6/28/2011

¿SON ÉSTOS LOS TIEMPOS DE LA COMVERDAD EN GUERRERO?



José Enrique González Ruiz

Basta de realidades; queremos promesas.

Grito de “Los Indignados” españoles.

Explicable dudas

Sectores importantes de la comunidad guerrerense que lucha contra la impunidad y por la Justicia en materia de violaciones graves a los derechos humanos han hecho públicas sus dudas acerca de la oportunidad de crear la Comisión de la Verdad para esclarecer los hechos de la Guerra Sucia. Arguyen que las condiciones políticas no son las apropiadas y que, en otras latitudes, esas comisiones sólo han servido para exonerar a los culpables de graves delitos. Hay quienes incluso se han pronunciado por revivir la Fiscalía Especial que funcionó en tiempos del foxato y que tuvo una oficina en Atoyac de Álvarez.

No es extraño que abunden las dudas en torno a uno de los instrumentos que puede echar algo de luz sobre uno de los períodos más dolorosos de la historia del país: la COMVERDAD. Porque será siempre incierto lo que pueda hacer, tomando en cuenta que en el aparato político del Estado de Guerrero y de la Nación siguen ocupando puestos importantes algunos de los señalados como criminales de lesa humanidad.

También cuenta el hecho de que muchos que fueron luchadores sociales en su juventud, están en la actualidad incorporados al sistema, sea como funcionarios o como parte de los medios de información que militan dentro del aparato dominante. La corrupción no distingue colores.

De modo que resulta importante aportar elementos favor de dicha Comisión de la Verdad.

Los tiempos políticos en Guerrero

Luego de un sexenio de gobierno por parte del grupo encabezado por Zeferino Torreblanca, volvió a ganar el Partido de la Revolución Democrática, con Ángel Aguirre Rivero como candidato. Se trata de un exmilitante del PRI, quien colocó a otro priista en la más importante responsabilidad política: Humberto Salgado Gómez es secretario de Gobierno. De modo que aunque en lo formal se haya derrotado al viejo cacicazgo figueroista, en los hechos está por verse hasta dónde llegará el cambio social.

Pero el pueblo guerrerense participó en esta contienda electoral y una parte de él puso como condición para apoyar a Aguirre la creación de la COMVERDAD. Y ésta no es una demanda nueva, sino que se ha expresado durante décadas en diversos espacios de la lucha por los Derechos Humanos. Dejar pasar más tiempo podría llevar a otras cuatro décadas de impunidad para responsables de las arteras conculcaciones de los derechos de la población. No hay que olvidar que doña Rosario Ibarra de Piedra documentó en 1965 la primera desaparición forzada: la de Epifanio Avilés Lino, y que ésta sigue sin aclaración y sin castigo.

Lo anterior no implica que exista total garantía de resultados si se crea la COMVERDAD; pues no hay instrumento infalible como no hay persona perfecta. Pero en las circunstancias actuales se abrió una coyuntura que debe ser aprovechada para buscar la Verdad, la Justicia, la Reparación y la Preservación de la Memoria Histórica. Estos son derechos de todos y todas las guerrerenses y no patrimonio exclusivo de quienes hemos luchado por ellos.

La Fiscalía Especial no funcionó

No obstante que recibió gran apoyo de parte del gobierno de Vicente Fox, la FEMOSPP defraudó a quienes creyeron en ella. Y es que dependía del Procurador General de la República, que en ese tiempo era Rafael Macedo de la Concha, general del ejército mexicano. Por eso, no podía (ni quería) hacer nada que molestara al estamento militar. Para lo único que sirvió fue precisamente para lo que se critica a la COMVERDAD: para exonerar a aquellos contra quienes ejercitó acción penal. Pero dicha Comisión no ha operado en la práctica, y la Fiscalía sí.

Debemos tener presente que la familia Radilla se vio en la necesidad de llevar el caso del desaparecido Rosendo Radilla Pacheco a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la que a su vez lo llevó a la Corte Interamericana la cual produjo una sentencia de la mayor relevancia en materia jurídica, pero que lamentablemente aún no es cumplida por el Estado mexicano.

Por lo dicho, concluyo proponiendo que, sin ingenuidad ni falsas esperanzas, luchemos por una COMVERDAD ciudadanizada, autónoma y dotada de atribuciones para que sus actuaciones sirvan de base a la acusación del Ministerio Público. Algo de luz podrá echarse en un terreno caracterizado por la profunda obscuridad.

26/junio/11.

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