3/27/2015

A 6 meses del ataque en Iguala, las familias de los normalistas claman a la sociedad: “¡No nos dejen solos!”


Aunque la marcha de la Décima Acción Global por Ayotzinapa fue menos concurrida que las anteriores, los padres de los estudiantes pidieron el apoyo de la sociedad para seguir en la búsqueda de sus 43 hijos.




Estudiantes, trabajadores, miembros de organizaciones civiles, familiares y alumnos de la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos llevaron a cabo este jueves 26 de marzo la décima Jornada Global por Ayotzinapa, para exigir la presentación con vida de los 43 normalistas que, hace seis meses, fueron desaparecidos por la Policía Municipal de Iguala, y para lanzar a la sociedad nacional y mundial, un clamor: “¡No nos dejen solos!”.

Y es que, aún con la asistencia de contingentes universitarios –de la UNAM, del IPN, de la UACM, de la Universidad Obrera, del Instituto Mora–, laborales –del SME y el sindicato de telefonistas–, así como de distintas agrupaciones populares, la marcha de ayer reunió a cerca de 10 mil personas, pero fue visiblemente menos concurrida que las anteriores manifestaciones con las que, en la Ciudad de México, se ha venido reclamando de forma multitudinaria la aparición de los 43 jóvenes raptados por la Policía Municipal de Iguala, en contubernio con el cártel Guerreros Unidos, el pasado 26 de septiembre de 2014.
Luego de partir del Ángel de la Independencia, y de recorrer avenida Reforma hasta su cruce con Bucareli, donde la marcha enfiló al monumento a la Revolución, el señor Epifanio Álvarez, del comité de padres y famliares de los normalistas desaparecidos, pidió a la población mexicana “que cuando haya otra manifestación, otra marcha, que estén con nosotros, que se unan, eso les pedimos como padres… porque nos sentimos de verdad con fuerza cuando vemos que ustedes se unen a la misma lucha de nosotros, sabemos que el gobierno no nos podrán parar, pero cuando somos pocos, ahí sí hay tristeza, porque nos reprimen y tenemos que retroceder…”

Luego, el mensaje fue subrayado por la señora María Elena Guerrero, mamá del joven normalista desaparecido Jeovani Galindes Guerrero.

“Quiero agradecerle –afirmó– a todas las organizaciones por el acompañamiento que nos brindaron el día de hoy, y quiero pedirles que nos sigan acompañando, porque cuando vemos que nos dicen que no estamos solos, nos llenan de fortaleza y seguiremos en pie de lucha, no descansaremos hasta encontrar a nuestros hijos… el dolor de madre ya se me volvió furia contra este gobierno, que nos ha quitado tanto, que nos quitó hasta el miedo, seguiremos luchando y por eso les pido que nos sigan acompañando, para derrotar a este maldito gobierno que se llevó a nuestros hijos, cuyo único delito fue estudiar, prepararse, pero este maldito gobierno no quiere gente preparada, quiere gente ignorante, para pisotearla”.

Asimismo, la señora Guerrero llamó a todos los padres y madres del país “a que hagan conciencia, porque el día de mañana pueden ser ustedes, y no hay que permitir eso… les pido que sigan en nuestro apoyo, que no nos dejen solos, que luchemos”.

Sin el apoyo de la sociedad, reconoció en su turno al habla el señor Nardo Flores, también del comité de familiares de los normalistas desaparecidos, “prácticamente nosotros no tendríamos fuerza, el de ustedes (dijo refiriéndose a los asistentes a la manifestación) es un gran respaldo, que Dios los bendiga, de corazón les agradezco… y los invito a que sigamos adelante en esta lucha, en esta lucha a todos nos toca poner nuestro granito de arena, hagamos lo que tenemos que hacer en donde estemos, alcemos la voz, demostrémosle a este mal gobierno que estamos unidos, que México ya se cansó de tantos asesinatos y tantas desapariciones”.

Esta lucha, subrayó por su parte el abogado Isidoro Vicario, del equipo de acompañamiento legal a las familias de los normalistas desaparecidos, “no es sólo un movimiento para los 43 estudiantes desaparecidos, sino que es un movimiento que tiene que ayudar a más de 26 mil familias que también atraviesan por este dolor… no dejemos solos a los padres de familia, no dejemos solo a este movimiento.”
Y este fue también el llamado que, en representación de la comunidad estudiantil de Ayotzinapa, lanzó Juan, El Caseta, uno de los jóvenes que se forman en la Normal Raúl Isidro Burgos para ser maestros.

“Ciudadanos mexicanos –clamó–, ciudadanos extranjeros, ciudadanos conscientes, ustedes son la voz de la esperanza para nosotros, ustedes alientan el espíritu cansado. Sus voces, sus gritos, su apoyo, su presencia les dan ese espíritu a los padres y a nosotros, los normalistas, de venir y plantarnos aquí y decirle al gobierno que, a pesar de que nuestras fuerzas están mermando, sacamos un espíritu del corazón, un espíritu de lucha que nos ha mantenido y que nos mantendrá aquí hasta que nos devuelvan a los 43 compañeros desaparecidos… exhortamos al apoyo hacia la movilización en nombre de los 43 compañeros desaparecidos, de los compañeros ejecutados extrajudicialmente. Los normalistas, los maestros, los campesinos y la gente indignada, les pedimos que se mantengan unidos, y que el gobierno no fragmente nuestra lucha, la lucha de los padres, la lucha de todos…”

Aún cuando la lluvia había amenazado con entorpecer la protesta, al final el cielo dio una tregua, para permitir a los manifestantes culminar la concentración sin contratiempos, e incluso con esperanza. Porque junto a la desesperación, la rabia y la tristeza, avanza junto a las familias de los jóvenes normalistas la esperanza.

Los vamos a buscar donde sea necesario –advirtió Janette, hermana del joven Luis Ángel Francisco Arzola, desaparecido por la policía de Iguala–, hasta que aparezcan… Porque ellos van a regresar, ellos van a regresar con nosotros, y se los vamos a traer a presentar, porque gracias a todos ustedes es que nosotros estamos de pie, sin ustedes el gobierno no nos haría caso, sin ustedes estaríamos solos. Gracias por el apoyo…” 

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