9/04/2008

Como los fenómenos paranormales


Por: William E. Izarra


Así como en los fenómenos paranormales la existencia de la cuarta dimensiónes imperceptible al cerebro humano, en las relaciones sociales hay tambiéncomponentes invisibles. La cuarta dimensión no se puede ver. Es intangible.Lo extrasensorial es aún inexplicable. El alma, los espíritus, los milagros,todo este mundo que lo creemos mágico y que sigue siendo un misterio, no locapta el cerebro del hombre terrenal. Se mantiene en el plano de loincomprensible.Sucede igual en las relaciones político-sociales. La génesis de los hechosson imperceptibles.

Lo cubre el fenómeno, que si es visible y explicable. Elfenómeno es la apariencia, mientras que la causa que lo genera(genoestructura), no es percibida por la gran mayoría de la humanidad. Laraíz está oculta, inmersa en los lugares más recónditos de la justificación.Este es el mundo de lo fáctico y por lo tanto podemos derivar nuestrosjuicios. Sin embargo, si permanecemos en este nivel de lo fenomenológico,nos sucederá lo mismo que con la cuarta dimensión. Sin percibir la esenciade las cosas. Porque lo fenomenológico no es la verdad. Es consecuencia deuna verdad.La esencia de los hechos es la génesis de los fenómenos; por ejemplo, lacausa del inminente ataque a Irán (apoyada tanto por Mcain como por Barak) yla política trazada para contener el desarrollo de la revolución iraní, noes las armas atómicas sino el petróleo. Motor vital para la subsistencia delImperio y las potencias mundiales. La estrategia del dominio mundial queincluye la apropiación de toda la energía del mundo se ubica en la dimensiónestructural de los hechos mundiales. Por lo tanto, lo que va a generar lapuesta en marcha del plan militar del Comando Central de EE.UU., paraincendiar el Golfo Pérsico e intentar liquidar la revolución iraní es eldominio del espectro global.

Evidentemente, a partir de lo estructural, que es precisamente la causaprincipal de los conflictos, emergen los distintos fenómenos y revelaciones.Es decir, toda la gama de sucesos que terminan de explicar las conductas delos pueblos. Pero, sin la existencia de ese embrión estructural losfenómenos no aparecerían.La guerra es consecuencia de las contradicciones de las potencias que tomandecisiones en nombre de la paz. Cada elemento involucrado, en cualquiera delos conflictos actuales, mantiene sus propias demandas que son consideradasjustas. Su verdad y su razón se imponen para no ceder ante su oponente.

Lo que EE.UU., considera como terrorismo, es para el islam la guerra santacontra el enemigo. Los palestinos no dejarán de luchar por su causa hastaconseguir para sí, los territorios que les fueron despojados. En Colombia,las FARC no entregarán las armas ni claudicarán ante las amenazas del PlanColombia; y, así, cada parte amenazada por las fuerzas dominantes mantienesu posición con base en su dignidad y principios de lucha. Esa es larealidad del mundo.

Punto único que arroja consecuencias desoladoras para elfuturo y para la evolución de la humanidad.En nuestro espacio político, los revolucionarios no podemos quedarnos anivel de lo fenomenológico. Hay que ir a la raíz de los hechos, paraentender al mundo y actuar con base en la verdad. Indagar sobre la génesisde los fenómenos es lo que nos permitirá profundizar en lo estructural. Esoes lo que nos diferencia de la escuálida oposición. La revolución es cambiode estructura y no clientelismo, usufructo de poder ni decisiones cupulares.

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