo y Corporaciones multinacionales en América Latina . Todos escritos en el último cuarto del siglo XX.
Los afanes expansivos del conglomerado industrial, tecnológico, financiero y militar de Estados Unidos y sus aliados, aunque Europa Occidental se sienta ninguneada, nos llevan a la guerra. Trump no es un loco, no actúa solo. Representa a los sectores más agresivos del imperialismo del siglo XXI, cuyo objetivo es controlar el mundo. Para esta labor, no dudarán en llevarse por delante todo lo que no les es rentable, democracia incluida.
Ninguna naviera estuvo dispuesta a hacer el viaje directo hasta el puerto del Mariel, en Cuba, por temor a las sanciones estadunidenses, de acuerdo con un reportaje publicado por el diario Granma que abordó ejemplos concretos del bloqueo de Estados Unidos a la isla (https://acortar.link/4hxPnE). Se envió un contenedor de prueba para evaluar los costos, a través de un itinerario mucho más largo, que incluyó varias paradas en puertos de China. La travesía comenzó el 18 de febrero de 2024 y concluyó el 3 de mayo, 75 días después. De acuerdo con lo estimado, transportar la carga completa costaría por esta ruta 9.7 millones de dólares.
El país africano solidario, que no podía pagar semejante suma,
decidió entonces vender las 3 mil toneladas de jurel y, con ese dinero,
comprar pescado congelado en un puerto próximo a Cuba. El dinero recaudado sólo alcanzó para comprar 386 toneladas en aguas próximas
, afirma Granma.
La sofisticación del bloqueo ha llegado a niveles indescriptibles, con medidas para atemorizar a las navieras y hacer cada vez más difícil la llegada de cargas por vía marítima a Cuba que, isla al fin, no tiene otro modo de comercio regular para los grandes contenedores de alimentos y combustible. Lo que antes se le impedía con barcos de guerra patrullando aguas territoriales, hoy se le imposibilita con sanciones, regulaciones y amenazas legales que convierten cada puerto cubano en una zona de riesgo para cualquier naviera.
En 2024, una enmienda a la Ley de Autorización de Defensa Nacional de EU estableció que cualquier puerto bajo la jurisdicción de un gobierno considerado Estado patrocinador del terrorismo, como es el caso de Cuba según las acusaciones infundadas de Washington, será evaluado como un surgidero con medidas de seguridad insuficientes. Por tanto, se endurecieron los controles aduanales en EU, que ya eran muy severos (cualquier barco que llegara a la isla debía esperar seis meses para viajar a EU). La normativa de 2024 se aplica a todos los buques comerciales que llegan a territorio estadunidense tras haber visitado puertos cubanos, con la excepción de aquellos que hayan atracado en la Base Naval de Guantánamo.
La semana pasada otra bomba pasó por debajo del radar de los medios, práctica habitual de la administración estadunidense, que tiene al mundo virado al revés con la guerra de aranceles, mientras las guerritas del Departamento de Estado se llevan con igual perfidia pero mayor sigilo. Así establecieron condiciones especiales para todos los buques comerciales que hayan visitado puertos cubanos en sus últimas cinco escalas antes de llegar a territorio estadunidense (https://acortar.link/Zxz13p). Aun los que cumplan con esta exigencia serán sometidos a vigilancias especiales, serán custodiados por guardacostas y los guardias deben tener visibilidad total del exterior del buque, tanto en el lado terrestre como el marítimo.
Aparte del nuevo golpe dirigido a navieras que se atrevían a comerciar con la isla y llevar un contenedor de prueba con jurel, la nueva medida corta de raíz el transporte desde EU de alimentos, equipos electrodomésticos y automóviles que fueron permitidos durante la administración Biden, bajo condiciones leoninas y operados por el sector privado en Cuba. Las medidas están orientadas a deteriorar aún más los lazos de cooperación en cuestiones de seguridad y aumentar la extraterritorialidad del bloqueo.
La diferencia entre el bloqueo naval directo y éste es puramente formal: si antes bastaba un buque militar para impedir el comercio, hoy es suficiente con la amenaza inducida a través de un sistema de sanciones que asfixia igual o más, sin necesidad de una sola cañonera.
Esta semana el enviado especial de la Casa Blanca para América
Latina, Mauricio Claver-Carone, reconoció en Miami que el gobierno de
Trump aplica un enfoque más quirúrgico
contra el gobierno de
Miguel Díaz-Canel, con el propósito de estrangular la economía cubana.
Lo que no dice es que este ensañamiento impacta directamente en la
población civil y deja imágenes insoportables ligadas a una vida
cotidiana cada vez más precaria en Cuba, donde ni el jurel escapa.
El impacto de estas decisiones ya se está sintiendo en México: en el primer trimestre de 2025 las exportaciones de vehículos ligeros ensamblados en México cayeron 6 por ciento. Se exportaron 775 mil 866 unidades, de las que 86 por ciento fue a Estados Unidos. La producción en este trimestre fue de 973 mil 485 unidades, con un crecimiento de casi 5 por ciento respecto al mismo periodo de 2024, lo que significa que cerca de 200 mil vehículos ligeros se quedaron en sus plantas.
En cuanto a las autopartes producidas en México, que representan 43 por ciento del mercado estadunidense, los impactos son alarmantes, 12 por ciento de las empresas de este mercado están fuera de las reglas del T-MEC, por lo que empezarán a pagar aranceles. Las empresas productoras de autopartes, principalmente estadunidenses, ya han reducido sus actividades. Si agrupamos a estas empresas por su ubicación regional, tenemos que las del norte de México redujeron su producción este primer trimestre 8.8 por ciento, las del bajío 12 y las del centro del país 9.3 por ciento.
La economía mexicana está registrando estos impactos. Los indicadores adelantados registran caídas y el promedio de las estimaciones sobre el crecimiento del PIB para 2025 se viene reduciendo mes a mes: se espera un crecimiento de 0.6 por ciento, mientras el gobierno, que también las redujo, postula 1.9. Lo cierto es que los siguientes meses serán difíciles y es muy probable que la economía mexicana a finales de año registre una recesión.
También puede haber recesión en Estados Unidos, Europa, Japón, Corea del Norte y muchos países más. El fantasma de la recesión ya ha aparecido. La estrategia arancelaria de Trump está orientada a cambiar los flujos comerciales, corrigiendo los déficit con todos sus socios comerciales a través de medidas administrativas. Piensan que están impulsando la relocalización de empresas hoy exportadoras hacia EU, lo que generaría empleo. De lograrse, no ocurriría a corto plazo.
El propósito de la estrategia trumpista, como lo señala Michael Spence (Project Syndicate, 8/4/25): busca cambiar la estructura del comercio internacional y de los flujos de inversión extranjera directa convirtiéndolos en inversión doméstica y en empleo en Estados Unidos. Este propósito evidente tiene un grave problema para concretarse: la alta rentabilidad de la deuda y de los valores financieros estadunidenses, junto con el papel del dólar como moneda internacional de reserva.
El gobierno de Trump podría decidir afectar la rentabilidad de los activos financieros en dólares, lo que es una locura posible en un gobierno dominado por la economía vudú. Pero el papel del dólar en el mundo no va a cambiar. Por ello, la estrategia difícilmente va a funcionarle al gobierno de Trump. Lo que si ocurrirá es que el resto del mundo se contraerá. México se contará entre los más golpeados. Es necesario aceptar que el mundo ha cambiado, reconocerlo en sus diversas dimensiones, enfatizando las afectaciones a corto, mediano y largo plazos para nuestra economía.
A las dificultades creadas por Trump, deben agregarse los problemas que afectaban a la economía global antes de su llegada: las tensiones geopolíticas, el cambio climático, las presiones inflacionarias y el impacto de los nuevos avances científicos y tecnológicos en diversos ámbitos. El cambio tecnológico es muy relevante. El trumpismo desprecia el conocimiento científico y a las universidades que lo desarrollan. No valora las previsiones científicas sobre las modificaciones que ocurrirán en los mercados de trabajo y que impactarán diferenciadamente a los segmentos laborales.
El cambio económico que ha iniciado el gobierno de Trump ha afectado ya la dinámica económica global y los impactos que están recibiendo los socios comerciales de ese país variarán según el grado de asociación con EU. Los más expuestos somos Canadá y México, le siguen Vietnam, China, Japón y la Unión Europea. Cada uno tendrá que contar con una respuesta propia, pero indudablemente se requerirá también algún grado de coordinación. Si ello se pudiera poner en práctica, el fin de la hegemonía estadunidense pudiera verse con un moderado optimismo.
profesorChoron; con el creador de alta costura Tan Giudicelli; con Danielle Mitterrand, quien siguió habitando el domicilio conyugal desertado por el ex presidente François Mitterrand; con el escritor Jacques Bellefroid, la cabeza cubierta por un sombrero de fieltro en otoño e invierno y un panamá en primavera y verano, en la mano un bastón que le sirve de cetro y arma; con Claude, animador del célebre centro nocturno Le Palace, quien conduce con una correa un hermoso perro que, como su amo, conduce con otra correa –colgada de su hocico– un perro más pequeño.
Los habitantes más antiguos del barrio se reconocen entre ellos y se saludan con una inclinación de cabeza o un gesto amigable de la mano. Entre los rostros que se vuelven conocidos de tanto cruzarse con ellos al paso de los días, hay algunos que, sin darnos cuenta de inmediato, dejan de pasar a nuestro lado. Cuando la ausencia de algunos de ellos se alarga, los vecinos se preguntan uno a otro si alguien sabe qué pasó con tal o cual pasante. Entonces, el vendedor de periódicos, quien se da el tiempo de platicar con sus clientes, o el dueño de una agencia inmobiliaria, quien circula de un lado a otro en las calles del barrio mostrando departamentos a posibles inquilinos y propietarios, dos de las personas más enteradas de la vida de los habitantes del barrio, informan a quien pregunta por esas ausencias si éstas son transitorias, a causa de un viaje o una hospitalización, o si, por desgracia, son definitivas y no debido a la mudanza a otro barrio.
El barrio tiene también sus clochards, entre los cuales, una antigua aeromoza a quien quedan huellas de su pasada belleza, y sus personajes estrafalarios: un alto ruso pelirrojo que canta con voz de barítono, un mendigo al que un día le falta una sola pierna y otro día le faltan las dos, una limosnera que acurruca dos muñecas entre sus brazos arrullándolas con canciones de cuna.
Entre los personajes atípicos, la Maub posee un sujeto de condición que se puede suponer femenina, de apariencia caballuna, cuyo carácter parecería ser irreconciliable con su profesión de comerciante, sobre todo cuando su negocio es una farmacia, establecimiento adonde acuden personas en busca de medicinas cuando no de consejo y apoyo para hacer frente al dolor físico, cuando no se trata, peor aún, de apaciguar un sufrimiento moral.
La dueña de la farmacia debe tener como divisa: el cliente nunca tiene la razón
,
pues cada uno de sus gestos y palabras parece tener como meta provocar
su huida. Su acoso del posible consumidor se inicia en cuanto cruza el
umbral y recibe, en voz muy alta y aguda, la orden de esperar sin
acercarse al mostrador ni sentarse en la silla desocupada. Esperar qué.
Pues esperar a que se le dé la gana atender al cliente. La persecución
no termina ahí. Sigue la lectura de la receta médica sospechosa de
falsificación, la exigencia de un documento de identidad cuando el
medicamento puede ser, según ella, peligroso, los consejos de
administración que nadie le pide, la prohibición de recargarse en el
mostrador o en alguno de los estantes. Y más vale no intentar
conversación alguna, como decir: qué buen tiempo
, so pena de ser fulminado.
Y sí, el barrio posee este original personaje. No faltan los comentarios en Internet donde la describen como vendedora de una farmacia que debe evitarse para no agravar la molestia o enfermedad que se padece. Aunque, con un dejo de humor, pueda visitarse esta farmacia como se visita la jaula de una fiera en el zoológico.
Simultáneamente se redujo la Secretaría de Salud dejándola con una sola subsecretaría transfiriendo casi todas sus funciones a la subsecretaría de Promoción y Prevención, que en realidad casi exclusivamente se dedicó a la pandemia. En un intento de salvar la situación adversa se desapareció al Insabi y se sustituyó con el OPD IMSS-Bienestar. Éste no debe confundirse con el Programa IMSS-Bienestar, que pertenece al IMSS ordinario. Pero el principal problema era la incompetencia de los encargados a sacar adelante el proyecto –el secretario Jorge Alcocer y el director general del Insabi, Juan Ferrer–. De allí, el papel crucial del maestro Zoé Robledo como presidente de su junta directiva del OPD en el periodo anterior.
A últimas fechas el actual gobierno ha tomado varias iniciativas para recuperar y fortalecer a la Ssa. El primer paso fue el nombramiento de un secretario con amplia experiencia administrativa y clínica como director del Instituto Nacional de Nutrición, el doctor David Kershenobich. Asimismo, se rescató la estructura original de la Secretaría de Salud, básicamente para devolverle su papel rector del sistema de salud mexicano, público y privado. Este rescate se acompañó de la devolución del papel de compilador de las necesidades de insumos médicos del sector público a través de la Subsecretaría de Integración y Desarrollo, aunque Birmex quedó a cargo de las compras y así es en buena medida responsable de los retrasos en las entregas. Además, recientemente la Ssa ha introducido protocolos obligatorios en el diagnóstico y tratamiento de las enfermedades más comunes, que corresponden a un alto porcentaje de la mortalidad en México. Con ello pretende sustituir las largas guías clínicas.
Adicionalmente ha lanzado junto con la Secretaría de Bienestar visitas domiciliarias a los adultos mayores para hacer un diagnóstico población de este grupo de edad, con la intención de hacer visitas periódicas de seguimiento y entrega de medicamentos. Una iniciativa semejante se está instrumentando junto con la Secretaría de Educación en las escuelas primarias para corregir nuestro poco prestigioso récord mundial de obesidad infantil con medidas específicas para lograr una dieta y vida más sana de niñas y niños.
La última iniciativa de importancia es incrementar la influencia de la Secretaría en la junta directiva del OPD IMSS-Bienestar, disminuyendo el papel del IMSS con la disminución de los integrantes del IMSS ordinario. Es de justicia señalar que sin el apoyo decidido del IMSS ordinario es poco probable que el OPD hubiera avanzado como logró hacer.
Como se puede observar, hay una clara línea de acción de la Secretaría con perfil de la medicina clínica, o sea, diagnosticar y tratar. Consiste en recuperar poder para la Secretaría; simplificar y unificar acciones obligatorias en el sector público y privado; supuestamente incrementar la inversión en infraestructura; realizar más trabajo intersectorial; apostar por las acciones preventivas y a la promoción.
No obstante, hay una maraña de legislación muy difícil de aplicar; hay un deterioro de los servicios después de décadas de abandono; la cultura de salud, tanto de los profesionistas y políticos, como de la población, es profundamente medicalizada; las indicaciones de funcionarios de alto nivel sin una clara comprensión o experiencia en qué condiciones se encuentran los servicios de salud, difícilmente son aceptados por lo(a)s trabajadores en su trajín cotidiano. Ojalá se pueda avanzar rápidamente, porque la que sufre en carne propia el deterioro de los servicios públicos es la propia población a cuál nos debemos.
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