5/27/2012

Protestas anti Peña revientan su mitin en Zacatecas

Una de las mantas desplegadas durante el acto proselitista. Foto: Leonardo Garza
Una de las mantas desplegadas durante el acto proselitista.
Foto: Leonardo Garza
 
ZACATECAS, Zac. (apro).- Las manifestaciones que declararon persona non grata a Enrique Peña Nieto en esta ciudad, opacaron la marcha y el mitin multitudinarios que le fueron organizados al candidato presidencial de la alianza PRI-PVEM y prácticamente reventaron la concentración en la Plaza de Armas que encabezó este mediodía.

Desde el templete en la Plaza de Armas, Peña Nieto tuvo que interrumpir en dos ocasiones su discurso y al final, cortarlo abruptamente cuando, a su costado, desde el balcón de la habitación 310 del hotel Emporio, un grupo de personas descolgó varias mantas con consignas en su contra, la última de las cuales mostraba la fotografía publicada en Proceso donde Peña aparece sentado junto a Carlos Salinas de Gortari.

“¡Déjenlos, déjenlos, no caigamos en provocaciones!”, gritó Peña a un puñado de hombres que, con playeras del Partido Verde Ecologista, desde el balcón del piso inferior jalaban las mantas de quienes se ostentaron como integrantes del movimiento #YoSoy132, entre ellos algunos colaboradores de David Monreal Ávila, exalcalde de Fresnillo, actual candidato del PRD al Senado y hermano del exgobernador Ricardo Monreal.

A Peña Nieto lo arroparon el gobernador Miguel Alonso Reyes y la estructura del PRI, que paradójicamente mantiene reminiscencias monrealistas y perredistas en esta entidad. Basta mencionar que, además del gobernador Alonso, en el templete acompañaron al candidato presidencial el exdirector del IsssteZac, Víctor Infante; el senador Tomás Torres (ex perredista y actual militante del PVEM; Heladio Verver y Vargas, quien fue titular de los Servicios de Salud del estado en el sexenio de Amalia García Medina y Pedro de León Mojarro, quien fue titular de Planeación en el sexenio de Ricardo Monreal y hoy es el delegado especial de CEN del PRI en el estado.

Pero los controles y retenes del gobierno estatal y la seguridad de Peña Nieto no pudieron impedir las expresiones que por diversos frentes se dieron en su contra, aunque en reducido grupo, frente a la movilización de miles de priistas que colmaron el Centro Histórico.

Desde dos días antes, un operativo en el cual participaron elementos de la Policía Federal y la Estatal se instaló a discreción para impedir el ingreso a la ciudad de manifestantes procedentes de otras entidades.

Ni eso disuadió a las distintas expresiones anti Peña que hoy salieron también a las calles de Zacatecas.

Alrededor de las 10:00 horas, mientras al Centro Histórico arribaban los contingentes de mujeres, niños y adultos con las playeras, gorras y bolsas del PRI en verde, blanco y rojo, en la Plaza Bicentenario –a unas tres cuadras de ahí– comenzaban a reunirse algunos jóvenes, en su mayoría con camisetas negras y pantalón de mezclilla, que escribían sus pancartas y pintaban mantas con estos mensajes:

“El PRIvilegio de acarrear”, “Peña Nieto es una persona non grata para los zacatecanos”, y de cuando en cuando gritaban “¡Atenco no se olvida!” o “¡Estudiar y aprender para Peña nunca ser!”, entre otras consignas.

Después de las 10:30 horas, una marcha con cientos de mujeres priistas organizada por los candidatos al Senado y diputaciones federales recorrió las avenidas González Ortega e Hidalgo. A la altura del callejón de Cuevas, unas 30 personas caminaban con el propósito de encontrar al contingente, pero jóvenes con camisas rojas –“Chaviza revolucionaria” – y blancas se colocaron en el acceso del callejón e impidieron que llegaran.

Desde atrás de la valla, los manifestantes gritaron y mostraron sus pancartas pidiendo a la ciudadanía razonar su voto y tildando a Peña Nieto como un títere de Salinas de Gortari y de Televisa y TV Azteca. “¡Libertad de expresión, déjennos pasar!”, exigían.

-¿Ustedes por qué están impidiendo pasar a los manifestantes? —se les preguntó a los jóvenes priistas.

“Son órdenes”.

-¿De quién?

“No podemos decir”.

Una hora después, cuando ya la Plaza de Armas se encontraba repleta, Enrique Peña Nieto hizo su recorrido por las vallas junto con el gobernador Miguel Alonso Reyes, quien en su larguísimo discurso culpó a gobiernos anteriores de la crisis presupuestal que enfrenta –como lo ha hecho en el año y medio que lleva del sexenio– y habló de la sequía y la alta migración que mantiene a un millón y medio de zacatecanos fuera del estado, el mismo número que vive en este territorio.

En la calle paralela –Tacuba– el grupo #YoSoy132 ya se había hecho más numeroso y se colocaba a unos metros del mitin, tras las vallas y los arcos detectores.

Un contingente del tricolor se acercó, aparentemente con el propósito de enfrentar a los manifestantes, quienes en ese momento se pusieron de rodillas y exclamaron “¡No violencia!”.

En el evento, al tocar el turno al candidato presidencial, éste aseguró que en los momentos que vive México no cabe ni el engaño ni el populismo, ni una apuesta que no sea viable para los mexicanos, y ofreció cambiar el rostro de inseguridad y de violencia que vive hoy todo el país, y que mantiene a Zacatecas como un territorio en disputa entre grupos del narcotráfico, con el predominio de Los Zetas.

“Mi compromiso es ajustar, reajustar la estrategia en materia de seguridad, para lograr algo muy importante, seguridad, paz y libertad para todos los mexicanos”, decía Peña Nieto antes de interrumpir su discurso, en el momento en que desde el balcón de la habitación 310 del hotel Emporio, situado frente a la Plaza de Armas, fue descolgada una manta con el logo del movimiento #YoSoy132.

“¡Bájenlos, bájenlos”, comenzó a gritar la masa multitudinaria en la plaza. Y cuando del balcón inferior hombres y mujeres con camisetas del Verde Ecologista jalaban la manta, Peña gritó:

“Amigos, amigos, allá arriba, joven de verde, joven, déjalos, déjalos, tú déjalos, no caigamos en las provocaciones, déjalos, déjalos. No caigamos, no caigamos en provocación, vamos a ganar en paz, porque ofrecemos un país de paz y oportunidades a los mexicanos”.
El candidato continuó hablando de la falta de respuesta al campo mexicano, de su compromiso de crear empleos para que se aproveche el potencial de Zacatecas, de lograr una mejor educación para  los jóvenes… y fue descolgada una segunda manta con estadísticas sobre los feminicidios y desapariciones en el sexenio de Peña como gobernador del Estado de México.

“Porque soy mujer y no quiero ser asesinada”, decía la manta.

“Hoy vengo aquí a Zacatecas para asumir compromisos particulares, pero también vengo a decirles que hoy es el momento de cerrar filas en favor del proyecto que sin duda representa cambio responsable con rumbo para México. México no puede permitir por más tiempo ir al garete y sin camino claro”, intentó continuar el aspirante presidencial del PRI

Pero la tercera manta, con su imagen abrazada por Salinas de Gortari, ambos de smoking, fue la gota que derramó el vaso.

“¡Vamos a ganar, vamos a ganar!”, gritó la multitud desde abajo.

“La gran mayoría de los mexicanos creen en la opción que represento; lo que quieren las nuevas generaciones, cambiar para bien al país, queremos construir al México del mañana… ¡jóvenes, jóvenes, amigos, amigos de allá arriba, déjenlos, no cedamos, no merece que cedamos a las provocaciones, no cedamos!”, se volvió a interrumpir Enrique Peña.

No le quedó más que acelerar el paso y anunciar los compromisos que firmaría hoy ante notario público: un parque industrial con Aduana interior en el aeropuerto; la modernización del campo zacatecano con sustitución de equipos hidráulicos; la carretera Jerez-Tlaltenango y la modernización de la infraestructura de agua potable, particularmente para Fresnillo.

La manta seguía colgada ahí, frente a toda la plaza, lo que obligó al candidato a modificar la parte final de su discurso y terminarlo de manera abrupta:

“Estamos hoy a un mes de concluir la campaña y a 35 días de ganar la Presidencia de la República; este es un proyecto que ha venido haciendo campaña con respeto a la sociedad mexicana, porque este proyecto no ve en nuestros adversarios a los enemigos de México, los enemigos son la pobreza, la inseguridad, la marginación y la falta de empleo que México necesita, eso es lo que estoy decidido a combatir y lograr ser un gobierno de resultados.

“Mientras que los otros dedican los espacios de campaña para levantar infundios, para difamar, para mentir, la nuestra es una opción constructiva, positiva, que da solución a los problemas que viven los mexicanos, y así lo va a seguir siendo, pésele a quien le pese, incomode a quien le incomode, voy a seguir trabajando a paso firme. ¿Se puede o no se puede?”, preguntó a los presentes, a quienes les pidió, una vez más, cerrar filas y “no ceder a las provocaciones ni a los infundios de los otros”.

El protocolo ante el notario fue ya completamente ignorado por la multitud que comenzó a abandonar la plaza y que, al caminar junto al Jardín Independencia, se encontró con que ya eran más de 200 jóvenes de la expresión #YoSoy132 los que se habían quedado ahí, esperando el final del mitin priista.

“¡Gaviota, Gaviota, ¿de qué murió la otra?”, “¡Si hay imposición, habrá revolución!”, estallaron las voces al paso de los contingentes de camisetas rojas, blancas, verdes, de las “mujeres zacatecanas con Peña Nieto”, de los “jóvenes de la Chaviza revolucionaria”, que se dirigían a los autobuses o a la Plaza Bicentenario para sentarse en las bardas o buscar la sombra.

Hasta esta plaza caminaron los chavos con sus pancartas y letreros, los cuales colocaron en el centro y se reunieron alrededor para entonar el Himno Nacional.

Indiferentes, asoleados, cansados, los asistentes al mitin masivo de Peña Nieto ya sólo los miraron.

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