8/24/2019

Feminicidios: de la impunidad por inacción a la diamantina purpura


La Conferencia Nacional de Procuración de Justicia en México aprobó el 5 de Marzo de 2018, los “Lineamientos para el registro y clasificación de los presuntos delitos de feminicidio para fines estadísticos”, a efecto de facilitar y transparentar la integración de la estadística de las instituciones de procuración de justicia del país relativas a esta conducta delictiva. (sic). Solo para ese fin.
En un documento oficial del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Publica, SESNSP, nos da las cifras por feminicidios por año; 411 en 2015, 600 en 2016, 742 en 2017, 879 en 2018 y 448 a junio de 2019, con un total oficial de 3080, es decir 61 cada mes, 2 diarios que es la tendencia y, que, sumando los días de julio y al 20 de agosto, se suman ya 98 casos más, haciendo un total, de 3178. Dicha contabilidad del delito de feminicidio se realiza conforme a su tipificación en las entidades federativas, la cual se ha venido dando de forma gradual durante los siete años, completándose las 32 entidades federativas en octubre de 2017. Cabe mencionar que del análisis de la información oficial de 2015 a la fecha no hay ningún mes que se salve de feminicidios, lo que habla por sí mismo el dato.
Para 2018 en el país no estaba tipificado completamente el feminicidio como tal, al grado que la ONU exige a México que así se haga. Para el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio, éste es considerado una violación grave a los derechos humanos de las mujeres, así como una de las manifestaciones más extremas de discriminación y violencia contra ellas. El odio, la discriminación y la violencia tienen su expresión por medio de las formas brutales en las que los cuerpos de las niñas, adolescentes y mujeres adultas son sometidos, y de esta forma se evidencia el odio y desprecio hacia ellas. Esta misma asociación en una entrevista en el Periódico español El País, afirmó en 2018 que, aún 13 entidades en el país no cuentan con un tipo penal que cumple total o parcialmente con las características adecuadas para poder acreditar el delito de feminicidio (privar de la vida a una mujer por razones de genero) criterio que para especialista se ha quedado corto, dado que muchos feminicidios son inexplicables.
Y el problema que cancela vidas de inocentes, desgraciando vidas y familias enteras con consecuencias drásticas no para. Las manifestaciones de la semana pasada en el país y sobre todo la Ciudad de México, con la consigna #yositecreo #niunamas encabezadas por mujeres ofendidas y temerosas por sus vidas y de las suyas, levantaron la voz para exigir justicia, teniendo además como estandarte la diamantina purpura, que llegó para quedarse.
Los destrozos a inmuebles, empujones a transeúntes, agresiones a periodistas entre otros, como el cobarde puñetazo a un reportero de ADN 40, no fueron propios de los contingentes femeninos y legítimamente reclamantes de ni una más, que las proteja la policía y no las lastime, que nadie las mate, sino de un grupo identificado como porros y golpeadores a sueldo infiltrados, donde figuraron también rostros políticos de hombres y mujeres por cierto contrarios al actual gobierno morenista, lo que hoy todos sabemos y éste escribe por las noticias de medios serios y redes sociales ciudadanas.
Pero el punto es el mismo, mientras la Conferencia Nacional de Procuración de Justicia en México, no tenga herramientas certeras y técnicas de investigación criminal precisas para detener a los autores materiales e intelectuales de esos feminicidios ya cometidos, sus estadísticas solo desalientan las luchas feministas, pero al mismo tiempo las exasperan lo que es grave. Por otra parte en cada estado y municipio se deben instaurar trabajos estratégicos de seguridad pública surgidos de los diagnósticos que sobre el problema ya se tiene, para garantizar espacios libres de violencia y muerte a las mujeres mexicanas, por lo que urge que la Conferencia Nacional de Gobernadores, CONAGO la convoque, o el Presidente de México.
La inacción de las fiscalías estatales en la materia, solo hacen que los colores purpuras sean cada vez más intensos. Nadie está exento hoy de ser púrpuramente “diamantizado”, pero eso queda en la anécdota, lo cierto es que cada día, con la tendencia de feminicios sigue, dos hogares diariamente lloran dos mujeres de distintas edades, producto del feminicidio, maldición permitida en su mayoría por inacción oficial, penalidades cuestionables y la construcción de nuevos paradigmas ciudadanos.
Rafael Marín Marín es Abogado Postulante, Presidente del Colegio de Profesionales y Técnicos del Estado de Veracruz y, Delegado en su Estado del Instituto Nacional para la Celebración del Día del Abogado. INCDA.

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