2/13/2018

Los periodistas pal cafe...


En los ajustes a las leyes electorales que suelen hacerse después de las contiendas importantes, sobre todo si son reñidas o con abiertas acusaciones de fraude, deberá incluirse la eliminación del periodo de impostura que acaba de terminar, el de las precampañas, y el que ya ha empezado, el de intercampañas. 
Ningún país debería acostumbrarse a la pautada simulación cívica que, en estas semanas recientes, implicó la falsedad de difundir propaganda electrónica (radio y tv) a diestra y siniestra, bajo el mentiroso acotamiento de que sólo era dirigida a los militantes de determinado partido, y en específico a los delegados o a quienes habrían de elegir candidatos en convenciones o actos internos similares. Otro engaño vergonzoso, a causa de esa pésima conceptualización legislativa, ha sido el de no declarar abiertamente a los candidatos partidistas como tales, siendo únicos y, por tanto, virtuales ganadores de sus procesos internos aunque fuera sólo con el voto del propio interesado. Falsos precandidatos en falsas precampañas, en una pérdida de tiempo ciudadano, con un gasto innecesario de recursos y en una preocupante normalización masiva de la falsedad electoral. 
Al final de ese periodo de precampañas, poco ha cambiado en el escenario electoral. El puntero sigue adelante, con una distancia notable no sólo en las manipulables encuestas de opinión a la mexicana sino, sobre todo, en el ánimo social, harto de todo lo que ofrecen y significan los políticos tradicionales, sobre todo los que ahora están en el poder federal. López Obrador fue, en todo caso, el precandidato que mejor aprovechó este tramo, proponiendo gabinete y aspirantes a fiscales, eludiendo propaganda negativa referida a Venezuela y Rusia y fijando muchos temas de la discusión pública. 
Sus dos contendientes centrales poco pudieron hacer. José Antonio Meade perdió la oportunidad de desmarcarse del priísmo del que no forma parte en términos de padrón de afiliados, zigzagueante en la definición de su perfil, experimental, insólitamente (para un candidato presidencial priísta) sometido al método de prueba y error. Ricardo Anaya Cortés solamente se posicionó en términos de mercadotécnica política elemental: discente en inglés y francés, músico, trepador de torres en templetes, pose e imagen. 
El enigma está, en todo caso, en la evolución de esos dos competidores rezagados. Hay una generalizada opinión de que sólo con un segundo lugar fuerte, bien definido, se podrían concentrar las fuerzas hasta ahora dispersas de quienes no desean que López Obrador llegue a Palacio Nacional. En ese carril especulativo, hay quienes suponen que una jugada maestra del priísmo y sus aliados sería aceptar que muchos mexicanos no desean más PRI en el poder y, por ello, sería más aceptable la figura alterna del sistema, que sería el joven Anaya, cultivado en meses recientes en el ejercicio de un oposicionismo que no es genuino. 
A la gelatinosa primera fase de las precampañas sigue la igualmente imprecisa y probablemente poco productiva etapa intercampañas. Se pretende que haya propaganda política, pero no electoral; que los partidos promuevan sus ideas y postulados, pero no los nombres de sus candidatos; que haya conferencias de prensa y actividad en medios, pero sin que los candidatos declarantes utilicen los méritos o deméritos de lo que vayan diciendo para promover sus aspiraciones (en todo caso, por dar un ejemplo, mientras los aspirantes presidenciales estén semiatados, los secretarios del gabinete peñista tendrán la oportunidad de aprovechar el tiempo relativamente neutro, para convencer a los mexicanos de lo bueno que sería darle continuidad a esta administración). 
El tablado magisterial vuelve a trastocarse. La segunda joya más importante de la corona del reformismo peñista, la educativa, está bajo fuego político desde dos flancos internos: por una parte, la tradicional disidencia, nucleada en las siglas de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, la muy combativa CNTE y, por otra parte, la resucitada corriente que le sigue siendo leal a Elba Esther Gordillo, tácticamente realineadas ambas fuerzas, CNTE y elbismo (en diversos grados y con ciertas reticencias en el caso de la Coordinadora), bajo la promisoria y al mismo tiempo riesgosa sombrilla electoral que les ha ofrecido Andrés Manuel López Obrador como candidato reconciliatorio desde el partido Morena. 
La CNTE ha vuelto a empujar con la fuerza que le es conocida, demandando en Ciudad de México que se reinstalen mesas de negociación con el gobierno federal y retomando activismo callejero en algunas ciudades de sus estados clave, como Oaxaca, Michoacán, Chiapas y Guerrero. Las demandas centrales son la abrogación de lo que se ha llamado reforma educativa y la reinstalación de profesores despedidos. Además, coinciden con el elbismo en el rechazo por adelantado de los acuerdos a que pueda llegar el congreso del oficialismo, inaugurado ayer en Puerto Vallarta, y en el desconocimiento de las facultades del actual dirigente formal, Juan Díaz de la Torre. 
El flanco elbista, en todo caso, es el más novedoso. Luego que un juez federal otorgó una suspensión provisional de las facultades de Juan Díaz de la Torre como presidente del buró directivo del SNTE, se ha vigorizado la peculiar oposición de los gordillistas a prácticas como las que en su momento encumbraron a Elba Esther y que en 2013 fueron ejecutadas de manera jurídicamente torpe por el peñismo para retirar a Gordillo del mando sindical y destrabar las vías laboral y política para la imposición de lo que se dio en llamar reforma educativa. Ayer, en Puerto Vallarta, Díaz de la Torre se esmeraba en proclamar la validez de su ejercicio y del congreso. El pleito judicial y político continuará en ese sindicato, cuyo caudal de votos y habilidades para la representación electoral está en el centro del litigio real inmediato, el que libran el priísmo y el lopezobradorismo. ¡Hasta mañana!
Twitter: @julioastillero,Facebook: Julio Astillero,Fax: 5605-2099 • juliohdz@jornada.com.mx

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No seleccionó el día más propicio el secretario de Hacienda, José Antonio González Anaya, para hacer un balance de la situación económica y financiera del país, que pretendió pintar color de rosa. Estamos en la cuesta de enero que se ha extendido a febrero. Las ventas en establecimientos iguales de los afiliados a la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales, tipo WalMart, Soriana y Chedraui, crecieron en enero 3.9 por ciento. Aparentemente suena bien, pero de acuerdo con los especialistas, es el inicio de año más bajo desde la caída de 2014. Y eso que en tiempos como los que vivimos los consumidores concentran su gasto en alimentos y dejan para más adelante la compra de ropa, muebles o paseos. No puede hablarse de una economía buena para el pueblo cuando la gasolina Magna ha aumentado 69.12 por ciento en el sexenio de Peña Nieto. Hasta antes de diciembre de 2012 –cuando tomó posesión– costaba 10.72 pesos el litro; ayer, en numerosos expendios se vendía hasta en 18.13 pesos. Son las delicias de la reforma energética.
Le ha ido bien
González Anaya afirmó que a México le ha ido bien pese a la caída de 2.5 millones de barriles de producción a 1.9 millones y una baja en el precio del petróleo de 100 a 46 dólares por barril. Sin embargo, no mencionó el dato del precio de la gasolina. Tampoco el alza del gas doméstico. Entre los resultados positivos citó que la deuda pública, medida por el saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público, se ha reducido de casi 50 por ciento del PIB a 46 por ciento. Sin embargo, no dijo que, medida en pesos, la deuda supera 10 billones. (Peña Nieto la recibió en 5 billones y fracción de su antecesor, Felipe Calderón, que también le cargó la mano). Tuvo razón, sin embargo, el secretario de Hacienda cuando dijo que se ha presentado un crecimiento de cinco puntos porcentuales en los ingresos fiscales; los contribuyentes pasaron de 38 a 64.7 millones en lo que va de la presente administración. Pero no mencionó que la gente está sufriendo ese éxito, especialmente en la frontera, con la homologación del IVA a 16 por ciento (era de 11 por ciento). Ignoró el tema de la devaluación. No habló de la inflación del pasado enero, la cual, según Inegi, fue de 5.5 por ciento anual (casi el doble de la meta del Banco de México), (eso tiene que ver con la caída de las ventas en el súper), por lo que ha tenido que subir la tasa de interés a 7.5 por ciento, para retener a los capitales golondrinos. Con todo, a México le ha ido bien, en palabras del secretario de Hacienda.
Noticias de la campaña
Margarita Zavala estará en la boleta de la elección presidencial. Anuncia que ya cumplió con los requisitos del número de firmas y de entidades. No es una buena noticia para el candidato del Frente, Ricardo Anaya. La campaña se llevará a cabo en dos pistas, la central y la de los panistas divididos. Tampoco hay buenas noticias para la candidata frentista en Ciudad de México, Alejandra Barrales. Una encuesta del diario El Economista revela que Mikel Arreola, del PRI, ya la desbancó del segundo lugar.

A principios de este año, Gerardo Ruiz Esparza, secretario de Comunicaciones y Transportes, anunció que el Programa Nacional de Infraestructura tenía un avance de 84 por ciento. Ni más ni menos, un dato preciso. En el caso concreto de ferrocarriles, anunció que pronto se concluirían el interurbano México-Toluca y el ligero de Guadalajara. Con esos dos trenes se da por satisfecho el gobierno de la República, luego de que firmó ante notario una serie de compromisos incumplidos.
Lo que no mencionó Ruiz Esparza es que el desarrollo del tren rápido México-Querétaro, licitado y aprobado a principios de sexenio, en el que ganó China Railway Corporation, de Meng Feng Chao, junto con Grupo Higa, de Juan Armando Hinojosa, se quedó durmiendo el sueño de los justos, debido al escándalo de la casa blanca de la familia presidencial y de la casa de Malinalco de Luis Videgaray.
Hasta ahora hay versiones de que se compensó con 20 millones de dólares a China Railway por la cancelación de la obra y que con dichos recursos el tema quedó olvidado. Por supuesto, no se habla de compensaciones a Grupo Higa, no vaya a ser que se piense mal de nuestro señor Presidente. Pero fuentes generalmente bien informadas hablan de un proceso de arbitraje internacional por el incumplimiento del contrato respectivo. Lo cierto es que, hasta ahora, el gobierno no ha presentado documento alguno en el que demuestre que el proceso está saldado y es muy posible que el problema legal se herede a la siguiente administración o que las autoridades chinas utilicen ese incumplimiento para presionar en temas políticos o económicos a México.

El irritado gerente general de Peñalandia reclama que desconocer los avances es faltar a la verdad, desinformar a la ciudadanía y degradar la política, y por lo mismo ha ordenado a su personal divulgar la versión oficial de que México nunca ha estado tan bien como ahora y que aún restan 10 meses de gobierno para redondear la hazaña.
Y entre los grandes logros por él cacareados se cuenta la generación de empleo formal (poco más de 3 millones a la fecha, el doble de los creados en los 12 años anteriores, según reza la propaganda oficial), lo que si bien a simple vista se trata de un volumen nada despreciable, a la hora del detalle se confirma que son puestos laborales cada vez más precarios y dejan afuera a los mexicanos con mayor preparación.
Sobre el particular, el Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC: Empleo precario y mala educación) analiza el panorama y advierte que el problema de México no es la falta de oportunidades laborales; en realidad es la precariedad de las existentes. Durante las pasadas cuatro décadas los mexicanos han visto mermar tanto la calidad de su empleo como las oportunidades de negocio que existen en el país. Son dos caras de la misma moneda: la precarización del mercado laboral tiene una contraparte en la precarización del entorno empresarial. Las cifras son contundentes. De su estudio se toman los siguientes pasajes.
De acuerdo con información del Inegi, durante el tercer trimestre de 2017 la tasa de desocupación se ubicó en 3.6 por ciento, una de las más bajas en los pasados 12 años. ¿Una buena noticia?
De una población de 54.4 millones de personas consideradas como económicamente activas (que buscan una ocupación y tienen la edad legal para hacerlo), 1.9 millones se encuentran desocupadas, 3.6 por ciento del total, proporción inferior a la que se observa en otras naciones. Sin embargo, el primer problema que debe citarse es que 47 por ciento de desocupados tenía algún grado de estudios a nivel medio superior o superior; a pesar de ser minoría, los mexicanos que tienen mayores cualificaciones escolares enfrentan fuertes dificultades para encontrar una ocupación. Además, el desequilibrio va en aumento, pues en el primer trimestre del 2000 la proporción era de 30 por ciento y para 2017 fue de casi la mitad. Si bien lo anterior es inquietante, la información por estado representa una preocupación mayor.
Más de la mitad de los desocupados tiene un grado de estudios de media superior o superior en 12 entidades de la República (38 por ciento del total). Chiapas, Guerrero, Ciudad de México, Campeche y Quintana Roo ocupan los primeros cinco lugares en ese indicador. En todas esas entidades tener un grado de estudios superior al promedio nacional no es suficiente para encontrar un buen empleo. La razón de fondo radica en el bajo valor agregado que genera el sector productivo: requiere poco capital humano, es decir, un nivel de estudios y de capitación laboral bajo.
Aquí existen dos contradicciones que se deben resaltar. La primera es que va en contra del modelo de apertura económica y comercial, la lógica de ambos es competencia, para lo cual se requiere emplear a personas altamente educadas y capacitadas. En México no se cumple dicho precepto. En segunda instancia se tiene la función que debería cumplir el sistema educativo: ser factor de movilidad e inclusión social. ¿Para qué educarse si ello no propicia encontrar un buen empleo u oportunidad de negocio en la economía?
Con lo anterior se pervierte una parte importante de los objetivos del sistema educativo, que es la de generar estabilidad social mediante el ingreso económico que debe fomentar para quienes hacen el esfuerzo de estudiar. A partir de esto se generan incentivos perversos: puede ser más rentable incorporarse a la economía informal o ilegal y desertar del sistema educativo.
En ese sentido, además la tasa de desocupación relativamente baja también implica desequilibrios significativos en términos de la mala calidad de los salarios y en que la mayor parte de las oportunidades se genera en la informalidad. Hasta el cierre de 2017, 57 por ciento de personas ocupadas tenía un vínculo con la informalidad, lo que representa a casi 30 millones, 10.5 millones más que todos los trabajadores registrados en el IMSS.

La renuncia de Nancy Sánchez a la candidatura del Partido Revolucionario Institucional (PRI) al Senado de la República por Baja California (iba en la segunda fórmula), anunciada el pasado jueves, fue la expresión pública de la fractura del priísmo estatal, que tanto se pretendió negar.
Una vez que la dirigencia, en manos de David Ruvalcaba, hizo alianza con el grupo de Ensenada, cuya cabeza, Alejandro Arregui, consiguió ser candidato a senador en la primera fórmula, la fracción del PRI a la que Sánchez pertenece se quedó rezagada. Fue excluida de las ocho candidaturas a diputaciones federales. La respuesta de Ruvalcaba a la declinación de la diputada federal fue que jugó con el tricolor y que en política el que se enoja pierde.


El domingo anterior se dieron a conocer cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública, según las cuales los homicidios dolosos en Nayarit aumentaron en más de 700 por ciento entre 2016 y 2017: pasaron de 42 a 354. Ese mismo día se divulgó en las redes un video en el que dos elementos de la Agencia de Investigación Criminal que habían sido secuestrados el 5 de febrero en esa entidad aparecen como prisioneros de sujetos portando armas de alto poder; en la grabación, Octavio Martínez Quiroz y Alfonso Hernández Villavicencio supuestamente confiesan ante la cámara que fueron enviados por diversas dependencias oficiales a Nayarit para capturar, torturar y desaparecer a personas, sean delincuentes o no, y han torturado tanto a presuntos infractores como a mujeres y niños. Este mismo fin de semana, por otra parte, se informó del descubrimiento de una fosa clandestina con ocho cuerpos en la localidad de Testerazo, municipio de Xalisco, cerca de otra que fue descubierta en enero pasado con 33 osamentas. 

Pide reconexión del servicio de electricidad 
Parece que la política de Comisión Federal de Electricidad (CFE) es atropellar los derechos de los usuarios. Hace tres semanas desconectaron mis medidores de Luz y Fuerza sin aviso alguno. Presenté los originales del contrato de hace 15 años y lo que hicieron con sorna fue dudar de su autenticidad. Estoy en espera del apoyo del comisario de bienes comunales del pueblo para solicitar la reconexión, mientras la CFE decide si me da el contrato.

Gran parte de la chispa de la palabra de Jesús Silva-Herzog (JSH) procede de su maestría en el manejo de los adjetivos. Pero los adjetivos, se sabe, sirven para engrandecer, endulzar o, por el contrario, sirven también para desacreditar o condenar. En su primera intervención, la que generó el reciente affaire de algunos intelectuales y articulistas contra AMLO, JSH incluyó adjetivos o derivas adjetivales, como estos: en el pasado AMLO repetía cantaletas; tenía reacciones de torpeza inaudita; era un sectario; también era irascible, intolerante y grosero, e in­transigente. En el presente ha vuelto a ser un peligro, pasó de sectario a oportunista, traidor (de Morena); fue deshonesto; ha vuelto a ser un priísta (la palabra tiene una enorme carga negativa); carece de nervio ideológico (¿es ideológicamente un blandengue?, ¿eso?); las ideas no le importan; le importa su ambición de recoger a todos los ambiciosos (de plano a ¿todos?). 

El sexenio que termina ha sido fatal para los maestros de enseñanza básica del sistema de educación pública. En nombre de la reforma educativa, han sido vilipendiados y humillados por grandes empresarios y funcionarios; sus salarios y prestaciones no han tenido incrementos sustanciales; perdieron conquistas laborales históricas; su trabajo se desprofesionalizó de la mano de la precariedad y la inestabilidad; recibieron programas de capacitación patito; sus cargas de trabajo aumentaron, y muchos han optado por jubilarse adelantadamente. 

El último día de enero la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) en el estado de Puebla citó a comparecer ante ella a cuatro integrantes del Comité del Ordenamiento Territorial Integral de Cuetzalan (Cotic), como indiciados por el delito de obstrucción de obra pública, debido a que entre el 19 de noviembre de 2016 y 2 de octubre de 2017 participaron junto con cerca de mil personas en un plantón de rechazo a las pretensiones de la Comisión Federal de Electricidad (CFE) de instalar en ese municipio el Proyecto de Línea de Alta Tensión Entronque Te­ziutlán II-Tajín (LAT), porque consideran que con­traviene el Programa de Ordenamiento Territorial Integral Municipal aprobado en una sesión cabildo abierto el 15 de octubre de 2010 y publicado en el Periódico Oficial del Estado el 10 de diciembre del mismo año. 

De su larga trayectoria, un observador extraterrestre, de mirada limpia por ajena, podría distinguir dos periodos bien distintos en la historia de la humanidad, que son incluso antitéticos o contradictorios. Uno va de sus orígenes como especie hace unos 200 mil años hasta hace unos 4 mil años. El otro va justo de esa época a la actualidad. El punto nodal que marca la diferencia es el paso de sociedades igualitarias a sociedades jerarquizadas. Durante largo tiempo el ser humano formó parte de comunidades autocomandadas regidas por la cooperación, la ayuda mutua, las reglas de parentesco y el disfrute colectivo de los bienes obtenidos de su entorno natural. Esas fueron lo que Marshal Sahlins denominó las primeras sociedades de la abundancia ( affluent societies) en su celebre artículo en Les Temps Modernes (octubre de 1968): bandas de cazadores, recolectores y pescadores y comunas aldeanas con agricultura y ganadería. Visualicemos. Hace 4 mil años el planeta era habitado por varias decenas de miles que representaban unas 12 mil culturas distinguidas por la lengua, y que una suerte de sustentabilidad primigenia para ponerlo en términos actuales, les permitió mantenerse y reproducirse en equilibrio con su entorno natural. Las primeras sociedades jerárquicas que aparecieron fueron los señoríos o jefaturas, y de ahí se pasó a los estados, con jerarcas apoyados por militares e iglesias. Del Estado despótico y esclavista se pasó al Estado feudal y luego al Estado controlado por el capital. 

Si hubiera una diferencia real y de fondo entre los intereses que representa Ricardo Anaya y los que están detrás de José Antonio Meade, ambos tendrían que estar en una reñida lucha por consolidarse en el segundo lugar de las preferencias electorales para, desde allí, intentar alcanzar al lejano puntero en los sondeos, Andrés Manuel López Obrador. Pero no: ambos, el panredista y el priísta-verde, enfocan su violencia verbal en contra del tabasqueño y sólo de manera muy secundaria intercambian entre ellos alusiones casi corteses. Los dos aseguran, como espejos enfrentados, que se encuentran en situación de empate técnico con el ex jefe de Gobierno del Distrito Federal, en un afán por atraer para sus respectivas candidaturas el apoyo de sus representados, que son los mismos. En este punto lo importante no es que propongan algo concreto para conducir al país los próximos seis años y para solucionar la gravísima crisis en que se encuentra, sino que alguna gente crea en uno de ellos como un político capaz de derrotar en las urnas a López Obrador. Es claro que para ambos el enemigo a vencer es el que representará a Morena en la elección presidencial del primero de julio próximo y que ambos están dispuestos a ser la comparsa del otro con tal de impedir el inicio de un verdadero viraje en la conducción de la política nacional, una democratización real y una limpieza de la administración pública que afectaría a la oligarquía político-empresarial a la que sirven. 

Apartir de la introducción el año pasado del Acta Federal sobre Cannabis, Canadá tiene prevista la legalización del uso de la mariguana con fines recreativos el primero de julio de 2018. Esto ha estimulado la discusión en los medios científicos sobre los posibles efectos que tendrá esta medida en las esferas económica, social y de salud en ese país. Al respecto hay un interesante artículo de Mohammad Hajizadeh, investigador de la Universidad Dalhousie en Nueva Escocia, Canadá, publicado en el Journal of Health Policy and Management en mayo de 2016, cuando el proceso para legalizar la cannabis propuesta por el primer ministro Pierre Trudeau desde su campaña ya estaba en marcha. 

El fenómeno de 1968 es todavía un tema de cuestionamiento. Después de L’héritage impossible, publicado en 2006, el sociólogo Jean-Pierre Le Goff publica ahora La France d’hier, un ensayo en forma de relato, donde traza los 18 años que precedieron los eventos del 68 en Francia. En este volumen subtitulado Relato de un mundo adolescente, de los años 1950 a mayo 1968, el autor intenta transmitir a las nuevas generaciones lo que fueron la transformación de un mundo y el sacudimiento interior de un joven normando durante la década de 1960. Narración autobiográfica, testimonio decisivo sobre la vida cotidiana de los franceses bajo el reino del general De Gaulle. Retrato de la Francia de antes que permite comprender los tormentos y dudas que condujeron a una generación a levantar las barricadas en las calles de París.

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