8/04/2011

Género y comunicación: Integrando miradas



SEMlac

La Habana, agosto (SEMlac).- Las investigaciones sobre género y medios de comunicación en Cuba precisan trascender el carácter empírico y el estudio de los mensajes, en particular la imagen de la mujer o las representaciones sociales de género, aseguró en La Habana la periodista Isabel Moya, estudiosa de los medios de comunicación y la teoría de género.

Las alternativas a la comunicación patriarcal hegemónica; los estudios del emisor; la imagen de las mujeres y los hombres en su relación contextual para huir del esencialismo; y otros espacios y soportes de la industria cultural como las canciones, los mensajes de texto entre móviles, etc., constituyen universos poco explorados aún por la academia en la isla, precisó Moya.

Fue esta una de las principales conclusiones presentadas por Moya, quien coordina la Cátedra Mirta Aguirre, del Instituto Internacional de Periodismo José Martí, en su predefensa en opción al grado científico de Doctora en Ciencias de la Comunicación, el 20 de julio, en la Universidad de La Habana.

El estudio realizado por Moya se resume en su libro El Sexo de los ángeles. Una mirada de género a los medios de comunicación, publicado el pasado año en La Habana bajo el sello editorial Acuario, del Centro Félix Varela.

Dicha investigación, sin precedentes en la región, se preocupa por hallar los nexos epistémicos y metodológicos entre las teorías de género y de la comunicación desde un enfoque interdisciplinario, para analizar los procesos socioculturales de construcción de lo femenino y lo masculino.

Asimismo, los textos recogidos en el libro esbozan nuevos campos de estudio y dan a conocer resultados de investigaciones sobre procesos comunicacionales poco estudiados en Cuba e Iberoamérica.

Uno de sus enfoques se basa en que la perspectiva de género debe ir más allá de la descripción de comportamientos y diferencias entre hombres y mujeres, para explicar sus causas, significados y procesos.

"Urge complejizar los análisis no solo para realizar diagnósticos, que es lo más frecuente, sino para proponer cambios y alternativas al discurso mediático hegemónico patriarcal y sexista", aseguró Moya, directora de la Editorial de la Mujer de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC).

Por otra parte, si bien las feministas han denunciado la utilización mediática de la imagen de las mujeres, no se ha profundizado, desde el punto de vista teórico, en la comunicación masiva, como institución socializadora del patriarcado.

Para Moya Richard, las investigaciones comunicológicas, desde esta perspectiva, evidencian "que la articulación de la díada poder patriarcal/comunicación es una forma de ejercer la dominación, utilizando el estatus de marco referencial alcanzado por los medios, para lograr la aceptación por hombres y mujeres de que la superioridad de lo considerado masculino es natural y la desigualdad es legítima como parte del funcionamiento del entramado social".

Ambos campos del conocimiento tienen espacios de convergencia, pues se enmarcan dentro de los saberes del comportamiento humano y "viajan a través de las construcciones de sentido y sus representaciones contextualizadas en la red de interacciones sociales", añadió.

Entre lo novedoso apuntado por la comunicadora se encuentra su advertencia sobre la apropiación de los temas emergentes de la agenda de género, por parte de los discursos mediáticos hegemónicos, para despojarlos de su carácter transgresor, como ha sucedido con cierto tratamiento al derecho a la libre orientación sexual.

Moya enfatizó también en la emergencia de nuevos contextos comunicacionales para el estudio de las identidades de género, como pueden ser los chats de Internet, los videos clips, la música, entre otros.

Al responder sobre el tratamiento de los temas de género en la prensa digital cubana, la especialista distinguió entre los sitios de medios institucionales, las publicaciones solo para Internet y los blogs.

En los dos primeros existe cierta tendencia a la aparición de secciones dedicadas a la mujer, casi siempre desde una mirada apologética y sin visión de género, como es el caso del portal del periódico Adelante o el de la agencia Prensa Latina.

También se abordan de manera esporádica asuntos referidos a la relación desigual entre hombres y mujeres, pero casi siempre desde el interés de periodistas, y no porque exista una agenda sobre el tema.

Los elementos más interesantes en este sentido aparecen en bitácoras personales como Negra cubana tenía que ser…, de la sicóloga Sandra Álvarez, y Paquito el de Cuba, de Francisco Cruz, si bien habría que incentivar una presencia desde miradas individuales, pero menos centradas en la orientación sexual.

Para la investigadora, se deben cambiar las rutinas profesionales y la concepción de los valores noticias, construidos desde las vivencias y jerarquías masculinas. La academia también lleva en ello su coto de esfuerzo, pues debería colocarse en la web lo producido sobre género en Cuba, sugirió.

En cuanto al retraso de la aplicación de un lenguaje inclusivo en los medios cubanos, la aspirante destacó que se trata de cambiar estructuras de pensamiento y no solo de sustituir vocales. "Aunque los medios hacen resistencia, pueden ser un espacio para producir cambios de lenguaje", apuntó.

Advirtió además sobre el reciclaje de viejos estereotipos de género por parte de algunos productos comunicativos, como los videos clips, presentados como discontinuidades, pero que continúan reduciendo a las mujeres al cuerpo. "Hay que educar para la comunicación; desarrollar audiencias críticas sigue siendo un desafío", señaló la periodista.

Entre sus recomendaciones, la investigadora propuso incorporar al currículo de las carreras de Comunicación Social y Periodismo un módulo sobre Género y Comunicación; introducir en la asignatura de Teoría de la Comunicación los debates en relación con la comunicación y las "otredades", en particular sobre género.

Asimismo, potenciar una línea de investigación sobre estas temáticas; publicar una revista electrónica que vincule los estudios de comunicación y género para propiciar un debate académico; y realizar estudios comparados con otras Facultades de Comunicación Iberoamericanas acerca de esta temática.

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