8/06/2011

Calderón quiere 10 mil "estancias" changarro, pero no resuelve la tragedia de la ABC

Gustavo Leal F.*

Por motivos electorales, Felipe Calderón aguarda que ahora sí lo apoyen los legisladores para abrir 800 estancias más (bajo la responsabilidad de Sedeso) y culminar su negra administración con la friolera de 10 mil changarros que exponen a más altos riesgos a 800 mil infantes, según su propia y temeraria cifra. ¿Ya la checaron los académicos que miden pobreza desde el Coneval?

Rodeado de propietarias de esas estancias –montadas en cocheras con baños y cocinas improvisadas– mientras celebraba el cumpleaños de su esposa, Margarita Zavala, se atrevió a declarar que en cada una se invirtieron entre 20 mil y 40 mil pesos y que gracias a ellas se resolvió el problemón de las madres trabajadoras que no tenían dónde dejar a sus hijos, y de 42 mil educadoras, sicólogas y estudiantes de medicina sin trabajo.

Pero ¿en verdad se resolvió? ¿Son realmente educadoras, sicólogas y estudiantes de medicina sin trabajo quienes se ocupan de los pequeños?, ¿o la incoherencia de un extravagante programa único de empleo y simultáneamente asistencial, sólo ha potenciado los riesgos sobre el desarrollo sicomotor de los niños en el periodo 0-5 años que reciben una atención de dudosísima calidad?

Este muy buen programa, siempre según Calderón, tiene más bien una muy mala historia.

Para él, la cosa es sencilla. Como candidato ofreció primero guarderías universales (Tampico, 04/02/06) y luego guarderías operadas por abuelitas (Atizapán, 15/02/06). Más adelante dio rienda suelta a su proyecto electorero de estancias changarro Sedeso, que no guarderías, toda vez que no se ajustan a la NOM 167 (1997). El propio Unicef, vía su representante en México, Susana Sottoli, debió reconocer que el modelo tiene características muy diferentes a un sistema de cuidado infantil más formalizado.

Ahora las usa electoralmente. Como cuando concentró, acompañado de Margarita Zavala, mil 800 niños de sus estancias Sedeso en la posada presidencial celebrada en Los Pinos el 23 de diciembre de 2010. Por esas fechas Diconsa amplió su cobertura a mil 215 estancias changarro de Sedeso: surtirlas no sólo con leche, también pasta para sopa, galletas, chocolate, atún y gelatina, entre otros, mediante un crédito de pago por 15 días.

Además de que los 700 pesos mensuales por hijo, que constituye el subsidio de Sedeso, está estancado desde 2007, lo que impacta sobre el servicio otorgado: al menos dos comidas calientes y una colación. El resultado fue incrementar el cobro a los padres: 800 pesos mensuales por niño, independientemente de la aportación de los materiales que se requieran.

La capacitación es otro gran pendiente. Las encargadas de estas estancias consideran inadecuada la que reciben de Sedeso: los instructores carecen de experiencia en el trabajo con niños, manejo de grupos y primeros auxilios.

La primera infancia está expuesta. Los esquemas ordinarios de IMSS e ISSSTE están deliberadamente subfinanciados, mientras los subrogados son letales. Como mostró la tragedia de la guardería ABC, de Hermosillo: son negocios peligrosos. Las casi 9 mil 500 estancias changarro de Calderón, operadas electoreramente por Sedeso y desarrolladas por la actual asambleísta del PAN Lía Limón son mucho, pero mucho más peligrosas. La primera infancia: 13.5 millones de niños –0 a 6 años–, merece otro futuro.

Sólo en julio de 2010, Protección Civil clausuró tres de esos changarros de Sedeso en Acapulco por no cumplir con las condiciones para operar y encontrarse en zonas de alto riesgo. En Ciudad Juárez 13 albergues suspendieron sus servicios por extorsión, 4 de ellos de esa dependencia. En 2009 ya se habían cerrado otras 9 y lo mismo puede decirse de varias Casas de Cuidado Diario (centros comunitarios para la atención infantil de mujeres trabajadoras sin acceso a la seguridad social).

Nuevamente reunido con su mujer, Margarita Zavala, en la explanada Francisco I. Madero de Los Pinos el pasado 12 de mayo, con 500 encargadas de las estancias infantiles changarro premiadas por Sedeso, Calderón sostuvo que México va a salir adelante con esas guarderías, a pesar de que les echaron mucha grilla, muchas críticas y mucho escepticismo.

“En cuatro años –enfatizó– hicimos nueve veces más que todo lo que se realizó en el siglo pasado”. ¿Incluyendo la tragedia de la guardería ABC, en Hermosillo? El programa, concluyó, no cuesta un titipuchal de dinero. Justamente por eso mismo es aún más letal que los modelos subrogados del IMSS e ISSSTE!

Esta estrategia social continuista del PAN-Calderón es de alta rentabilidad electorera pero esquiva la protección de la infancia como una obligación del Estado, delegándola en particulares, además de no reconocer los derechos de los niños.

Afortunadamente el Movimiento Ciudadano por la Justicia 5 de Junio ha empujado la iniciativa de la ley general de prestación de servicios para la atención, cuidado y desarrollo integral infantil, dictaminada por esa soberanía en abril de 2011 y remitida a la Cámara de Diputados. Si bien el dictamen condensa más que claros avances en materia de protección civil y derechos de los niños, persiste la indefinición respecto a modelos subrogados con la garantía de calidad del servicio. El debate público fortalecerá ese dictamen.

Lamentablemente, también los malos programas se replican: en su toma de posesión, el peruano Ollanta Humala anunció la creación de cunas infantiles (Cuna más) como eje de su política social ¿Seguirán apoyando los legisladores esa electorera y riesgosa empresa de Calderón?

*Universidad Autónoma Metropolitana-Xochimilco

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